lunes, 14 de febrero de 2011

3030.- SOLEDAD ALTAMIRANO MURILLO


SOLEDAD ALTAMIRANO MURILLO
Nací en Lejamaní, Comayagua, Maestría en Literatura Centroamericana, Segundo lugar en el concurso de Poesía convocado por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán en 1997 y el Primer Lugar en el mismo concurso en 1998. Participé en el XII Encuentro de Mujeres Poetas en el País de las Nubes en México, en Jornadas de Literatura Centroamericana en Toluca, México,en el 2004, Coloquio de Literatura Hondureña en Guatemala en el 2006. He sido antologada en 'Poemas de Raíces Mágicas' en el marco del encuentro de Mujeres Poetas en México y en la antología 'Versos del Mundo' en México, 2005 compilación hecha por la poeta Lina Zerón.
Publicación 'Cronología de una Ausencia' [Poemas], Pez Dulce, 2001, Primera Edición: 2da. Edición por la Editorial 'Letra Negra' de Guatemala en 2003.
Actualmente laboro como docente en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán de Tegucigalpa, Honduras.






NO TE BUSQUÉ

No te busqué
en las vetas desgastadas
del tiempo,
ni te grité en las voces
delgadas de los hombres.
Caminé largas noches
ahuecando las horas
con mis pasos
y no te encontré
por los hondos abismos.
Tan cerca de mi estabas,
que al roce de mi sueño
con tu dolor herías.
Te llevaba en el alma,
tallado en un poema.
Y un enorme dolor
me comenzó
a latir con tu llegada.







A QUÉ LE TIENES MIEDO

A qué le tienes miedo.
A mi cuerpo de bailarina,
a mi mirada lasciva,
a mis labios.
Solamente quiero
acariciar la tez
de tus ardores
y musitar
tiernas palabras
en el membrillo
de tu piel.








HOY

Hoy
que me siento rota
como ola en acantilado,
tu ausencia
es una sombra
que no se va con la noche.
No se porqué
reclamo
la tibieza de tus brazos,
si ya entendí
que me expulsaste de tu piel.
Aquí reinará tu recuerdo.
He de olvidar esta pasión
que me fragmentó en gotas.
Olvidaré que quize
que naufragaras
en mi vientre.






Ten paciencia

Ten paciencia
un día de éstos
te daré la libertad
de tiritar entre mis hojas
de ver cómo tus veleros
despuntas los jeroglíficos
de mis ocasos.

Atravesarás la penumbra
que gira bajo las piedras
y los montes incendiarán
las lluvias que se fueron
de mis dedos.

Entonces
la luna ofrendará
sus contornos a tu sangre.






Tu llegada

Llegaste
con todo el color
de la aurora despierta;
de espaldas al prejuicio
y a solas conmigo
tejiste mi cuerpo de luz,
lo poblaste de polen
y le diste un puñado
de tu mar.

Llegaste a mi vida
acortando distancias
un día de abril.

Yo te otorgué todo:
tierra, océanos,
corrientes de aire
y estaciones.





Rosicler

(A mi madre, por haberme enseñado
a amar la poesía).

En las noches,
los relámpagos somnolientos
dejan esparcidas luciérnagas
que me regalan su luz.

Mientras las manos
de mi madre,
como pequeñas
musas de la aurora,
hilvanan estrellas
en mis cabellos.





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