martes, 10 de enero de 2012

5618.- MILADIS HERNÁNDEZ ACOSTA



Miladis Hernández Acosta
CUBA, 1968
Poeta, Historiadora y Ensayista. Lic. en Historia, Universidad de oriente.
Miembro de la UNEAC.


PREMIOS DE POESÍA:
• Tomás Savignón (1992, 1993)
• Regino E. Boti ( 1993, 1995, 2000 )
• Santiago Nacional de Literatura (1994)
Manuel Navarro Luna
• José María Heredia (1995 y mención 2006)
• Premier Accesit en el 6to Concurso Internacional “La Puerta de los Poetas” Francia, 1998
• Mención Concurso Palma Real (Italia 2003)
• Mención en Ensayo Regino E. Boti 2000.
• Mención IV Encuentro Iberoamericano sobre la vida y obra de Dulce María Loynaz 2000.


PUBLICACIONES: Poemarios
• Diario de una Paria. Editorial Oriente 1994.
• La Burla del Vacío. Editorial Oriente 1995.
• Los Filos del Barro. Editorial El Mar y la Montaña 2000.
Antología de la Poesía Cósmica de Miladis Hernández Acosta por Fredo Arias de la Canal.
Frente de Afirmación Hispanista. México 2002
.Memorias del Abismo. Editorial El Mar y la Montaña, 2004.
.El Conjuro de las Runas. Ediciones Ávila, 2004.
.Salmos Para el Hastío. Ediciones Vitral.2005










Plegaria de los arrecifes


Subo a la roca
donde lo he visto todo
o casi todo (desde esta puerta donde nada me ampara).
Olfateo la epilepsia del océano
lejanía descarriando los cueros
desde este acantilado de mentiras
desde el sardónico reino de caracoles guturales
donde me tiño el cuerpo
con treinta abriles de ceniza
y postillosos recuerdos.
La vida lastra
la suspicacia de los gorriones
esquelética sombra
que ignora el espolón del universo
éter de la voz
que desmenuza los atávicos luceros
el grito puntiagudo que se despeñe
en la cutánea lengua del abismo
que traga las deprimentes muecas
de los transeúntes
mansedumbre cortada en los maderos de la neblina.
Qué levedad la de esta fálica luz.
Hoy por hoy
y mañana por mañana
qué esperanza recojo frente a la malicie del suicida
que me obliga a cambiar
el espino por la oración
la sangre por el agua
el perdón a las ratas que me vigilan
que me ven desnudarme
frente a las abismáticas tenazas
como otro gusano alargándose
en la opuesta mirada del que levanta las tumbas
ojos que no divisan
los rituales de Dios
realizándose como un hombre
subo al púlpito mugriento de las lamentaciones
al talud de la casa vigilada por lobos infernales
pernocto el cadalso de seguirme
de estar crucificado por este abismo
donde toco sus clavos.
Todo silencio es un camino que desvirga los collares del reloj.
Todo silencio es una pesadilla
que te arranca las resinas del llanto.
Y tú gritas desde el tumulto abismático
quitándole el maná al propio Dios
que en el principio del Holocausto te expulsó de su jauría
para luego espiar el rumbo de mi esqueleto cortante.
Irreverente ante el peligro
recreo la tosudez de la penumbra
desbruñido en el hórrido sol
en las huesosas greñas donde aprendí a ser el estúpido
que dilata las pupilas en los espejos
agonizando en la cincelada costumbre
de ser la ancianidad del presente
Hossana mundanal del ladrón
que desampara a otro ladrón
tantea los suburbios
cavilando la victoria la media sombra.
Intuyo desaparecer en la madrugada herbosa
con el poema cursi de amor
insondable para mi agonía.
Hoy agradezco otro día Señor
diría el danzante en su macrobio
alimentándose del animalejo
que raja el malestar existencial
la memoria erizada en la cisterna de plomo
desaguada como un feto abortado en la hierba
en la paradoja de la inmovilidad.
Y escribo otro libro culpable.


De Memoria del abismo












Quijote


Desde el sueño ve al gigante
que tiende a cortar la pálida ceniza,
al barro bendice su victoria,
perdura la selva despojada y su dura suerte
el viento gira y sus horas gloriosas
apenas caen con el brillo de la hazaña,
yace el hombre y la lanza se ha partido
perdiendo el confín de sus llanuras
no así los últimos rayos del sol que te empujan
y dirás que fue el viento y sus molinos.


1991








EL INVITADO


Junto al FUEGO
el invitado
el calor del pan recién hecho dando un discurso
el LABIO aprisionado se afila a la MUERTE que trina
sopla la taza que se abre como una PALOMA
el madero caliente se invierte como un cáliz
un golpe de codos en la mesa sofocante
un perro se lame sus patas
saca un hueso musgoso
alguien pregunta por el JUGO que se pierde
una mujer descalza sale de las PIEDRAS consumidas
trae un grueso jarrón forrado de hierbas
un ESCARABAJO soñoliento MUERDE su suerte macabra.
Se sientan doce hombres inclinando sus barbillas
todo depende del humo y la cena
la última o la primera
como una Diosa FULGURANDO en los calderos
un vaso rojo ofreciendo el rito cegador
simplemente un cuerpo saturado
con la sal resignada en los dedos
con la mezcla del tiempo y los relojes
las cadenas de los leños cenizosos y el levitar de las hojas.
El resto como un ARPÓN suculento dispuesto a volar
buscando el aleteo de la SANGRE Y EL VINO.


Sienten un puño colérico amasando el VIENTO
los campanazos del frío abigarrado
una sonata del mundo queda en delirio
la cabeza perpetua hunde la sombra
la LUZ INMÓVIL desliza las horas
y la cruz segura de su gloria rompe los arenales.


Se ponen de pie y chasquea una nube
cruzan las manos y se agitan las ABEJAS indolentes
se TRAGAN LO AMARGO DE LA GÉLIDA LUNA,
un espiral de frágiles voces huye como un ovejero
y pasa el vapor del hueco de la mano
y se mueve la flor que sueña con la mañana gris
las LÁMPARAS COMO ÁNGELES agonizan en la víspera
y el silencio como una HOGUERA de finales QUIEBRA su desnudez
las migajas se quedan solas
conformes
amontonadas.


De La burla del vacío
(Editorial Oriente. Santiago de Cuba, 1995)

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