viernes, 9 de septiembre de 2011

4658.- SONIA SAN ROMÁN


Sonia San Román. Villamediana de Iregua, LA RIOJA 1976. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de La Rioja. Ha publicado el cuadernillo De tripas, corazón (Ed. del 4 de agosto, 2004) y el libro Planeta de poliuretano (Ed. Crecida, 2005) . Ha colaborado en las publicaciones colectivas del Ayuntamiento de Logroño Cosas de niños Cuentos por encargo y Una palabra en la recámara en los años 2003 y 2004. También ha participado en las antologías Miradas, ecos y reflejos. Del zapatismo a la utopía y viceversa (CGT, 2004), La otra voz, poesía femenina en La Rioja 1882-2005 (Ed. del 4 de agosto, 2005), La verdadera historia de los hombres (Ed. Eclipsados, 2005), Hablando en plata, antología de 17 poetas españoles (Ed. Homoscriptum, México 2005), Poesía y ética (Fundación Juan Ramón Jiménez, 2005) y Poesía Abastos (Ayuntamiento de Valencia, 2006).
Ha colaborado con las webs literarias Nausícaa (http://www.paginadenausicaa.com/) Borraska (borraska.gueb.net) y Los Noveles (http://www.losnoveles.net/) así como con las revistas literarias Portales, Fábula, Entelequia y Bart.

Su blog: http://soniasanroman.blogspot.com/







Carta de ajuste (de cuentas)

Hay gurús del sexo
que nunca han echado un polvo.
Hay expertos en derecho
inscritos en academias
de corte y confección.
Hay hablantes de quince idiomas
que ni siquiera utilizan bien el suyo.
Hay catadores de vino
que no distinguen un Rioja
de una sangría en Tetra Brick.
Hay concursantes sin concurso
que juegan a ser periodistas.
Hay tonadilleras indoctas
que con unos polvos mágicos
llegan a ser alcaldesas.
Hay heterosexuales
que fingen no serlo
para encontrar un hueco
en la tertulia rosa de la tarde.
Hay criadas que inventan
perversiones de sus jefes
por un minuto de gloria
en el papel couché
de la pantalla.
Hay informativos manipulados
que dicen ser imparciales.
Hay cantantes que no brillan
pero salen en los telediarios
llamándose artistas.
Hay artistas que,
simplemente,
brillan por su ausencia.
Hay asesinos que piden justicia
y pacifistas que claman venganza.
Hay unos ojos abiertos,
- los míos -, como platos
de ensalada para doce,
que contemplan con estupor
cuántas bocas hay abiertas
y qué pocas moscas
hay para taparlas








Olores

Quiero ser fabricante de olores
para que la gente tenga algo
distinto que regalar en los cumpleaños,
en los bautizos, en las bodas
o en las fiestas de guardar.

Quiero vender un frasco que contenga
esencia de olor a tiza blanca,
mezclada con una pizca
de mina de lápiz recién afilado
para los que añoran la infancia.

Para los atrapados tendré
eau de toilette de gasolina,
sutilmente mezclado
con un toque amargo de cerveza.

Para los tristes olor a palomitas
de maíz y a chocolate con churros

Para los exiliados en las ciudades
esencia de puchero y sopa de ajo.

Para los ancianos un bálsamo suave
con aroma a recién nacido.

Y para quienes todo tiene
el mismo olor, el mismo sabor,
la misma forma,
les daría un frasco vacío,
como su vida.










I’m loving me

Según los viejos de mi pueblo
no soy más que la nieta de un franquista.
Según dice mi familia
soy una especie de herejía pogre.
Según mis viejos maestros de escuela
Era una niña demasiado picarona.
Según mis antiguos compañeros
una empollona insufrible.
Según mi tío el pequeño
ya sólo soy un maruja.
Según mis amigas casadas
soy una golfa como mi tío el pequeño.
Según va diciendo mi novio
soy una chica cariñosa.
Según apunta mi hermana
soy una tía insoportable.
Según el Ministerio de Educación y Ciencia
soy licenciada en Filología.
Según ni nómina domiciliada
soy secretaria de 8 a 6.
Según mi DNI y mi pasaporte
tengo 28 años y dos apellidos.
Y según este espejo empañado
tengo ya algunas arrugas,
el culo gordo y el alma gastada
de mirarme en los ojos de la gente
y evitar los míos.
Según yo va siendo hora
de dedicarme a ser yo,
que ya es bastante


Todos los poemas incluidos en De tripas, corazón (2004)






HUMO

Hoy se ha grabado la ciudad
en mi retina.

Mi humo ha rozado el mono azul
de unos mecánicos
que cerraban el taller.

Me he apartado
para dejar paso al abuelo taciturno
que paseaba calle arriba,
calle abajo…

En la plaza
los niños alborotan con un balón
la sosegada conversación
de unos argelinos
que también
han sido rozados con mi humo.

Aspiro, cojo aire
y sigo andando
entre carritos de la compra
que invadían la acera más estrecha del mundo.

Algunos estudiantes
se han adueñado de mi paquete de tabaco
mientras volvía de camino a casa.

Cuando cerré la puerta tras mi espalda
encontré en este instante
a toda la ciudad desparramada
por la alfombra del salón.

Esta noche me harán compañía.








Puede que devasten nuestros campos
y nos dejen sin cosecha.
Puede que quemen nuestras casas
y nos quedemos sin cobijo.
Puede que nos roben nuestros dioses
y nos impongan los suyos.
Puede que nos expolien la tierra,
¡como si la tierra fuera de alguien!
Puede que nos prohiban hablar,
creyendo que en silencio no pensamos.
Puede que violen a las mujeres,
torturen a los hombres,
o dejen huérfanos a nuestros hijos
pero mientras uno de nosotros siga en pie
nunca podrán confinar nuestras ideas,
ni maniatar nuestros pinceles,
ni aniquilar nuestros versos,
ni enmudecer nuestras canciones
porque aún no ha nacido el carcelero
que meta entre rejas la esperanza.








Sol

Soy el término de una preposición
sobre la que escalo una cumbre pelada.

Allí quiero ver atardecer.

Comprobar que el sol da luz hasta en las cuevas.

Que las sombras son elecciones
y no debes.

Sol para todos.
Sol para aquél que quiera sol.
Hay sol de sobra esta mañana.

Los ojos, como galaxias recién nacidas.

El cañón, abierto en dos.
Las manzanas, en compota.

Que mis amigos se arranquen las sanguijuelas del pecho
y lloren de risa.

Y que al león, dormido, le ardan,
con la cabeza del revés,
habones de palabras dentro del espejo
para que aprenda a rascarse.






VERDE

Verde que te quiero, verde.
F. Gª Lorca

Está cayendo sobre mí
una lluvia gruesa
que huele a pescado viejo.

Se sienten verdes los edificios
y los pasos de cebra.

Es más verde
el verde de las hojas
con el tronco ennegrecido
por el agua.

Llueve verde y tiñe
de verde mi espanto.

Son verdes tus pupilas
mirando esta lluvia de fantasmas.

Soy charco que refleja césped
y césped que amontona lluvia.

Somos norte y nube y camino
sin norte plagado de nubarrones.

Mi voluntad reverdece en esta tarde
mojándome los pies
y, en tus pies mojados,
me tumbo a echar raíces.


(Publicado en De buena fuente, Nº. 1009. 13 de marzo de 2009)






MILAGRO

Nunca multipliqué el pan y los peces,
ni caminé sin hundirme sobre lago alguno,
tampoco he convertido el agua en vino,
ni he curado la lepra a los mendigos.

No he sido presidenta de ninguna nación
ni druida en ninguna tribu celta,
ni maharaní de Kapurtala o reina de copas,
ni he sido estrella de Jazz cerca del puerto.

En cambio he hecho otro milagro
que, por cotidiano, no es menos importante
que los que salen reflejados
en los libros sagrados o en los de historia:
he comulgado con ruedas de molino,
me he tomado la sopa con ondas
y me la dieron mil veces con queso.

Pero a pesar de tanto plato indigesto
que trataba de enfermarme
he llegado a hacer, después de todo,
de las tripas, corazón.







SOBRE EL CIELO URBANO

Hoy las estrellas vienen
en latas de cerveza,
o en la guía de CAMPSA
o en hoteles de paso.

Hoy salen en revistas
dejándose en ridículo
o bautizando a su perro
o afeitándose el bigote.

La luna es una mancha
al sur de nuestras uñas,
es un vidrio que frena
la brisa de mi coche.

Un croissant caducado,
una canción de cuna.
La Luna es un local
que abriga mi tristeza.

Esta noche paseo
bajo un cielo vacío
que amarillea apagado
con la luz de las farolas.

Jamás sentí que el espacio
anduviera muy cerca
pero en esta noche oscura
está más lejos que nunca.







PLAZO DE DEVOLUCIÓN

Vivo sola, hago café,
ya no fumo, tengo coche,
no trasnocho, plancho, friego,
hago la compra a diario.

Mis amigos ya no rompen,
simplemente se divorcian,
tienen hijos, hipotecas
y dos catarros cada otoño.

Y cuantos más años cumplo
y más cosas tengo
y más vida vivo,
más me doy cuenta
de que sigo siendo una niña
que imagina que cocina,
que hace la casa, que viaja,
que tiene hijos de plástico,
que no comen ni mean,
y que la vida es distinta
a como nos la vendieron
hace casi treinta años
unos charlatanes.

Cuando fui ayer a la tienda
a descambiarla
había caducado
la garantía.







1 comentario:

  1. Buena selección, Fernando. Me gustaron en especial "Carta de ajuste" y "I'm loving me". Un abrazo.

    ResponderEliminar