miércoles, 5 de octubre de 2011

4857.- ENRIQUE GARCÍA-MÁIQUEZ


Enrique García-Máiquez nació en Murcia y vive en El Puerto de Santa María, Cádiz es poeta y tiene publicados cuatro libros y una plaquette de haikus.
Mantiene una columna de opinión en los periódicos del Grupo Joly. Ha publicado un volumen de artículos: De ida y vuelta.
Escribe también ensayos y artículos de crítica literaria en prensa y revistas especializadas, como Clarín, Númenor, o Poesía digital.
Ha publicado un dietario: Lo que ha llovido, en el que antologa textos de su blog.
Codirigió la revista literaria Nadie parecía para la editorial Renacimiento (Premio Nacional a la Edición en 2003).
Valoración crítica de su poesía
Como poeta, sus dos primeros libros los encuadró Ángel Luis Prieto de Paula (dentro del contexto de su descripción de la poesía española de finales del siglo XX) en la línea de la poesía que sigue una senda de rehumanización y busca un arte de vocación totalizadora.
Su tercer libro de poesía, Casa Propia, Jesús Beades lo consideróun paso adelante respecto a los dos primeros y resaltó que el oficio aprendido, que es capaz de hilvanar en un detalle toda una tradición literaria (en español y en otras lenguas), no se deja de lado, sino que se entierra en los cimientos de la emoción buscada, de la cercanía mayor a la vida. Para Abel Feu su poesía hasta ese momento destacaba por su humor, juegos y distorsiones idiomáticas, dominio métrico, versatilidad estrófica, cercanía y cotidianidad (...), todo sostenido por el meditado impulso lírico y la visión trascendente.
Su último poemario, Con el tiempo, ha recibido críticas muy elogiosas. En el recuento anual de la mejor poesía española de 2010 en Insula, Araceli Iravedra dice que: continúa una poesía de textura narrativa, bienhumorada y elegíaca, 'arraigada' en la cotidianidad y en la tradición, donde la palmariedad expositiva y el dominio del metrismo clásico conforman una manera expresiva que se aparta (y parodia abiertamente) los usos de la «ruinosa y resumida» poesía posmoderna. Para A Sáenz de Zaitegui en El Cultural: Contra el escaparate de la tragedia tira E. G.-M. su piedra: Con el tiempo no pierde la paradoja ni en lo eterno (Jesucristo) ni en lo perecedero (todo), combatiendo el cliché a base de endecasílabos innegociables, perspectivas with-a-twist y mucha desmitificación. Cada poema, una declaración de principios: "Por si la realidad imita al arte, / escojo la comedia". Por su parte Raúl Alonso, en Poesía Digital.7 dice que García-Máiquez logra contener en este libro un difícil equilibrio entre el lirismo meditativo del poeta y la narratividad de observador postmoderno y lo califica de amplio y atrevido, pero sobre todo alegre.
Su poesía ha aparecido también en varias antologías: las de Magalhães, Baltanás, García Gil y Feu.

Poesía
Haz de luz (Pre-Textos, Valencia, 1996). Premio Villa de Cox.
Ardua mediocritas (Ánfora Nova, Rute, 1997). Premio Nacional de Poesía "Mariano Roldán", 1996.
Casa propia (Renacimiento, Sevilla, 2004).
Alguien distinto [Plaquette] (Colección Haiku. Los papeles del sitio, Valencina, 2005).
Con el tiempo (Renacimiento, Sevilla, 2010)
[editar]Prosa
Lo que ha llovido (Númenor, 2009). Dietario.
De ida y vuelta (La Isla de Siltolá, 2011). Artículos de prensa.



Enrique García-Máiquez


BUGANVILLAS

La flor de la buganvilla
es de papel
y trae su poema
escrito en él.

Un poema pequeño,
de ambiente japonés,
que apenas dice nada,
todo muy zen.

Para los más pictóricos,
posa también
de cuadro impresionista
donde, a la vez,

la flor es el color, la luz, el trazo
y hasta el pincel.
A lo lejos, parece
un lienzo de Monet.

Mucho más glamurosas
son las rosas, lo sé,
y sus espinas menos largas;
pero qué puedo hacer.

Nadie elige su flor.
La casa de mis padres fue
la selva de las buganvillas.
Les tengo ley.

"Con el tiempo" Editado por Renacimiento






Última voluntad

El día que yo me muera
que no se orgarnice un drama
ni se monte una tragedia.

A la tarde de la vida
me examinarán de amor
los hechos y la poesía

y aprobaré, así que nada
de agrias desesperaciones
ni de lutos ni de lágrimas.

Que den mi cuerpo a la tierra,
una oración a los Cielos
y mi escasa hacienda a Hacienda.

Si un concejal de Cultura
me editara un libro, vale,
más vale tarde que nunca.

Y puestos a dar la lata,
yo quisiera de epitafio
este canto de esperanza:

“Esperanza, compañeros,
las almas viven y encima
resucitarán los cuerpos”.

Ardua mediocritas (Ánfora Nova, Rute, 1997)







El lector es un fingidor

Cuento mi vida pero lees la tuya.
Nombro un paisaje de mi infancia y tú visitas
-tramposo- aquel camino de arena hacia la playa
por donde corre un niño feliz, que no soy yo.

Actúas siempre así, lo sé por experiencia.
¿Qué importa que yo tenga un nombre propio?
Tú lo expropias. Si hablo de mi pueblo,
es tu ciudad. Se transfigura en álamo
el pino de mi casa. Mis amigos
son mis desconocidos de repente.
Y hasta mi amada es ya tu amada.

Yo cuento sílabas, tú cantas, silbas
poniendo música a mis letras, musicando
al ritmo que te gusta.
De todo cuanto digo escuchas sólo
lo que a ti te interesa, quizá lo que no dije,
sin que haya forma así de no entendernos.

Te entiendes y me entiendo, porque al pasar la página
vuelves mis versos del revés, reversos
tuyos. Debí de sospechar
de ti, que no te ocultas,
que robas a la luz amable de una lámpara.

Yo soy el que me oculto. Cuando escribo,
tú vives y eso es todo. Como te dijo Bécquer:
Poesía eres tú.
Y yo el poema.

Casa propia, Renacimiento, Sevilla, 2004.







A NUESTRA SEÑORA

POETA y peregrino, Gonzalo de Berceo
es un viejo colega al que a menudo leo
y al que haré este homenaje también con el deseo
de ponerme a rezar a aquélla en la que creo.

He de ser cuidadoso. No es fácil hoy en día
hincarse de rodillas cuando la mayoría
de mis buenos lectores no me comprendería.
Por eso me encomiendo a la cuaderna vía

y cubro con el manto de la literatura
(que es esto que nos une a todos, la locura
que nos fuerza a aceptar al otro y su cordura)
mi desnuda oración a la doncella pura:

«Oh tú, la más mujer y entre todas bendita,
tú que hiciste el Magníficat, mi canción favorita,
déjame en estas páginas, tú que puedes, escrita
una pequeña chispa de la luz infinita».

Casa propia (pp.25)





Blanco y negro
(El séptimo sello)

¿Para qué sirve el swing de golf, la moto
que se tumba en las curvas, el glamour
de las noches de fiesta, la piscina
o el aplauso del público, si existen
-te pregunta la muerte mientras mueve
un alfil sigiloso- los paseos
por la playa, tus perros, la poesía,
el ángelus, el cine, la memoria
y amigos, que también van a morir?

Por eso la poesía

La novela lo malo es lo que exige:
requiere un adulterio, asesinatos,
viajes larguísimos, curiosas coincidencias,
y un sinfín de avatares.
Los cuentos son más cortos
pero tienden a hacer de sus protagonistas
insectos esquemáticos, clavarlos
con su alfiler a un corcho y colocarles
ingeniosas cartelas.
En cambio, la poesía lo da todo
sin pedir casi nada. Es increíble
lo poco que hace falta en un poema.
Que estemos juntos, por ejemplo,
en una tarde tonta, igual que tantas,
y que digas de pronto:
"Qué suerte estar contigo", y que yo piense:
"Oírtelo decir es un milagro".

En Clarín.(año 2009)







VARIACIÓN SOBRE CARDENAL

Sensibles treintañeras, que algún día leáis
mis versos encendidos de pasión conyugal
y soñéis un poeta con cierto aire bohemio
pero a la vez monógamo y siempre muy romántico,

sabed que yo los hice a una como vosotras
-idéntica- y que ella, sin embargo,
prefería, sin duda,
que pusiese la mesa y fregase los platos.

“Con el tiempo” Ed. Renacimiento 2010.






ACUARELA

Mas ¿qué importan a mi vida las playas del mundo?
Es ésta solamente quien clava mi memoria.
Luis Cernuda

La playa de siempre
se ha vuelto más tímida.
La luz de septiembre

tersa, tenue, tibia,
cansada se acuesta
cerca de la orilla.

Baja la marea.
El mar se desnuda.
El sol se avergüenza.

En Cádiz, la cúpula
dorada se apaga.
Y el faro, que cruza

la noche, se alarga...

Con el tiempo,
Sevilla, Renacimiento, 2010, pág. 56.

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