domingo, 21 de noviembre de 2010

2035.- ALFONSO JARAMILLO


Alfonso Jaramillo Remache, nacido en Quito (Ecuador) en agosto de 1972. Magíster en Derecho Comparado (Universidad de Bonn – Alemania), y Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales ( Universidad Central del Ecuador).
Colaborador de la Revista Quetzal en Alemania, ha publicado bajo el sello de
HJ-ediciones: Reloj de Arena (poesía); Día Murciélago (cuento); y, Libro
Sin Tiempo (cuento).




Al inmenso instante mágico de mi vida: Anja
AUSENCIA

Cuando me faltes
se detendrán todos los relojes
un eclipse envolverá mi rostro
me comeré los labios
para guardar tu último beso
meteré las manos en el pecho
para encontrarte
cerraré los ojos por siempre
para verte desde dentro
me bajaré del mundo
para encontrarte
en la otra orilla del tiempo.







LA RUTA DE LAS HOJAS

Un árbol desnudo
me enfría el alma
algunas hojas corretean por el suelo
me arrastran a la nostalgia
a la tristeza de no sé qué,
me envuelve la gris blancura del
ambiente
estoy a punto de caer
suave, lentamente
de seguir la ruta de las hojas
siento que me seco
que me vuelvo marrón, frío
caigo, marrón, frío
ya no encuentro la salida
soy otorgo
aguardando la nieve.
Quizá cuando llegues,
me sienta verde, robusto
fructífero
y desearé que me coseches
que me vuelvan alimento tus manos
pero cuando luego te marches
un árbol deshojado
me enfriará el alma
y seguiré la
ruta de las hojas.








RELOJ DE ARENA

A veces el cuerpo marca
un tiempo desolado
se mueve de un extremo al otro
del sueño gris
al sueño negro que apenas se
presiente
tras los ojos atormentados
por la arena de la vida.
A veces el cuerpo marca
el segundo exacto
de la fuga al Paraíso
del choque de la luz con el vacío
a veces el cuerpo es un péndulo
que nace
en la viga más alta de un sótano
donde fue el último grano
de su reloj de arena.










GIROS

Le pongo el pie al tiempo
y caigo
luego siento el giro
que giro, giro y giro
besando los números
que están pintados en la frente
de la vida
paso mil veces por la misma cifra
miro en cada giro
el mismo rostro cuadriculado
numerado
quiero detenerme
siento que los ángulos se cierran
me vuelvo un número más
ahora siento besos.
Auxilio!
quiero recobrar la vida
anterior a la caída.








LA TORRE

Busco una torre
en la frontera del desierto
donde puedan caminar los ojos
sobre la piedra derrotada por el tiempo
masticada por el sol
bañada por el viento.
Busco una torre
que me deje girar los ojos
al otro lado de la frontera
que no me esconda
las espaldas de aquel mundo
al que derrotará el tiempo
que comerá su polvo
y se ahogará en su viento
aquel mundo que será una piedra
pequeña y triste
añorando su antigua dureza.
Busco esa torre
que se quedará en su sitio
cuando la frontera se vaya
e invada el desierto.







NUNCA

Nunca existirá
el “siempre es lo mismo”
siempre que ronde la tierra
lo que mueve montañas
siempre habrá más
que una sola piel
habrán dos superficies
que se reconocen
se acercan y estallan al contacto
habrán dos cuerpos
que se visten con el mismo color húmedo
pero no son uno, vida mía,
son dos mundos que se necesitan
para seguir poblando de estrellas
su propio universo
nunca habrá un solo aliento
para los dos
siempre habrán dos volcanes
que se derraman sobre el mundo
tan solo para que Tú y Yo
podamos enredarnos
sobre un lecho cálido.





2 comentarios:

  1. Encuentro una nueva voz, fresca y renovada. La construcción poética es ágil, certera y sencilla. La temática intimista, pero con enfoques muy personales e innovadores.

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  2. Este es uno de los sitios más interesantes y completos que he podido encontrar en relación con la poesía del sXXI. Indudablemente constituye un aporte para establcer una relación intercultural a través de la jóven producción literaria del mundo.

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