Andrés Norman Castro Arévalo nació en San Salvador, El Salvador en 1989. Estudiante de Psicología. Miembro del Foro de Escritores de El Salvador. Incluido en revistas literarias, periódicos y programas radiales en España, México, Chile, Argentina, Colombia, Venezuela, Canadá, Estados Unidos y El Salvador; así como en diversas antologías virtuales. Citado en Poetas por El Salvador, ensayo poético de Maria Poumier de Ediciones Delgado (El Salvador, 2008). También traducido al portugués y publicado en antologías colectivas en Brasil y Uruguay con aBrace Editora en el 2010. Ha participado en Festivales y encuentros internacionales de poesía en El Salvador. Tiene publicado el poemario “Al sexto día” (La Picadora de Papel, Chile, 2010)
EN CONSTRUCCIÓN
“Hombres trabajando”
-mujeres también-
construyendo sueños
y pavimentando esperanzas.
fertilizando lunares
que florecen en los nudillos
en tiempos de paz.
Sudando hasta apagar
las brazas del infierno
por devolverle la sonrisa
al más triste del mundo.
LA CREACIÓN
Al quinto día
Dios despertó con un té,
y mirando a su alrededor
bebió de su taza
y dijo para sí
“no más de lo mismo”
y el quinto se hizo sexto.
Despertase temprano
-Dios por supuesto-
y miró su obra
meditabundo.
Antes del ángelus
cosiendo cerrados
sus ojos y boca,
El pensó “¿y hoy que hice?”
PARAÍSO EN INVENTARIO
“San Pedro,
¿Por qué no puedo
entrar al cielo?”
“Porque estamos
en inventario”
“¿De aureolas y alas?”
“No, esas las hacen en el infierno;
Almas en fase de confianza.”
“y entonces
¿Qué pasa?”
“Es Eva,
se lo ha llevado todo:
la virtud, la sinceridad,
la amistad, la sensualidad
y la sexualidad,
por el momento.”
“¿Y Adán?”
“El sólo se ha
llevado sus quejas:
¡Pobre Eva!”
LÍNEA FINAL
Once muertos
trece cruces en la curva
sólo nueve estadísticas
y Dios sigue disfrutando
de las cosas pequeñas.
Ideas desparramadas
fotos urbanas
carne roja término medio
sangre de hormiga
recorren mis venas.
Conozco el silencio
de las oscuras cifras
que pintan de rojo la conciencia
pero de noche
telefoneo a Dios a su móvil.
EL GRAN AUSENTE
Viendo un anuncio publicitario…
Dios se ha levantado
de su silla.
Se ha dormido por falta de cafeína.
lo sé
por que olvidó
(en lo alto del tejado de un hotel)
su taza de café.
Si no
¿Qué otra excusa tendría para haberse ido?
SUSPIROS
Recordé aquel día que llegó a nuestra puerta
el gato negro sin nombre
a quien adoptamos juntos.
Pero lo vimos desvanecerse,
perder su pelaje,
botar sus dientes,
convertirse en un adorno,
ser poco más que un muerto;
tener el horror de atestiguar
la cólera y el odio.
Y el día que te fuiste
de su ojo emanaba pus;
al igual que yo,
no podía verte.
Ahora hablo con mi almohada,
porque de hablar con él,
me sentiría solo.
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