lunes, 25 de julio de 2011

4299.- ISABEL GARCÍA CASALTA

Isabel García Casalta. (Caracas, 1985). Estudiante del último año de Idiomas Modernos (Inglés-Italiano), en la Universidad Central de Venezuela. Desde temprana edad siente gran atracción por el lenguaje y se inicia en la lectura y escritura de poemas. Su obra está totalmente inédita. En mayo de 2010, gana el Concurso de Poesía de la Escuela de Idiomas Modernos de la Universidad Central de Venezuela.




El canto secreto de las caracolas



BOSTEZO

Vaivén de mañanas en la arena
entre retazos y sombras
y voces y aire
ahora retornan los pájaros
en vuelos solares
ahora un silencio resbala
sobre otro silencio.

Es el eco de las caracolas
que al oído nos susurran
el sueño de los peces
la memoria de las aguas.









YO GUARDARÉ TU ESENCIA

Todo fluye y nada permanece.
Este mundo, que es el mismo para todos, no lo hizo ningún
dios o ningún hombre; sino que fue siempre, es ahora
y será un fuego siempre viviente, que se prende
y apaga medidamente.
Heráclito de Éfeso.

Esperaré tu partida
como quien espera
la próxima ola de mar,
la ola naranja-amarilla del ocaso
que irrumpirá en mi ojo pétreo
como una saeta sin destino
que hace estallar al espectro de luz,
hiere al cosmos,
revuelve el aire...
a la velocidad de la palabra.

Yo...
yo guardaré tu eternidad
en el dibujo
de un abanico de flores muertas.









VERDAD

Era un domingo por la tarde
cuando el sol es más amarillo
y las almas vagan entre el polvo de las cosas,
cuando cierto aire gris invade los rostros
y la quietud y la desolación
se sientan a hablar monótonamente.

Era un domingo por la tarde
cuando supe por un aviso
que no somos más que tierra
y lloré.









EL SECRETO

Con la boca seca,
con los labios rotos
bebiste de las copas desbordadas
de esta alma demasiado infinita.

Me ocultaste el secreto de los pájaros
y el sueño vertiginoso del mar.

Con las manos llenas de música
me escondiste en los laberintos de la existencia
y me hallé sin nombre ni origen
entre fuegos intermitentes
y delirios febriles,
encerrada entre las ventanas abismales de tus pupilas
(lloré)

Con la boca seca,
con los labios rotos
me llamaste,
pero nunca me hablaste de los pájaros
o el mar;
guindaste en mi frente una estrella
y te fuiste
sereno
con el sol de la tarde.









LA MUERTE DE LA MARIPOSA

Todas las cosas se volvieron aves nocturnas blancas
y emprendieron vuelo,
las vi volar hacia el horizonte,
donde los nombres son arena
donde no somos los mismos.

Fue entonces cuando envuelta
en los colores fríos de la noche,
con las manos llagadas
y tiñendo el aire con veneno de escorpiones
encerré toda la luz en un frasco.

Y el viento trajo consigo la cólera.

Yo era la desconocida de siempre
y ellos eran sombras
cada vez más difusas.

Era yo
y sólo yo
presenciando repetidas veces
la muerte de la mariposa.









MATIZ (sobre la existencia)

Bocanada que se pierde en el aire,
laberinto que se abre en tu boca;
está escrito en las piedras de nuestros templos:

“arderás”









INALCANZABLE

Es una escalera en espiral
cuyo principio es el fin
y su fin el comienzo del caos del universo.

Las líneas de mis manos
llevan y traen palabras de agua
y en un río enfurecido
arrastran y ahogan mi pasar,
me hablan de los próximos paisajes.

Cuando soy, todo es inalcanzable.
Cuando estoy, nada existe.

Entonces
mi morada es una huella en la arena.









PERSISTENCIA

Se escurre la memoria por entre las grietas
dibujando infinitos mapas fluviales.

Cuántas veces remontamos sus aguas
oyendo el canto profético de las piedras.

Tantas noches, embriagados de lluvia cósmica,
fuimos simples hombres de barro
surgidos del horizonte.

Eternamente perdidos
entre la idea y el verbo
sólo anhelamos fluir
surcando las frías grietas de viejos muros.










MEMORIA
(Insomnio II)


Despacio repito cada nombre
y deshilacho cada memoria
me voy abriendo paso
por un cementerio de horas
y te encuentro
olvidado
en las notas de una caja de música.

Y así he vuelto;
pero no he venido a pedirte agua
ni a profanar tu corazón,
sólo quiero volver a la raíz,
regresar al primer destello
y saborear el repentino
y solitario
verbo original.
-Vine a encontrar
la simple maravilla-.









EPIFANÍA

como perseguir reminiscencias en la brisa
y ser sueño inquieto de peces
como mutar en la simplicidad de un silencio
como si nos llamaran desde el fondo de la tierra
y ser savia en ebullición
con un simple silencio
que estalla
como fuente contragris










GÉNESIS II

Fue ver
el sueño de una caracola
difuminarse entre muertes circulares,
el sueño de una caracola
que no era más que
visiones de diluvios
y ecos del mar.

Fue verte
eclipsarte
luego de brotar de un haz de luz
y ser alfa
y ser omega;
fue verte
gotear savia
a través de los frágiles kaleidoscopios del alma
y soplar y convertirte en polvo dentro de un reloj.

Fue ver
a una libélula dorada
llorar cruces de eternidad.









ANTES

(Sueña por el desierto)

Una boca seca
para beber la luz que gotea entre las ramas de este jardín oculto

(una serpiente voraz)

unos pies desnudos
para teñirlos de pétalos y savia

(arrastrando llaves)

una escalera infinita
para el corazón del hombre que busca el árbol y el espejo.









OTOÑO

Y si alguien pregunta,
he ido a olvidarme
entre los árboles quebradizos
llevando retazos de sol
cual brisa de hojas secas.





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