domingo, 21 de noviembre de 2010

2010.- MARÍA CONSOLO


Maria Consolo nació en 1936 en Catania, ITALIA, donde reside.
Se ha dedicado a la enseñanza de Letras.
Ha publicado Da sola a solo (Genesi Editrice, Turín, 1998, 19992), Coi macigni e l'erbe (Genesi Editrice, Turín, 2000; Premio "Città di Cava", 2001), Dissonanze (Genesi Editrice, Turín, 2003) y Días (traducción de Teresa Albasini Legaz, Emboscall Editorial, Vic, 2005), del que se ha hecho esta selección.






HORNO DE PAN

Por la ventana abierta el olor bueno
del pan en el horno me llega hasta la cama
y me da los buenos días. Para empezar
el deseo basta. Y la esperanza es lícita.








DESDE QUE NO ESTÁS

Miro fijamente en la oscuridad el ojo rojo del televisor.
No duermo, pero no me agito. Una extraña
quietud me posee desde que no estás. Algo
ha debido de pararse dentro, como le sucede a veces
a mi despertador. ¿Quién me hará mover? Espero
mecánicamente a mañana. En la oscuridad me mira fijamente
el ojo rojo del televisor.








MIEDO

Hay todavía una casa en ruinas entre las colmenas
de la periferia. Se ha revestido toda de hiedra;
quiere tapar sus heridas, sustraerse a la mirada
indagadora. De las grietas brota la hierba
y blancas campánulas se multiplican en ellas. Cada
noche vuelve a encontrar su intimidad ofendida, sus
secretos profanados. Se hace nido de animales vagabundos;
mece sus amores, su sueño. Ha visto excavadoras
y hormigoneras trabajando a su alrededor, bloques de casas
levantarse arrogantes. Conoce el miedo, no vayan
a acordarse de ella. Por eso quiere ser
útil y se hace basurero del barrio. Acepta
su suerte con tal de vivir todavía un año, un mes.
Ay de mí, la vida no vale esta abominación. Sin embargo,
llegada a su término, ella se nutre de estos miedos.
Somos cobardes; nadie quiere hacerse juez.
Sólo a los elegidos es dado comprender la belleza
del traspaso. Cada muerte es la única; temerla
es la norma. Aceptarla es la excepción.








AHORA DA GUSTO POR LA NOCHE

Ahora da gusto por la noche taparse con la sábana
y sentir sobre la piel su tibieza. El otoño
ha llegado pronto este año y se anuncia
lluvioso. Es bonito cerrar las ventanas y oír
amortiguados los ruidos. Golondrinas tardías
hienden el cielo, se retrasan todavía. ¿Por qué?
Las golondrinas están hechas para seguir al sol.
Qué imprudencia quedarse atrás. O quizás
sean las más viejas, incapaces de afrontar
el viaje. Me entristezco por ellas. El pensamiento
de la vejez olvidada y sola me hiere.
Una de estas noches morirán mientras yo
añadiré a mi cama una manta.








DESDE QUE

Desde que me he quedado sola, todavía
el frío me embiste cuando meto
las llaves en la cerradura de mi casa
y entro.



Traducción de
Teresa Albasini Legaz


http://www.eldigoras.com/pdi/17mconsolo02b.htm


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