domingo, 11 de marzo de 2012

6089.- STEFAN GEORGE

Stefan George (Büdesheim, Bingen am Rhein, Hesse, 12 de julio de 1868 – Minusio, Locarno, 4 de diciembre de 1933) fue un poeta y traductor alemán.
George nació en Bingen am Rhein, Hesse. Sus primeros escritos datan de alrededor de 1890. George fundó un importante magazín literario llamado Blätter für die Kunst, alrededor del cual se gestó un círculo literario. Dado que el régimen nazi consideró que podía ganar popularidad declarando a George como poeta nazi, abandonó Alemania y emigró a Suiza. George mismo evitó toda asociación, y murió en Locarno. Los nazis nombraron a George un poeta nacional después de su muerte.

Obra
La poesía de George esta caracterizada por un ethos aristocrático y espiritual, afín al hermetismo propugnado por Mallarmé; sus versos unen una sensualidad formal en el estilo a un contenido espiritual en los temas y un lenguaje provisto de una ortografía inventada y una especial tipografía ornamental. Este lenguaje es difícil y arcano, y se ve contenido en formas clásicas griegas, en revuelta antiburguesa contra el grosero Naturalismo literario contemporáneo y su correspondiente Positivismo en la filosofía de su tiempo. Considerando que el objeto de la poesía era distanciarse del mundo —fue un acérrimo partidario del arte por el arte y siguió la filosofía de Nietzsche— la escritura de George se acerca al simbolismo francés y mantuvo contactos con muchos de sus representantes, desde Stéphane Mallarmé a Paul Verlaine.
George fue un importante puente entre el siglo XIX y el Modernismo alemán. Innovó con experimentos metricos, con la puntuación y con la tipografía, y enriqueció el lenguaje poético con extrañas y oscuras alusiones.
Su colección más recordada fue Algabal; el título alude al emperador romano Heliogábalo. George también destacó como traductor; tradujo a Dante Alighieri, a William Shakespeare y a Charles Baudelaire al alemán.

Influencia
Stefan George fue considerado por sus contemporáneos una especie de profeta o de sacerdote; él creía en la función mesiánica de la poesía, y anunció un nuevo reino que sería dirigido por las élites intelectuales y artísticas, unidas por su fidelidad a un líder más poderoso. Su poesía puso énfasis en el autosacrificio, el heroísmo y el poder, y así fue que obtuvo sobre todo popularidad en círculos conservadores (ver Movimiento Revolucionario Conservador). El grupo de escritores, artistas e intelectuales que se congregaron alrededor de George fueron conocidos como miembros del Georgekreis (círculo de George).
Aunque George declinó la oferta de Goebbels de aceptar el ministerio de cultura, los críticos consideran que en su obra hay ideas proto-fascistas. Esta critica esta en contradicción con el hecho que el se autoexlilió desde Alemania a Suiza y también del hecho, que algunos de los que lideraron la Resistencia Alemana contra Hitler eran miembros de su círculo, notablemente los hermanos Stauffenberg que fueron presentados a George por el poeta y catedrático Albrecht von Blumenthal.
Amigo, pero fuera del círculo (Georgekreis) estaba Hugo von Hofmannsthal, uno de los importantes escritores modernistas austriacos (que no se dejó literariamente influenciar por Stefan George).
Se considera que George influyó en Franz Kafka.
Muchas de las poesías de George fueron musicalizadas notablemente por los músicos de la Segunda Escuela de Viena.

Lista de obras
Hymnen (Himnos, 1890)
Pilgerfahrten (Romerías, 1891)
Algabal (Heliogábalo, 1892)
Die Büchner der Hirten-und Preisgedichte der Sagen und Sänge und der hängen den Gärten (Poesías pastorales y los laudi, de las leyendas y de los cantos y de los jardines colgantes 1895)
Schwarze Rappen (1893)
Mein Garten (Mi jardín, 1894)
Das Jahr der Seele (El año del alma, 1897)
Der Teppich des Lebens und die Lieder von Traum und Tod (La alfombra de la vida y los cantos del sueño y la muerte, 1900)
Die Fibel (1901)
Tage und Taten (1903)
Der siebente Ring (El séptimo anillo, 1907)
Der Stern des Bundes (La estrella del pacto, 1914)
Der Krieg (1917)
Drei Gesaenge: An die Toten, Der Dichter in Zeiten der Wirren, Einem jungen Führer im ersten Weltkrieg (1921)
Das neue Reich (El nuevo reino, 1928).







De: Eglogas y loas. Leyendas y cantos y jardines colgantes.
Ed. Trotta, 2011.






ERINNA


Se dice que las hojas con mi canto
Y las estrellas tiemblan de placer
Que olas raudas su orlado oyendo demoran
Que incluso hombres transigen se confortan.
Erinna no lo sabe no lo siente.
Sola junto al mar está muda pensando:
Así venía Eurialus caracoleando el corcel
Así venía Eurialus del ágape adornado -
¿Cómo será en mi nueva canción?
¿Cómo es Eurialus a ojos del amor?












EL EREMITA


Saludaban los saúcos por las ventanas
Las vides tempranas estaban ya en flor
Vino entonces mi hijo del país de la magia
Entonces en mi pecho mi hijo reposó.


Hice que me hablara de cuitas y pesares
De su orgullo herido por su largo errar.
¡Cómo me habría placido a mí darle
Días serenos conmigo y la paz!


No lo dispusieron los hados del cielo
Que aceptar no quicieron mi rico rescate
Partió cuando el alba de gloria renace
Su escudo vi solo en el campo a lo lejos.


(Versiones de Carmen Gómez García)














PEREGRINACIONES


Vuestras antiguas imágenes duermen con los muertos.
Me falta el poder de reviviros.
Se me vedaron los verdaderos pastos;
ahora paladeo la suntuosidad plena de corrupción.


Herido por sonidos enervantes
contemplo el valle azul, cubierto de praderas.
Las garzas blancas y de color de rosa huyeron,
al lago cercano que reposa y destella como acero.


Ella avanzó majestuosa, como acompañando a los sonidos.
Su dedo se sostuvo y tensó
los cordones de seda de sus atavíos salvíficos
que de noche hiló con madejas de hierba.


¡Oh sabio juego, adivinar el través de esta envoltura!
En mis pensamientos seguíamos siendo dos,
antes de que ella, tras bejucos florecidos
se marchara lenta hacia el lago cercano.






Ihr alten bilder schlummert mit den toten.
Euch zu erwecken mangelt mir die macht.
Die wahren auen wurden mir verboten.
Nun kost ich an verderbnisvoller pracht.


Gretoffen von berauschenden gerüchten
Erblick ich in dem blauen wiesental
Die reiher weiss und rosafarben flüchten
Zum nahen see der schläft und glänzt wie sthal.


Da schritt sie wie im ebenmass der klänge.
Ihr hochgestreckter finger hielt und hob
Der bergenden gewänder seidenstränge
Die sie bei nacht aus weidenflocken wob.


O weises spiel durch diese hüllen ahnen!
In meinen sinnen blieben wir ein paar
Bevor sie hinter blumigen lianen
Zum nahen see hinabgeglitten war.












de HELIOGÁBALO


Wenn um der zinnen kupferglühe hauben…


Cuando alrededor de las cobrizas cúpulas de las azoteas
por todas las fachadas sólo el sol palpita
y el frescor alienta aún en cortes de basalto,
entonces las palomas aguardan a su emperador.


Él viste túnica de azul seda,
sembrada de sardónices y zafiros,
guarnecida en su orla de cápsulas de plata,
mas en los brazos no lleva joya alguna.


Sonreía. Sus blancos dedos regalaban
granos de mijo de la dorada artesa,
cuando un lidio impávido surgió de las columnas
y a los pies de su señor humilló la frente.


Las palomas vuelan asustadas hacia el techo.
“Muero conforme, pues que mi rey tembló”.
Ancho puñal ya se hunde en su pecho.
Con verde zaguán juega la roja charca.


El emperador se retiró, con ademán de mofa…
Pero el mismo día ordenó, como recuerdo
que en la copa vespertina de vino
se grabase el nombre del esclavo.






Wenn um der zinnen kupferglühe hauben
Um alle giebel erst die sonne wallt
Und kühlung nocht in höfen von basalt
Dann warten auf den kaiser seine tauben.


Er trägt ein kleid aus blauer Serer-seide
Mit sarden und saffiren übersät
In silberhülsen säumend aufgenäht.
Doch an den armen hat er kein geschmeide.


Er lächelte. Sein weisser finger schenkte
Die hirsekörner aus dem goldnen trog.
Als leis ein Leyder aus den säulen bog.
Und an des herren fuss die stirne senkte.


Die tauben flattern ängstig nach dem dache
“Ich sterbe gern weil mein gebieter schrak”
Ein breiter dolch ihm schon im busen stak.
Mit grünem flure spielt die rote lache.


Der kaiser wich mit höhender gëbarde..
Worauf er doch am selben tag befahl
Dass in den abendlichen weinpokal
Des knechtes name eingegraben werde.










HIMNOS


Al satén azul, en la tienda de acampada
lo cobijan bandadas de aúreas luna y estrellas;
Sobre un pedestal se han dispuesto, en el extremo
los vasos de malaquita y alabastro.


Tres cadenas sostienen lámpara de cobre
que de nuestras frentes pálido fulgor vela.
Nos cubren los pliegues de un ancho manto
y ¡que no nos falte un haz de mirtos!


Pronto atendemos, de la bebida, la voz de oráculo
sobre tapices hilados con suave fibra.
El muchacho, atento a cada guiño
se inclina dignamente ante el gospodar…
Entreveo, como en mágica fuente
el tiempo remoto en que aún yo era rey.






Den blauen atlas in dem lagerzelt
Bedecken goldne mond- und sternenzüge.
Auf einen sockel sind am saum gestellt
Die malachit- und alabasterkrüge.


Drei ketten eine kupferampel halten
Die unsrer stirnen falben schein verhehlt.
Uns hüllen eines weiten burnus falten
Und – dass uns nicht ein myrtenbüschel fehlt!


Bald hören wir des tranks orakellaut
Auf teppichen aus weichem haar gesponnen.
Der knabe wohl mit jedem wink vertraut


Verbeugt sich würdig vor dem hospodar..
Mir dämmert wie in einem zauberbronnen
Die frühe zeit wo ich noch könig war.








O mutter meiner mutter und Erlauchte…


Oh, madre de mi madre, y excelentísima
¡cómo me turba la sucesión de tan severas palabras!
Tu reproche porque mi espíritu no te pertenece,
porque yo, descuidado, sin fruto lo disipé.


¿Recuerdas cuántas lanzas hendieron el aire
cuando yo en el Oriente luché por la corona,
y alabanza y reproche sonó para el temerario
que por entonces no había tomado aún la tierra?


No es debilidad lo que me aparta de vuestro trato;
he comprendido la locura de vuestro proceder.
¡Oh, déjame, ni afamado ni odiado,
libre de vagar por los caminos acotados!


y no busques alejar de mí al hermano
-¿aún en el sueño percibí tu mirada?-,
a quien encadenas ferviente a una absurda tarea,
revistiéndole con tus deseos de ropajes de esclavo.


Mira, soy frágil, como la flor del manzano
y manso como un cordero recental,
aunque yacen hierro, piedra y yesca
peligrosamente en el alma atormentada.


Desciendo por una escalera de mármol;
un cadáver decapitado en medio se agita;
allí rezuma la sangre de mi caro hermano:
yo sólo recojo, quedamente, la cola del manto púrpura.




O mutter meiner mutter und Erlauchte
Wie mich so ernster worte folge stört:
Dein tadel weil mein geist nicht dir gehört
Dass ich ihn achtlos ohne tat verhauchte.


Gedenkt es dir wie viele speere pfiffen
Als ich im Osten um die krone rang
Und lob und vorwurf dem Verwegnen klang
Der damals noch die erde nicht begriffen?


Nicht ohnmacht rät mir ab von eurem handeln.
Ich habe euren handels wahn erfasst.
O lass mich ungerühmt und ungehasst
Und frei in den bedingten bahnen wandeln.


Und wolle nicht den bruder mir entfremden
- Erkannt ich doch im schlaf dein augenmerk? –
Du fesselst eifrig ihn an blödes werk.
Dein zwang verkleidet ihn mit sklavenhemden.


Sieh ich bin zart wie eine apfelblüte
Und friedenfroher denn ein neues lamm.
Doch liegen eisen stein und feuerschwann
Gefährlich in erschüttertem gemüte.


Hernieder steig ich eine marmortreppe.
Ein leichnam ohne haupt inmitten ruht.
Dort sickert meines teuren bruders blut.
Ich raffe leise nur die purpurscheleppe.










EL SEÑOR DE LA ISLA


Cuentan los pescadores que en el Sur
sobre una isla espléndida en canela y en aceite,
y piedras preciosas que entre la arena rielan,
existió un pájaro que, posándose en la tierra
con su pico la copa de los altos árboles
podía deshojar, y cuando sus alas,
del color del jugo del caracol de Tiro,
había erguido en pesado y raso vuelo,
una obscura nube semejaba.
Si por el día en el bosque se ocultaba,
al anochecer regresaba a la orilla,
con la brisa fresca de algas y salitre
su dulce voz elevando tanto que los delfines,
amigos del canto, junto a la playa nadaban
en el mar henchido de doradas plumas y aúreos destellos.
Así había vivido, desde el primer comienzo
y sólo los náufragos le habían conocido.
Cuando un día las blancas velas
de los hombres, con propicio séquito
a la isla arribaron, la colina ascendió,
contemplando todos los queridos parajes,
extendió sus alas inmensas
y expiró entre gemidos apagados y dolientes.




Die fischer überliefern dass im süden
Auf einer insel reich an zimmt und öl
Und edlen steinen die dim sande glitzern
Ein vogel war der wenn am boden fussend
Mit seinem schnabel hoher stämme krone
Zerpflücken konnte. Wenn er seine flügel
Gefärbt wie mit dem saft der Tyrer-schnecke
Zu schwerem niedrem flug erhoben: habe
Er einer dunklen wolke gleichgesehn.
Des tages sei er im gehölz verschwunden.
Des abends aber an den strand gekommen.
Im kühlen windeshauch von salz und tang
Die süsse stimme hebend dass delfine
Die freunde des gesanges näher schwammen
In meer voll goldner federn goldner funken.
So habe er seit urbeginn gelebt.
Gescheiterte nur hätten ihn erblickt.
Denn als zum erstenmal die weisen segel
Der menschen sich mit günstigem geleit
Dem eiland zugedreht sei er zum hügel
Die ganza teure stätte zu beschaun gestiegen.
Verbreitet habe er die grossen schwingen
Verscheidend in gedämpften schmerzerslauten.


Poemas inéditos en castellano de Stefan George
traducidos por Marina Gurruchaga

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