martes, 12 de octubre de 2010

ROBERTO CABRERA GARCÍA [1.487]


ROBERTO CABRERA GARCÍA

ROBERTO CABRERA GARCÍA, nació en Santa Cruz de Tenerife en 1954 Editor, Músico, Escritor canario. Comienza colaborando con publicaciones culturales isleñas como la Revista Semanal de las Artes del vespertino La Tarde o Nuevos Caminos. Funda las revistas literarias Menstrua Alba, Teresa en el balneario, El buey de las estrellas, Aquel viejo noray y El Vigía. Colabora también con otras como Poesía, Liminar, Lúnula. Nexo, El Taller, Fetasa o Cuadernos del Ateneo, Cinosargo, Letralia. Actualmente dirige la revista Acorde y la editora El Vigía. Mantuvo durante más de un lustro una sección de Cultura en el tabloide La Laguna mensual. Figura en varias antologías (De la saudade a la magua.ed. Baile del Sol. Antología del cuento en Canarias. Ed. Cuadernos del Ateneo o Nueva Narrativa Canaria Ed. Baile del Sol) insulares e internacionales en poesía y narrativa, coadyuvando en la recuperación de autores en el ostracismo como Dulce Díaz Marrero (edición y prólogo de Fin de la ley y País Nuevo), Antonio Bermejo (Historia de Café Pobre. Ed. Ayto. Santa Cruz de Tfe.), Pedro Debrigode (Guiones Argumentales El Vigía Editora) o Joaquín Rivero (El Parnasianismo y Manuel Verdugo ed. El Vigía).  Músico y autor, ha participado en los eventos culturales y musicales más destacados de la creación insular de las últimas décadas. A veces como músico de jazz o compositor en más de una centena de conciertos y en una docena de ediciones fonográficas (Gato Gótico jazz & world music, La Comercial, o como cantautor: Puñetazo al silencio o blues & rumba). Otras como ensayista: Algunos casos de brujería isleña en la literatura popular de Cuba y Puerto Rico, ed. Gobierno de Canarias "Encuentro de Escritores Canarios en La Gomera". Batea Policromada de México en Mapa Poético de México 2011 o La Poesía Canaria ante el Fin de Siglo, Valencia, Venezuela. Argot y grafitis en Santa Cruz de Tenerife en El Habla del Escritor Marginal El Vigía editora. Ha publicado: Ídolos de bruma (1979 autoedición 2006 Ed.Benchomo), novela. Suicidio en Desolation Road (1980) ed. Benchomo: relatos. Desangre libelular Anónimo (1981/2011 ACT y El Vigía Ed.), poesía. Amor Mora Roma (1986 ACT.), relatos.  Viaje a Hero (1988/2013 Aula de Cultura Tfe.), relatos. La nube especular (1989 Gob. Canarias), novela. La yerba negra (1995 Benchomo ed.), novela. Los lunares del césped (1999/2010 Benchomo/ Idea), novela. XXV Relatos (2007 EVEditora), narrativa. Pie de Rumbas (2006 EVE), poesía. Reflejos (2008 EVE),  Drum Bass Canario (2009 EVEditora), ensayo. Al final de la Costa (2010) poemas de 11 mensajes en una botella Ed.Septenio. Antología de la Poesía Canaria (2011/2012 El Vigía editora). Apuntes para una reflexión etnomusicológica (2013 Ediciones Aguere) Fogatas (2015. Ed. Idea/Aguere poesía).




ANTOLOGÍA DE POEMAS
de Roberto Cabrera

I

Poco tiempo tardamos
En echarnos al mar
Los que escondemos
Un corazón acústico
Aventurero
Esbelto y sin sombrero
Que siempre está
Escuchando
Tras la espuma
Viendo pasar
El tiempo
Hiel extemporánea
Que subió al cielo
De los martillos
Claveteando
Suavemente
Su arpón
En los sueños


*


Los rostros tahúres
Noche de escualos
Un mar de olas
De pulp
El marinero
De Moby Dick
El duende
De Shylock ladino
Lengua
Cantora
Del sino
La mirada
Lastra desarraigos
Calla el claxon
Del navío
Don
Funchal
Que ondeas
En la caña brava
De carboneros
Sirvientes
Río revuelto
De humo
Buscar el doloroso
Símbolo
Abracadabrante
Atravesando
La quilla
Del verso


*

El hombre estaba solo
Y siempre nos decía adiós


*


Ave del paraíso
Tras la lluvia
Reciente
Levantas la mirada
Se acerca la mosca
La nube
De un verso en blanco
Furor
Y misterios clásicos
Animado mundo
Amarillo
El bucle de tu rizo
Apelmaza
La experiencia
Licuado vuelve el tránsito
Del ave
Esbelta como gallo
Fruta como pulpa
Mango más ácido
Aguacate del liso grande
Con pipa y sin piel
Moviéndose como aire
En el árbol

Del poemario PIE DE RUMBAS 2005


*


II

Tiempos de alpaca y cuero
Y marroquinería
Unidos sólo por urdimbres de riesgo
Como la vida deportiva y frágil de un crack
Tiempos de melamina y plaqué
A salvo sólo tules en volandas
Charcos de amanecer
Adoquines de ojos transeúntes
Que campan la vida
En sonido de amantes zapatos de squash
Y la voz ecléctica de aceras
Y neones borboteantes
Sombras inesperadas servidumbres
Del eco candente en ascuas


*


A Caballo

De feroz nocturnidad
La noche tiene unos fingidos límites
Acotados por la frugal estridencia
De unos gandules cláxones
Y vecinos y cinturones de seguridad
Borrachos como espumas de amanecer
En el cubilete de un tiempo
En que la poesía sin anaquel era sagrada
Y venerada y todo salía del tiesto
De las pamplinas
Para derramarse en sed de alientos
Dispersos y desconocidos
De noche aprendí cosas
Y vi cuellos de muchas botellas
Y músicos afilados como nervios
En la espiral de un baile de reservados
Y flashes kodakrome
En manos de dj’s como el ámbar
Cocineros de blancas cofias
Y pianobares
Que no nos vean coquetear
En el reducto
De una acera de gasa bajo el ala
O atarjeas delante
A la otra cobijante manera
De mirarte

Del poemario TIEMPOS DE ALPACA 2003


*


III

A pesar
que las azucenas
encendidas y rubias
se detengan temblando
o las rodillas
sobre las espinas
de las rosas de Oriente
rojas sangren



*

Tras los telones silenciosa
va corriendo la luna
Como si a las uñas de los perros afianzada
la noche de crecidos laureles anduviera
Las estrellas se alongan con sus brillos
al rechinar de dientes
de los muertos remotos
Como si fuera
la nostalgia del alba
Los errabundos lanzan
su vaho a las mareas


*


Ciclos
en nuestro abrazo
fosforescente
la viña de estrellas
ocultándonos
un colegial de triángulos
unos tacones altos
luego
los dos muchachos
alejándose

Del poemario
LAS UVAS DEL MAR DE LAS TINIEBLAS
1980/90





IV

Somos las manos y los ojos
Que pasan entre oros sobre otro caudal
De ondulantes espacios.
Somos un río interminable de miradas
Y gestos y manos
Que reposan cruzadas, o alzadas
Y extendidas también se volvían
Onomatopeyas y aguamarinas
Somos las manos del lenguaje
Y otras manos arremolinadas
En dedos expresionistas
Clavados a visiones de extramuros.


*


Para decir adiós
La luz verde y prístina de unos ojos
Mi cuello de botella vibrando
En la tarde las garzas se posan
Y desde las dunas, huellas
La choza ya está cerca
Se enrosca a mil arcanos y audacias
Los nervios se afilan
Y otra musculatura se desliza a otra isla
Una isla transfigurada e idéntica
Al ancho mundo
Que ya no se desea ni es permanencia
Mundo partido en metáforas
Sólo acercándonos la tez más tierna y cálida

Del poemario LAS MANOS Y LOS OJOS 1996






Iba yo un día de mago por la vía

En la muralla me detuve
Y la contemplé.
Cuánto tiempo perdido.
A mis oídos el rumor
De otros tiempos
Subía con los puños del loco.
Rememoré la esquina.
Tanto estirarse al cielo
de la caballería arquitectónica.
Alguna musa en sus mazmorras.
Un libro enmohecido
me llamó. Miedo. Contuve la cordura
con los dos ejemplares.
Me acompañaba el vendaval, el trueno
que tronó.
Me desgajé en mitades tubulares.
Pan con piña, no más entre los dientes.
De modo que volví. Esta es mi vida.
Por cierto que creí que en la misma
Situación me vieron hace tiempo


*


Membrillera

De la turbia y robusta
membrillera de Mayo
dibujos pendulantes
afloran al reborde.
El grosor de tus manos
delicado, invisible
esta
palabra
ahora
ya carece de voz.


*


Te regalo el sonido de mi mar

Dinos
Si el aura de
espuma trotará
cuando se haga tinieblas
lo que tengo
y no crece.
Es por fortuna un
sombrero
que me arrastro al material
de cárceles de acero,
o será un asma
de gato
que gira y gira
en el deambular
del sueño
de avenidas pesadas
y paquetes.


*


Trapecista de junio
con el sol en tus patas.

En el fondo
desde el ojo del charco
donde la ameba
se restanca
escupiendo al sinsentido.


*


Morena del zapato

Díjome una chilena
en Pensylvania
que mis botas le daban
un betún a mis ojos
y me até los rastrojos
de comunión al
centro.
Me apena tu postura
dijo al nuevo,
mientras descendía su
pecho en mechones
de luz que absorbía
no sé como sobándole,
el deje nos hundía
en su doblez pañuelo
de bizcocho.
Se hizo lo menos tres
descuentos mientras son
risa, muy atentos
los otros dos y el uno
me esclavizaba dentro.


*


Quita y pon

La vieja tiñe al blanco
su hermosura
y las playas perdidas
en América
sonríenle
con un trozo de luz
en sus dos manos.
Son guayabos
que vende al tercer día
y aún estaban frescos.
Su albura renace
con los tiempos
y los soldados
de almidón y levita
acompañan su carruaje
con los pitos
de agua.


*


Ranas

No saltan
jamás sexuales
esperando
espacio de luz
blanca
en las mordazas.
Una, dos, zas
sobre flotantes
flores
se lastiman
los pétalos del
agua
salpicando
debajo.



*


Mujer

De madres
el mudo color
se tornó en carricoches,
los duendes
almas,
comenzaron a herir
al querubín
que ondeaba en mi patria
y las sombras del mundo
se angustiaron
en constelaciones
diminutas.

Del poemario DESANGRE LIBELULAR
(anónimo) 1981






VI

AL FINAL DE LA COSTA

Profundo y rocoso
Sonido de fuego
en blanca espuma
y floresta de risas
Si puedes
Házme sólido
Mercurio
Hacia
el signo
del aire



*

Por la vida voy
haciendo ondas
Por la escollera
en equilibrio scorzo
Jugueteando se adorna
el coloso irisando
hacia arriba
tirando
desde
abajo


*


La distancia
lo profundo
se echa al mar
que sólo mirarlo
el mismo navegante
sangrante cicatriz
haz de luz
fuego en la carne
del límite
estío furioso
como perro
de nostalgia
es tu vida


*


Un avión surca el cielo
la garza se posa
sobre playas de arenas
que sorben y absuelven
La costa es el final
de la ola de lejos
empuje y fragor
que se deshace
en pequeños
cálculos de océano
El zumbido
en el sueño
de altos mensajeros
La diosa que agita
en tu cabaña
acariciando
el rítmico
semblante



*

Tú puedes dormir
Yo estoy cansado
de una mitología
aun ausente
de rocalla y entrantes
Y el salitre de tus pasos
que huyen del mar
Mensaje con vaivenes
el cristal descuella
Hoy las aves
son náufragas
del sol

Del poemario AL FINAL DE LA COSTA junio de 2010
@ Roberto Cabrera 



*


De La Luz Sirviente (Poemas)

P laya nueva del volcán Viento oscilador lleno de neumas Qué callada la playa que...




Playa nueva del volcán
Viento oscilador
lleno de neumas
Qué callada la playa
queda
A lo lejos la ola
rueda recodos
guijarros deja
y su dorso
en seco golpe
explaya
el mar
sobre la lava fresca
Un brazo natatorio
bajo rayos avanza
aquel trotar 
de nubes
cortas
Su envés irisado
que alarga cuellos
y alza
las cabezas


*

Robando a Dios
me hirieron balas
del fuego amigo
Por ver a una madre
aparecieron
su rostro
sus pestañas y cejas
El corto andar
el jeito que recoge
los pies en la cadera
Tu dulce charla
de rubia guedeja
de Oriente
familiar
Solo como un velo
nunca ido
Ceñido a tus piernas
gimnástica
emoción
Y pómulos
ardientes presencias
unos labios
actrices
guardianes
de tu voz


*


Era un día de música
que se llenó de brumas
repentinas
en el cadalso
de otra muerte inocente
y de héroes fugaces
cantando a espaldas
de las arañas
otros idiomas
y sílabas a voces
sobre carpas iluminadas
donde rebotan  los aullidos
la alerta del dolor
El anillo slide de Misisipi
tan lejano e irreconocible
como la punta del zapato
bailando en la viruta
de tensos futuros
Nunca volveré a Alabama
dijo
donde mi hermano
fue arrancado de mi madre
y el policía disparó
Donde no pude sino sentarme
a llorar
Mientras todo el mundo
libres los dejó marcharse


*


Cosas por hacer
no llames a mi puerta
quiero dormir
la siesta matinal
que ahoga
todo lo que me traes
de frutas
y horas
Con aquel cuchillo
de nubes
cortar relojes
y barbas de leones
Por callejas
trasnochadora
amada
mujer de los dos
úteros
oírte
cantar a las mareas
Bicuda y ardid
del marinero
Trastienda
naval
de las morenas



*

Si no es por el mundo
nadie sabe
Si la palabra o el verbo sangra
en la espita del duro corazón
de las distancias
Que traen olvidos a la casa
con sus tejas frágiles doncellas
que bajaron al callao
de sus cuerpos
metafísicas
compuertas
Lejos del barranco Crispín
esparcidas alhajas
Llegar a esas mujeres
dejar de lado
los custodios
ángeles 
con tacones o zancos
Dormir en Casiopea
en el perlado gajo
de las buganvillas
o en Casilda


*


Cuba
Ella vino y apagó
la lumbre del café
Saltaba las auroras
como nadie
con su zancada cenital
al tope
Cual si llegara
a la popa de un barco
lanzando
las maletas
Los pies como un tigre
sobre las vacaciones
de las hormigas
Sorber el café
que tú me diste
como un beso caribe
Estás aquí
mimosa o triste
pero como tu sola
cariñosa


*

De todo eso
la música sabe
mas no el porvenir
si subo o bajo
Qué me inquieta
de la suerte arpía
Esa palabra sal
o sale de la tierra
De guitarras
de cuerpo de falúas
hecho de tablas
o de brandy


*

Duende de las musarañas
quizá te consuenen
te estremezcan
músicas
de puro ritmo
inabarcables
Desbordando
la tierra que vuelve
bajo un sol
botones de oro
del aire


*

Amantes
cómplices
tan llenos de satén
y estaciones
De luces 
a sol puesto
navegan
los pescadores
del coral
caliente


*

Sumo 
agosto
no hay amor
sin odios
que tangencien
el claro resplandor
que se va en ramas
o de la fuente natural
renace


*

Luz
sirviente 
de las sombras
cuerpo de Mercurio
por los cáncamos
celeste claridad
de aristas 
imposibles
Crecer en otras
estancias
de luces lejanísimas


*

Cuánto temor
asoma
al rostro
de los
ases


*

Una flor a otra dijo
todas no morirán
si no estoy yo


*

Margarita 
plateada 
morena casi negra
mulata y caprina
que echada en el sofá
parnasiana y coqueta
eras de las galaxias
su cuenta y riesgo
Dócil en tu cercana
lejanía
Tus ojos oscuros 
se veían blancos
y cantantes
como guantes
de 
Satchmo


*

Cantaba en eso 
una paloma
No la conozco
eslabón perdido
simulador
Ella transita
cambios
lunas ágiles
en mareas
campa
abriendo puertas
como en la vida
empujando aire
atrás
que siempre vuelve
como el vuelo


*

Cual fantasmas
de un pasado
reciente
se fueron muriendo
todos
en la sobredosis de verdor
curvas y curvas


*

Sujetos de un viaje
fermentado
el panadero hornea
las galletas
Las mujeres
merengan
los bizcochos
La pregunta era por esos
paisanos
perdidos en la bruma
donde Alopecio
murió


*

Tiernos tallos
envueltos
en un atardecer
Dulces palabras
solamente murmuras
Al oído escondido
en las mechas
Madre
jabonosa
en las piletas
Yo tenía
la bandeja de una banda 
de monos
con platillos y bombos
Y un pájaro azteca
que nadaba en nenúfares
de lotos
Caballo de cartón
casi roto y voces
que hurtan moras
en la huerta
Hay vecinos que piden
hojas para su oruga
esa sangre en el verde
y la almendra
en tu alma de almirez
vaga desnuda
colada y láctea
la noche 
de candil

*

Al fondo 
una cabra 
me llama
Me apena 
no escuchar 
esa lumbrera 
trompeta


*

Ropa tendida
en el puerto
la delgada musa
de Pessoa
apenas aflora 
sus pezones
bajo la blusa 
pescadora
Era una plaza 
de arena azul
que batía olas
en sus bancos
alambre
de miradas









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