jueves, 24 de marzo de 2011

3638.- OVÍDIO MARTINS


Ovídio Martins: Nació el 17 de Agosto de 1928, en Cabo Verde (S. Tiago).
Murió el 29 de Abril de 1999.

OBRAS:
Caminhada, 1962 - Poemas
100 Poemas - Gritarei, Berrarei, Matarei - Não ou para pasárgada, 1973
- Poemes em Português e em crioulo de São Vicente
Tchutchinha, 1962 - Novela





Traducidos del portugués para poesia salvaje por Mikel Caverna



SECA

Arboles
de ramos apretados
goteando sudor y lágrimas.
Tierra calcinada
hasta el agotamiento
de la angustia.

Almas
heladas
hasta el núcleo
de las raíces
Arboles
sin carne
Tierra
de fuego
Hombres bloqueados
(espantosamente bloqueados)

Hermanos
en el cataclismo
periódico
de falta de agua
ya sin fuerzas
para mandar
callar
al mar.







Tu Ausencia

Se libra en el aire tu ausencia
y en las cosas un sentido de inquietud
hay en todo una inercia opresiva
y vagamente una idea de silencio
Los hombres parecen fantoches
y a las mujeres no las veo.
La idea de ti no me deja verlas
No consigo concentrarme
nervioso estoy siempre a rodear el lápiz
y a mirar las escaleras
en la esperanza de verte descender
(No hay duda de que tengo una necesidad
absoluta de cosas bellas)

y es por eso
que sin ti
mi espíritu no alcanza grandeza.
Tu presencia solamente
son sugestiones de incitamiento
y es por eso que a cada instante
espero verte descender las escaleras
para que traigas a mi nerviosismo la desconcentración

el remedio eficaz
de tu presencia y belleza....






Aviso

!No nos vengan a decir después
que no os avisamos!

Pueden blandir el látigo
y apretar los dientes
y echar espuma por la boca
(son serviciales....)

Pueden meternos en prisiones
cadenas en las muñecas
corrientes en los pies
(son serviciales....)

Pueden humillarnos
mil veces masacrarnos
matarnos de mil muertes
(son serviciales....)

Pero después
no nos vengan a decir
que no os avisamos.






Flagelados del viento del este


Nosotros somos los flagelados del viento del este

A nuestro favor
no hubo campañas de solidaridad
no se abrieron los hogares para abrigarnos
y no hubo brazos fraternalmente extendidos para nosotros.

Somos los flagelados del viento del este

El mar nos transmitió su perseverancia
Aprendemos con el viento a bailar en la desgracia
Las cabras nos enseñaron a comer piedras para no perecer

Somos los flagelados del viento del este

Morimos y resucitamos todos los años
para desespero de los que nos impiden la caminata
Con miedo continuamos de pié
en un desafio a los dioses y a los hombres

Y la calma después de la tormenta ya no nos mete miedo
porque descubrimos el origen de las cosas
(cuando podemos!...)

Somos los flagelados del viento del este

Los hombres se olvidaron de llamarnos hermanos
Y las voces solidarias que siempre hemos escuchado
son apenas
las voces del mar
que nos saló la sangre
las voces del viento
que nos arraigó el ritmo del equilibrio
y las voces de nuestras montañas
extraña y silenciosamente musical

Nosotros somos los flagelados del viento del este.







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