miércoles, 4 de mayo de 2011

3795.- FERNANDO ARAMBURU


Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) es un poeta, narrador y ensayista español.
En su ciudad natal participó en la fundación del Grupo CLOC de Arte y Desarte, que entre 1978 y 1981 editó una revista e intervino en la vida cultural del País Vasco, Navarra y Madrid con propuestas de índole surrealista y acciones de todo tipo caracterizadas por una mezcla particular de poesía, contracultura y sentido del humor. Es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Zaragoza. Desde 1985 reside de forma permanente en la República Federal de Alemania, donde ha impartido clases de lengua materna española a descendientes de emigrantes. En 2009 abandonó la docencia para dedicarse exclusivamente a la creación literaria. Colabora con frecuencia en la prensa española. Sus libros han sido traducidos a diversos idiomas.
Novelas
Aramburu saltó a la fama a raíz de la publicación de Fuegos con limón (1996), novela basada en sus experiencias juveniles con el Grupo CLOC. Después ha publicado las novelas Los ojos vacíos (2000); El trompetista del Utopía (2003, adaptada al cine por Félix Viscarret con el título de Bajo las estrellas); Vida de un piojo llamado Matías (2004), adaptada al teatro de marionetas por la compañía El Espejo Negro, Bami sin sombra (2005) y "Viaje con Clara por Alemania" (2010).

"No ser no duele" (1997)
"El artista y su cadáver" (2002. Contiene textos breves de contenido diverso, bromas surrealistas y microrrelatos.
Los peces de la amargura (2006) es un libro de relatos centrado en las víctimas del terrorismo de ETA. Este libro obtuvo los premios Mario Vargas Llosa NH 2007, Dulce Chacón de Narrativa Española 2007 y el Premio Real Academia Española 2008.
Poesía
"El librillo" (1981, poesía para niños)
Ave Sombra/Itzal Hegazti (1981, bilingüe español/euskera).
Bruma y conciencia/Lambroa eta kontzientzia (1977-1990) (1993, recopilación de su obra poética escrita hasta entonces,edición bilingüe español/euskera). Universidad del País Vasco. Servicio Editorial.
El librillo. Madrid: Hiperión, 1995 (nueva edición de poemas para niños).
Yo quisiera llover, Ed. Demipage, Madrid, 2010 (recoge una selección de poemas efectuada por Juan Manuel Díaz de Guereñu).
Cuentos para niños
"El ladrón de ladrillos" (1998)
"Mariluz y los niños voladores" (2003)









Editorial Demipage,Poemas:
‘Yo quisiera llover’

Entras al agua. Tu adolescencia lisa
apetece a la ola. Se aferra todo el mar a tu desnudo,
su lengua fresca con vaivén ligero
lame las piernas. Gritas con deleite
en tanto el agua blanca sube
por los redondos muslos, volviendo el rostro
hacia la playa, con juvenil melindre
mientras te moja la vagina, el talle, y gozas
sumergiéndote.
Te envuelve la marea de amanecer azul,
en la que como un rayo más del sol flotas
y te ofreces, hermosa y libre criatura
que das placer a cuanto en torno a ti resbala.
Surgen, desaparecen en la espuma
los pechos húmedos que estamparás
después contra otro pecho, donde se altera un
corazón durmiente.
Y mientras tiemblas por el frío,
dando forma al deseo,
te secarán mis manos, harás crecer la vida
que tu boca salobre suave siente.






También eres dolor, lo sabes.
Lentamente alguna caducidad
vierte su ácido en el rostro.
Los días raen la ilusión y un muro
negro te aleja de las gentes.
Así comprendes que al amar
piadosa compañía es lo que anhelas,
buscas testigo de las lágrimas,
alguien que ayude a levantar tu roca.
Residuo de tu vida reluciente,
verás la juventud sin disimulo
retirarse como arena entre dedos.
Pero no eres tristeza,
porque no hay culpa en ti por esta infamia.







HIJA

Conocerás la luz, el mar variable
que precede al origen y es ulterior al mundo,
las laboriosas hormigas dispersas por la senda
repitiendo el afán inútil de los hombres.
Conocerás la sed del agua y la del vino
y aquella de los cuerpos más terrible
que no querrás saciar ni acaso puedas nunca.
Conocerás la llama, la rosa y el cristal.
La dicha desde luego conocerás un poco,
suave nube sin aire que pasó
y no ha pasado, la desatada música
que es, igual que el tiempo, un artificio.
No podría olvidar las injusticias que harás y que han
de hacerte,
el grito, la pared, la muchedumbre,
las incontables horas de ajetreo
precisas cada día si quieres resolver
un ínfimo momento sosegado,
y esa noche de lluvia en que estarás muy sola.
Conocerás también la estatua, el libro,
el espejo, el relámpago y la taza,
la sangre que discurre buscando una salida,
la mosca pertinaz, la inapartable muerte
que no ha de consentir que te conozcas.
Un sueño sin piedad sabe tus días.
Números, padres, ríos, sombras, luna
–espléndido dolor– te aguardan. Nace.







EN LENGUA MUERTA

Las tantas en mi tumba y el amor,
pobre diablo, de qué me va a salvar
si ni mecha le queda
para velarse
a sí mismo.
Embáucame, le dije,
si puedes, si te atreves. Pon
muleta al alba, resplandor
en su orla al rojo engaño de poniente,
antes que se me olvide
seguir mañana estando vivo dentro
de mi pecho. Le dije: pues ya que tienes alas,
lávame estas cenizas paulatinas,
y luego le juré, a cambio del favor,
colgarme un sol azul de vez en cuando
en el centro absoluto de mi frente.





19 de enero de 1996

Quien sigue a su deseo y deja que más tarde
apagado el deseo lo persiga;
quien dio su juventud violentamente
en pos de unos fervores momentáneos,
falsos como la propia vida al fin es falsa,
abandonando padre y madre envejecidos
y a su ciudad nativa allá en la costa
borrada en los confusos recuerdos del ausente;
con segura fatiga en que concluye la ilusión de un
hombre,
cuando no con fastidio en soledad desengañado,
ante un paisaje de gentes tan extrañas,
apaciguando su derrota, sin duda silencioso,
sobre la arena acaso escriba:
ya que un azar me cupo en esta nave,
concédame el destino la sola muerte apetecida,
la muerte que antes de la muerte
en brazos de sirena hace olvidarse.
Adónde conduces, labio, con violencia; a qué gozo
te sigo, la voluntad entre aromas suspendida.
Un rostro quieres, un cuello fino en que una quemadura
sella tu llama. Raptado por tu afán, no te resiste
el ser sumiso que arrastras por lugares de deseo.

[http://antoncastro.blogia.com/2010/100901-fernando-aramburu-poemas.php]







Yo quisiera llover, llover
interminablemente,
sentir que me deshago en una
larga melena de gotas finas y festivas.

Mi sueño es un caer, es un caer
que moja en la desamparada tarde
los muros
cenicientos, las lápidas, los rostros.


Poema incluido en el libro: Bruma y conciencia.
(Universidad del País Vasco, 1993)





CERVEZA

Grata como susurro al escanciarte, en la memoria
de noches calurosas al borde de un abismo de besos,
entre brazos que habrán palidecido,
con tu presencia derramada me encuentro a cualquier hora
de la edad que hoy arrastro igual que a piedra.

Tú eres ya para mí más que un amor gozosa
manera noble de estar conmigo a buenas
con que quisiera perdurar hasta las nubes últimas,
en la boca tu amargo sabor sabio
y ofrecida a la mano y deliciosa
igual que cuerpo a nuestro antiguo afán tendido.

Hoy te tomo con sed insoportable
de juventud, en cálices comunes
que apuro al discurrir las anodinas horas
a la caducidad abandonadas.

Sáciame, mientras caigo como hoja
enferma de existencia consumida,
a tu modo cordial de suave soledad,
espuma deleitosa,
fresco amargor de quien espero sepa
un rato devolverme los días que pasaron,
de amable dios tardío sangre rubia.



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