JOSEP ESTEVE RICO SOGORB
(Elche, 30-1-1965). Escritor bilingüe, poeta, historiador, periodista, crítico literario y blogger. Académico del Institut d’Estudis Valencians. Caballero del Insigne Capítulo de la Almoina de San Jorge (“Orde de Ballesters del Centenar de la Ploma”, Valencia). Presidente del Grup Cultural Ilicità 'Tonico Sansano'. Miembro de la Tertulia del Casino de Elche. Colaborador de la Secció de LLengua de la RACV. Ponente en varios congresos de filología y lingüística. Miembro de los grupos poéticos “Abril 2005”, “El Picudo Blanco” (del que es co-editor de su revista) y “Poetas del Mundo” (del que es Cónsul Comarcal).
Ha publicado en valenciano los ensayos de investigación sobre historia de Elche “El Fondo i el Rec”, “Barraques, havaneres i nugolets”, “Resurrecció i Díes de Mona” (Colección “Nuestras Tradiciones” del Phace), galardonados con primeros y segundos premios.
Redactor, corresponsal y columnista en varios periódicos impresos y digitales. Ha publicado poemas en numerosas revistas y antologías colectivas de España y del extranjero. Obtuvo el 2º premio nacional de poesía de Ediciones Atlantis y el accesit del certamen del centro de estudios poéticos.
Tiene editados los poemarios “Estas son nuestras ruinas” (Cuadernos para los amigos, Frutos del Tiempo, Elche), “Retalls per a un collage inacabat” (en valenciano, EVP 2000 Valencia), “Mieles al atardecer” (Editorial Seleer, Granada, 2014) y “Essencies” (en valenciano, Edicions Gom, Valencia).
Participó en las colecciones poéticas “89 poemas para los 90” (Solara, Ediciones Inauditas) y “Primer Paso” (Abril 2005), ambos editados en Elche. Tras este poemario, ahora está trabajando en el próximo, pasando de la poesía amorosa a la de compromiso social, ya que será un libro de poemas cívicos de rebeldía, incorformismo e indignación contra las injusticias del sistema.
Tiene pendiente de publicación un trabajo de investigación sobre la historia de los medios de comunicación en Elche con el que ganó el primer premio del concurso 'Café Marfil' en 2012.
APOCALIPSIS
Sueño que viajo por las estrellas a través de las épocas del Tiempo.
Sueño que visito planetas para testimoniar vidas recreando utopías inalcanzables
e inventando ilusorias fantasías.
Sueño cual Ulyses heroico que traspaso el umbral de la Física
para transmutar cuando arribe la Muerte.
Sueño que renacerán la Bondad y la Esperanza.
Sueño utopías, sueño Apocalipsis...
Sueño que sus Jinetes ya cabalgan en mi Memoria...
MÁRTIR
Soy un nómada del sentimiento que irascible golpea en las puertas
Soy un apátrida del amor que busca en las papeleras
Soy un huérfano del querer, maldito por siempre.
Soy un fugitivo que se oculta en la noche. ¡Pobre esclavo del sufrimiento!
Soy mártir errante atormentado atravesando los arenales de la Memoria.
NOCHE DE PURPURINA
Noche de purpurina estrellada, sudor, baile y piercing.
La purpurina pegada a tu bronceada piel y las carnes fundidas entre poros.
Un ritmo latino de acompasados pasos, un, dos, un dos.
Las manos estrechadas por el calor de nuestros cuerpos.
Tu purpurina no se rendía en la noche de música.
Se prodigaron los bailes de ropas sudorosas.
Noche de purpurina, piercing y pasión.
Más el frenético ritmo que nos poseyó alocadamente.
Tu purpurina destelleaba mil fulgores en tu rostro cálido e insinuante
Tu y yo entre el deseo o la utopía de una noche purpurinada.
Murieron los encuentros de baile y música con purpurina...
REGRESO AL INFIERNO
He buscado el cobijo de mis lágrimas
regresando a mi particular infierno,
ese que todos alguna vez llevamos dentro.
Anteayer me despedí de las caricias
que te daba al rozar tu cintura.
Y el amor se alejó de mí
vistiéndome de negro.
Me gusta el color negro
aún hoy, cuando sigo errante…
CONMIGO
Alguna vez soy yo mismo aquel que está conmigo.
Me reconozco sobre todo en las noches, cuando quedo solo.
Sé que en algún sitio estoy, que habito en alguna casa.
Sé que de algún lugar he llegado, que vine de cierto paraje perdido.
Soy uno, y sigo vivo. Tengo nombre y un número de teléfono que quizá sirva para algo
Para cada persona del mundo llega el inesperado frescor del frío invierno;
y esta helor que me aletarga es mi íntima, como muerte mental,
como licor y droga adormidera que me invade sin sombras.
Yo…, soy yo. Y alguna vez… ¿lo soy?
Otros muchos que llevo dentro, otros tantos que se incuban; en mí se adormecen.
Cuando miré fuera el corto día, y buscaba compañera en los polvorientos espejos;
te llamaba a ti, lejana consorte; signo mío, barro apretado, escarcha….
Soy solo yo, aquel que me domina,
“ese” que camina errante cansado de sí mismo y se reconoce pues, ajeno.
Aquel, que desconociéndole, le extraño a veces sin saber qué decirle.
Y soy yo, aquel que tan suyo, eternamente se queda conmigo para siempre…
LLORABAN TUS OJOS EN MI CONCIENCIA
He podido contemplar con asombro, al fin,
tus expresivos ojos de muchacho,
dándome cuenta de que tu mirada
me hablaba a gritos de los éxodos del alma
y de las hazañas de un héroe valeroso.
Y te pedí respuesta atisbándote
en la solitaria llanura del asolado sufrimiento.
Porque recorrías con tus pies doloridos de tanto andar,
los desérticos arenales del caluroso silencio;
aquellas dunas movedizas tan airadas por el viento de la guerra,
las que fueron en el pasado, campos de carnes sangrientas
descuartizadas por las garras de los buitres
y basureros de olvidados restos metálicos esparcidos y oxidados
junto a los cadáveres de los ejércitos vencidos por la Muerte.
TUGURIO
En el tugurio de rameras, la soledad me atrapó lentamente,
tras recorrer callejones inmundos poblados de jovenzuelas impúdicas
moviendo su lascivia al son de acordes desenfrenados.
Las putas, cubiertas de rimel y pinturas lujuriosas
se acercaron a libar mi cartera como sanguijuelas
envolviéndome con sus brazos pecaminosos.
Con mi ira atrincheré a las furcias
tras la barra prostituida de alcoholes y mercachifles monedas
Y me quedé solo con mi hombría...
LICOR, FRAMBUESA Y PIPERMINT
Tus labios mojados color frambuesa
en las tardes de licor y música.
Las horas incordiándonos y ese reloj
que nos interrumpía, lamentablemente.
Tardes de menta y canciones de amor
Añoro morder tus labios de fresa.
Entre licor, frambuesa y pipermint.
DESEARÍA
Desearía fundirme en tu ser como un todo
para llenarte de mi esencia.
Desearía hacer de nuestros cuerpos
el más bello poema jamás escrito.
Desearía vivir intensamente
tu acto de amor,
tu entrega.
Que cada gesto, cada suspiro,
cada mirada,
sean el cielo.
Alcanzar el placer con ojos cerrados
y sentir tus húmedos besos.
Ser tuyo entero para hacernos trajes
de sudor y latidos.
Desearía que me vistieras de caricias,
de tactos, de lamidas
y vestirnos de pasión.
Hagamos de nuestros cuerpos
el más bello poema jamás escrito.
ESCULTURA
Llegaste sinuosamente como se acercan los ríos al mar,
arrastrándote hacia mi cuerpo de adolescente imberbe.
Aquella noche te entregaste asustada, casi inexperta,
estremeciéndote entre lágrimas,
temblando llorabas y te dolías.
Yo te esculpí esa vez como el barro,
moldeándote de relámpagos y de orgasmos encadenados,
pintando tu sedosa piel con gamas y fulgores de arco iris.
Pude hacerte toda de nuevo.
Una y otra vez hasta cansarme.
Recrearte como una Venus de coral y fósiles
sumergida en el abismo de la pasión.
Sucedieron más noches serenas y limpias
esculpiéndonos mutuamente...
POEMÁNDOTE
Ansío escribir versos sobre tu piel
con la pluma del sudor de mis dedos
y la tinta de la saliva de mi lengua
Deseo poemar todo tu cuerpo
rimando tus suaves caderas
creando rimas en tus prietos senos
soneteando tu vientre con liricas apasionadas
Anhelo enversarte entera a besos
jugueteando con la métrica de tu pubis
Quiero consumar nuestro poema carnal
con la fuerza de mi rúbrica erecta.
DESPEDIDA (Y yo te lloré)
Yo te derramé mares de lágrimas en tu larga ausencia.
Te lloré tristezas infinitas en las noches desoladas.
Lamenté tu pérdida con angustia llorándote ríos y lagos sin cansancio.
Aullé desquiciado tu abandono vociferando tu nombre con rabia,
pero jamás volviste.
Yo te lloré lágrimas de ríos, de mares y lagos inmerecidos
en tu larga ausencia...
sé que no volverás.
TUS MANOS
Tus manos,
ya no son aquellas manos jóvenes y carnosas
de suave piel aterciopelada.
Tus manos,
ya no son aquellas manos mullidas y regordetas
de alargados dedos y carnes blandas.
Tus manos,
ya no poseen el tacto sutil de antaño
ni ofrecen aquel aspecto tierno de juventud.
Tus manos,
son ahora manos rugosas, manos nervudas,
son manos venosas y arrugadas.
Tus manos,
hoy son, manos marcadas con hondos surcos
por avatares de las desventuras e infortunios.
Tus manos,
ahora son, ásperas y agrietadas con escamas
desprendidas de tu piel laboriosa y sufrida.
Tus manos,
hoy, a cada tacto, me enseñan las sangrientas cicatrices
del doloroso trabajo acumulado.
Tus manos,
ahora y hoy, ya no lucen bellas y bonitas como antes
y el tacto de tus dedos dejó de ser meloso.
Tus manos,
a pesar de todo, aún hoy y ahora,
siguen siendo TUS MANOS.
Tus manos,
aunque se les rasgue la piel a tiras o se abran en carne viva,
seguirán siendo tus manos.
Tus manos,
aunque perduren los años y los sinsabores,
continuarán siendo tus manos.
Tus manos,
son también mías y aunque estén rotas,
las seguiré acariciando.
Tus manos,
me pertenecen, y aunque se muestren desgarradas
las continuaré besando.
Tus manos,
las siento mías, y aunque las escondas
las seguiré estrechando.
Tus manos,
que aún hoy siguen siendo tus manos,
continuaré por siempre amándolas.
Tus manos...
PERO SIGUEN SIENDO TUS MANOS…
Abismos, collados, fosas.
Barrancos, hondonadas, surcos.
Hoyos, agujeros, pozos.
Grietas, montañas, colinas.
Arrugas, despeñaderos, fallas.
Simas, cerros, cordilleras.
Precipicios, cataratas, cavernas.
Lomas, picos, cimas
Ásperas, amargas, rudas.
Toscas, agrietadas, sufridas.
Sangrantes, heridas, rotas.
Mutiladas, cortadas, agrestes.
Áridas, secas, rasposas.
Ensangrentadas, callosas, escamadas.
Endurecidas, doloridas, trabajadas.
Maltrechas, machacadas, laboriosas….
pero siguen siendo tus manos…
11-M
Temo a los trenes que puedan portar
mortíferas mochilas y fanáticos suicidas de largas barbas.
Temo a las vías y a los raíles.
Temo que las estaciones se inunden de sangre, sesos y metralla.
Prefiero caminar por las avenidas.
Quiero aferrarme a la Vida con los pies aunque las distancias
y los destinos se alarguen porque... tengo el temor de aquel 11 de marzo...
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