miércoles, 24 de noviembre de 2010

2084.- JARA BEDMAR


Licenciada en C. C. de la Información. Estudió Periodismo en un centro adscrito a la Univ. Complutense de Madrid. Tras un largo etcétera en empresas del sector periodístico, en la actualidad dirige el departamento comercial de varias revistas de tirada nacional, colabora con medios - periódicos digitales, revistas y empresas en las áreas de Comunicación, Marketing y Publicidad - y compagina su labor profesional con la participación activa en recitales, talleres y tertulias literarias.
Escribe poesía desde los 9 años. Fue Vocal artístico de la Asociación Artístico- Literaria Versos Pintados del Café Gijón. En la actualidad es miembro de la Asociación cultural La Vida Rima y participa activamente en la Tertulia Gerardo Diego del Café Oriente, todas ellas de Madrid. Ven ¿eh? No (2008) fue su primera obra publicada.

Su blog http://silberia.blogspot.com/







VEN- ¿Eh?- NO

Silberia,


Te ingerí.


Una a una
relamo las palabras
que no te soportan
y se suicidan de tu boca
hasta los pies.


Pies
que infunden terror
en mis venas
cuando se acercan
y yo los beso
desesperada
una
y otra vez.


Y otra vez
saco brillo a tu sombra,
de rodillas,
agazapada,
del revés.


Del revés
se quedó el mundo
cuando
tus risas
me hicieron creerte,
cuando te dije sí.


Así
se quedó.
Así sigue.
Ya ves.


Llaves
que me encierran
y que abren las cicatrices
de cada dosis de dolor
desde que sentí ser tu heroína
siendo sólo
un envés de tu
propio yo.
Qué tonta fui.


Fui tonta
porque me di entera
y ya no me encuentro.
Tonta
porque caí enferma
de ti,
por ti.


Y por ti,
ahora,
los oídos me sangran
y me manchan
las camisas
que recién plancho.


Como cuando plancho
mis ojos
para secarlos
y doblaros
en el cajón de mis latidos
sin hacer ruido al cerrarlo
por si despiertas.


Como cuando me despiertas
y con puñetazos
me abandonas a las puertas.
Y me dejas seca.
Sin sangre.


Porque la sangre
es roja
pero morada
cuando se coagula
y se seca,
la bolsa, a veces, hueca
como tu voz sin eco
en mis sienes grises
que ven oscuro contigo
el ahora.


Ahora,
que ya no pueden bailar niños
en mi útero
y no sé qué es ser mujer.


Pero mujer se nace.
Se es.


Y antes que ser la tuya
prefiero
morir.
De sed.
Por ser.








SÓLO TU BOCA

En tu cama
dos cuerpos,
como voces
en verso.

_____________Mi cuerpo
____________Como versos

Palabras,
mis besos.
Los labios
en tu cuerpo.





Tu cuerpo.
Sólo tu cuerpo.





En mi tinta
tu boca.
Tu pluma
en mi estrofa.

_____________Mi cuerpo
____________Como versos.

Tu prosa
en mis manos.
Mi verbo
en tu boca.

Tu boca.
Sólo tu boca.











ME FUMO HASTA LAS LETRAS

Me fumo hasta las letras.
Aspiro la sapiencia de otros.
Me contagio con sus humos.
Aliento mis pulmones buscando el significado de cada uno de sus incendios internos.
Me es imposible leerles sin que me duela la voz,
sin dañarme el alma.
Enciendo otro cigarro. Recuerdo sus cenizas.
Retomo la sensación de las colillas de sus frases en mis labios
y me pregunto si tendré tiempo y espacio para consumir a todos.
Calada a calada
me vuelvo más adicta a la nicotina de sus páginas;
reconozco el mono sólo cuando las mías todavía siguen en blanco.
Descanso tras absorberles. Asimilo lo leído.
Miro por la ventana. Recobro el aliento.
Observo el alquitrán y respiro otro aire…
… esta vez,
menos puro.








SOMBRAS



Quedemos.
En alguna parte.
Pero no permanezcamos para siempre.
Permanecer es
más que quedarse y,
eso,
puede ser demasiado tiempo.

Vayamos
hacia a esa parte
donde quepamos de pie
para que nuestras sombras no se enreden
en nuestros tú y yo.
Si alguien debe enredarse,
esos son nuestros cuerpos
y no ellas,
-las sombras-
que luego pesan más que nosotros mismos
y cuesta desenredarlas.



Publicado por las afinidades electivas - España

No hay comentarios:

Publicar un comentario