lunes, 6 de diciembre de 2010

BERNARDO ATXAGA [2.346]



Bernardo Atxaga


Seudónimo de José Irazu Garmendia, nació en Aesteasu, provincia de Guipúzcoa, el 27 de julio de 1951. Es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Bilbao y en Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona.
Escribió sus primeras obras en vasco bajo el pseudónimo de Bernado Atxaga. Es autor de poemas, cuentos y novelas, así como de una veintena de libros para niños.
La edición de Obaboak representó su consagración en tanto en el ámbito vasco como en el mundo hispánico. La traducción a más de veinte idiomas de esta obra han reportado al autor un merecido respeto, revalidado hasta la fecha sin excepción en cada una de sus entregas.
Su manejo exquisito del mundo interior, convirtieron a Bernardo Atxaga en excelente e insoslayable referencia de la expresividad y la solidez del euskera como lengua culta. La soberbia transparencia de su estilo, la emocionante sencillez de sus argumentos y la elocuente consideración de sus imágenes configuran a Bernardo Atxaga como uno de los creadores de mayor hondura y originalidad en el panorama literario hispánico actual.
Se ha estrenado, en estos días, la película de Montxo Armendáriz, Obaba, basada en los relatos de Atxaga, la cual ha sido elegida por la academia para representar a España en la próxima edición de los Oscars de Hollywood.

BIBLIOGRAFÍA

Narrativa

· Obabakoak. Editorial Erein, 1988 Trad. Castellano: ediciones B
· El hombre solo. Editorial Pamiela, 1993
· Esos cielos. Editorial Erein en1995. Ed.Castellano Ediciones B
· Memorias de una vaca. Editorial Pamiela, 1991 Castellano: Círculo de lectores, 1995
· Cuando la serpiente mira al pájaro. Erein, 1984 Castellano: Círculo de Lectores, Edición Club, 1996
· Dos hermanos. Ed.Erein, 1985 Tard,castellano Ediciones B 1997
· Lista de locos y otros alfabetos.Editorial Erein, 1998 y en castellano por Ediciones Siruela, 1998.
· Un espía llamado Sara SM. El gran angular, 2000
· El hijo del acordeonista Ed. Alfaguara, Grupo Santillana, 2004

Poesía

· Etiopía Euskera: Ed. Pott, 1978 Erein, 1983
· Henry Bengoa, Inventarium. Euskera: Elkar, 1988
· Poemas & Híbridos Traducción al castellano de los dos libros anteriores Visor, 1990. Edición de bolsillo en Plaza y Janés, 1997.
· Nueva Etiopía Recopilación de canciones y poemas en un paquete libro y CD publicado por El Europeo, Madrid,1996
· XX. mendeko poesia kaierak. Susa, 2000

Literatura infantil

· Nicolasa, aventuras y locuras Nikolasaren abenturak eta kalenturak Ilustraciones de Juan Carlos Eguillor Euskera: Elkar, 1979 Castellano: Ediciones B, colección Marabierto, 1989
Catalán: (Nikolasa, històries i cabories) Ediciones B, colección Marobert, 1989 La Magrana, 1998, con nuevas ilustraciones de Pep Montserrat
· Ramuntxo detective - Ramuntxo detective Euskera: Elkar, 1979 Castellano: Ediciones B, colección Marabierto, 1989 Catalán: Ediciones B,colección Marobert,1989 La Magrana 1998,
· La cacería Editorial Altea, 1986
· Chuck Aranberri en el dentista - Chuck Aranberri dentista baten etxean Euskera: Erein,1982 Catalán: La Magrana 1985
· Cuentos y cantos de Siberia - Siberiako ipuin eta kantak Euskera: Serie de 4 libros publicados por Erein Catalán: Traducidos y publicados por Ediciones Bromera (1992) Castellano: La anterior colección ha sido editada en Latinoamérica por la editorial Laboratorio Educativo (Venezuela), 1998. Títulos:
· Los burros en la carretera - Flannery eta bere Astokiloak Euskera por Elkar (1991). Traducida al castellano (Ediciones B, 1992, Colección Hora Cero. Se editó un disco con las canciones que se incluyen en los relatos, Flannery eta bere astokiloak (Elkar,1986) con música de Juan Carlos Pérez y una serie de dibujos animados que se emitieron en lengua euskera por Euskal Telebista en 1993 Castellano: Los burros en la carretera. Ediciones B, 1992
· Shola y los leones - Xolak badu lehoien berri Es el primero de una serie de diez libros infantiles basados en el personaje Xola. Ilustraciones: Mikel Valverde Publicado en euskera por Erein (1995) Castellano: Ediciones SM, 1995 Círculo de Lectores, 1997 Catalán: Cruïlla, 1996

PREMIOS

1983 Premio "Xavier Lizardi"
1988 Premio Euskadi
Premio Millepages
1978, 1985, 1988, 1993, 2003 Premio de la Crítica
1989 Premio Nacional de Literatura




El erizo

El erizo despierta al fin en su nido de hojas secas,
y acuden a su memoria todas las palabras de su lengua,
que, contando los versos, son poco más o menos veintisiete.

Luego piensa: El invierno ha terminado,
Soy un erizo, dos águilas vuelan sobre mí;
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?
Ahí está el río, Es mi territorio, Tengo hambre.

Y vuelve a pensar: Es mi territorio, Tengo hambre,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
¿En qué parte de la montaña os escondéis?

Sin embargo, permanece quieto, como una hoja seca más,
porque aún es mediodía, y una antigua ley
le prohíbe las águilas, el sol y los cielos azules.

Pero anochece, desaparecen las águilas, y el erizo,
Rana, Caracol, Araña, Gusano, Insecto,
Desecha el río y sube por la falda de la montaña,
tan seguro de sus púas como pudo estarlo
un guerrero de su escudo, en Esparta o en Corinto;

Y de pronto atraviesa el límite, la línea
que separa la tierra y la hierba de la nueva carretera,
de un sólo paso entra en tu tiempo y el mío;
Y como su diccionario universal
no ha sido corregido ni aumentado
en estos últimos siete mil años,
no reconoce las luces de nuestro automóvil,
y ni siquiera se da cuenta de que va a morir.







La vida según Adán

Enfermó Adán el primer invierno después de su salida del paraíso
y asustado con los síntomas, la tos, la fiebre, el dolor de cabeza,
se echó a llorar igual que años más tarde lo haría María Magdalena,
y dirigiéndose a Eva, "no sé qué me ocurre" gritó, "tengo miedo"
"amor mío, ven aquí, creo que ha llegado la hora de mi muerte".

Eva se sorprendió mucho al oir aquellas palabras, amor, miedo, muerte
y le pareció que pertenecían a una lengua extraña, ajena al paradisiaqués,
y anduvo con ellas en la boca, masticándolas como pepitas, como raíces,
hasta que creyó, amor, miedo muerte, comprender enteramente su sentido.
Para entonces Adán ya se había repuesto, y volvía a sentirse feliz, o casi.

Fue sólo, aquel hecho extraparadisíaco, el primero de una larga serie,
de modo que Adán y Eva siguieron, por así decir, recibiendo clases intensivas
de la lengua que decía amor, miedo, muerte, aprendiendo palabras como
cansancio, sudor, carcajada, carcaj, carcamal, canción, caricia o cárcel;
a medida que crecía su vocabulario, las arrugas de su piel aumentaban.

La hora de la muerte, la verdadera, le llegó a Adán siendo ya muy viejo,
y quiso entonces transmitir a Eva lo que había aprendido, su última verdad.
"¿Sabes, Eva?", le dijo, "la pérdida del paraíso no fue en realidad una desgracia".
A pesar de los trabajos, a pesar de lo del pobre Abel y todos los demás conflictos,
hemos conocido lo único que, noblemente hablando, puede llamarse vida.

Sobre la tumba de Adán se derramaron lágrimas corrientes, de agua y sal,
que cayeron a tierra y no criaron jacintos, ni rosas, ni flores de ninguna clase,
y de todos ellos fue Caín el que, paradójicamente, con más desgarro lloró;
Luego Eva recordó con cariño el susto de Adán cuando su primera gripe,
y todos se calmaron, y se fueron, y tomaron algo, y comieron un bollo.






Una altra Pietá

Nuestras tías, y lo mismo nuestras madres,
reparaban tarde en la importancia de la vida,
nunca antes de los setenta o de los sesenta,
y estupefactas ante aquel descubrimiento,
perdían la cabeza durante varias semanas:
olvidaban la cita de los jueves con sus hijos
hacían compras tontas en el supermercado,
hablaban por teléfono a gritos, interminablemente
como si en su patio hubiesen visto un ovni.

Más tarde, dispuestas a recuperar su tiempo,
nuestras tías, y lo mismo nuestras madres,
daban su nombre para las clases de gimnasia
promovidas por el ayuntamiento, "soy Mengana
por favor no me pregunte la edad que tengo";
a partir de entonces, bailaban al compás
de los números, dando carreras, chillidos, saltos,
Uno Dos, Uuno Dos Tres y Arriba, Uno Dos.
El polideportivo recogía sus risas con frialdad.

Cumplidoras fieles de las órdenes del profesor
seguían adelante con sus carreras, chillidos, saltos,
y de vez en cuando se marchaban todas a cenar
dejando el chándal y vistiéndose con elegancia;
luego, un día, se mareaban durante el desayuno
y caían redondas sobre uno cualquiera de sus hijos;
morían poco después, a primera hora de la mañana,
mientras sus amigas, en el polideportivo, coreaban
el Uno Dos, Uuno Dos Tres y Arriba, Uno Dos.





Las gaviotas

Todas las tardes
se reúnen las gaviotas
frente a la estación del tren:
Allí repasan sus amores.

En su libro de memorias
dos flores de sándalo:
una señala la página de los puentes,
otra la de los suicidas.

Y también guardan una fotografía
del mendigo que, hace tiempo, transportaba
los despojos del mercado.

Pero su pequeño corazón
-que es el de los equilibristas-
por nada suspira tanto
como por esa lluvia tonta
que casi siempre trae el viento,
que casi siempre trae el sol.

Por nada suspira tanto
como por el inacabable
(cabalé, cabalá),
continuo mudar
del cielo y de los días.





POEMAS & HÍBRIDOS, DE BERNARDO ATXAGA

Colección Visor de Poesía.
Selección y versiones del propio autor (1974-1989)

Edición bilingüe traducida y/o versionada por el propio Atxaga.


La vida que yo veo

La vida que yo veo
anhela los extremos confines,
el Desierto, la Selva, y nada más.

Veo que Setiembre,
el de los Rojos Helechales,
deplora su materia;
que hubiera preferido ser
sólo Nieve, Inmensidad y Lobos.

Veo que el Sol
sueña con la pura Luz,
y que la Noche
añora los tiempos primordiales,
cuando todo era noche.

Miro también a mi corazón,
y descubro que sus deseos
se resumen, desgraciadamente,
en dos palabras:
la palabra Siempre,
la palabra Nunca.








La ciudad

La ciudad toma los deshilachados vestidos del otoño;
La llovizna y la tristeza de la herrumbre
son sus cintas y sus velos,
y la luna muere
al huir entre la niebla baja como un mirlo
de cabeza bermeja entre los remolinos de la nieve;
Y desde el viejo puente (allí desembarcaban,
hace mucho tiempo, los embajadores flamencos),
la vendedora de periódicos mira al río
como a un diccionario de voces desconocidas;
(…)





Familia VI
(Shola habla sobre cómo es el mundo)

El mundo es muy grande,
es bastante infinito.
Lo sé porque he viajado
en coche, en avión, etcétera.

¿Cuántos sitios tiene?, me pregunto.
Exactamente cinco sitios, me respondo
después de hacer mis cálculos.

Tiene uno que está lleno de gatos.
Está muy bien, hago mis persecuciones.
Es un sitio bueno, ya digo.

Tiene otro sitio que está muy lejos de Aquí.
Está muy lejos de Aquí y se llama Pekín.

El tercero es un sitio con una señora.
Ella come muy bien Allí.
Yo también como muy bien Allí, siempre carne.
Es de lo mejor que conozco.

Hay también otro sitio que está arriba del todo,
y tiene muchas cosas, estrellas etcétera.

Hay por fin un quinto sitio en el mundo,
un sitio al que yo llamo Aquí.
Le llamo Aquí porque siempre estoy aquí.
A la gente de Aquí no le gusto nada.
Un día iba por la calle y me pegaron.
Esto que pasa Aquí me pone muy triste,
y sólo una cosa me consuela.
Me consuela pensar
Que nadie es croqueta en su tierra.




Poema de invierno

Así fue como acabó el undécimo mes, Noviembre
con el canto de las ocas salvajes
que marchaban hacia el Sur.

Y tú miraste hacia aquel cielo, para decir:
Si tuviera alas, también yo me esforzaría
en busca de nuevas tierras,
también yo levantaría mi campamento
en una playa llena de banderas amarillas;
quizá entonces trabajara mejor el tiempo,
quizá entonces olvidara para siempre
las murallas y la gente de esta ciudad.

Y, recuerda, yo sólo te hice una pregunta:
¿Por qué somos tan infelices?
De morir un mes más tarde
habría visto nieve
en nuestro jardín.

Seguíamos hablando
cuando los oscuros ángeles
que se lo llevaron
se llevaron también la tarde.

Así fue como acabó el undécimo mes, Noviembre:
Con el canto de las ocas salvajes
que marchaban hacia el Sur.



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