jueves, 11 de noviembre de 2010

1808.- ZULMA ZUBILLAGA



ZULMA ZUBILLAGA nace en 1959 en Coronel Mom, provincia de Buenos Aires, República Argentina. Actualmente reside en la ciudad de Chivilcoy. Es profesora en Lengua, Literatura y Latín. Por su labor poética obtuvo el 1° premio en el Concurso de Cuento y Poesía Juan Isidro Quesada (1994); 1° premio en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía 2001 organizado por la Fundación Litterae; 2° premio en el III Certamen Internacional José Martí organizado por la editorial C.I.E.N. en el año 2002; 2° premio en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía JunínPaís2003; 3° premio en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía (2004) organizado por la Sociedad Argentina de Escritores y la Municipalidad de Tres de Febrero y 1° premio en el Concurso Nacional de Cuento y Poesía JunínPaís2004, reconocimiento que le permite concretar la publicación del poemario El tiempo que deslumbra (2005). Cuenta con dos libros de poemas inéditos Viento de la pena y Res extensa. Ha coordinado talleres literarios y de lectura y se ha desempeñado como jurado en concursos literarios nacionales, provinciales e internacionales en la República Argentina. También ha trabajado como docente en Escuelas de Enseñanza Media de la ciudad de Chivilcoy. Co-dirige e integra el staff de la revista literaria "Fledermaus".



Res Extensa
(Fragmentos)



1

por qué de vos en vos este jumento
carga la palabra se despeña en cuerpo
contra sombra y frágil
o temida yo hube de servir el hambre
en caldos tristes composturas suaves
del morir: te nombro


2

ahora bebo la penumbra
subo del tendón al cielo
cimitarra en vos por el aciago linde
- por los cuerpos -
duele tu mitad febril la permanencia
suave de tus manos subo

3


es de noche salgo de pujar vacío
- pequeña conmoción de lana en el
cobijo - un caldo de negrura abarca
este silencio caigo en el amén
ahora voy al centro de tus ojos: callo

4


o qué de triste en vos cansado de buscar
mi cuerpo yo diseco el hueso
de la luz su cobertura parda la llanura
extensa de tus manos: ese
roce del silencio en yemas en miradas

5


de tanto preservar la piel
la calandria seca de la voz
yo hube de guardar el vientre
en quemas de lo tibio
- hubiera retemplado el címbalo
el perplejo en cubos de la luz
temblando -



6


ubique su temblor un poco calle
y no caía el sol apenas empinaba el
alba su negrura en fin en esta
dimensión de cárdena o palabra
yo supe que volvías yo lo dije

7


aquel rincón de cármenes azules
o la palabra echada en el rocío:
había pena entonces
un derredor de vos en mí como
callando nombres
siendo

8


qué delata el rastro del dolor ahora
quema de tus ojos alguna sombra
gris como empinada abarca
toca la hermosura

9


y habida cierta compasión o pena
aquella piel ardía en punición
de zarza de consuelo


10


yo dije que al morir sería salva en forma
de atributo con dolor o carne o parca
sí de tu silencio - ahora suelo repetir
el rito de rozar rozar tus ojos de beberlos -


11


no de olvido en vos como posesa
o presa de subir al tiempo
atada (atada) al canto quedo amaneciendo
-antaño había flores calles
emboscadas rastros de la fuga aquella voz
cercana fija- ahora toco el rastro
de la pena busco


12


entonces la primera sumisión el gozo de caer
al tiempo: sola contristada erguía los prudentes
tallos encima de la voz había
cosas cunas lavatorios ciertas conversiones
unos chirlos de maíz y tu palabra
siempre ardía en copas frías en tridentes

13


y yo no supe desligar el habla de lo triste entonces
sí callaba esto aquello y tu mirada lejos
(parca) se empinaba al gozo ardía

14


yo veía ese furor de labios de privanza
o iba de la muerte al hubo de saberte
en gracia en responso y la palabra
fresca en su materia urdía su misión
de rito se inmolaba

15


y ahora que despido larvas ciertas larvas frías
en el cuerpo suelo prescindir del sueño el gozo
el pan la urdimbre clara de tus manos


16


cómo ser en calma
entonces revolvía el tiempo las palabras
y un viento arisco
el caldo de la pampa entre los cuerpos
iba dislocando huesos labios
glebas de la luz (ardía)

17


ahora de lo poco saco una criatura
un dedo dislocado un hambre triste
así despido niños en el cuerpo
alguna llama seca algún hervor de
tiempo en tiempo -yo buscaba el eco
silenciado el rastro seco
de tus manos siempre -


18

caja de lo grave ahora suena
la chatarra triste el consistorio grave
de exiliarme: cuerpo mío tala de raíces
hondas blancas



19


no de vos en mí como diciendo
acá desnudo el pan
mojado en tiempo
voy a la impostura

20


algunas cartas secas
queman
la memoria
algún convite un golpe de mirada
acerca plenitud de muero
un dejo de seguir
amando


21


yo temía ser absuelta
de lo limpio o venía a celebrar
pronombres dichas arrancadas
a la muerte - no te nombro -
así debiste huir entonces alma
en tiempo en cosas
del cobijo santo (del cobijo)

22


y qué esta hartura grave
de lo suave
haciendo de los ojos
una llama opaca
fija

23

no de noches mansas digo
sino el tiempo detenido
entre las manos
clavado en un tapón de saña
de prodigio invicto
de prudencia
así de mí con vos
soplando abismos
algún reborde en sal
buscando


24

y qué esta hartura grave
de lo suave
haciendo de los ojos
una llama opaca
fija




"Fernando Sabido Sánchez agradece a Luis Alberto Vittor, Director Editorial y Fundador de la publicación argentina Analecta Literaria. Revista de Letras, Ideas, Artes y Ciencias[http://actaliteraria.blogspot.com/] la gentileza de permitirle republicar los poetas originalmente publicados en la revista en su blog Poetas para el siglo XXI."





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