lunes, 11 de octubre de 2010

1455.- FRANCISCO GANDOLFO


Francisco Gandolfo nació en Hernando, Córdoba, Argentina en 1921. En 1948 se instaló para siempre en la ciudad de Rosario, Santa Fe, donde se desempeñó como imprentero y editor. Entre 1968 y 1976 creó –junto con su hijo, Elvio– la mítica revista El lagrimal trifurca. Como editor fundó y dirigió la colección de poesía El Búho Encantado, donde publicó, entre otros, a Juan Carlos Martini, Eduardo D’Anna, Yanis Ritsos (traducido por Juan L. Ortiz) y Rafael Bielsa. Entre sus obras se encuentran Mitos (1968), El sicópata. Versos para despejar la mente (1974), Poemas joviales (1977), El sueño de los pronombres (1980), Plenitud del mito (1982), Presencia del secreto (1987), Pesadillas (1990) y Las cartas y el espía (1992), todos publicados e impresos por el sello y la imprenta que fundó. El Búho Encantado es uno de sus cinco libros que permanecen inéditos.





Relidad interna

Avanzó hacia la energía que zumbaba enfrente
mientras le gritaban cuidado

atraído por el imán de su pared circular
saltó con fuerza girando
para estamparse de espaldas
como clavado ante la gente

con los brazos abiertos y adheridos
comenzó a levantar sus piernas
por sobre la cabeza
para introducirse en el ciclotrón

en el esfuezzo final su aspiración
era proporcional a su tortura
y sentía un zumbido creciente de huracán

al ceder su agotador esfuerzo
cayó desprendido del imán
y por su gran anhelo frustrado
lloró a secas

los testigos del intento
considerado mortal
sintieron alivio al compartir
la angustia de su esfuerzo.





Televisión

1

La última vez que fui a una cancha de fútbol
de primera división, sentí en la cara
el aire del bastón negro de un policía,
y vi al anciano ebanista de mi barrio
de espaldas en el suelo, accionando
sus extremidades como un escarabajo
panza arriba, para evitar que lo pisaran.
Entonces me dije: nunca más el fútbol directo,
siempre el televisado con los goles
repetidos en cámara normal o lenta
y desde distintos ángulos,
por más que Harrison Ford haya declarado
a la prensa, que para un actor como él,
la televisión sería
el lugar de la decadencia absoluta.


5

La rutina del éxito produce un fracaso
semejante al de un control remoto de televisión:
es un poder en la mano.
Con ese poder uno tiene lo que quiere
pero no lo que necesita.
Entonces la necesidad se queda
mirando con cara de fuerza,
porque le están imponiendo cosas
con sólo apretar un botón.




DECISIÓN

Ella sale a la puerta de su casa
con la hoz y el martillo en el turbante

Cleopatra actualizada
me conquista con el tiránico
poder de su belleza

mi señora lo nota y se pone
de carácter hosco

para apaciguarla le regalo
un turbante con la cruz svástica
porque es descendiente de alemanes

pero la historia no concluye
porque mi vecina se pone
el gorro frigio de la libertad
y nuevamente me flecha

no me puedo librar del proyectil
y mi esposa tampoco me lo extrae
porque me considera infiel como un indio
que quiere defender su tierra

qué haré con este pleito
de flechas y turbantes?

yo necesito estar enamorado
para escribir mis versos
así que haré
lo que me canten las pelotas

En “Poemas joviales”, Ediciones
El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1977







Estos versos son para pedirle a las mujeres
que no se olviden de amar a los poetas

tengan presente que sabemos más que nadie
apreciarlas a fondo

ustedes son para nosotros
la sabrosa costilla que nos falta

Sócrates no pudo con Santipa
Freud dijo que la mujer
era lo único que no entendía

nosotros vamos a la guerra por Elena
vivimos la odisea de Penélope
o subimos al cielo por Beatriz

la gente sin ternura no nos ama
porque somos capaces de perder la cabeza
en galante rapto de pasión

pero la mujer cariñosa
que custodia la llama del amor
comprende que la comprendemos

como comprendió
al célebre filósofo que dijo
amo
luego existo

En “Poemas joviales”, Ediciones
El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1977





CON LOS VIEJOS POETAS CHINOS

Yo extraigo del vino mis espíritus

los echo a la espalda
y salgo a caminar hasta el horizonte
donde me esperan para seguir bebiendo
los viejos poetas chinos

ellos
los milenarios
no tienen ningún apuro
y me reciben mirándome como si no me viesen
con sus ojos de almendra soñadora

descargo el contenido de mi bolso
lleno de joyas de occidente
y las coloco junto a sus exquisitas
perlas orientales
que vamos intercambiando y comiendo
mientras platicamos con prolongadas pausas

nadie fuerza el diálogo
cuando nos quedamos silenciosos
como un cementerio vivo

aprovechamos ese instante
para atender el gemido
del viento entre los pinos

lo poco que tenemos
lo hemos conseguido como Li Po y Tu Fu
al margen de la burocracia

sabemos el lenguaje de los pájaros
las flores
los astros y los hombres

y cuando hemos bebido demasiado
salimos por turno
y orinamos hacia arriba
para desinfectar el planeta
contaminado de felicidad industrial.

En “Poemas joviales”, Ediciones
El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1977





SOLUCIÓN EN EL ABASTO

Por creerme nacido para lo trascendente
me vi obligado a comerciar
en el mercado de Abasto

de nada me sirvió ser amigo
de espíritus influyentes como Cervantes
Shakespeare y Bach

me había impacientado con Dios
de quien depende mi empleo
así que cuando removió el gobierno
sus adictos preguntaron
y a éste quién lo conoce?

hicieron conmigo
como los peronistas con Borges

mas yo no pude rechazar mi cargo
porque tenía chicos que alimentar
y como el primer Gardel
fui a parar a la zona de los mercados de Abasto

enfrenté a los rudos puesteros
con la cara curtida de la necesidad
cerrando secos tratos comerciales

la ganancia que obtuve
favoreció la publicación de mis versos
y la de otros poetas ignorados.

En “Poemas joviales”, Ediciones
El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1977





PROBLEMA EDITORIAL

Cuando le propuse a Gutenberg
la impresión de mis versos
porque lo habían divertido
me postergó para imprimir la Biblia

yo lo recriminé diciéndole
que era desatento como Platón con los poetas
manifestándole que éste me echó de su República
después de regocijarse con mis cantos

para colmo se moría de risa
por lo que yo le contaba seriamente:
no podía creer que los poetas fuesen
de físico inmortal.

En “Poemas joviales”, Ediciones
El Lagrimal Trifurca, Rosario, 1977





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