miércoles, 11 de agosto de 2010

FATENA AL-GURRA [404]


FATENA AL-GURRA 

(Gaza) es licenciada en Literatura Árabe. Ha trabajado como voluntaria en diversos proyectos para la defensa de los derechos de la mujer palestina. Ha sido presentadora de programas radiofónicos y corresponsal de cultura para la agencia de noticias Wafa. Desde 2002 fue presentadora de la televisión palestina. Ha publicado los poemarios Todavía el mar entre nosotros (Ramallah, 2000) y Una mujer muy sediciosa (El Cairo, 2003). Sus textos han aparecido en la recopilación Cincuenta años de poesía palestina (Ramallah, 2004), y se han traducido al italiano en In un mondo senza cielo: antologia della poesia palestinese (Florencia, 2007). A causa de la situación en Gaza, y de las constantes amenazas y humillaciones que recibía por defender los derechos de la mujer mediante la palabra, a finales de 2008 se exilió a Egipto. Desde noviembre de 2009, vive en un centro de acogida para refugiados políticos en Bélgica.




Me iré lejos, allá donde el desierto me grabe
sus himnos de agonía en la palma de la mano
y donde las mujeres que perdieron su tiempo
ante el fuego de arcilla maquillen mis mejillas
con aceite de amor me iré hacia ti como un espacio
que vive en el exilio de su cuerpo

De Fatena Al-Gurra, Excepto yo (El Gaviero, 2010)



A ella se le asemeja una mujer que frivolidad viste
un azote cuyos pasos extiende
y un vacío con el mismo volumen del porqué de la creación
¿qué generará en breve?
La pregunta tiene margen..., la fisura del mar incapaz de llegar
van menguando sus pies cuanto más andan
y el abismo se esconde.

[Aparecido en El Maquinista de la Generación
número 118, mayo de 2010]


*

Valiente mujer,
quién eres que no hablas de Palestina,
quién eres que no hablas de refugios,
quién eres que no hablas de divorcios,

No eres dios, ni tierra,
No eres un pasaporte en ventanillas oscuras,
ni una rotura, ni una ruptura,
ni un desarraigo, ni una enorme raíz que amanece, no.

Todo lo que no eres, no me habla de ti.
Todo lo que no eres, me sugiere.
Que eres tú. Excepto tú,
lo demás no eres tú; viaje hacia ti cuando dices:


*


Sabiduría
La blancura por siempre está completa
y la verdad, que es ciega, sin los ojos se ve.

Fatena Al-Gurra, “Excepto yo”,
El Gaviero Ediciones (P.226-227)


MUJER DE UVA

Ocupa por sus méritos la orilla
y siempre está dispuesta al coqueteo
agita con su agua las olas que quedaron
placentera, gata recostada, espectáculo bárbaro,
y menea la cola en su baile con el marino hundido
emanando su aroma por los poros de él
que, así, enloquece
desordena su persistente lengua
el hombre de la palmera
sólo sabe ascender

Es su megido idioma que escuchara el azul
se detiene, inflexible, al margen de su tronco
rompe filas su primer magma
el hombre de la palmera perfora la dalia
inmaculada con sereno cuidado
lame su núcleo escondido en el medio
y lanza su última flecha
la mujer de uva, sólo ella, le hizo perder
su polen.

Excepto yo. Trad. Rosa Isabel Martínez Lillu.
El Gaviero Ediciones.



Soy hija de marinos que bogan por las costas.
Soy hija de la ola y la memoria.
La última que quedó de aquéllos a los que Sansón cediera su cabello,
sacudido como una joven virgen,
la última descendiente del fresco y antiguo feminismo.
Abro los brazos y comienza a girar el cosmos en sus once direcciones.
Sonrío y me gotea miel desde los vírgenes labios juguetones.
Camino y la tierra pierde su equilibrio,
cuando mi risa cascabelea se escuchan timbres de seísmos.
Volcanes sacuden el sistema de los siete estratos.

Soy hija de la virtud y el ocio
hija de la pureza y del vicio
hija de la negrura y la blancura
según mi dedo las estrellas distinguen los límites de su primera ubicación.
Y si cierro los ojos
hay eclipse de sol hasta que vuelvo a abrirlos y sumergen al mundo en rayos
de color algarrobo.
Si me recojo el pelo
vibra el cosmos devoto, agradecido.

Soy el hoy y el mañana
Su Majestad, coronada en el trono espacial,
si miro de reojo los campos se convierten en trigo y sol verde
y entonces soy el trigo y el sol verde
la primera cosecha
y la última.

De Ardo, Excepto yo, El Gaviero Ediciones, 2010.



ROSTRO MARMÓREO... DIOS CANSADO
(Fatena Al-Gurra)
(Traducción del árabe: Rosa-Isabel Martínez Lillo)

Como un Dios pequeño al que el cosmos oprime y no puede extenderse se desenvaina del centro de la historia y gimese purifica el rostro con el néctar de quien ignora el camino y la imagen cruel,se detiene en el balcón de las visiones y gime.


Un pequeño dios gimeoculta la maldad de sus fallos esparcidos con el espasmo de su labio inferiory gime,pequeño Dios que sale de la oscura nostalgiaguiando una lengua cantada por quienes van a la salvación, un canto fúnebre.


- ¿De qué brecha surgiste, extraño Dios que lloras,cansado y triste Dios?Con tu rostro marmóreo mordido de experienciastemes tu propio miedoaún en tu propio tragaluz, de tu edén expulsado...Vacilas entre la maldición y derramar amor en labios de reclamo.
- Garantizas que eres donador de inmaculada vida, quien enciende el deseo primero, quien lluvia nos ofrece desde ojos de solícitas huríes,

-a las magas creíste si dijeron que las nubes incendias con los brazos, que una lágrima tuya es germen de sequía, y pestañas que adornas purifican las noches celestiales y las siete tierras,


- no atendiste a quienes se infiltraron en tu ardiente luz, esos que se arrodillan tras tu tobillo y desgastan la tibia con mezquindad imperceptible,


- te dejaste llevar por cantos de sirenas, por susurros de arrayanes y rosas, ensordeciste por la llama que ruge hacia tu frente pura; siempre que se le acerca brotan arrayanes y rosas, las sirenas seducen con olas de cabellos como líneas de infinitos colores, con senos que te roban la pureza, y más arde la llama y el frescor que hay en tu corazón, y se agudiza tu sordera.


- Llevado por tu boca que a raudales emana leche y miel, tus dedos bautizan a quien marcha a tu luz desde la oscuridad de su pecado original, permitiendo que el mar despliegue velas que tu esencia olvidó.


- Confiando en tus discípulos que te portan el trono, que te alaban como al sol y a la luna, y siembran los caminos de guijarros y clavos, esos que te preparan los cetros de violencia, a los que estás unido, olvidas a tus adoradores embriagado en tu espacio más y másy se te rompe el trono.

“Un Dios pequeño que pide cuentas,que pide cuentas a su pulso,al temblor del corazón,al alzamiento de pestañas, a su día tan inocuo, a su frivolidad,a su tiempo inmune,a la frescura de su piel,pide cuentas a su lujuria,un Dios pequeño que se retira a un lugar de Oriente*, se dispone a contar errores y perdona a todas las criaturas por su negligencia...”

Así te cantan los pastores transeúntes,solo ellos te conocieron y creyeron en tisolo ellos te portaron cual ofrenda,memoria... templo... y oración,tan solo ellos te amaronte otorgaron el derecho al extravío y a la salvación del perdón,solo ellos completaron el sendero hacia ti con sus cantos vivacesDiospequeñocansadoDiospequeñoextrañoDiospequeñopequeño.




Mujer de café

Al viajero le otorga el sabor de la sal 
se baña en la magia del ritmo y su llovizna la lleva a la parada del orden 
vierte en su fuego el sopor del instante y el desmayo al llegar 
organiza los segundos del reloj de arena 
enhebra un balcón de sollozos 
ascienden sus vapores al límite de la primera nube 
un hombre con sabor a amapola aleja su amargura tras veinte tazas.
Habla con el espíritu de pequeñas teselas 
las ordena 
y diluye en ellas su epopeya 
cuyo aroma adora sus ropajes 
hace de ella la imagen del primer embrión 
el tótem de sus límites 
practica su acto enloquecido 
el chillido lo toma hasta ser anulado cuando ella se ondula 
ella, que borra de sus pestañas los restos de la primera vez, 
es la única capaz, con sabor a café, de cambiar el desmayo en ascensión.










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