Tomaso Pieragnolo
Tomaso Pieragnolo nació en 1965 en Padova, Italia. Desde hace veinte años vive entre Italia y Costa Rica. Sus libros más recientes son: nuovomondo, Editorial Passigli, 2010, (finalista en el Premio Palmi, Metauro, Minturnae, Marazza, ganador del Premio Saturo d’Argento), L’oceano e altri giorni, Venezia, 2005, (finalista en el Premio “Libero de Libero”, ganador del Premio “Minturnae Giovani 2005”, finalista en el Premio “Gozzano di Belgirate 2005”, en el Premio “Ultima Frontiera 2006” de Volterra), el poemario Lettere lungo la strada, Venezia, 2002, (segundo en el “Premio Internazionale Città di Marineo - Sicilia 2003”, finalista en el Premio “Gozzano di Belgirate 2004”) y la antología en español “Poesía escogida”, 2009, Editorial de la Universidad de Costa Rica. Como traductor ha publicado Questo è il bosco e altre poesie de Eunice Odio, 2009, Editorial Via del Vento, (Premio Especial “Camaiore” para la traducción), Gli infimi crepuscoli de Laureano Albán, 2010, Editorial Via del Vento, y Poesie imperdonabili de Laureano Albán, 2011, Editorial Passigli (finalista en el Premio Internacional Camaiore y en el Premio Marazza para la traducciòn.) Colabora con revistas culturales y literarias y con editoriales.
Dos naranjas
Si la vida termina esta noche
y no he apagado la luz,
ni girado la llave en la cerradura,
ni rehecho la cama
para mil sueños todavía
y el teléfono suena sin respuesta;
por cuantas conchas
yo querría surgir otra vez,
por cuantas flores sembrar,
por tantas hojas dispersarme.
Pero si la vida termina esta noche
y tus manos no son más
dos naranjas que vuelan,
el olor puro de la tierra,
la sombra verde de las hojas,
la dádiva del agua
sobre la piel deshabitada;
mira, entonces estoy listo,
parto para quedarme y vuelvo
donde nunca he sido,
llego cuando no me esperan y hablo
con el vacío desinteresado del viento,
seco el día de su
silenciosa humedad
y me rindo al sol
y a tu sonrisa.
Due arance
Se la vita finisce stasera
ed io non ho spento la luce,
non ho girato la chiave nella toppa,
non ho rifatto il letto
per mille sogni ancora
e il telefono squilla senza riposta;
per quante conchiglie
vorrei sorgere ancora,
per quanti fiori seminare,
per tante foglie disperdermi.
Ma se la vita finisce stasera
e le tue mani non sono più
due arance che volano,
l´odore puro della terra,
l´ombra verde delle foglie,
il dono dell´acqua
sulla pelle disabitata:
ecco, allora son pronto,
parto per restare e torno
dove non sono mai stato,
arrivo quando non mi aspettano e parlo
con il vuoto disinteessato del vento,
asciugo il giorno dalle sue
silenziose umidità
e mi arrendo al sole
e al tuo sorriso.
Tú no lo sabes
Tú no lo sabes, amor,
pero hay países enteros
en tus ojos;
hay ríos que giran lentos
para llegar al mar,
agua fría de montaña
que salta de roca en roca
como risas de niños felices
que sólo tú, amor,
y yo oímos.
Tú no lo sabes,
pero hay tierras enteras
en tus ojos;
hay historias que dejan signos
jamás acariciados,
agujas de pino y silencio y hongos
olorosos de húmeda tierra;
hay vidas pasadas y futuras,
las nuestras, presentes,
que dejan el olor del alba matinal
donde yo me agacho, amor, sobre tus ojos
para besar el cielo.
EN COCINA
Cantas.
Y en la cocina azul inundada por el Sol
como el verano en su pedido de oro,
tu voz de manantial rebota delgada
entre el tomate y la sal, el aceite y la cebolla
y sobre las afiladas preguntas del romero
tu nariz ahonda para buscar los sabores
de la infancia feliz
y tus manos sabias acarician la piel
de las pobres papas enterradas,
lavando la tierra de una vida campesina.
Cantas:
y es por eso que la primavera está volviendo.
LO QUE NO HAY
Ahora quiero partir tranquilo.
Sé que no puedo tenerlo todo;
no puedo tener
pan para todos,
zapatos para todos,
ventanas para todos
y sé que en el mundo
no hay campo para la verdad.
Hay intereses impopulares
que sostienen la mentira de unos pocos
y breves motivos de decepción
entre los tenedores y las cucharas de plata;
hay semillas de discordia
que duran generaciones enteras
y ciudades
como fantasmas heridas
que se extienden a los confines
de la buena sociedad.
Pero ahora quiero partir tranquilo.
Sé que no puedo tenerlo todo;
Pero lo que no hay
me faltará siempre.
Poemas de Tomaso Pieragnolo
(Padova, 1965)
Tomaso Pieragnolo è nato a Padova nel 1965 e da vent’anni vive tra Italia e Costa Rica. La casa editrice Passigli di Firenze ha pubblicato il suo ultimo libro, il poema “nuovomondo”, finalista al Premio Palmi, Metauro, Minturnae, rosa finale del Premio Marazza e vincitore del Saturo d’Argento – Città di Leporano. Fra le sue precedenti pubblicazioni: “Il silenzio del cuore” (1985), “La lunga notte” (1987, Premio Giovani Città di Palermo), “Lettere lungo la strada” (2002, premiato al Città di Marineo e finalista al Guido Gozzano di Belgirate), “L’oceano e altri giorni” (2005, finalista ai Premi Libero de Libero, Guido Gozzano di Belgirate e Ultima Frontiera e vincitore del Premio Minturnae Giovani). Una sua selezione di poesie scelte è stata pubblicata in spagnolo dalla Editorial de la Universidad de Costa Rica e dalla Fundación Casa de Poesía (“Poesía escogida”, 2009). La sua attività di traduttore di poesia latinoamericana si è svolta in collaborazione con la rivista Sagarana, nella quale dal 2007 ha proposto principalmente autori del Costa Rica e del Centro America, non ancora tradotti in Italia, e con alcune case editrici, che hanno pubblicato le sue traduzioni di Eunice Odio (“Questo è il bosco e altre poesie”, Via del Vento 2009, Menzione Speciale Camaiore per la traduzione) e di Laureano Albán, (“Gli infimi crepuscoli”, Via del Vento 2010 e “Poesie imperdonabili”, Passigli 2011, finalista Premio Internazionale Camaiore, rosa finale Premio Marazza per la traduzione). Ha pubblicato inoltre per La Recherche due ebook di traduzioni di autori ispanoamericani, “Nell’imminenza del giorno” (2013) e “Ad ora incerta” (2014). Nel 2015, in collaborazione con Rosa Gallitelli, ha curato per la casa editrice Passigli la prima antologia italiana bilingue della nota poetessa costaricana Eunice Odio “Come le rose disordinando l’aria” (finalista Premio Città di Morlupo).
Dal libro “L’oceano e altri giorni” (Venezia, 2005)
NICARAGUA – EN EL CONFÍN
Subía en tus ojos la extensión
de un nombre que la tierra retenía,
el abierto calor de las aguas culminadas
en la ligereza de la distancia,
el fuego retenido de los volcanes
que ahuyentaba de las flores el rocío,
el alba reunida en la frente de las madres
que se hundían en el río,
el horizonte como una nube rozada
sobre la línea desnuda de una gota
y aquella gota sola
era mi boca que te besaba.
Amiga mía, mujer de agua, o costa
donde aguardar un día sin edad,
hendidura en la madera tardía
donde meses pacientes aumentaron
la miel del amor de hora en hora
en la noche impasible del bosque;
cuando volveremos, un día,
donde ya hemos nacido,
sabrás que nuestro mundo
es un reverso de medallas,
que un tiempo más perfecto no existe
y que los recuerdos son peces en los acuarios,
que una flor entre los cabellos puede volar
si los días guardados no se aclaran;
sabrás que los universos son milímetros,
que tu nombre pertenece a todo el mundo
y que el amor permanece un don posible
si una fuerte cordillera lo sostiene.
Sabrás, aquel día, tal vez todo y tal vez nada
y como por fin nos rendimos
en el agua interminable de un beso.
NICARAGUA - SUL CONFINE
Saliva nei tuoi occhi l’estensione
di un nome che la terra tratteneva,
l’aperto calore delle acque culminate
nella leggerezza della distanza,
il fuoco trattenuto dei vulcani
che fugava dai fiori la rugiada,
l’alba riunita sulla fronte delle madri
che si immergevano nel fiume,
l’orizzonte come una nuvola strisciata
sopra la linea nuda di una goccia
e quella goccia sola
era la mia bocca che ti baciava.
Amica mia, donna d’acqua, o costiera
dove attendere un giorno senza età,
fessura nel legno tardivo
dove mesi pazienti aumentarono
il miele dell’amore a ore ed ore
nella notte impassibile del bosco;
quando torneremo, un giorno,
dove siamo già nati,
saprai che il nostro mondo
è un rovescio di medaglie,
che un tempo più perfetto non esiste
e che i ricordi sono pesci negli acquari,
che un fiore tra i capelli può volare
se i giorni custoditi non si appurano;
saprai che gli universi sono millimetri,
che il tuo nome appartiene a tutto il mondo
e che l’amore resta un dono possibile
se una forte giogaia lo sostiene.
Saprai, quel giorno, forse tutto e forse niente
e come infine ci arrendemmo
nell’acqua interminabile di un bacio.
LAS TORTUGAS DE JUAN
Pescador arrepentido de ser hombre,
cortado de aire denso
en la cavidad del día
Juan depone sus lanzas arteriosas,
ciertas lianas que fijaron sílex,
las rápidas redes de ingenio vegetal
que cerraron en roncos canastos
el conflicto de plata en movimiento.
Espera la erupción del atardecer
sobre el plúmbeo galope oceánico,
el rumbo verde del follaje
que perpetúa latitudes,
el volumen del color que cae
en el pozo negro de la noche,
revelando lenguas de fuego azul
en las moradas inhabitadas.
Sólidas cabezas como piedras desnudas
de tortugas rumiantes
afloran a lapsos del agua oscura
varándose, rendidas, en la costa;
silencioso como la arena
sumerge entre los flujos incendiados
el pequeño hombre Juan,
pescador arrepentido o nuevo pez
desaparece en el tajo de la sal
apagando su metamorfosis,
gravemente incorpóreo vuela
agarrado a la cáscara ciega
de sus inmensas mariposas.
Recuerdo que volverá a la orilla
con la noche en la grávida boca
y un don para mi que me quedé;
de las abismales evoluciones
un fragmento de gota, o cáscara, o estrella,
que traigo como amuleto nocturno
después de tantos lugares o segundos;
¿ pero bastará esta fragancia desnuda
para la sombra de una sola eternidad?
LE TARTARUGHE DI JUAN
Pescatore pentito d’esser uomo,
stagliato d’aria densa
nell’incavo del giorno
Juan depone le sue lance arteriose,
certe liane che fissarono selci,
le rapide reti d’ingegno vegetale
che strinsero in rochi canestri
il conflitto d’argenti in movimento.
Attende l’eruzione del tramonto
sul plumbeo galoppo oceanico,
il rombo verde del fogliame
che perpetua latitudini,
il volume del colore che cade
nel pozzo nero della notte,
rivelando lingue di fuoco azzurro
nelle dimore inabitate.
Solide teste come pietre nude
di tartarughe ruminanti
affiorano a tratti dall’acqua cupa
arenandosi arrese lungo costa;
silenzioso come la sabbia
sommerge tra i flutti incendiati
il piccolo uomo Juan,
pescatore pentito o nuovo pesce,
sparisce nello strapiombo del sale
appagando le sue metamorfosi,
gravemente incorporeo vola
aggrappato al guscio cieco
delle sue immense farfalle.
Ricordo che tornerà sulla riva
con la notte nella gravida bocca
e un dono per me che sono rimasto;
dalle abissali evoluzioni
un frammento di goccia, o guscio, o stella,
che reco come amuleto notturno
dopo tanti luoghi o secondi;
ma basterà questa fragranza nuda
per l’ombra di una sola eternità?
EL TREN QUE NUNCA LLEGA
Huye un reptil de escamas ferrosas
rozando sobre rieles interminables,
soplando sumergidos reinos
que un tiempo fueron cometas
en el arco de las abiertas praderas,
llevándose un rebaño de nombres crudos
que nunca aprendieron a hablar,
a ser microbios de las minas,
bestias enyugadas en las plantaciones;
pero este tren que nunca llega,
que no parte, que no viaja más
donde lo esperan hirsutos recuerdos
a la lucha del puro sol irreparados,
hipnóticos mestizos al horizonte
como severas estatuas hincadas,
mujeres densas con hijos y pollos
en las espaldas fibrosas como troncos,
niños que jugaron desnudos,
leñosas estaciones que se pudrieron
bajo el agua de siglos elípticos
y viejos acurrucados en los zapatos
que prestaron al viento puntuales
sus orejas carcomidas
acogiendo fragores de otras tierras,
perros vagabundos, rugosos e insolentes,
compañeros de provisionales patrones
en la huella de rieles ingurgitados,
hasta que el día inicuo no aflija
y nubes enfermas deshagan
arco iris como peces lucientes
en la hora del arbitrio cotidiano
de este tren que nunca llega,
que no parte, que no viaja más,
que también nosotros esperamos rendidos
en la multitud silenciosa
de esta esencial soledad.
IL TRENO CHE NON GIUNGE
Fugge un rettile di scaglie ferrose
strisciato su rotaie interminate,
soffiando sommersi reami
che un tempo furono comete
nell’arco delle aperte praterie,
portandosi un gregge di nomi crudi
che mai appresero a parlare,
ad esser microbi delle miniere,
bestie aggiogate nelle piantagioni;
ma questo treno che non giunge,
che non parte, che più non viaggia
dove l’attendono irti ricordi
alla lotta del puro sole irreparati,
ipnotici meticci all’orizzonte
come severe statue conficcate,
donne dense con figli e polli
sulle schiene fibrose come tronchi,
bimbi che giocarono nudi,
legnose stazioni che marcirono
sotto l’acqua di secoli ellittici
e vecchi accovacciati sulle scarpe
che prestarono al vento puntuali
le loro orecchie rosicchiate
accogliendo fragori d’altre terre,
cani randagi, rugosi e insolenti,
compagni di provvisori padroni
nell’orma di binari ingurgitati,
fino a che il giorno iniquo non travagli
e nuvole inferme sciolgano
arcoiris come pesci lucidi
nell’ora dell’arbitrio quotidiano
di questo treno che non giunge,
che non parte, che più non viaggia,
che anche noi attendemmo arresi
nella moltitudine silenziosa
di questa essenziale solitudine.
DESDE ARRIBA
Mira, alada,
el diamante humedecido del día,
el enigma constante del vientre
que retiene sus astros diluidos,
la muda de emergido animal
abandonada en las disputas del viento;
mira el verde amuleto de los volcanes
colado del pigmento milenario,
el océano despertado de las selvas
que huye inmóvil sin rendirse
a nuestros ojos coronados,
los ríos como túrgidas culebras
que excavan las carnes de la tierra
en asas de cotidianos abandonos;
mira las dulces colinas de lava y arena
surgidas como curvas belicosas
en las abiertas praderas de olfato verde,
los pantanos intricados de juncos
donde las ranas tiemblan de amor,
el arco iris que salta del agua
como un pez inaprensible,
doblando donde tus manos
finalmente me acarician.
Mira la flor roja de las erupciones,
le resina versada sobre los declives,
pueblos acumulados en los altiplanos
todavía precarios,
las costas como anillos abandonados
en los mutables arribos del planeta,
la huella oculta del primer rayo
que cayó sobre el mar, incendiandonos.
Mira, alada, y sonríe;
hemos tenido todo,
todo en un sólo día,
todo en un sólo beso,
en una sóla palabra soltada;
hemos tenido todo
y no lo recordamos
si no para amarnos
como si fuera la primera vez.
DALL’ALTO
Guarda, alata,
il diamante inumidito del giorno,
l’enigma costante del ventre
che trattiene i suoi astri diluiti,
la muta di emerso animale
abbandonata nelle dispute del vento;
guarda il verde amuleto dei vulcani
colato dal pigmento millenario,
l’oceano destato delle selve
che fugge immobile senza arrendersi
ai nostri occhi incoronati,
i fiumi come turgidi serpenti
che scavano le carni della terra
in anse di quotidiani abbandoni;
guarda le dolci colline di lava e sabbia
sorgenti come curve bellicose
nelle aperte praterie d’olfatto verde,
le paludi intricate di giunchiglie
dove le rane tremano d’amore,
l’arcobaleno che salta dall’acqua
come un pesce inafferrabile,
curvando dove le tue mani
finalmente mi accarezzano.
Guarda il fiore rosso delle eruzioni,
la resina versata sui pendii,
villaggi accumulati agli altopiani
tuttavia precari,
le coste come anelli abbandonati
nei mutevoli approdi del pianeta,
l’orma occulta del primo raggio
che cadde sopra il mare, incendiandoci.
Guarda, alata, e sorridi;
abbiamo avuto tutto,
tutto in un solo giorno,
tutto in un solo bacio,
in una sola parola slegata;
abbiamo avuto tutto
e non lo ricordiamo,
se non per amarci
come fosse la prima volta.
DOS ÁRBOLES
Oh extenso amor,
desde el fondo de la garganta te grité
la fragancia taciturna y líquida
de un fajo de savias incendiadas,
el aroma rastreado de la sombra
en lo denso de un mundo perdido,
el aire que exhalaba colmando
la herencia inhabitada del día,
un nuevo castigo o la perdida
dulzura de la mañana,
tal vez tu lengua de llama azul
sin otro nombre que sí misma,
cerrada en el arduo habitáculo
de un sonido milenario.
Pero en la ausencia,
en la cabellera de la noche,
en el surco del silencio hundido,
yo nací nuevamente de tus besos
y por primera vez
mi línea de piedra desnuda
surgió del peso de tus caricias
y los flancos levantaron la madera
y el semen que invadió tu cuerpo;
oh granada desvelada,
me volví carne cuando me tocaste,
me entreví mirando tus ojos,
viajando por las netas arterias
de tu inhumana presencia.
Porque aquí vinimos
para continuar el vivir,
desde el final hasta el principio comenzar
esta sombra de nítida pureza;
tal vez nosotros fuimos sólo dos árboles,
desordenados por los golpes del viento,
fortificados por soledades,
crecidos solamente juntos,
para morir y seguir viviendo
cada día.
DUE ALBERI
Oh esteso amore,
dal fondo della gola ti gridai
la fragranza taciturna e liquida
di un fascio di linfe incendiate,
l’aroma braccato dell’ombra
nel folto di un mondo perduto,
l’aria che esalava colmando
l’eredità inabitata del giorno,
un nuovo castigo o la spersa
dolcezza del mattino,
forse la tua lingua di fiamma azzurra
senz’altro nome che se stessa,
chiusa nell’arduo abitacolo
di un suono millenario.
Ma nell’assenza,
nella capigliatura della notte,
nel solco del silenzio sprofondato,
io nacqui nuovamente dai tuoi baci
e per la prima volta
la mia linea di pietra nuda
sorse dal peso delle tue carezze
e i fianchi sollevarono il legname
e il seme che invase il tuo corpo;
oh melagrana dischiusa,
diventai carne quando mi toccasti,
mi scorsi guardando i tuoi occhi,
viaggiando per le nette arterie
della tua inumana presenza.
Perché qui venimmo
per continuare a vivere,
dalla fine all’inizio cominciare
quest’ombra di nitida purezza;
forse noi fummo solo due alberi,
disordinati dai colpi del vento,
fortificati da solitudini,
cresciuti solamente insieme
per morire e continuare a vivere
ogni giorno.
Dal libro poema “nuovomondo” (Passigli, 2010).
Pero hoy el océano me ha traído
su desenfreno azul,
el costado quebrado de las costas
que despertigaban en el viento,
el ecuador ronco de sus gotas
deshechas en las asas del Sur
y corrientes de convulso calor
en el cúmulo del mediodía;
era un rayo vivo entre muchos iguales
rayos y relámpagos como nieves fundidas
que reflejan el cuerpo de las nubes,
un panal de brasas secretas
enjambrado donde la luz aprende
el intricado espesor abismal,
o donde la evasión de una lengua
en el aire dura hasta cuando
babas invisibles no arrastran
en el fondo de la tierra un peso
vacío de pensamientos, o todavía el margen
neto de un cuerpo enarca el límite
conspicuo desgranando donde ningún
lugar existe más allá del ávido milímetro
de tus caricias, tierra mía,
largamente injuriada estás
entre mis dedos como un puñado
de toda la sal, todo el sol y el semen
que gastó tu cuerpo, agarrada
a posible vida todavía así
me regalas para oler el mundo
una nueva flor.
Ma oggi l’oceano mi ha portato
le sue scapigliature azzurre,
il fianco franto delle coste
che sparpagliavano nel vento,
l’equatore roco delle sue gocce
disfate nelle anse del Sud
e correnti di convulso calore
nel cumulo del mezzogiorno;
era un guizzo vivo fra tanti uguali
guizzi e lampi come nevi disciolte
che riflettono il corpo delle nubi,
un favo di braci segrete
sciamato dove la luce apprende
l’intricato spessore abissale,
o dove l’evasione di una lingua
nell’aria dura fino a quando
bave invisibili non trascinano
al fondo della terra un peso
vuoto di pensieri, o ancora il margine
netto di un corpo inarca il limite
cospicuo sgusciando dove nessun
luogo esiste oltre l’avido millimetro
delle tue carezze, mia terra,
lungamente ingiuriata stai
tra le mie dita come una manciata
di tutto il sale, tutto il sole e il seme
che spese il tuo corpo, aggrappata
a possibile vita ancora così
mi regali per annusare il mondo
un nuovo fiore.
Pero esto tal véz es el tiempo del nuevomundo,
el esperado verbo que araña la ilusión
de ilimitadamente perdurar y del dominio
la omnipotencia, que de pronto cada belleza
degrada y en el arco del día deshace
lo que los siglos en la sombra custodiaban
con parsimonia de madre que multiplicar
quiere sus propias vivencias y en operosas especies
edificar el desmedido dibujo y el futuro
color, el espesor cada día ganado
con depurados esfuerzos; porque un espejismo
es la abundancia, una rendición a través
del tiempo, un despistado equilibrio
como si ya por las calles anduviesen
vaciados indumentos y en la mar un navío
de agotados instrumentos que sin fin
embarque la derrota del nuevomundo
tardíamente avistado.
Ma è questo forse del nuovomondo il tempo,
l’atteso verbo che scalfisce l’illusione
d’illimitatamente perdurare e del possesso
l’onnipotenza che d’un tratto ogni bellezza
degrada e nell’arco del giorno disfa
ciò che i secoli nell’ombra custodivano
con parsimonia di madre che moltiplicare
vuole le proprie vivenze e in operose specie
edificare l’immane disegno e il futuro
colore, lo spessore ogni giorno guadagnato
con epurati sforzi; perché un miraggio
è l’abbondanza, è una resa attraverso
il tempo, un depistato equilibrio
come se già per le strade andassero
svuotati indumenti e nel mare un naviglio
di strumenti logoro che senza fine
imbarchi la sconfitta del nuovomondo
tardamente avvistato.
Porque yo estaba a tu cuerpo destinado
como el naciente a la estrella más
lejana unida solo en el momento,
estaba a tus caderas fundidos adherente como
la niebla al tronco dilatado y en tus narices
una densa humedad de pronto inhalada y tal véz
por eso no soy en el existir
encapado sin caminar, he podido
más allá ver lo que tu nariz decidida
señalaba, más allá de la ruidosa
tierra y de moradas acumuladas sin lema,
para ser nuevamente un hombre y una mujer
en la soledad reconciliados,
despojados con todo lo que quiere
subsistir y la abundancia desertar
del viejo Dios sin nuevos frutos y desde muchas
calamidades llegar por una véz
al comienzo de la vida.
Perché ero al tuo corpo destinato
come il nascituro alla stella più
lontana congiunta solo nel momento,
ero ai tuoi fianchi fusi aderente come
la nebbia al tronco dilatato e alle tue nari
una densa umidità d’un tratto inalata e forse
per questo non sono nell’esistere
incappato senza camminare, ho potuto
oltre vedere ciò che il tuo naso deciso
additava, più in là della rumorosa
terra e di dimore cumulate senza lemma,
per essere nuovamente un uomo e una donna
nella solitudine riconciliati,
spogliati con tutto ciò che vuole
sussistere e l’abbondanza disertare
del vecchio Dio senza nuovi frutti e da tanti
malanni giungere per una volta
all’inizio della vita.
Porque al comienzo de la vida tiende
cada cosa buena, las despejadas dudas
o el decente perdón que la obtusa
insistencia atenaza, la madre verde
por rocío extenuada y fresca
de nubes y de recientes lluvias
que su nupcial espera batalladora
todavía incierta entre el amor y el odio;
es el repartido astro que no puede
existir ni una hora despegado
de su exceso, para que cada gota viva
siempre atraída por dos piras y de la luz
la exacta alternancia, para que sea posible
en cambio amarse y jamás saber
si aquí empeza de verdad un nuevomundo
o si ciegos vivimos al fin del tiempo.
Perché all’inizio della vita tende
ogni buona cosa, il fugato dubbio
o il decente perdono che l’ottusa
insistenza attanaglia, la madre verde
di rugiada estenuata e fresca
di nubi e di recenti piogge
che il suo nuziale attende perigliosa
ancora incerta tra l’amore e l’odio;
è il millesimato astro che non può
esistere nemmeno un’ora staccato
dal suo eccesso, affinché ogni stilla viva
per sempre attratta da due roghi e della luce
l’esatto alternarsi, perché sia possibile
in vece amarsi e più non sapere
se qui comincia davvero un nuovomondo
o se ciechi viviamo la fine del tempo.
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