lunes, 16 de agosto de 2010

PABLO GUERRERO [495]


PABLO GUERRERO


José Pablo Guerrero Cabanillas nació en Esparragosa de Lares, Badajoz, el 18 de octubre de 1946.

José Pablo Guerrero Cabanillas, cantautor y poeta extremeño afincado en Madrid desde finales de los años 60. Utiliza un estilo sobrio y poético en los textos de sus canciones. Musicalmente parte de armonías y melodías tradicionales de su tierra aderezadas con sonidos del folk americano, el rock, el jazz o el flamenco. A mediados de los años 80 introduce ritmos africanos y de otras culturas, además de sonoridades más vanguardistas como el minimalismo, la música aleatoria, el ambient o la música electrónica. Es un cantante español con una larga y reconocida carrera artística. Aunque más conocido como cantautor, como poeta ha ido publicando asiduamente desde el año 1988.

Es el amor del agua cuando quiere
salvar la sed del hombre
y deshoja su aroma
en los campos blanqueados
por la flor del espino.

Es el amor del agua, la memoria
que hace vivos los cuerpos,
que hace vivas las nubes,
que hace vivas las selvas.

(fragmento del poema
«El amor del agua»).

Nació en Esparragosa de Lares, provincia de Badajoz, el 18 de octubre de 1946. Pablo Guerrero procede de una familia de pequeños propietarios pertenecientes al sector agropecuario.

Guerrero va al Colegio Público de su pueblo "Virgen de la Cueva". Su afición por la lectura -sobre todo poesía- comienza desde niño.

Finalizado el Bachillerato en Badajoz, estudia Magisterio en Sigüenza (Guadalajara), donde continúa ampliando su bagaje literario.

A los 16 años le regalan su primera guitarra . A veces toca con un grupo amateur de la Escuela, canciones de Los Bravos y Los Brincos. Toca canciones de Georges Moustaki, Jorge Cafrune, Joan Baez, Massiel, el Dúo Dinámico...

Marcha a Madrid a estudiar Filosofía y Letras, rama de Literatura, al tiempo que comienza a cantar, sin ánimo aún de profesionalizarse. Continúa su formación como músico asistiendo a clases particulares. Su acervo poético aumenta con lecturas de Pablo Neruda, Blas de Otero, Luis Cernuda, José Ángel Valente y José Agustín Goytisolo entre otros.

En el año 1969 da sus primeros pasos como profesional en el mundo de la canción al presentarse al Festival de Benidorm. Lo hace con la canción Amapolas y espigas, ganando el premio a la mejor letra, y obtiene el segundo puesto en la clasificación general. Esto le abre las puertas de la industria discográfica de la mano de Manolo Díaz, que acababa de fundar el sello Acción, donde habían grabado Aguaviva y Vainica Doble. Graba un single con arreglos de Ramón Farrán. En la cara A, Amapolas y espigas, que luego incorporaría María Dolores Pradera a su repertorio, y en la B Carro y camino. La voz de Pablo Guerrero aparece recia y con un marcado acento pacense en estos primeros discos sencillos (singles).

En sus inicios como cantante, Pablo Guerrero se dedica a investigar el folclore extremeño. Al poco tiempo, empieza a hacer letras de cosecha propia como la canción Amapolas y espigas. Tras el pequeño éxito en Benidorm, Guerrero tiene que simultanear su carrera como cantante con la enseñanza, aparte de sus estudios de Filosofía y letras (Filología Hispánica-Literatura Hispánica).
El siguiente single fue arreglado por Carlos Montero, que acentuó aún más el carácter rural de sus composiciones: «Son hombres que se mueren sin haber visto la mar» y «Por una calle de Cáceres». El tercer single cuenta con el mismo equipo y prosigue la temática campestre en las canciones «Junto al Guadiana» y «Al pasar po'l arroyo», con letra del poeta Luis Chamizo. En el cuarto single hay un cambio importante en los arreglos de Benito Lauret, que utiliza una orquesta grande y coros. Las canciones orquestadas son: «Y los demás se fueron» y «Pequeño propietario», que se puede considerar la primera canción de denuncia social de Pablo Guerrero.

Pablo Guerrero musicó a Miguel Hernández antes que Serrat en un disco que se iba a llamar Tierra—, pero la censura de la época no le permitió grabarlo.

Del panorama español en esta época -finales de los sesenta y primeros setenta— admira a Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Lluís Llach, Raimon, Maria del Mar Bonet...; a los portugueses Amália Rodrigues y José Afonso; al francés nacido en Alejandría Georges Moustaki y al belga Jacques Brel; y a los sudamericanos Daniel Viglietti y Jorge Cafrune. Le gusta el pop-rock anglosajón de los Beatles, los Rolling Stones y el fraseo de Lou Reed.

En el año 1972 Pablo Guerrero graba su primer disco de larga duración (LP), A cántaros. La canción del mismo nombre llevaba un subtítulo bastante largo («Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes»), rápidamente la canción se convirtió en uno de los himnos libertarios de la época. A cántaros es el primer disco de Guerrero con temática urbana.

En lo musical también hubo cambios en este disco. Cuenta con el guitarrista y arreglista Nacho Sáenz de Tejada (ex-miembro de Nuestro Pequeño Mundo), que dejó a un lado los oropeles orquestales anteriores y empleó guitarras acústicas, españolas y en un par de temas guitarra eléctrica. Juan Alberto Arteche, otro miembro de Nuestro Pequeño Mundo se ocupa de la percusión y Pablo Guerrero toca guitarras y percusiones. Completan el disco los músicos José González al órgano y al piano, José Mª Panizo al bajo, Alex Kirschner a la flauta dulce junto a Sáenz de Tejada, Quintanilla al violoncelo y coros de Carmen Sarabia. Tanto José Maria Panizo como Carmen Sarabia pertenecían al mítico grupo Aguaviva.

En este disco -A cántaros- se aprecia la influencia del folk americano: gente como Pete Seeger, Joan Baez, Neil Young, Joni Mitchell, James Taylor, Bob Dylan y el escritor y cantautor canadiense Leonard Cohen. Leonard Cohen dejará una profunda huella en toda la carrera del bardo extremeño.

El 2 de marzo de 1975 graba un disco en directo en el teatro Olympia de París titulado Pablo Guerrero en el Olympia. El disco lo editaría el sello Gong de Movieplay. Pablo Guerrero canta y toca la guitarra española y para el evento se hace acompañar de la guitarra de Nacho Sáenz de Tejada y el contrabajo de Miguel Ángel Chastang. En el disco hace un repaso de algunas canciones de discos anteriores como «Buscándonos», «Hoy que te amo» o la popular «A cántaros» y otras no incluidas en discos como «Busca la gente de mañana», «Ecos de sociedad» o «Emigrante», junto a dos de temas a capella, un canto de trabajo llamado «Trilla» y «Extremadura», dedicada a su tierra. Es uno de los discos más vendidos de Pablo Guerrero durante los años 70.

Posteriormente al Olympia, Guerrero actúa en el Palacio Ducal de Venecia. También actúa en Alemania. Después recorrerá toda España con el folk sui generis que lo caracteriza en la década de los setenta.

Ese mismo año (1970) Pablo Guerrero colabora como cantante en la grabación del disco La Cantata del exilio. ¿Cuándo llegaremos a Sevilla? . Los textos son de Antonio Gómez -ideólogo del grupo "Canción del Pueblo" y periodista - y la música de Antonio Resines -cantautor de aires folk-rock-. Pablo pone su voz en la canción "Dulce muchacha". Colaboraron en el disco, a parte del propio Antonio Resines con guitarra y voz, Teresa Cano, Elisa Serna, Luis Pastor, Quintín Cabrera o el periodista musical Carlos Tena. Este trabajo no se publicó hasta 1978. Los arreglos corrieron a cargo del grupo Malasaña con Luis Mendo a las guitarras.

En febrero del año 1976 graba para Movieplay, con producción de Gonzalo García Pelayo, el disco Porque amamos el fuego. Musicalmente este disco hace un acercamiento al jazz desde las coordenadas de la música popular de su tierra. Para ello cuenta con músicos como Nacho Sáenz de Tejada y Jean Pierre Torlois a las guitarras (acústicas y eléctricas); Miguel Ángel Chastang —que procedía del jazz— al contrabajo y bajo eléctrico; Antonio Pascual a los teclados, y en la batería y la percusión el músico de jazz Antonio Perucho. Colaboran un jovencísimo Jorge Pardo a la flauta y al saxo tenor, y Antonio Fernández toca la guitarra acústica en «No estés así». Los arreglos del disco son colectivos.

En este disco pone música al poema «Por debajo del agua» de José Ángel Valente y homenajea al poeta gaditano Rafael Alberti en la canción «Ven Alberti». La música de la canción «Teo» está compuesta a dúo por el cantautor y arreglista Hilario Camacho y P. Guerrero. Los personajes que pueblan las canciones de Guerrero suelen ser marginales. El amor, la libertad y la esperanza están siempre presentes en el disco. Merecen mención especial las canciones «Un rincón de sol en la cabeza» dedicada a la Revolución de los Claveles acaecida el 25 de abril de 1975 en Portugal y la canción de amor «Dulce muchacha triste» que aún hoy continúa en el repertorio del trovador extremeño.

En diciembre del año 1977 graba el siguiente disco de estudio para el sello Gong de Movieplay también con producción de Gonzalo García Pelayo: A tapar la calle. El disco saldría a la calle en el año 1978. La canción «A tapar la calle» —que da nombre al disco— era en su origen una canción popular extremeña, que Pablo Guerrero transforma en una reivindicación festiva de libertad y un recuerdo al décimo aniversario del mayo francés del 1968.

Desde el punto de vista musical, el disco A tapar la calle es una aproximación al flamenco desde la música de raíz popular de Extremadura (los arpegios de guitarra poceden del flamenco y las armonías, en cambio, son de raíz extremeña). En este disco —totalmente acústico— tuvo un peso específico el guitarrista flamenco Miguel de Córdoba. Los arreglos musicales del álbum son colectivos. Los músicos del disco A tapar la calle son los siguientes:

Miguel de Córdoba: guitarra flamenca; Nacho Sáenz de Tejada: guitarra flamenca y mandolina; Juan Alberto Arteche: buzuki y mandolina; Miguel Ángel Chastang: contrabajo y Javier Estrella: percusiones.

Temáticamente es un disco bastante variado, pero sin duda es el disco de Pablo Guerrero más comprometido desde el punto de vista político-social. Aún siendo un disco con algunas canciones de reivindicación y protesta social, Guerrero huye del panfletismo mediante un lenguaje simbólico muy cercano a la poesía. Todavía eran tiempos (año 1978) turbios para las libertades y la democracia no estaba instaurada plenamente en todas las instituciones y capas de la sociedad española preconstitucional.

Canciones reivindicativas son: «Paraíso ahora», «A tapar la calle» y «Predicción de la fiesta». Al amor revitalizante en «Enredado entre tu pelo»; «Ronda del anillo dentro del agua», «Una tarde» (con letra de José Domínguez) o «Si volvieras otra vez», además de una canción que resume la historia de la España carpetovetónica cerrada a cal y canto a Europa y al progreso: «Canción ritual que habla de España».

1979-1999

Discográficamente, Pablo Guerrero hace un alto en el camino desde 1978 hasta 1985. En este paréntesis artístico descubre nuevos mundos musicales: la música étnica, sobre todo la africana -discos difíciles de encontrar algunos-, el jazz, profundiza más en el flamenco y muchos discos del sello alemán ECM donde están músicos a los que admira profundamente como Orquesta de las Nubes, Brian Eno, Keith Jarrett, Jan Garbarek, Pat Metheny, Bill Frisell, Don Cherry, Naná Vasconcelos o el guitarrista y pianista brasileño Egberto Gismonti. En el año 1984, en unos conciertos auspiciados por Radio3 de RNE, aparece en público acompañado por la Orquesta de las Nubes (uno de los grupos pioneros en la música experimental y New Age en España).

Poco después sacará al mercado Los momentos del agua. Para este disco cuenta con pocos músicos: Miguel Herrero: guitarra de doce cuerdas y sintetizada, bajo y sintetizadores. Tony Moreno: sintetizadores, piano acústico, batería y percusiones. Los arreglos son de Miguel Herrero y Tony Moreno. La producción correrá a cargo del cantautor Antonio Resines.

Pablo Guerrero toca la guitarra española exclusivamente en «Hechicera». Luis Delgado el birimbao en «Magoas». Y Antonio Resines (productor y cantautor) es la voz invitada en «Buscando a Moby Dick».

En Los momentos del agua comienza a abrirse a otras sonoridades y arreglos cercanos a la New Age y a las músicas de vanguardia, pero sin olvidar totalmente sus raíces folk.

En los textos, Guerrero abandona poco a poco el compromiso social de los años setenta por una canción más cercana al mundo de los sentidos y a las relaciones de amor entre los seres humanos.

«La maga de Coimbra», «Hechicera», «Magoas», «Llévame» o «Llevo igual que un tatuaje» son canciones de motivo amoroso. «Evohé» es un salmo de celebración de la vida. En «Buscando a Moby Dick» nos volvemos a encontrar con un personaje inconformista que sigue buscando su sitio y su felicidad. Dos años antes esta canción la había cantado el grupo de folk Nuestro Pequeño Mundo en la voz de una jovencísima Olga Román.

Todos los textos son de Pablo Guerrero exceptuando dos: «Llevo igual que un tatuaje» con letra de Iván Goll y música de A. Resines y «Llévame» con letra de Ignacio Sáenz de Tejada y música de Juan Alberto Arteche y Nacho Sáenz de Tejada.

Tres años más tarde Pablo Guerrero nos brindó su sexto LP : El hombre que vendió el desierto. La música repetitiva y aleatoria junto con el pop-rock son los protagonistas sonoros de este disco.

En esta nueva aventura discográfica será decisivo el productor, músico y guitarrista Suso Saiz. Saiz es un investigador del sonido que crea ambientes y atmósferas etéreas o densas de emotividad diversa. Saiz manipula todo tipo de artefactos electrónicos - especialmente con las guitarras- con naturalidad como la utilización de teclados, radios de distintas frecuencias, theremin, sintetizadores, programaciones, samples, loops, ambientes.

Pero más específicamente, Saiz es un guitarrista contemporáneo que busca nuevas sonoridades para poder comunicarse con el público —la comunicación es el leitmotiv de su obra— a través de la guitarra u otro instrumento acústico o electrónico en sus múltiples modalidades: clásica, acústica, con doce cuerdas, eléctrica, E-bow, sintetizada, etc.

La colaboración musical entre Pablo Guerrero y Suso Saiz empezó discográficamente con este disco —año 1988— y llevan juntos ya cerca de 20 años.

En El hombre que vendió el desierto Pablo Guerrero contó con el siguiente plantel de músicos: Tino di Geraldo: bajo, batería, tablas. Pedro Esteban: marimba, vibráfono, percusión, steel drum. Wally Fraza: congas. Eduardo Laguillo: teclados. Javier Paxariño: saxos. Cristina Lliso: voz en "Ángeles con ojos de amargura", cantante del grupo pop Esclarecidos en esa época (año 1988) y posteriormente del grupo pop vanguardista Lliso. Nacho Sáenz de Tejada: solo de guitarra en «Dama de cielo roto». Suso Saiz: guitarras, teclados, percusiones. Salvador Vidal: clarinete bajo. Juan Ignacio Cuadrado, Pedro Esteban, Tino di Geraldo, Pablo Guerrero, Eduardo Laguillo, Javier Paxariño, Suso Saiz y María Villa: voces.

Los arreglos eran de Suso Saiz exceptuando: «Lo que dicen las rayas de tu mano» de Miguel Herrero y Suso Saiz y «Suena una música de lobos» arreglada por Pedro Esteban. El disco fue grabado en marzo de 1988 y producido por Suso Saiz para GASA (Grabaciones accidentales) y la Editora Regional de Extremadura.

El hombre que vendió el desierto deja atrás claramente la etapa ideológico-reivindicativa de los años 1970 por temas más relacionados con las sensaciones, los sentimientos, el amor y las relaciones entre las personas.

En esta época Guerrero admira a músicos variados como: David Sylvian, Peter Gabriel, Sting, Tom Waits, Paul Simon, Rickie Lee Jones, Suzanne Vega, Jackson Browne y Daniel Lanois entre otros. Tanto Dylan como Cohen seguirán influyendo a lo largo de toda la carrera artística de Guerrero.

Al año siguiente aparecerá el libro Canciones y poemas editado por la E.R.E. (Editora Regional de Extremadura). Este libro acogerá por primera vez un conjunto de poemas y todas las canciones del juglar extremeño hasta ese año. El prólogo del libro es del escritor y periodista Fernando González Lucini.

En el año 1993 aparecerá el disco Toda la vida es ahora bajo un nuevo sello discográfico llamado Área Creativa perteneciente a PASIÓN dirigido por el también productor Paco Martín. En el año 1998 será reeditado por el sello Fonomusic (este cambio de casa discográfica es por razones extramusicales) y el sonido será remasterizado. La portada y el diseño del año 1993 también serán modificados por otros nuevos.

Toda la vida es ahora fue producido también por Suso Saiz. Se podría decir, simplificando un poco que el disco se realizó casi exclusivamente en casa del multifacético músico y productor -donde Saiz toca casi todos los instrumentos y programaciones- , a dos manos, Saiz y Guerrero. Después, en el estudio, se le añadirían otros instrumentos y voces a la maqueta del disco. Este séptimo disco de P. Guerrero estará marcado por la electrónica y las programaciones, las guitarras siderales de Saiz y los bajos marcados de Tino di Geraldo en lo musical. Los textos hacen reiteradas referencias al cosmos.

En el disco se pueden rastrear influencias de antiguas filosofías orientales -budismo, zen, taoísmo- junto a otro tipo de pensamiento occidental contemplativo y reflexivo -Heráclito, el Neoplatonismo, la poesía mística de Juan de la Cruz, el Quietismo de Miguel de Molinos, la filosofía hippy... -, además de influencias de poetas visionarios como William Blake o Vicente Aleixandre.

Discografía selecta

Sencillos

1969: "Amapolas y espigas" (Acción)
1970: "Por una calle de Cáceres" (Acción)
1970: "Junto al Guadiana" (Acción)
1971: "Y los demás se fueron" (Acción)

LP y discos compactos

1972: A cántaros (Acción)
1975: Pablo Guerrero en el Olympia (Fonomusic)
1976: Porque amamos el fuego (Fonomusic)
1978: A tapar la calle (Fonomusic)
1985: Los momentos del agua (Fonomusic)
1988: El hombre que vendió el desierto (Grabaciones Accidentales)
1992: Toda la vida es ahora (Fonomusic)
1995: Alas, alas (BMG Ariola)
1999: Los dioses hablan por boca de los vecinos (Música Sin Fin)
2000: Sueños sencillos (Resistencia)
2005: Plata (Dro)
2009: Luz de Tierra (Warner)
2013: Lobos sin dueño (Antología personal 40 años de a Cántaros) (Warner)
2015: Catorce ríos pequeños (Warner)

Discos compilaciones y especiales

2002: Un barco de sueños - disco para niños con letras de P. Guerrero e interpretadas por varios cantatores
2007: Hechos de nubes - Homenaje a Pablo Guerrero (Universal) - varios artistas de distintas generaciones y estilos interpretan canciones del poeta cantor extremeño, la idea y la producción del disco de homenaje a Pablo Guerrero se la debemos a Ismael Serrano con el cual inaugura su sello musical Pequod
2009: Guerrero Álvarez - Javier Álvarez canta letras de Pablo Guerrero, el propio Pablo Guerrero colabora con voces en el disco

Libros de poesía

1989: Canciones y poemas (Extremadura)
1999: Los dioses hablan por boca de los vecinos (Cicón)
1999: Donde las flores se convierten en agua (Badajoz) - con fotografías de Antonio Covarsí
2002: Tiempo que espera (Colección Vincapervinca) - con fotografías de Antonio Covarsí
2003: Los rastros esparcidos (Ellago)
2004: Pablo Guerrero, un poeta que canta (Verbum)
2006: Viviendo siglos (Ellago) - dibujos de Antonio Sosa
2007: Escrito en una piedra (Visor)
2010: Los cielos tan solos (Maia Editores. Col. Verba Volant) Prólogo e ilustraciones de Miguel Copón
2012: ¿No son copos de nieve? (Maia Editores. Col. Verba Volant) Prólogo de José Ignacio Eguizábal e ilustraciones de Miguel Copón
2014: Sin ruido de palabras (Maia Editores. Col. Verba Volant) Prólogo de Beatriz Blanco. Ilustraciones de Ignacio Caballo.
2014: Las letras de Morella (De la Luna Libros. Col. Luna de Poniente)




MUJER PLURAL

Pinta caracolas y puertas por donde entra
luz de amanecida.

Ella busca dibujar en el seno del agua.

Sabe intepretar un canto de palomas
cuando da su beso a nuestra tristeza.

Ella conoce el tacto
de la madera, la voz ronca
de oboes junto al mar.

Ella enciende lámparas al calor del aceite,
trenza las palabras,
y dicta los poemas de las grutas del aire.

Tiene un río de ternura el ara de su vientre,
su presencia madura la fruta.

Ella es guardiana del fuego.

Dentro de sí esconde un diamante negro
y acoge semillas de raíces hondas.

Conoce el origen de los manantiales
donde se amanece en cada mirada.

El secreto de la vida,
el encuentro de la sed con el agua
le deben cobijo.

Su nombre asemeja cuentas de granadas.

Acuna el gemido de un mundo que llora.

Es la llave oculta de la luz de tierra.




TIERRA DE LUNA

Ved un campo de jaras, nieve siempre reciente.
Sentid la soledad de las viejas encinas.
Empapaos de un cielo añil hasta la aurora.
Contemplad las estrellas como oro olvidado.
Y sentid los colores de esta tierra de luna.
Así sabréis, con sólo una mirada
que esta gente
pertenece a la raza de los enamorados.




VISIÓN INTERNA

En mis ojos están todos los ojos.
En mis manos están todas las manos.
Te reflejas en mí tal como eres.
En mi cuerpo se repite el milagro del espejo.


Fernando Sabido, Pablo Guerrero, Juana Vázquez Marín



CÍRCULOS

Nada de lo que ahora sucede ha sucedido antes
El barco que parte de esta playa de increíbles arenas
no es el mismo al llegar a su destino.
La soledad buscada en el otoño de aquel Madrid nublado.
La herida de un adiós, el roce de un encuentro.
La forma con que mueves al hablar tu pelo.
El vuelo de las aves. El latido
de dos cuerpos que se aman: todo
es nuevo y distinto.
Los círculos del tiempo están sólo en la mente
de los hombres cansados.
Los círculos de la piedra en el agua
no acaban en la orilla.




LA PIEL

A donde no llego con los ojos
llego con el tacto: toco
el silencio y me abro
a la inocencia de escuchar su sentido.
Aquí están las yemas de mis dedos
para saber que el aire
peina el silencio de la alcoba.
Leo un libro a lo mejor buscando
que alguien me diga lo mismo
que yo intento decirte ahora.



MAR DEL SUR

-Para Dori y Antonio Sosa-

Quietud y ritmo: armonía
de pinares junto a la luz del mar.
Silencio reflejando la sencillez del cielo.
Raíces del ocaso. Huellas
en la arena. Cabellos
sobre frente inclinada.
Nubes cárdenas sin bordes
vacías y llenas y llenas
y vacías. Respirabas.
Todo era entonces
más limpio y más desnudo.



PIDO A LAS NUBES QUE ALIENTEN MIS POEMAS

Pido misericordia por estar cansado
pido la paz de todos porque se merece
pido el agua que vierte su sed sobre las lunas
pido la mar donde se ahogan las dudas
pido una canción tan frágil como nubes
pido un refrán donde estén mis preguntas
pido las llaves q abren el mediodía
pido una llama que a la vileza queme

Pido, por pedir que no quede
pido las nubes que alientan mis poemas

Pido una casa donde arda una vela
pido el amor que alimenta las noches
pido el perdón aunque no se merezca,
pido abrir puertas a la lluvia celeste.

Es el amor del agua cuando quiere
salvar la sed del hombre
y deshoja su aroma
en los campos blanqueados
por la flor del espino.

Es el amor del agua, la memoria
que hace vivos los cuerpos,
que hace vivas las nubes,
que hace vivas las selvas.

(fragmento del poema
«El amor del agua»).



CANCIÓN - DULCE MUCHACHA TRISTE 
(PORQUE AMAMOS EL FUEGO)

La recuerdo muy bien y no porque en sus labios
si trajera cerezas de los valles del Jerte
sino porque, ya ves, tenía en sus zapatos
polvo de todos los caminos.
La recuerdo muy bien tan solo su mirada
era el lugar del mundo donde no había un Vietnam.
Viajaba en su mochila una andadura larga
y un libro de poemas mira tú.
Dulce muchacha triste recorría caminos
en busca de una risa en donde descansar.
Tenía en su mente una ciudad con columpios de agua
y mercados de arena en las esquinas
“Hace tiempo, le dije, que cortaron al hombre
una antigua costumbre de volar que tenía:
Sólo seremos nuestros el día que consigamos
ver nacer a los niños con alas”
Dibujó un barco azul sobre un mar amarillo
y me lo regaló oculto en una concha.
Después se fue. No he podido encontrarla
en ningún sitio del aire y de la tierra.
No sé bien qué fue de ella. Un amigo me dijo
que murió cuando supo que no es un rock la vida.
Otros me aseguran que envejeció de pronto
y se paró a dormir al lado de un camino.





“…Ese poema donde no ha puesto casa
la muerte, donde el tiempo hace suya
la paz de un lago quieto.”
PG

Poema de nadie

Junto a la tarde de ceniza y plomo
donde los canes marcan territorios,
voy como hombre sin tierra,
porque dejo mis pasos en tierra compartida.

Probablemente el estallido en flor
de aquellas buganvillas de la tapia
graba en mi iris para siempre un instante,
un inconsciente signo misterioso.

Calle abajo, por algún laberinto
de casas encaladas,
no me perderé en la tarde
mientras el blanco huela a mares de agua dulce,
a encuentros sosegados.

Dejo mis huellas en las huellas de alguien
que no me conoció pero sé que me amó
y que me ha precedido
en la llanura quieta del tiempo inabarcable.

Cuando sepa leerlas
sabré que no está solo quien recorre un camino.

Que alguien vivió y dejó para que yo lo lea,
en el aire escrito este poema.

De: “Escrito en una piedra” – 2007
Ed. Visor – Poesía




“He comprendido la lengua de los pájaros,
el momento feliz de un cascabel de plata…”
PG

La casilla en las viñas

Ahuyento a los gorriones. Picotean
las uvas dulces, el desvanecimiento
de aquel que mira y se ve desasido.

Un armonio que suena entre las ramas
de chopos tubulares.
Vibra el aire sobre el oro rallado
de la voz.

Porque aprendo a evitar
mi exclusión de la tierra
guardo guijarros mínimos
caldeados por la luz.

Y, como un bien preciado,
vuelvo a entrar en la casilla
de la vendimia incesante.

Bebo mostos en reposo.
Podo el jardín de las uvas.
Pace la luz que me queda.

De: “Sin ruido de palabras” – 2014 (Con ilustraciones de Ignacio Caballo)
Maia Ediciones©




“… Sea la luz el poema,
aunque le sea dictado
a los poetas de los ojos en sombra”
PG

Sea

Arde un instante de fulgor en los pasos
del final de la tarde, cuando luces y sombras
se enlazan con los últimos vuelos de las aves.

Vuelves a casa a encender la penumbra
mientras sueñas la luz ensimismada
que acerca un vaso de agua a los sentidos ciegos.

Eliges un espacio, quizá junto al naranjo,
donde la noche se hace y se deshace.
Hay un alma fundida en el alma de todos
que difunde el camino de las constelaciones.

Sea
el beso en tu cabeza como un roce de sombras
lo que te de la fuerza de la frágil violeta.

Sea
la moneda en la fuente de una sola palabra
lo que despierte en ti un agua pensativa.

Sea
un tazón de leche tibia y una lumbre encendida
lo que decida sin más tu emoción verdadera.

Sea
hondo el sueño nacido con la ofrenda
de entregarte cumplidos tus mejores deseos.

Sea
el descenso de tu amor al poema.

De: “Escrito en una piedra” – 2007
Ed. Visor – Poesía



Dulce muchacha triste

La recuerdo muy bien y no porque en sus labios
se trajera cerezas de los Valles del Jerte
sino porque, ya ves, tenía en sus zapatos
polvo de todos los caminos.

La recuerdo muy bien tan solo su mirada
era el lugar del mundo donde no había un Vietnam.
Viajaba en su mochila una andadura larga
y un libro de poemas, mira tú.

Dulce muchacha triste recorría caminos
en busca de una risa en donde descansar.
Tenía en su mente una ciudad con columpios de agua
y mercados de arena en las esquinas…

Hace tiempo, —le dije—, que cortaron al hombre
una antigua costumbre de volar que tenía.
Sólo seremos nuestros el día que consigamos
ver nacer a los niños con alas.

Dibujó un barco azul sobre un mar amarillo
y me lo regaló oculto en una concha.
Después se fue. No he podido encontrarla
en ningún sitio del aire y de la tierra.

No sé bien qué fue de ella. Un amigo me dijo
que murió cuando supo que no es un rock la vida.
Otros me aseguraron que envejeció de pronto
y se paró a dormir al lado de un camino.

De: “Porque amamos el fuego” – 1975.




…Pido misericordia por estar cansado
pido la paz de todos porque se merece
pido el agua que vierte su sed sobre las lunas
pido la mar donde se ahogan las dudas
pido una canción tan frágil como nubes
pido un refrán donde estén mis preguntas
pido las llaves que abren el mediodía
pido una llama que a la vileza queme…”
PG

Hoy más que nunca vigente esta canción que Pablo Guerrero grabó el 2 de marzo de 1972…

A Cántaros

Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes
pero ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros.
Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero ¿quién nos ata?
Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida y la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba
y que una lluvia fuerte sin bioenzimas, claro,
limpiará nuestra casa.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover

a cántaros.









No hay comentarios:

Publicar un comentario