martes, 9 de noviembre de 2010

ANTONIO AGOSTINHO NETO [1.784] Poeta de Angola


Antonio Agostinho Neto 

Nació el 17 de Setiembre de 1922, en la aldea de Kaxicane, región de Icolo e Bengo, Angola. Estudió medicina en la Universidad de Coimbra y fue uno de los primeros autores de la generación de la revista “Mensagem”. Sus padres fueron maestros de escuela y pastores evangélicos. Perseguido, encarcelado, exiliado por el gobierno colonial portugués por más de una década. En 1962 gracias a la opinión pública y a la presión de Anmistía Internacional fue puesto en libertad bajo la condición de permanecer en Portugal. Poco tiempo después escapa y se convierte en 1975 en el Primer Presidente angolano de su país. Falleció en Moscú en 1979.

Obras:

Poemas (1961), Sagrada esperanza (1974), Renúncia Imposível (1987).




1.- 



Aquí estoy yo 
Mussunda amigo 
aquí estoy 
contigo 
con la firme victoria de tu alegría 
de tu conciencia 
O ió kalunga ua mu bangele 
O ió kalunga ua mu bangele-lé-lelé… 
Cuando volví 
las casuarinas había desaparecido de la ciudad. 

Y también tú 
Amigo Liceu 
voz consoladora de los ritmos calientes de la fiesta 
en las noches de los sábados infalibles… 



FUEGO Y RITMO

Sones de grilletes en las carreteras
cantos de pájaros
bajo el verdor húmedo de los bosques
frescura en la dulce sinfonía
de los cocotales
fuego
fuego en el césped
fuego sobre las calientes planicies de Cayatte

Caminos largos
llenos de gente llenos de gente
llenos de gente
en éxodo de todas partes
caminos largos hacia los horizontes cerrados
más caminos
caminos abiertos por encima
de la imposibilidad de los brazos

Hogueras
danza
tam-tam
ritmo

Ritmo en la luz
ritmo en el color
ritmo en el son
ritmo en el movimiento
ritmo en las grietas sangrantes de los pies
descalzos
ritmo en las uñas arrancadas

Más ritmo
ritmo

¡Oh voces dolorosas de África!





AQUÍ EN LA CÁRCEL

Aquí en la cárcel
yo repetiría a Hikmet
si pensase en ti Marina
y en aquella casa con un abuelo y un niño

Aquí en la cárcel
yo repetiría a los héroes
si alegremente cantase
las canciones guerreras
con que nuestro pueblo aplasta la esclavitud

Aquí en la cárcel
yo repetiría a los santos
si les perdonase
las crueldades y las mentiras
con que nos destruyen la felicidad.

Aquí en la cárcel
la rabia contenida en el pecho
espero pacientemente
el paso de las nubes
por la fuerza de la historia

Nadie
impedirá la lluvia.




NOCHE OSCURA

¡Ay, es tan triste la noche sin estrellas”

Un día
mi sol cayó en el mar
y me anocheció

Un día empezó una noche sin estrellas.

Pero en la noche oscura
los corazones se levantan

¡Ah! ¡Es tan alegre la madrugada!

Sobre la curva del río del río Cuanza
el sol se sumerge
rojo
recortando en el horizonte sombras de palmeras.

Fuente: Solidaridad.net



EL LLANTO DE ÁFRICA

El llanto durante siglos
en sus traidores por la esclavitud de los hombres
en el deseo alimentado entre ambiciones de soplos románticos
en los tambores llanto de África
en las sonrisas llanto de África
en los sarcasmos en el trabajo llanto de África.

Siempre el mismo llanto en nuestra alegría inmortal
mi hermano Nguxi y mi amigo Mussunda
en el círculo de las violencias
aun la magia poderosa de la tierra
y de la vida fluyente de las fuentes y de todas lpartes y de todas las almas
y de las hemorragias de los ritmos de las heridas de África
hasta en el florecer aromatizado de la selva
hasta en la hoja
en el fruto
en la agilidad de la cebra
en la sequedad del desierto
en la armonía de las corrientes o en el sosiego de los lagos
hasta en la belleza del trabajo creador de los hombres.

El llanto de siglos
inventado en la esclavitud
en histerias de dramas negros almas blancas perseguidas
y espíritus infantiles de África
las mentiras llantos verdaderos en sus bocas.

El llanto de siglos
donde la violada verdad se consume en el círculo de hierro
en la deshonesta fuerza
sacrificadora de los cuerpos cadavéricos
enemiga de la vida
cerrada en los estrechos cerebros de máquinas de contar
en la violencia
en la violencia
en la violencia.

El llanto de África es un síntoma.

¡Nosotros tenemos en nuestras manos otras vidas y alegrías
desmentidas por nosotros en los lamentos falsos de sus bocas!

Y amor.
Y los ojos secos.

Extraído de POETAS AFRICANOS CONTEMPORÁNEOS,
org. Fayada Jamis, Virgilio Piñera, Armando Álvarez Bravo,
Manuel Cabrera y David Fernándes. (Traductores).
Madrid: Biblioteca Jucar, 1975.





Despedida en el momento de partir

Madre mía
(oh madres negras cuyos hijos han partido),
me enseñaste a esperar y confiar
como tú lo hiciste en las horas del desastre.

Pero en mí
la vida ha matado esa esperanza misteriosa.

Ya no espero más,
soy yo el esperado.

Nosotros mismos somos la esperanza,
tus hijos,
viajando hacia una fe que nutre la vida.

Nosotros, los hijos desnudos de los matorrales,
criaturas sin instrucción que juegan con pelotas de trapo
en las llanuras del mediodía,
nosotros mismos
conchabados para quemar nuestras vidas en los cafetales,
negros ignorantes.
que deben respetar a los blancos
y temer a los ricos,
somos tus hijos del barrio de los nativos
donde nunca llega la electricidad;
hombres que mueren ebrios,
abandonados al ritmo de los tam-tams de la muerte,
tus hijos,
que tienen hambre, que tienen sed,
que se avergüenzan de llamarte madre,
que tienen miedo de cruzar las calles,
que tienen miedo de los hombres.

Somos nosotros mismos,
la esperanza de la vida recobrada.

Extraído de POESIA AFRICANA DE HOY.
Selección y versión de William Shand y Rodolfo Benasso.
Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1968.





Amanecer

Hay un tibio susurro
en la tierra
Pelean
la luz y la oscuridad
por la posesión del universo;
se siente penetrar en las venas
la existencia
que viene de fuera
a través de la ventana;
crece la alegría en el alma,
la vida nos murmura dulces fantasías.

Tañen las campanas al amanecer
va a nacer el sol.

En: Sagrada esperança
Versión: Marcos.



Anestesia

Toco el polvo de la tierra
y en mis dedos
sólo siento
el recelo de pisar
terrenos prohibidos.

Aspiro el aroma de las flores
y sólo me figuro
la desesperación,
la fosa común.

Entono alegres canciones
y el eco
me responde llantos amargos.

Intento soñar días felices
futuros de color de rosa
Pero sólo veo
mis días oscuros
cargados de tristeza

En: Renuncia impossível
Versión: Marcos.





Así clamaba, agotado

No diré nada.
Nunca hice nada contra vuestra patria
aunque vosotros apuñalasteis la nuestra.
Nunca conspiré, nunca he hablado con amigos
ni con las estrellas ni con los dioses
Nunca soñé,
duermo como una piedra arrojada a un pozo
y soy estúpido como las matanzas vengativas.
Nunca pensé, soy inocente,
no diré nada, no sé nada,
aunque me apaleéis
no diré nada,
ni aunque me ofrezcáis riquezas
no diré nada,
ni aunque la férula me aplaste los dedos,
no diré nada
incluso aunque me ofrezcáis la libertad,
no diré nada aunque me agarrotéis la mano
ni diré nada aunque me amenacéis de muerte.

Ah!
la muerte.
Alguien murió en mi hogar.
En mi casa había una niñita
estrella brillante en el cielo de mi pobreza
y murió.
Veo la corona blanca de su inocencia
arrastrada por las aguas en su cuerpo.
Ofelia negra en este río podrido de esclavitud.

Ella murió.
¿Y quién hizo el funeral?
¿Quién clavó la caja?
¿Quién cavó el hoyo?

¿Quién depositó tierra sobre su eterno lecho?

Encerrado entre cuatro paredes,
sin luz,
sin tan siquiera poder ver el rostro de mi niñita muerta,
sufro la angustia de las tinieblas.

Quemadme,
llevadme al horno de cal,
incineradme las vísceras, el cerebro
y estas manos que nada pueden hacer
contra los muros,
contra la maldita puerta metálica,
contra estos hombres armados -llenos de miedo-,
contra la tortura
Asadme en el horno de cal
para poner fin a esta tortura de noches sin dormir.
Sí, al horno de cal.

En esta infernal madrugada,
al horno de cal,
al horno de cal.

¿Quién enterró a mi hijita?
¿Los hechiceros?
Ya los imagino danzando en la noche
y los veo, gusanos obesos de grasas
funerarias
trayendo antorchas de fuego para consumirla.
Al horno de cal,
acabad con esta tortura.

Mi hijita fue quemada en un horno de cal,
para mí se ha acabado el sufrir.

¿Qué dirán mis hermanos y amigos,

que oyen los gritos de esa tumba,
¿qué dirán de un padre que dejó quemar a su hija
en un horno de cal?
Lanzadme a las llamas
junto con mi adorada niñita,
mi estrellita,
al horno de cal
para abrazar a mi hijita.

Al horno de cal.

No diré nada
ni quiero inyecciones ni calmantes.
¡Ah!, qué sueño…
Al horno de cal,
al horno de cal…

En: Sagrada Esperança
Traducción: Demófilo





Civilización occidental

Latas clavadas en palos
fijados a tierra
constituyen la vivienda
Los harapos completan
el paisaje íntimo
El sol filtrándose por las rendijas
despierta a su habitante
tras doce horas de trabajo
esclavo:

Partir piedra
acarrear piedra
partir piedra
acarrear piedra
con sol
con lluvia
partir piedra
acarrear piedra

La vejez llega temprano
Una estera en las noches oscuras
basta para que muera
agradecido y hambriento.

Fuente: Sagrada esperança
Versión: Marcos.




Crueldad

Todos cayeron en la trampa
de los hombres apostados
en la esquina
Y de repente
acaba el baile del barrio
y las caras se endurecen en la noche
Todos preguntan por qué fueron arrestados
Nadie lo dice
aunque a fin de cuentas todos lo saben.

Se hizo un silencio
de muerte, sin gritos,
las mujeres lloran
Los corazones alarmados
cuchichean místicas razones
Mientras, de la ciudad iluminada
llegan las carcajadas
de un menosprecio cruel
Para trivializar este acontecimiento
cotidiano
suena en el silencio de la noche
la música Sambizanga
-un barrio negro.

En: Sagrada Esperança
Versión: Marcos.






Antiguamente

Antiguamente yo era un proscrito
Antiguamente era un piel oscura en la noche del mundo
Antiguamente era un canto emitiendo lamentos
antiguamente era un espíritu sencillo y bueno
Entonces todo era tristeza
En el pasado todo era un sueño de niño.
La piel, el espíritu, el canto o el llanto
eran como una papaia refrescante
para aquel viajero
cuyo nombre está en los libros infantiles.

Pero di un paso
levanté los ojos y solté un grito
que resonó en las tierras más distantes del mundo:
          Harlem
                  Pekín
                          Barcelona
                                      París
los bosques escondidos del Nuevo Mundo.

Y la piel
el espíritu
el canto
el llanto
brillan como navajas de plata
Crecen
hermosos e irresistibles
como la más bella puesta de sol del día más hermoso
/de la vida.

Fuente: en· Renuncia Impossível
Versión: Marcos.




O CHORO DE ÁFRICA

O choro durante séculos
nos seus olhos traidores pela servidão dos homens
no desejo alimentado entre ambições de lufadas românticas
nos batuques choro de África
nos sorrisos choro de África
nos sarcasmos no trabalho choro de África

Sempre o choro mesmo na vossa alegria imortal
meu irmão Nguxi e amigo Mussunda
no círculo das violências
mesmo na magia poderosa da terra
e da vida jorrante das fontes e de toda a parte e de todas as almas
e das hemorragias dos ritmos das feridas de África

e mesmo na morte do sangue ao contato com o chão
mesmo no florir aromatizado da floresta
mesmo na folha
no fruto
na agilidade da zebra
na secura do deserto
na harmonia das correntes ou no sossego dos lagos
mesmo na beleza do trabalho construtivo dos homens

o choro de séculos
inventado na servidão
em historias de dramas negros almas brancas preguiças
e espíritos infantis de África
as mentiras choros verdadeiros nas suas bocas

o choro de séculos
onde a verdade violentada se estiola no circulo de ferro
da desonesta forca
sacrificadora dos corpos cadaverizados
inimiga da vida

fechada em estreitos cérebros de maquinas de contar
na violência
na violência
na violência

O choro de África e' um sintoma

Nos temos em nossas mãos outras vidas e alegrias
desmentidas nos lamentos falsos de suas bocas - por nós!
E amor
e os olhos secos.






Adeus à hora da largada

Minha Mãe
         (todas as mães negras
         cujos filhos partiram)
tu me ensinaste a esperar
como esperaste nas horas difíceis

Mas a vida
matou em mim essa mística esperança

Eu já não espero
sou aquele por quem se espera

Sou eu minha Mãe
a esperança somos nós
os teus filhos
partidos para uma fé que alimenta a vida

Hoje
somos as crianças nuas das sanzalas do mato
os garotos sem escola a jogar a bola de trapos
nos areais ao meio-dia
somos nós mesmos
os contratados a queimar vidas nos cafezais
os homens negros ignorantes
que devem respeitar o homem branco
e temer o rico
somos os teus filhos
dos bairros de pretos
além aonde não chega a luz elétrica
os homens bêbedos a cair
abandonados ao ritmo dum batuque de morte
teus filhos
com fome
com sede
com vergonha de te chamarmos Mãe
com medo de atravessar as ruas
com medo dos homens
nós mesmos

Amanhã
entoaremos hinos à liberdade
quando comemorarmos
a data da abolição desta escravatura

Nós vamos em busca de luz
os teus filhos Mãe
         (todas as mães negras
         cujos filhos partiram)
Vão em busca de vida.

                   (Sagrada esperança)






CRIAR

Criar criar
criar no espírito criar no músculo criar no nervo
criar no homem criar na massa
criar
criar com os olhos secos

Criar criar
sobre a profanação da floresta
sobre a fortaleza impudica do chicote
criar sobre o perfume dos troncos serrados
criar
criar com os olhos secos

Criar criar
gargalhadas sobre o escárnio da palmatória
coragem nas pontas das botas do roceiro
força no esfrangalhado das portas violentadas
firmeza no vermelho-sangue da insegurança
criar
criar com os olhos secos

Criar criar
estrelas sobre o camartelo guerreiro
paz sobre o choro das crianças
paz sobre o suor sobre a lágrima do contrato
paz sobre o ódio
criar
criar paz com os olhos secos.
Criar criar
criar liberdade nas estradas escravas
algemas de amor nos caminhos paganizados do amor

sons festivos sobre o balanceio dos corpos em forcas
                                                          [simuladas
criar
criar amor com os olhos secos.






ASPIRAÇÃO

Ainda o meu canto dolente
e a minha tristeza
no Congo, na Geórgia, no Amazonas

Ainda o meu sonho de batuque em noites de luar

Ainda os meus braços
ainda os meus olhos
ainda os meus gritos

Ainda o dorso vergastado
o coração abandonado
a alma entregue à fé
ainda a dúvida

E sobre os meus cantos
os meus sonhos
os meus olhos
os meus gritos
sobre o meu mundo isolado
o tempo parado
Ainda o meu espírito
ainda o quissange
a marimba
a viola
o saxofone
ainda os meus ritmos de ritual orgíaco

Ainda a minha vida
oferecida à Vida
ainda o meu desejo

Ainda o meu sonho
o meu grito
o meu braço
a sustentar o meu Querer

E nas sanzalas
nas casas
nos subúrbios das cidades
para lá das linhas
nos recantos escuros das casas ricas
onde os negros murmuram: ainda

O meu Desejo
transformado em força
inspirando as consciências desesperadas.

*

Sou um mistério.

Vivo as mil mortes
que todos os dias
morro
fatalmente.

Por todo o mundo
o meu corpo retalhado
foi espalhado aos pedaços
em explosões de ódio
e ambição
e cobiça de glória.

Perto e longe
continuam massacrando-me a carne
sempre viva e crente
no raiar dum dia
que há séculos espero.

Um dia
que não seja angústia
nem morte
nem já esperança.

Dia
dum eu-realidade.







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