martes, 15 de febrero de 2011

3041.- FRANCIS CHENOT


Francis Chenot
Nacido el 6 de marzo de 1942 en Ardenas (Bélgica),
(una región de jabalíes), Francis Chenot es uno
de los fundadores de la Maison de la poésie d'Amay
y de Ediciones l'Arbre à paroles.
También dirige la revista de ese nombre.
Principales colecciones de poesía:
Mémoire de schiste, Le principe de solitude,
les Carnets d'écorce et Bûcheronner le silence





Escribir en el invierno
vivir en donde -mejorse deja vivir
por su blancura
de páginas vírgenes que esperan
los primeros signos
de connivencia fortuita
o de renacimiento







Escribir en el invierno
para talar
el silencio
que rozará apenas
los hielos de las palabras
sobre el río entumecido.
El viaje del poema
siempre está
por recomenzar.








Fuera de toda memoria
el silencio de Quebec
es un árbol inmenso
a la medida del invierno
por savias misteriosas
que ofrendarán en primavera
embriagadores alcoholes prohibidos.







En el alambique del invierno
gota a gota
la lenta destilación
del silencio
es un elixir de palabras
de donde surgirá el poema.







O mejor dicho:
en el atanor del invierno
en los márgenes del norte
la lenta sublimación
del silencio
en oro alquímico
para trasmutar las palabras
en poemas aleatorios.







Talar
el silencio
y surcar
más allá de la albura
justo en el corazón
estar más duro
a la esencia de los sentidos.







En los secretos
esponsales
con el silencio,
el invierno aquí
tiene la palabra.







Engarzado en el invierno
el silencio es una joya
de múltiples facetas
un solitario atento
al menor reflejo
donde comienza un poema.






Un invierno pesado
para el labrador
el silencio paso a paso
en la nieve
y seguir un rastro
de palabras huérfanas.







Sobre el pergamino
de un viejo invierno
caligrafiar
con aplicación
los ideogramas
del silencio.







Entumecido en el invierno
el silencio
escucha la nieve.







Entumecido en el invierno
la nieve
escucha el silencio.






Entumecido en la nieve
el invierno
escucha el silencio.




Entumecido en la nieve
el silencio
escucha el invierno.





el invierno
escucha la nieve.





Entumecido en el silencio
la nieve
escucha el invierno.







En ritmo
ternario
el invierno
la nieve
el silencio
Y todo está dicho
falta
escribirlo.







No hay subtítulos
para el silencio
lengua universal
con el mismo título
que la música
procedente de él.








Sobre los escombros
de diciembre
el ámbar y la sombra
el invierno
y su furor boreal
orquestan
el infinito
bajo el nordeste
una sinfonía
de silencio
(con un solista inspirado
el contrabajo sordo
del tiempo de los tiempos).







Si la música
del silencio
se desgrana
en arpegios
de viento
el territorio
del silencio
se mide
en arpegios
de nieve.







El silencio no se escribe
sino sobre la blancura
un grito que viene
del interior de los cuerpos
para prolongarse
en la noche del poema.


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