domingo, 20 de marzo de 2011

CHARLES BERNSTEIN [3.566] Poeta de Estados Unidos


Charles Bernstein 



(Nacido el 4 de abril de 1950, en Nueva York, E.E.U.U.) es un poeta, teórico, editor y estudioso de la literatura. Bernstein es Profesor de lengua inglesa en la Universidad de Pennsylvania. Es uno de los miembros más prominentes de la poesía del lenguaje (o L = A = N = G = U = A = G = E poetry). En 2006 fue elegido miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias. In 2005, En 2005 le fue otorgado el Premio del Decano por sus innovaciones docentes en la Universidad donde enseña. Ha sido profesor visitante de poesía, poética y escritura creativa en la Universidad de Columbia, la Universidad de Brown, y la Universidad de Princeton. Es autor de más de veinte libros de poemas, entre ellos se destacan Poetic Justice, Disfrutes y The Sophist. Está escribiendo "Todo el whysky en el cielo", nuevo libro de poemas, que la editorial Farrar, Straus and Giroux publicará en 2010.



Querido Sr. Fanelli:

Vi su foto
en la estación
de la calle 79. Usted decía
estar interesado en
cualquier comentario que
pudiera hacerle sobre
el estado de la
estación. Sr. Fanelli,
hay un montón de
escombros en la estación
de la calle 79 que hacen
desagradable esperar
en ella más de unos
minutos. La estación
podría recibir unas manos
de pintura y quizá
nuevos parlantes que
permitan entender
los anuncios de retrasos
que siempre están
transmitiendo. Sr.
Fanelli––hay un
montón de gente durmiendo
en la estación de la calle 79
y me pone triste
pensar que no tienen
un hogar adonde ir. Sr.
Fanelli, ¿no piensa que
podría encontrarles un lugar
más confortable para que
descansen? El subte es
muy ruidoso, en especial con
todos esos trenes expresos
pasando raudamente cada
pocos minutos, eso cuando los
trenes funcionan.
Debo admitir, Sr. Fanelli, que
pienso que la estación de la calle
79 está en bastante mal estado
y a veces de noche
mientras doy vueltas en mi cama
pienso que el mundo
tampoco hace las cosas
demasiado bien, y me
pregunto que irá
a pasar, hacia dónde
apuntan nuestras cabezas, si
apuntan a algún lado, incluso
si tenemos cabezas. Sr.
Fanelli, ¿no piensa que si
pudiéramos tan sólo empezar
con la estación de la
calle 79 y hacer lo que
pudiéramos con ella
entonces quizá podríamos,
usted sabe, me parece, seguir
avanzando desde allí? Sr.
Fanelli, cuando vi su
foto y el cartel
pidiendo sugerencias
pensé que si
usted realmente quería
llegar a fondo
con lo que está mal,
quizás era mi obligación
escribirle: quizás
usted nunca estuvo en
la estación de la calle 79
porque está muy ocupado
manejando las estaciones
de la calle 72 y la calle 66,
quizá no conoce
los problemas que tenemos
en la 79––me refiero a
la mugre y las frecuentes
demoras y la sensación de
total miseria que
impregna el lugar. Sr.
Fanelli, ¿llegó hasta aquí
en la lectura de la carta
o recibe tantas
cartas todos los días
que no tiene
tiempo para dar a cada
una toda la atención
que exige? ¿O soy
la única persona que
acepta su invitación
a contactarse sólo que
usted no tiene suficiente
experiencia sobre cómo
responder? Lamento
no poder captar su atención
Sr. Fanelli porque realmente
creo que si usted
pide comentarios
debería estar dispuesto
a actuar en consecuencia––aun
si debería es una palabra
demasiado grande para lanzar
en este momento.
Sr. Fanelli
espero que no
piense que soy descortés
si le hago una
pregunta personal.
¿Sale mucho
de la oficina?
¿Va al cine,
prefiere acaso
los deportes––o quizá
noches tranquilas en un
restaurante del barrio?
¿Lee mucho, Sr. Fanelli?
No digo sólo
Gibbons y esas
cosas, sino filosofía––
¿leyó mucho
Hanna Arendt o
prefiere acaso
una perspectiva
más ideológica?
Pienso que si entiendo
cómo se formó, Sr.
Fanelli, podría escribirle
más convincentemente,
más persuasivamente. Sr.
Fanelli, ¿sale
de la ciudad alguna vez––
quiero decir como hasta Bear
Mountain, o hasta
Montauk? Quiero decir ¿se da
cuenta de lo desagradable que
es el aire en la estación de la
calle 79––que podríamos
usar allí algún sistema de
refrigeración o de filtrado
de aire? Sr.
Fanelli, ¿no piensa
que podríamos
encontrarnos y
conversar sobre
estas cosas
personalmente? Hay
algunos otros puntos
que me gustaría examinar
con usted si pudiera
tener la ocasión. Cosas
que me gustaría
contarle pero
sería reticente a
volcar en el papel.
Sr. Fanelli, no me he
estado sintiendo muy bien
últimamente y pensé
que reunirme con usted cara
a cara podría cambiar
mi humor, podría
ponerme en una nueva disposición
de ánimo. ¿Quizá podamos
juntarnos a almorzar?
¿O quizá después del trabajo?
Piénselo, Sr.
Fanelli.


(BULEVAR de los poetas,
Clarín, 14.06.03)
(Traducción: Jorge Santiago Perednik)



GRACIAS POR DECIR GRACIAS

Este es un poema
totalmente asequible.
No hay nada
en este poema
que sea
de algún modo
difícil de entender.
Todas las palabras
son simples &
van al grano.
No hay conceptos
nuevos, ni
teorías, ni
ideas para
confundirte. Este poema
no tiene pretensiones
intelectuales. Es
puramente emotivo.
Expresa en forma completa
los sentimientos del
autor: mis sentimientos,
los de la persona que habla
ahora con vos.
Trata sobre la
comunicación.
De corazón a corazón.
Este poema te aprecia
& valora como
lector. Celebra
el triunfo de la
imaginación humana
en medio de escollos &
calamidades. Este poema
tiene 89 líneas,
275 palabras, y
más sílabas de las que
tengo tiempo para
contar. Cada línea,
cada palabra & cada sílaba
ha sido escogida
para transmitir sólo
el significado deseado
& nada más.
Este poema reniega de
la oscuridad & del enigma.
No tiene nada
escondido. Cien
lectores leerían cada
cual el poema
de idéntica
forma & obtendrían
el mismo mensaje
de él. Este
poema, como todos
los buenos poemas, cuenta
una historia en un estilo
directo que nunca
deja al lector
suponiendo. Y si
a veces expresa
amargura, rabia,
resentimiento, xenofobia,
& mates de racismo, su
condición última es
afirmativa. Encuentra
gozo incluso en
esos irritantes momentos
de la vida
que comparte
con vos. Este poema
representa la esperanza
por una poesía
que no le dé
la espalda a
su audiencia, que
no se considere
superior al lector,
que esté comprometida
con la poesía como
forma popular, como volar
papalotes o ir
al estadio. Este poema
no pertenece a ninguna
escuela, no tiene
dogma. No sigue
una moda. Dice
justo lo que
dice. Es
real.

(Traducción: G. A. Chaves, 2011)







EN UN MUNDO AGITADO COMO ÉSTE

No hace mucho, o acaso lo soñé
o lo inventé, o de pronto le perdí
la pista al tren en el abracadabra
de días que se esfuman; no, si doblo
esta vuelta a la esquina, llego a ella
desde tres lados a la vez, o boto
el balón contra todos los videntes
adormilados —bueno, pueden verlo
sus propios ojos, que no hay nada bajo
mi manga, o noten cómo hasta las rocas
se quiebran a presión. Cuanto más andes
 en una dirección, tanto más lejos
tendrás que seguir antes que el retorno
se vuelva enteramente indivisible.




ESTA LÍNEA

Esta línea está despojada de emoción.
Esta línea no es más que una
ilustración de una teoría
europea. Esta línea carece
de sujeto. Esta línea
no hace referencia a nada
fuera de su contexto en
esta línea. Esta línea
trata sólo sobre sí misma.
Esta línea no tiene significado:
sus palabras son imaginarias, sus
sonidos inaudibles. Esta línea
no se preocupa de sí misma ni de
nadie más —es indiferente,
impersonal, fría, poco atractiva.
Esta línea es elitista, requiere,
para comprenderla, años de estudio
en bibliotecas atrofiantes, tragarse
tratados esotéricos sobre
temas imposibles de pronunciar.
Esta línea rechaza la realidad.




LA AUTONOMÍA ES UN PELIGRO

Odio el artificio. Todos esos
artilugios tantos obstáculos
contra lo que no puede discutirse
de otro modo, tanto lo que parece
parecido en una jalea de
retorcijones. La poesía me asusta. Me
refiero a su anonimato virtual
(o de ventrílocuo) —sin protección, sin
bastión que acompañe su omnipresente
falta de propósito, su aceleración
en aumento hacia algo que puede o
no inflarse. Los ojos exigen
el conteo. El ninguna parte visto en todas partes
la controlada falta de voz de la que todos se agarran
para sacar un pedazo. Tiembla
todo lo que quieras no hará
que venga más rápido
dure más: la bomba
que no se bota.

De Grandes éxitos (Mantis Editores, 2014)
Traducción de Enrique Winter











No hay comentarios:

Publicar un comentario