lunes, 30 de agosto de 2010

763.- YOSE ÁLVAREZ-MESA


YOSE ÁLVAREZ-MESA, Arnao (Asturias).


LIBROS PUBLICADOS:
—Trilogía intimista de consecuencias (Asturias, 1999)
—Estampas de invierno (Vitoria, 2006)
—A dos océanos (Madrid/México 2007) Antología poetas de habla hispana , edición limitada
—En el umbral del aire (Burgos 2007)
—El laberinto envenenado (Granada, 2008)
—Poemas del otro lado (Málaga 2008)
—El párpado del tiempo (Murcia 2008)
—Cuentos y reencuentros, VVAA (Oviedo 2009)
—De islas y pleamares (Madrid 2009)
- Distancias de metal sobre fondo amarillo (Badajoz 2010)





PLEAMAR

Se me acaban los días de puntos suspensivos...
La lluvia se los lleva
arrastrando tras ella los empapados lutos
que pasan de puntillas sobre la pleamar.

Me quedaré esperando
el latido perdido en las costas del naufragio
o el chasquido de un gesto templado y sinuoso
en el labio dormido.

Se me acaban los días.
Los siento ya tan lejos…
Tal parece que nunca estuvieron aquí.
Y todo cuanto queda de sus pasos maltrechos
es un rumor cautivo en la memoria.

Me quedaré esperando
que los malos presagios recorran otros cielos,
y que el silencio sea clemente con mis ecos,
y las sombras no borren tu adiós del horizonte.

Se me escapan los días por ranuras ocultas
bajo el poso del viento;
resbalan por las manos que envejecen de pronto
sin poder retenerte.

Y me quedo esperando…
Una espera sin horas que contarle al reloj.





UN CAMINO EN EL AIRE

Nuestros pies inventaron un camino en el aire
por donde transitar al margen de la vida.

Allí nuestras pisadas se dilatan y saltan
distancias insalvables
y secundan el eco de los pasos
que no hemos dado nunca.

Nuestros pequeños sueños estallan en los dedos
y encienden las penumbras;
invaden los resquicios, los huecos, los contornos;
se alían en caricias que no han hecho preguntas.

El silencio se esconde tras las rejas oscuras
de ventanas cautivas
que rezuman esperas, y deseos oblicuos,
y sensaciones muertas.

Y le abro las puertas al vuelo de tus pasos,
y me vuelco en un algo que sea sólo nuestro.

Por si un día te encuentro
en la vuelta
de la esquina.





OCTUBRE

Aquí se quedan los últimos intentos,
el renacer deprisa
para crecer deprisa
y morir primero.

Aquí se queda el lastre de lo más añorado,
las patadas en la boca del sueño,
los grilletes que ataron a la fe mi esqueleto.

Aquí dejo los párpados,
la insurgencia y el eco,
la ciénaga y el humo donde enterré los besos.

Aquí te quedas, viejo arancel de las melancolías.

Este viajero sin itinerario
lleva como equipaje sólo el roce del viento.






HOY TE SUEÑO

Hoy te sueño invadiendo mis contornos.

Tus gestos se difunden por todos los rincones
y un poso dulce queda en las lenguas de papel.

El agua que ha corrido
exaltada
por tu piel
ha formado jirones de nubes escarchadas
que caen desmadejadas como nieve a mis pies.

Te extrañará la vida cuando cruces mi ocaso
y escuches el adagio de nuestro amanecer.

Se apagará la noche y tiritarán los sueños.

Y en la quietud del aire que se queda callado
me enredaré en las veces que he amado tu recuerdo
y extrañaré tu sombra
dormida
en la pared.





SENSACIONES

no tengo sensaciones.

se me escurrieron todas por los renglones inclinados
de los calendarios
cayeron al vacío como gotas de lluvia desde el infinito
y se estrellaron contra el tránsito mortal
del silencio que pasaba por allí

hoy son imperceptibles manchas en el pavimento
pisoteadas por el rítmico balanceo de una mecedora
que se mueve al compás del inexorable tictac
del tiempo baldío



***





es allí donde el miedo se encarama
donde llama a las cosas por su nombre
y se adueña de las cuerdas del títere

en el pasillo oscuro
bajo farolas sin luz y sin aliento
y entre las leves sombras
dibujadas por una exigua luna

es allí donde queda la voz
donde el alma se apaga
donde se rinde el pequeño guerrero de la vida

allí donde la vida es sólo una moneda


(Del libro “Estampas de invierno” )






LE PETIT PRINCE

arrecife de sombras y oquedades
donde guardar los sueños y el asombro
y proteger las flores con globos de cristal

la lluvia desdibuja las ilusiones póstumas
viajeras incansables por planetas remotos

es posible volver
aun cuando el camino se ha borrado
allí donde no crecen los baobabs





CÁRCEL

cuando el tiempo recorra con pereza los días
tirados por el suelo
el momento de abrir la puerta habrá llegado

saldré de este sepulcro de pesadas fronteras
y borraré mi nombre de su apátrida lápida

cuando el reloj se filtre a través de la reja
reptaré por las horas con el alma blindada
de silencio y derroche

rescindiré el contrato con la inercia diaria
y cruzaré sonrisas con zancadas gigantes

cuando el viento no raye la entraña y el latido
soñaré que fue un sueño sin piel ni vestimenta
y dormiré sin miedo a despertar

liberaré las noches de tibias cicatrices
sacaré los colores a madurar al sol

cuando pase no mucho
me beberé el aire lascivo de las calles
recorreré las lluvias que fluyen tierra adentro
y extenderé los brazos
para abarcar la vida






LA ESQUELA

cuando sea una esquela en blanco y negro
escapado el color quién sabe dónde
se acordarán de mí los infinitos
juglares que mis ojos
inventaron

cuando veas la esquela con mi nombre
piensa que apenas tuve vida propia
que fui engranaje en mecanismo ajeno
y lo poco que viví
me fue robado

y aquí continuaré amarrando instantes
en los que nunca nada sucedió
aquí estaré hasta el momento último
esperándolo todo
imaginando

(Del libro “Estampas de invierno”)




en el umbral del aire

ahora que el desencanto deja paso a la brisa
puedo vivir despacio
y recorrer sin miedo los ecos del reloj


tantear el espacio desnudo y abrazarlo
y taponar los huecos con las lágrimas muertas

dejo mis pertenencias en el umbral del aire
para escapar deprisa en caso de tormenta

atardecer de espumas perfumadas
atardecer de brumas disipadas

mar adentro se esconden por siempre
las tinieblas a este lado del mar
la vida sigue






ESPERANDO ABRIL

abril me está esperando para darme tu tacto
para ofrecerme el lado intacto de la noche

permíteme volver a ser la madrugada
repleta de luciérnagas lamiéndome la piel

si me pierdo entre el no
y la oscuridad
y el miedo
no dudaré en buscar el rumbo en tu mirada

abril me espera al fondo de las lluvias más cálidas
desatando los nudos de un febrero confuso

allí te esperaré con el alma en silencio
sin ocultar mi rostro ni disfrazar la luz

y comeré en tu boca la dulzura y el ansia
y borraré en mi pecho la sombra de tu pecho

si marzo se detiene será porque le temes
a la única pregunta que queda por hacer






LA BISECTRIZ DEL ÁNGULO

no es fácil admitir que se ha perdido todo
que lo que daba sentido a tu existencia no está aquí
que ya no sopla el viento que impulsaba tus velas
y se desvanecieron en el aire las alas de atravesar
los sueños

cuesta asumir que en la casa desierta
nadie te buscará para encenderte el día
nadie te robará los minutos siguientes
para beberlos todos
nadie derramará su alquimia entre los huecos
de tus realidades

cuesta tanto aceptarlo
que se te van los años buscando
cualquier alguien con quien llenar la vida
para neutralizar la bisectriz del ángulo
que mutiló tu identidad


……………

el polvo que se esconde detrás del mobiliario
guarda el tiempo perdido llorando las ausencias

todo envejece
las lágrimas son fósiles de azulado recuerdo
y hasta la soledad proyecta en los cristales
sus cabellos nevados

ella es hoy mi realidad más próxima y amada

llevo una eternidad sintiéndola a mi lado
haciéndose pequeña
desgastando sus garras en el sólido infierno
de la desesperanza

dulcificó su amarga compañía
y ahora es el velo que protege mi piel
de la inclemencia hostil

……………

envejece en los anaqueles del estoicismo

la noto caminar despacio y encorvada
colgada de mi brazo
sin advertir que se le van las fuerzas

ya no cruza sin descanso de norte a sur los mapas
de mis desasosiegos
a la caza de alientos que empañen los espejos

ni siquiera pasea por los rincones oscuros
de los calendarios
buscando las cenizas de fuegos extinguidos
para darnos calor

se la ve desgastada
sin alma ni bandera
sin sombra ni vestigio de lo que fue una vez

……………

me he ido acostumbrando a sus cálidas arrugas
surcando mi horizonte
sin intentar borrarlas a golpes de entereza
para engañar al tiempo

el tiempo ha suavizado su pasión y su fuerza
el tiempo ha apaciguado su escozor

……………

la veo tan marchita
que me pregunto cómo me verá ella
cuando nos enzarzamos en diálogos serenos
por las noches ociosas
inventando existencias para llenarlas luego
con los restos del día

me pregunto
si podrá ver mis luchas interiores desgajadas
y rotas
alfombrando el invierno
y el dolor por lo agudo de los años vacíos
cicatrizado y yermo

me pregunto si sentirá tristeza por habernos rendido
o si será feliz de abandonar la guerra

……………

somos viejos amigos
que duermen en una misma celda de extravío
y derrota

nos cansamos de ser beligerantes
de desbrozar malezas para hacernos camino
por la jungla insurrecta
donde el destino nos dejó caer sin miramientos

y ahora demoramos el paso en las veredas
observando el paisaje
para empaparnos bien de cada imagen
por si mañana ya no podemos ver

……………

se me ha hecho vieja la soledad punzante
de mis primeros tiempos

envejecimos juntos uniendo nuestros páramos
de arenas movedizas
y pagamos el tributo que nos ha sido impuesto
y acatamos las reglas

ahora en vez de atenazarme el alma
me acaricia la vida


Poema ganador de Daya Nueva






De pronto supe que era mío el cuerpo que pasaba
Reconocí el cerrojo oxidado en el pecho
la mirada hacia dentro, la boca precintada,
la tormenta en la piel.

Me observé descansando del aire, del reloj,
de la huida,
en almohadas de páginas yermas;
el gesto ladeado, los ojos entreabiertos,
los labios dibujados con restos de sonrisas.

De pronto pude ver el estrago y la arruga
clavados en los dedos aferrados al sueño,
doblegando sus miedos en el mármol desnudo.

Vi la desesperanza surcar las alamedas,
las mortales heridas escupieron sus hilos de sutura

sobre oscuros presagios y una hostil espesura
se enraizó lentamente en mis pies.

Y me senté a contemplar el roce del instante
que cruzaba el espejo.
Burbujas de silencio se tragaron los brotes
de lo que iba naciendo,
y estallaron en el aire dispersándose en brumas
que taladran las noches.

Descubrí entre los brazos sarmentosos del eco
una vida de magnitudes nuevas
envuelta en lo infinito,

y ese envoltorio sí parece a mi alcance.
Veo pasar de largo las frías cuchilladas
y el acero ni siquiera me toca;
mis pies ya no lloran caminos ni cansancios

porque todo se deposita en mí sin tener que avanzar.
Y siento la razón de ser mujer.



***


Ya no abrigo esperanzas para darles calor
ni las mimo y las crío entre algodones
ni las voy recogiendo una a una por los rincones
reuniéndolas en el centro de la sala
para que parezcan más,
ni abro mucho los ojos para verlas mejor
cuando se hacen pequeñas
ni levanto la guardia cuando crecen y crecen
y ocupan todos los espacios
ni las cuento cada noche para no olvidar ninguna
ni voy en su busca si una se me perdió
ni invento para ellas vientos que las reanimen
cada vez que agonizan

porque hoy están todas absolutamente muertas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario