lunes, 23 de agosto de 2010

615.- EVA MÁRQUEZ


Eva Márquez (Madrid, 1974). Licenciada en Derecho. Algunos de sus poemas y relatos han aparecido en diversas publicaciones, digitales e impresas, de España e Hispanoamérica (Dulce Arsénico, Cinosargo, La Otra, Groenlandia, Cruce de Caminos, La Fanzine, Ping Pong, Revista Remolinos, El Cuervo, Letralia Tierra de letras, Poe +, etc.). Ha editado, maquetado y diseñado una compilación dígital de escritos poéticos y narrativos de otros autores, bajo el título Esnifando letras; ha coeditado como autora, junto a Ada Menéndez, Yolanda Sáenz de Tejada y Ana Patricia Moya, Póker de reinas, un poemario digital o pequeña antología poética. Tiene su espacio en Las afinidades electivas. La Editorial Groenlandia acaba de publicar digitalmente su primer poemario Cosas que nunca te diré, y ahora, Bohodón Ediciones, presenta su segundo poemario Retales de estrógenos.




SUPUESTO HOMBRE DE MUNDO

Supuesto hombre de mundo
ya no me engañas, hombre
insulso e iluso, sin capacidad
cognitiva incapaz de montar
un rompecabezas de dos piezas,
engreído sucedáneo de hombre,
te estrellas cada mañana con la única
neurona que exprime tu vida.

Tu egocéntrica célula-madre habla por ti,
te degenera, te degrada
al más bajo nivel infrahumano
creyéndote superior a mí,
tu pensamiento te conduce hacia un monólogo
machista con un único oyente,
el rodaje de tu película donde te
proclamas el protagonista, te precede y
te concede una sombra equivalente
a una cucaracha negra, humillándote
ante mis ojos,
tu poca o mucha vergüenza, tu "timidez"
inexplicable para otras cosas, la miopía
de tu código moral, tu intención de no
implicación emocional hacen de ti un
excremento ruin de persona.

Supuesto hombre de mundo, ya
no engañas a nadie,
esa imagen de tío profesional,
de voz interesante, sólo esconde la fachada
de un estereotipo superficial y vacío
solo creíble en las mierdas de tus
sueños, purulentos y putrefactos
de cobardía como las lágrimas borrosas
que copulan con tu soledad cada noche,
absortas de ti mismo, te crees el culo
del mundo, incapaz de distinguir la
fantasía de la realidad, la tuya de la mía
son bien distintas.

La dignidad, no la perdiste el día
en que regalaste a placer sin miramiento
ese instrumento inútil e inservible
que te cuelga entre las
piernas, sino el día, en que
no supiste darle sentido a
las emociones de un acto,
tan simple como humano,
tan instintivo como animal,
tan soberbio como arrogante,
ese día, en que tus suposiciones
sobre mis sentimientos, hicieron
aparcaras en casa la educación
de niño bueno e inteligente
que tu madre te enseñó.

Supuesto hombre de mundo,
me das pena, porque tus desaires
solo me confirman el fraude que eres
en este mundo real, donde tus miedos
te dominan más que a mí
los miedos de mi conciencia.

Supuesto hombre de mundo,
te aconsejo, rehúyas tus pasos de
mi camino,
porque los desprecios de tu indiferencia
no doblegaran
a esta mujer que te incomoda,
que te asusta, que te acojona
por ser una mujer explícita, real,
inquieta, orgullosa de ser
como es, consecuente con sus actos
y emociones

y tan terca como para comerme
con patatas tu vanidosa veleidad
esquiva con una simple
mirada altiva y
desvergonzada,
que va de frente y
no precisa agachar la
cabeza ante nadie.

Poema del libro: "Retales de estrógenos".




AHORA

Ahora que aún no estamos
arrugados como pasas,
que mis pechos y nuestros culos
están lozanos y turgentes,
ahora que el deseo ha regresado
a nuestra casa con hirviente
y candente expectación,

ahora que aún no somos
babosa gelatina verde,
que no te importa la incipiente
lorzita que asoma tras mi ombligo,
ni las cesáreas cicatrices que
adornan mi monte de Venus,
ahora que tu prepucio se me antoja
terso y suave como el capullo
de una Feijoa floreciendo,
que siento regenerarse un himen
mil veces desvirgado con cada nota
magistral de tus dedos,

ahora que aún no es imprescindible
el vibrador sin pilas del cajón,
ni el irrisorio disfraz de enfermera,
ni los látigos esposados al cuero,
ahora que aún es posible que nuestra cama
se convierta en un nido de
íntegras perversiones, ( solo de dos )
ahora que mi cuerpo es el perfecto
cepo de tu erecto miembro hambriento,
que aún somos capaces de un
acoplamiento perfecto,
y que todo tú vuelves
a ser todo yo,

ahora, que aún no estamos arrugados
como pasas, ni somos lacónicas
esquelas de un ayer;

Ahora por fin,
me encuentras en el reverso
de tu mirada.

Poema incluido en "Retales de estrógenos".



la Eva de hoy

hoy volví a verte
desde la acera de enfrente
y un único pensamiento cruzó mi mente
mis vísceras dieron un respingo
y solícitas de iracunda venganza
reclamaron cometer varios
de los pecados del mundo

en un día como hoy, mi nombre
lo siento más mío y
aunque no deseo la fragilidad
que dicen desencadenó
aquélla mujer,
tan solo a ti, te deseo
todos los males del mundo

te deseo para el resto de tus días
seas incapaz de sentir mujer alguna
en tu lecho, que los nuevos
besos que pruebe tu boca
evoquen sin descanso el
recuerdo insaciable de los míos
que tu obelisco se venga
siempre abajo, sin Viagra existente
a tu alcance
que la humillación y la vergüenza
de tu ego masculino sean
células terminales sin
opción a terapia
te deseo sientas tus
fluidos seminales deslizándose
entre tus manos, con el eco
de mis gemidos como fondo
de violines

en un día como hoy,
mi nombre no solo debería ser
el nombre de la primera
mujer del mundo, sino
el de la única
mujer de
tu mundo.



¿Qué le dirás?

qué le diré a tu hija de cinco años
cuando me pregunte por qué no logré
apartarte del hombre que te llevará a la tumba,
qué le dirás tú, cuando llegues al cielo de los bebes
asesinados por (in)justas causas
cual será tu excusa por mancillar
su alma, haciendo que su
muerte no tuviera sentido,
dime hermana, porque consientes que otro
dicte el camino a seguir por tu dolor,
el cauce de tu conciencia no tiene más dueño
que el que tú misma le otorgas,
dime hermana porque me obligas a ver
cómo te asomas al abismo sin retorno,
porqué mis sólidos argumentos se pulverizan
ante muros de hormigón que taponan tus
oídos, muros tangibles
solo para la gente que te quiere
mientras te dejas morir en la mentira de otro,
en la coacción de otro, creyendo
en la quimera de un amor ausente,

qué le diré a tu hija cuando mis lágrimas
formen con tus restos barro de mi sangre,
de qué le servirá entonces
la ajada noticia, "Su Madre" fue un
número más de la Violencia de género,

no de algodón, más bien

vacuno, directo al matadero

por Dios hermana, recupera la cordura
recuerda los motivos que te
hicieron asesina,
aléjate del mal,
refúgiate en el amor de madre
que aún te queda dentro,
desaparece del juego de ése hombre
que hace de ti su marioneta,
tu útero aún guarda luto

no veneres al pagano que ungirá

en tu frente la extremaunción,
digna candidata

el final que te
espera no es halagüeño,

no me obligues a presenciarlo,
no me tortures sobreviviéndote.



Lágrimas ácidas

días de encarcelamiento angustioso
marcados por un neumococo caprichoso
alojado en tus pequeñitas ramificaciones
pulmonares,
nueve los aguijonazos de hoy tatuados
en tus muñecas y bracitos,
hematomas y desgarros dejan a su paso
las lágrimas ácidas que vierten mis ojos
cuerpo adentro,
tu estentórea llamada pesa en mi alma
a golpe de hachazo
clavada en un pasillo frente a la sala de enfermería
donde insensibles a tus gritos
las ATS acostumbradas al dolor infantil
ni siquiera levantan la vista de sus tareas,
en la espera soy un fetiche de vudú
manipulada al antojo del sin sentido
convertida en un espectro anodino e
inútil a tus reclamos,
me arrancaría los tímpanos
cegaría mis ojos enajenados
escaparía corriendo de allí
pero mis pies se han hecho cemento
desmembrados del resto del cuerpo
tras un absceso de pánico,
y tú pequeño rostro congestionado por
el berrinche soberano dibujado de disgusto
regresa a mí, y me abrazas con toda la fuerza
que tu aliento te consiente,
cuando recuperas el sosiego
te conviertes en mi pequeña nube
de algodón de caramelo
y te paseas por la habitación 414 con
un gorro amarillo de piscina en la cabeza y un
tapón del lavabo haciendo las veces de tu
cocoliso,
No hay peor dolor en el mundo que
ser mero espectador del sufrimiento
de un hijo, y aunque en breve será un
débil recuerdo para mi nube de caramelo,
durante los meses venideros
estos momentos serán el paranoico
acosador de mis temores.





GUARDARÉ CAMA

Desperté agónica,
desalumbrada y quejumbrosa
de serpentear sobre las migajas
del querer ajeno,

me sentí hueca, y pensé
hoy tendrá que guardar cama,
mi razón y algo más de medio
corazón,

sobre la cama los dejé,
los arropé y los conecté al cargador
eléctrico que todo lo cura,

me uniformé el corazón restante
con un calcetín de látex,
engalané mis ojos con cataratas
de Trucco,
y con las venas rellenas de frío
papel de aluminio
vagabundeé por las calles mojadas de
insuperable necedad hermana,

frío,
mucho frío,

al regresar a casa,
a mi cama atestada
de convalecientes despojos
(desahucios de mi yo)

no hallé rastro de ti
sobre mi almohada.

Como siempre.


Otra cicatriz más a
la colección.




PÁNICO


Me da miedo pedir, o mejor dicho
miedo tan solo preguntar,

¿si te pidiera que hicieras algo por mí?¿Lo harías?
¿Aunque lo que te pidiese te pareciera egoísta
por mi parte, ilógico y absurdo?

¿si te dijera que no puedo evitarlo?
que necesito no sufrir más, y por ello te lo pido,

¿lo harías?

no debería preguntar, lo sé
porque no sé que será mejor,
esperar una respuesta,
o la ausencia de la misma,
y peor aún, que después me lo recrimines el resto
de mis días


debería atragantarme con mi orgullo,
recortarme los ovarios,
ser la mujer pragmática, lógica e independiente
que presumo ser,
adaptarme a tu dudosa fuga anual

tal vez sería más fácil,

volver al lado oscuro
del que proviene
mi necesidad,
mi necedad,

pero aún me asusta más la
peligrosidad de la mujer
herida que allí me espera.



MENÚ DIARIO


He aprendido a desayunarme tu
petulante ego en cada habitáculo
diáfano de tu desprecio

no necesito palizas dictamen
ni astillas bulímicas o anoréxicas
que ilustren mi psique lacerada
por tus silencios hirientes,
mis carnes saben a lozana vejación
sin hecho constitutivo de delito
a ojos de otras gentes,

mi menú diario, se compone de tu
autosuficiencia empanada del egocentrismo
superlativo de tu sombra,
nada de mí te asombra y
todo de ti me espanta,

a tu parecer, mis versos
son epitafios de un mal laxante
en tu momento de trono diario
soberbia de tus defecaciones ahogadas
en promesas jamás escritas, que
nunca conocerán las verdades
ataviadas en los burkas que esconden
mis esfínteres, me meriendo tu dul

ce presunción
de orgullo por saber elegir la madre
perfecta para tu camada,
inapelable a tu carencia de útero

y cada día me ceno tu petulante ego
masculino al creer que una mujer satisfecha
en la alcoba es dichosa en el alma,
erraste al seducir mis pasos dependientes
conformistas y plagados de veneración apasionada

mi postre, será tu ignorante patriarcado
esposado a mi ladina sorna
día
y noche

2 comentarios:

  1. Estimado Fernando, mil gracias por la difusión que realizas sobre mi escritura. He llegado hasta tu espacio por casualidad y me alegra enormemente comprobar la extensa selección de poemas que has escogido. Un abrazo

    Eva

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  2. un honor eva, a ver si coincidimos en algún evento de los muchos amigos comunes y tengo el placer de saludarte personalmente
    un abrazo
    Fernando

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