martes, 10 de mayo de 2011

3831.- MARINA RAMÓN-BORJA



Marina Ramón-Borja nace el 13 de marzo de 1989 en Almería.
En 1992 comienza a bailar en escenarios. En 1996 empieza la carrera de Danza Española, en el Conservatorio Profesional de Danza de Almería.
En 2006, a la edad de 17 años, recoge el ancla y abandona su hogar junto al mar para irse a Sevilla, donde finaliza la carrera de danza, en el Real Conservatorio de Danza de Sevilla “Antonio Ruiz Soler”, y sus estudios de Bachillerato de Artes.
Su primer y actual barco se llama R-598.
En 2007 abandona la capital andaluza, y tras ser admitida en la Facultad de Bellas Artes “Alonso Cano” de Granada, se traslada a la Ciudad Púrpura.
Después de dos años ha decidido abandonar las noches árticas y padecer el Retroceso en el R- 598. A día de hoy habita de nuevo la ciudad sevillana donde continúa su formación como bailarina de Danza Española y Flamenco, y la carrera de Bellas Artes.
Pez resbaladizo. Pájaro errante. Marcada con alas de Lepidoptera. Se mueve en el sector del Arte. Artefactista y contrabandista del rapto de la inspiración, Espanto, vive Sin Ciudad. A veces regresa “al gran útero” que habita en La Casa del Sol Naciente junto al mar. Viaja a la Nostalgia con billete de Ida y Vuelta en el R-598.
Y aunque escriba, aunque verse, no se considera poeta.
Ha publicado en la antología poética Cangrejos al Sol (Cangrejo Pistolero Ediciones, 2010) y es autora de la plaquette No suena (Banderines del Zaguan, 2011). La fotografía de la poeta fue tomada por Paco Rosso.





Regreso con sangre entre las piernas
Sangre que Golpea
Sangre que gotea
Sangre que chorrea
Sangre derramada
Regreso con miedo
Con vergüenza
Sedo mi vientre
El dolor duerme
Aquí
Me abro de piernas
y lloro la putrefacción
Me lleno las manos de muerte
y baño el poema en alaridos coagulados
Pronuncio el silencio
Y me humilla la feminidad









STREPTOPELIA RISORIA

Dios se burló de ti
como hizo del hombre:
Dotándote de un canto blasfemo, absurdo canto.

Y tú, tórtola que melopeas en la madrugada.
Tú, que no suenas como mirlo por la noche,
que en la tarde de domingo no suenas cual gorrión
vérsame tu arrullo y embriágame la duermevela
con tu monotonía, acúname el alba.
Haz vibrar el aire que separa tu libertad de la mía.

Tras los barrotes de tu patria ríes como una hiena.
Mi desconsuelo es imposible y arrojo la palabra al vacío.
Mientras el mundo ahí afuera se derrama
cada pájaro eleva el canto menos tú,
y este poema miente,
quejío híbrido
del ala rota.









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