lunes, 7 de marzo de 2011
3291.- MARGHERITA GUIDACCI
Margherita Guidacci. Poeta italiana (Florencia, 1921-Roma, 1992). Estudió literatura italiana en la Universidad de Florencia y fue profesora de la Universidad de Macerata. Entre sus numerosos poemarios cabe citar La arena y el ángel (1946), Neurosuite (1970), El vacío y las formas (1977) y El altar de Issenheim (1980). Es autora también de ensayos (Ensayos sobre algunos poetas y narradores estadounidenses, 1978) y ha realizado traducciones de E. Dickinson y de E. Bishop.
NO QUIERO
Todos sus instrumentos tienen nombres extravagantes
y difíciles, pero veo con cierta claridad
y , en el fondo, sé que sólo son
metros y tizas con los cuales miden
y marcan -miden y marcan
incansablemente-.
En los labios disponen alfileres como costurera:
me los apuntan al alma
y dicen: "Aquí haremos un buen dobladillo.
Después estarás mucho mejor".
No quiero que me corten un pedazo del alma!
Si no soy buena para entrar en su mundo,
está bien, igual no quiero entrar.
Soy un poeta, una mariposa, un ser
delicado, con dos alas.
Si las arrancan, me retorceré en la tierra,
pero no por eso me convertiré
en una hormiga alegre y obediente.
(Versión de M.L.)
PRIMER OTOÑO DE ELISA
Qué decirte, amor mío, qué decirte?
¿Que las uvas fueron vendimiadas
y todo jugo disuelto en dulzura?
¿Que telarañas de niebla
han estriado la tierra? En el bosque
todas las bayas han caído ya,
y queda la madera oscura y lúcida
y corre el año a su desembocadura
sobre las venas de las últimas hojas.
¿Qué decirte, amor mío, qué decirte?
Las palabras tienen un sentido
sólo si las nutre la memoria.
Pero tú no tienes recuerdo de estaciones,
mucho menos recuerdo de recuerdos:
eres nueva, eres fresca, intacta del ocaso
que apena la mirada de tu madre
mientras mira serena
este primer otoño tuyo.
(Traducción de Horacio Armani)
Madame X
Yo no soy mi cuerpo.
Me es extranjero, enemigo.
Aún peor es el alma,
y ni en ella me reconozco.
Observo desde lejos
las torpes acrobacias de esta pareja,
con frialdad, ironía -
con nausea, a veces.
Y mientras pienso que su ausencia
sería más ventajosa que el dolor,
eso y algo más.. Pero mientras pienso,
¿quién y dónde soy?
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