martes, 16 de noviembre de 2010

1936.- ESTRELLA GÓMES





Estrella Gómes 


Nace en Miranda, Venezuela, 1990. Formó parte del Circuito Liceísta de las Letras. Presente en I y II antología “Voces jóvenes en la mirada del mañana” 2006 y 2007 publicada por Nadie Nos Edita editores y Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. En el 2006 Nadie nos Edita editores publica su poemario “Sienes de mujeres anónimas” ganador del Premio Nacional del Libro Poesía Juvenil CENAL (2006). En el 2008 obtiene la Mención especial en el Premio NOSSIDE, Regio Calabria, Italia. Presente en la Antología poética italiana Premios NOSSIDE 2008. En el 2009 forma parte de la Selección bilingüe español-portugués “Tránsito de Fuego”. Traductora de la selección poética bilingüe “Ocho miradas en el vértice/Oito Olhares no vértice” Fundarte 2012.Ha participado en diferentes proyectos de cortometraje y audiovisuales. Actualmente en tesis de la Escuela de Artes, mención Cine en la Universidad Central de Venezuela.




I

          Carmen, Carminis

Si el polvo te devolviera lúcida
sería hora de comenzar el rezo
Carminis
Carminis y súbito la tierra una vez más nuestra
Carminis
disuelto el dolor en la palabra
Car
     mi
          nis

Ruego la levedad de tu ausencia



II

conviertes todo en angustia de agua
te mueves con el gesto del río
en la memoria
queriendo surcarlo todo
transitas mi cuerpo
llenas el vacío de los recuerdos
me nombras ausente



III

La lluvia reclama su instante
olor a calle húmeda
cansada
ella avanza casi melancólica a su encuentro
la 5:00p.m nos prepara
para anticipar el dolor
en las gotas
algunos recogen sus manos
aprietan los puños para no sujetar más tristezas
luego la noche comienza su jornada
ella busca hacernos sombra
bordarnos de silencio
para soportar el vacío
En días de lluvia
sólo espero que la ciudad
no amanezca hiriente
una vez más




Enfermedad

Hacer tiempo en la boca
mitigar la angustia en el cuerpo
deshacer la imagen en el paladar
digerirla
hacerla ríos de escarcha
porque ella se funde
se hace melado espeso
que recorre el cuerpo
vaciándolo de si
convirtiéndolo en idea de silencio
que perturba y agita
que nos agita
sobre todo nos agita
transformándonos en mares sin sujeto
de una misma orilla
en costas amargas sin rostros
Nuestro repudio.







A Palestina

Acaso será preciso
prender fuego a la noche
aliviar la ira de la oscuridad
en la garganta
por los que anidaron bajo tierra
y adivinaron las fronteras







Gaza

El tiempo arde en las manos
la sangre bulle
angustia del instante
quién sortea la agonia del olivo
La tierra sorda habitada en su núcleo
por la voz del ausente
el dolor germina en la casa
mala hierba eterna
A quien digo basta
frente a una imagen de 19 pulgadas
que conmueve
hasta llorar ira

(Inéditos)




IV

Se incineran los pasos
antes de rozar
la superficie de la tierra
ella gime en nuestras manos
cuando nos despertamos siendo los mismos
le mentimos al tiempo
haciéndonos infinitos
en los minutos
que aún no han llegado
en los gritos
cultivados en la mirada

Jugamos a construir un rostro
ante el espejo
en el que nos podamos reconocer
como otros
capaces de tornear el silencio
de sumergirnos mudos
en las dudas
de aceptar y reír
con el ausente
de hablar con la piel
pero entonces
la noche
se nos viene en el cuerpo

(De Tránsito de Fuego. Casa Andrés Bello)





Nosotros
sentados
nuevamente en el asfalto
escupidos una vez más por el cielo
enterramos nuestras manos en la tierra
y aún nos podemos sentir

Ayer me ví desde el solar
¿Acaso mi lengua puede
seguir plantada en este suelo
desterrado de horizontes?

Mis pies siguen cortando la carretera
rezo un credo para que mañana
las cosas
no sean iguales.

(De Sienes de mujeres anónimas.
Nadie Nos edita/Casa A. Bello)


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