Lola Lugo Sánchez
Nació en La Aparecida (Orihuela), Alicante, España en 1962. Hija de emigrantes, pasó parte de su infancia y adolescencia en París. Allí, desarrolla su interés por la poesía y toma contacto con los poetas franceses. Estudia Filosofía en la Universidad de Sevilla. Actualmente vive y trabaja en Priego de Córdoba, impartiendo clases de filosofía en el I.E.S Álvarez Cubero.
Ha participado en diferentes revistas literarias como el Coloquio de los perros y La Botica; asimismo, en diferentes blogs relacionados con el arte y la literatura. En el 2009, su poemario “Raíces al aire” recibe el primer premio de poesía internacional Traspasando Fronteras que concede la Universidad de Almería. Ha sido seleccionada por el poeta de Gijón, David González, para participar en la Antología de mujeres poetas, La manera de recogerse el pelo, que la editorial Bartleby presentó el pasado 23 de abril en Madrid.
No – no puedo liberarme de tu sombra
de árbol viejo.
De tu herida perfecta – goteando
la oscura renuncia.
La miel negra – que lames en silencio.
No puedo ir – más allá del acantilado
homicida – donde la luna
nos niega una taza de amor
y nos deja tan solos.
(De "En la dirección opuesta")
Es un tira y afloja – la vida – un deshacer
lo vivido – un volver sobre los pasos
sabiendo que es inútil – que el recuerdo
es un calco.
Pero nos pinchamos con la nostalgia.
Bajo un puente – en un banco
o en aquellos jardines – con olor a madreselva.
Nos drogamos – aun sabiendo que el tiempo
es el juego de la memoria
y que recordar – es tan sólo un préstamo.
(De "En la dirección opuesta")
Me gustaba andar descalza.
Sentir el pálpito de la tierra bajo mis pies.
Hacer un ovillo de polvo,
jugando con un palito en el suelo,
y escarbar en un viejo muro.
Tesoro sin retorno de la infancia perdida.
Porque los niños hablan otro idioma.
Están cerca del origen,
del frío misterio del barro.
Los niños están a merced
de las decisiones de los adultos.
Intuyen los cambios como pequeños animales
que anticipan la tormenta.
¿Pero qué extraña criatura
nacerá de la densidad y el aguacero?
( De "Raíces al aire")
Las raíces al aire
son un pájaro que duerme
en el corazón de un cardo.
Son un sol pálido
que a duras penas reconoces.
Son el temblor de una patera
atestada de enormes ojos,
frágiles barcazas
de incertidumbre y pobreza.
La canción de sal de los niños,
con ojos de ciruela.
(De "Raíces al aire")
Me hubiese gustado
poder ensamblar las palabras
de otra manera.
Encontrar su lugar exacto.
Tenerlas entre mis manos
como un juguete reconocible.
Montar con ellas un castillo
y pasearme por sus almenas.
Sin embargo aquí ando
peleando para que me comprendas.
Sabiendo de antemano
que la batalla está perdida.
Aquí estoy.
Y ya no se sabe qué o quién
alimentó tanta espera.
Tal vez algo insignificante.
O tal vez olvidamos
a fuerza de costumbre
los motivos.
Y sólo nos queda
aguardar
detrás de la puerta
el eco de nuestros pasos.
LA MANERA DE RECOGERSE EL PELO
Bartleby Editores
Poema y cuadro Lola Lugo
Y a pesar de todo- amas como el que odia
como el que saquea los amaneceres
y nada espera
amas- con la piel- con tus huesos
como los perros- por las esquinas
y hueles a orín- y lluvia
mientras yo- ya no te veo.
Muchas gracias Fernando por poner mis poemas en tu blog. La verdad, me ha gustado mucho y saber que tu pueblo es Peñarroya. Estuve varios años viviendo en Azuaga y suelo ir bastante por esa tierra de encinas y jaras,ese paisaje que tanto me inspira.
ResponderEliminarGracias también por el libro La manera de recogerse el pelo. Un saludo afectuoso. Lola Lugo.
lola, también mis raíces son de azuaga,
ResponderEliminarmis abuelos paternos y mi padre nacieron
allí, por lo que te doy la razón en lo
del paisaje extraordinario y tranquilo
un fuerte abrazo
Nando