Dennis O’Driscoll (Nació en Thurles, Irlanda el 1 de Enero 1954 y murió el 24 Diciembre del 2012). Ha merecido, entre otros, el Lannan Literary Award, the E.M. Forster Award of the American Academy of Arts and Letters, the O’Shaughnessy Award for Poetry from the Center for Irish Studies in Minnesota. Su último poemario es “Dear life”.
PUBLICACIONES:Kist (Dolmen Press, 1982)
Hidden Extras (Anvil Press Poetry, London/Dedalus Press, Dublin, 1987)
Long Story Short (Anvil Press Poetry/Dedalus Press, 1993)
Quality Time (Anvil Press Poetry, 1997)
Weather Permitting (Anvil Press Poetry, 1999), which was a Poetry Book Society Recommendation and shortlisted for the Irish Times Poetry Prize 2001
Exemplary Damages (Anvil Press Poetry, 2002)
New and Selected Poems (Anvil Press Poetry, 2004) was a Poetry Book Society Special Commendation
Reality Check (Anvil Press Poetry, 2007/ Copper Canyon Press, US, 2008), was shortlisted for the Irish Times/Poetry Now Prize
He has also published three chapbooks. These are:
The Bottom Line (Dedalus Editions, 1994)
50 O’Clock (Happy Dragons' Press, UK, 2005)[4]
All the Living (Traffic Street Press, Minnesota, 2008).
Como suele decirse
Suponer que todo tiene significado.
Regresar en la tarde
sintiendo que te ganaste un descanso
y poner los pies en alto
frente al resplandor de la tele y la chimenea.
Ver tus programas favoritos.
Estar casada con un vecino
al que tus padres quieren con locura.
Estar satisfecha con lo que tienes,
los vecinos el largo de la falda que está de moda,
la doble inmersión, el gobierno que hace su mejor esfuerzo.
Mantener una talla promedio
y comprar ropa en las tiendas.
tener el tipo de cara
que puede maquillarse hasta ser bonita.
Ir con gusto al trabajo
sabiendo lo aburrida que estarías en casa.
Planear vacaciones adonde los cuerpos se mezclan,
dorados como granos de arena.
Permitirse pequeños excesos,
crudas navideñas, tacones de aguja,
atracones de pasteles de chocolate, cabello aclarado.
Posponer los hijos hasta que se pueda
ampliar la casa y terminar de pagar el carro.
Ver el mundo a través de cristales dobles
y no encontrar nada mal.
Contar con seguir viviendo así
y mirar hacia adelante. Sin arrepentimiento.
Levantarse a diario sin asombro ni temor,
encontrando en el autobús a gente que reconoces
y que te acepta, sin cuestionarte, tal como eres.
[Versión de Una Pérez Ruiz]
Normally speaking
To assume everything has meaning.
To return at evening
feeling you have earned a rest
and put your feet up
before a glowing TV set and fire.
To have your favorite shows.
To be married to a local
whom your parents absolutely adore.
To be satisfied with what you have,
the neighbors, the current hemline
the dual immersion, the goverment doing its best.
To keep to an average size
and buy clothes off the rack.
To bear the kind of face
that can be made-up to prettines.
To head contentedly for work
knowing how bored you’d be at home.
To book holidays to where bodies blend,
tanned like sandgrains.
To be given to little excesses,
Christmas hangovers, spike high heels,
chocolate éclair binges, lightened hair.
To postpone children until the house’s extension
can be afforded and the car paid off.
To see the world through double glazing
and find nothing wrong.
To expect to go on living like this
and to look straight forward. No regret.
To get up each day neither in wonder nor in fear,
meeting people on the bus you recognize
and who accept you, without question, for what you are.
Thurles
según Zbgniew Herbert
Una infancia demasiado aburrida para las palabras
se perdió sin un fragmento en ese pueblo.
Y, por eso, no he hablado de sus guturales;
de su cielo coherentemente empizarrado con nubarrones;
de sus tejados mohosos que contienen los excesos de la lluvia.
No obstante una casa me ampara.
Sé dónde se guarda el colador de los repollos
y el truco requerido para usar el abrelatas
y el tono exacto en el que la puerta de la cocina,
desgastada por un juego*, cruje:
cosas que no puedo describir en los términos del diccionario,
con palabras sin corazón que dejan de resonar.
Otras son suprimidas vergonzosa o dolorosamente
(todas las familias pasaron sus propios equivalentes
del Acta de Secretos Oficiales**).
No obstante allí todo se traduce en sentimiento:
los platos en los que los muertos comieron antes que nosotros,
las capas de empapelado que todavía imitan los recuerdos,
la rajadura en el mármol por mi culpa,
el jardín abovedado de rosas explorado hasta su última piedra.
De vuelta en la ciudad, recurro de nuevo a las palabras normales.
Incapaz de identificar las posesiones por sus nombres,
las llamo sólo por sus sobrenombres
—por sus marcas—
y nunca voy a descubrir sus nombres reales.
Notas del traductor:
* Se prefirió traducir simplemente por "juego" ya que no se encontró traducción exacta para "ring board", pasatiempo compuesto por una base de madera de la que parte un palo en el cual deben ser embocadas argollas que se arrojan desde una cierta distancia
** Acta que firman los funcionarios, por la que se comprometen a no divulgar información que obtienen en el trabajo.
Vidas breves
I
después de que la casa ha sido hurtada
los objetos privados manoseados
y una llamada telefónica formula un nueva amenaza
después de que el accidente de tu hijo afecte tus ventas arroje
que el análisis es positivo
y tus peores miedos sean confirmados otra vez
cómo pasarás el próximo día, el resto de tu vida
qué te mantendrá funcionando —cobardía, olvido o esperanza
qué es eso hacia lo que estás impelido
II
tantos sentimientos hirientes y deseos frustrados
y placeres con olor a tostadas y café
junto a fuegos vueltos ceniza
tantos segundos controlados para ser apenas
años y décadas de reafirmación, para ver
que toma una eternidad recobrarse de todos ellos
III
la calma entre tormentas
es el silencio en el cual
no se nombra a los muertos
hasta que los parientes son informados
IV
al final la muerte sólo atormenta a los huesos
Poesía irlandesa contemporánea, Libros de Tierra Firme,
Buenos Aires, 1999
Traducciones de Jorge Fondebrider
Thurles
after Zbgniew Herbert
A childhood too boring for words
is lost without a fragment in that
town.
And, so, I have held my tongue about its gutturals;
its sky
slated consistently with cloud;
its mossy roofs restraining excesses
of rain.
One house watches out for me, though
I know where its
cabbage colander is kept
and the special knack required to use its
tin-opener
and the exact key in which the kitchen door,
sucffed by a
ring-board, creaks:
things I cannot depict in dictionary terms,
through heartless words that fail to resonate.
Others are suppressed
in embarrassment or pain
(all families have passed their own
equivalents
to the Official Secrets Act).
Yet everything there
translates into feeling:
the plates the dead have eaten from before
us,
the layers of wallpaper that still pattern memory,
the hairline
crack in marble that was my fault,
the rose-arched garden explored
down to its last stone.
Back in the city, I resort to standard words
again.
Unable to identify possessions by their first names,
I call
them only by ther surnames
— by their brand names —
and will never
discover their real names.
Brief Lives
I
after the house has been pilfered
the private things fingered/ and a
phone call poses a new threat
after your child's accident affects
your sales drive
the smear test thurns out positive/ and your worst
fears are confirmed again
how should you spend the next day, the
rest of your life
what keeps you going — cowardice, forgetfulness or
hope
what is it you are impelled towards
II
so many hurt feelings and frustrated desires
toast- and coffe-scented
pleasures also
at fires grinding into muesli ash
so many seconds
harnessed to just being
years and decades consolidating to
experience
it takes an eternity to recover from them all
III
the calm between storms
is the silence in which
the dead are not
named
until relatives are informed
IV
in the end death worries only bones
No hay comentarios:
Publicar un comentario