domingo, 12 de septiembre de 2010

HILDA HILST [1.033]




Hilda Hilst 



(Jaú. 21 de abril, 1930 - Campinas, 4 de febrero, 2004) poetisa, dramaturga y cronista brasileña.

Hilda Hilst nace en una ciudad al interior de São Paulo llamada Jaú, de la que muy tempranamente tuvo que partir ya que su padre, el poeta y periodista Apolonio de Almeida, sufría de esquizofrenia y debió ser internado en una clínica en Campinas, del mismo São Paulo. Es en esa ciudad en donde Hilst ingresa a un internado de religiosas en el que pasa ocho años, incorporándose más tarde a la Escuela de Derecho de la Universidad de São Paulo. Desde muy joven, Hilda Hilst escandaliza a la alta sociedad ejecutando variadas performances e instalaciones de arte a favor del feminismo.

Sus primeros libros, "Presagio" y "Balada de Alzira" son publicados en 1950 y 1951 respectivamente y se titula de abogado en 1952. En 1957 viaja a Europa en donde se hace pasar por periodista para poder entrevistar y conocer a personajes como Marlon Brando. Ya de vuelta en Brasil publica en 1959 los libros "Escritura de la poesía del silencio" y "Trovas de amor para un muy amado señor" en los que ya aparecerán pequeños rasgos de poesía mística con tono erótico. Mientras estas publicaciones tenían lugar, Hilda Hilst disfrutaba de una intensa vida social de la cual decide alejarse tras la lectura del griego Nikos Kazantzakis, quien apela a la importancia del desapego mundano como vía para llegar al conocimiento. Así, se traslada a la parcela "Casa del Sol" junto al el escultor Dante Casarini en 1966. Hacia 1969 escribe "Poseído" y "La rata en la pared", iniciando una serie de ocho piezas teatrales.
Tras publicar numerosas obras de teatro y poesía, Hilda Hilst comienza en la década de los noventa a irrumpir en un género que ella misma denomina como pornográfico, que tiene por objetivo cuestionarse los valores sociales mediante la erotización. Esta escritora llegará a la conclusión de lo que realmente es obseno en la sociedad no es el exhibicionismo sexual, sino la guerra y el hambre que el ser humano permite; en fin, la aristocracia misma con sus propias reglas. Por ello es que edita "El cuaderno rosa de Lori Lamby" en 1990, que consiste en una alegoría erótica de la sociedad burlándose de la existencia humana. A esta le seguirán las publicaciones de "Cuentos de escarnio / Textos grotescos" (1990), "Cartas de un seductor" (1991) y "Bufonas" (1992) escritos en forma de sátira, riéndose de la presencia del capitalismo en la literatura. En el año 2001 la editorial brasileña "Globo" decide publicar la obra completa de Hilda Hilst, en la cual se incluye "La obsena Señora D" de la cual dice: "Nadie sabe hasta hoy qué es lo obsceno. Obscena para mí es la miseria, el hambre, la crueldad. Nuestra época es obscena". A esta obra se agregarán "La muerte. Odas mínimas" y "Baladas", ambas del 2002.
Hilda Hilst muere en la tranquilidad de "Casa del Sol" en Campinas a los 73 años en el año 2004. Actualmente su obra está siendo rescatada en Hispanoamérica gracias a las traducciones hechas por el poeta chileno Leo Lobos.



Poemas de Hilda Hilst 

Traducidos al castellano por Leo Lobos


De Balada de Alzira (1951) 

XVI




O que nós vemos das coisas são as coisas.

(Fernando Pessoa)

Las cosas no existen.
Lo que existe es la idea
melancólica y suave

que hacemos de las cosas.

La mesa de escribir es hecha de amor
y de sumisión.
En tanto
nadie la ve
como yo la veo.
Para los hombres
es hecha de madera
y está cubierta de tinta.
Para mí también
mas la madera protege su interior
pues su interior es humano.

Los libros son criaturas.
Cada página un año de vida,
cada lectura un poco de alegría
y esta alegría
es igual al consuelo de los hombres
cuando inquietos permanecemos
en respuesta a sus inquietudes.

Las cosas no existen.
La idea, sí.

La idea es infinita
igual que el sueño de los niños.





De Balada do Festival (1955) 

IV [fragmento]

A Vinicius de Moraes

En la hora de mi muerte
estarán a mi lado más hombres
infinitamente más hombres que mujeres.
(Porque fui más amante que amiga)
Sin duda dirán las cosas que no fui.
Como entonces con gran generosidad:
No era mal poeta la pequeña Hilda.

Tendré rosas en el cuerpo, en las manos, en los pies.

Son todos tan delicados
tan delicados…




De Da morte. Odes mínimas (1980) 

XIX

Si yo supiese
Tu nombre verdadero

Te tomaría
Húmeda, tenue

Y entonces descansarías.

Si susurraras
Tu nombre secreto
En mis caminos
Entre la vida y el sueño

Te prometo, muerte,
La vida de un poeta. La mía:
Palabras vivas, fuego, fuente.

Si me tocaras,
Amantísima, blanda
Como fui tocada por los hombres

En vez de Muerte
Te llamo Poesía
Fuego, Fuente, Palabra viva
Suerte.




De Sobre a tua grande face (1986) 

VI

Hoy te canto y después en el polvo que he de ser
te cantaré de nuevo. Y tantas vidas tendré
cuantas me darás para otra vez amanecer
intentándote buscar. Porque vives de mí, Sin Nombre,
sutilísimo amado, relincho del infinito, y vivo
porque sé de ti tu hambre, tu noche de herrumbre
tu pasto es mi verso rociado de tintas
y de un verde negro tu casco en los arenales
donde me pisas hondo. Hoy te canto
y después enmudezco si te alcanzo. Y juntos
iremos a teñir el espacio. De luces. De sangre.
De sangre.




De Amavisse (1989)

VI

Que las barcazas del Tiempo me devuelvan
la primitiva urna de palabras.
que me devuelvan a ti y a tu rostro
como lo conocí desde siempre: punzante
pero centellante de vida, renovado
como si el sol y el rostro caminasen
porque venía de uno la luz del otro.

Que me devuelvan la noche, el espacio
para sentirme tan vasta y poseída
como si aguas y maderas de todas las barcazas
se hiciesen materia rediviva, adolescencia y mito.

Que te devuelva la fuente de mi primer grito.




* Leo Lobos (Santiago de Chile, 1966) es poeta, ensayista, traductor y artista visual. Laureado UNESCO-Aschberg de Literatura 2002. Realiza una residencia creativa en CAMAC, Centre d'Art Marnay Art Center en Marnay-sur-Seine, Francia, los años 2002-2003 con apoyo Fondo Internacional para la Cultura y la Fundación francesa Frank Ténot. Ha realizado exposiciones de sus dibujos, pinturas y una residencia creativa los años 2003 hasta comienzos del 2006 en el centro de cultura Jardim das Artes en Cerquilho, SP, Brasil. Como traductor, desde el portugués ha realizado versiones en castellano de autores como Roberto Piva, Hilda Hilst, Claudio Willer, Tanussi Cardoso, Helena Ortiz y José Castelo, entre otros. Sus dibujos, poemas visuales y pinturas forman parte de colecciones privadas y públicas en Chile, México, Estados Unidos, Brasil, España y Francia. El 2003 recibe la beca artística del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes del Ministerio de Educación de Chile y el 2008 la beca de creación para escritores profesionales del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Forma parte del equipo productor del Encuentro Internacional de poetas CHILEPOESÍA, uno de los principales festivales de poesía de Hispanoamérica. Trabaja en la actualidad como gestor y productor cultural en la Corporación Cultural de Peñalolén en Santiago de Chile.

Publicado por Albert Lázaro-Tinaut en IMPEDIMENTA

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POEMAS: 


¿Soy yo esta mujer que anda conmigo...?
Hilda Hilst

Somos iguales a la muerte. Ignorados y puros.

Y mucho después (cuando el cansancio brote de
nuestras alas) seremos pájaros blancos
en procura de un Dios.





“DA MORTE. ODES MÍNIMAS” 


XXII



No me busques ahí

Donde los vivos visitan
A los llamados muertos.
Búscame
Dentro de las grandes aguas
En las plazas
En el fuego corazón
Entre caballos, perros,
En los arrozales, en el arroyo
O junto a los pájaros
O en el reflejo
De otro alguien,
Subiendo un duro camino
Piedra, semilla, sal
Pasos de la vida. Búscame ahí.
Viva.

En: Da morte. Odes mínimas (1980)


“PRELÚDIOS-INTENSOS PARA OS DESMEMORIADOS DO AMOR”

IV

¿Qué boca ha de roer el tiempo? ¿Qué rostro
ha de llegar después del mío? ¿Cuantas veces
el tejido leve de mi soplo ha de posarse
sobre la blancura agitada de tu pecho?

¿Atravesáremos juntos las grandes espirales
la arteria extendida del silencio, el vacío
la planicie del tiempo?

Cuantas veces dirás: vida, estrella vespertina, magna-marina
y cuantas veces diré: eres mío. Y en las distendidas
tardes, de largas lunas, de madrugadas agónicas
sin poder tocarte. Cuantas veces, amor

Una nueva vertiente ha de nacer en ti
y cuantas han de morir en mí.

En: Júbilo, memória, noviciado da paixão (1974) 






“VIA VAZIA” 


VIII



Descansa.

El hombre ya se hizo
El oscuro ciego rabioso animal
Que pretendías.

En: Amavisse. (1989)







“DO AMOR CONTENTE E MUITO DESCONTENTE” 


XVI



No es verdad.

No todo fue tierra y sexo
en mí
si soy poeta
es porque también
se hablar de amor
suavemente.

Y como nadie sé
acariciar
la cabeza de un perro
en la madrugada.

En: Roteiro do silêncio. (1959) 







“DA MORTE. ODES MÍNIMAS” 


V



Turgente-mínima

¿Cómo vendrás muerte mía?

Intrincada. En los nudos.
En un pasadizo de líneas.
¿Cómo vendrás?

En los caracoles, en la semilla.
En sepia, en rosa mordiente
¿Enmarcarte cómo?

Afilada
Hiriendo como las estacas
O dulcísima lamiendo

¿Cómo me tomarás?

En: Da morte odas mínimas (1980)

Traducción Leo Lobos









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La Palabra Viva de la escritora Hilda Hilst




Hilda Hilst es uno de los protagonistas fundamentales

del paisaje literario brasileño y de lengua portuguesa
del siglo XX

Por Cristiane Grando*




Te prometo, muerte,

La vida de un poeta. La mía:
Palabras vivas, fuego, fuente.



Hilda Hilst


“Leer es como pensar, como rezar, como hablar con un amigo, como exponer ideas, como escuchar música, como contemplar un paisaje, como salir a dar un paseo por la playa”: estas palabras del escritor chileno Roberto Bolaño, sintonizan perfectamente con esta presentación de Hilda Hilst (1930-2004). Traducida al francés y al inglés desde la década del ‘70, al italiano y al alemán desde la década del ‘90 del siglo XX, la obra de la escritora brasileña Hilda Hilst ha seguido abriendo caminos en Chile. Prueba de eso es el interés de algunas editoras en publicar su obra traducida al español, además de las traducciones iniciadas el 2002 en CAMAC, Francia, por el poeta Leo Lobos (Santiago 1966) y del texto firmado por el poeta Francisco Véjar (Valparaíso, 1967) –“Hilda Hilst (1930-2004): La poeta del erotismo”– publicado en “Revista de Libros” del diario El Mercurio del 6 de agosto de 2004: “La existencia de Hilda Hilst osciló entre el delirio, la soledad y el amor. Fue desenfadada y precoz para su época. [...] No es casual que se manifestara en público a favor de la libertad femenina, en el ámbito profesional, artístico, amoroso y erótico.”

Hilda Hilst es uno de los protagonistas fundamentales del paisaje literario brasileño y de lengua portuguesa del siglo XX. Con más de cuarenta libros escritos en verso, prosa poética, dramaturgia y crónica, publicados entre 1950 y 2000, Hilda Hilst es una poeta consciente de sus acciones y palabras, lúcida, culta, con fervoroso amor por la originalidad, toda su obra registra un intenso trabajo del lenguaje y de musicalidad, un imaginario poético donde cuestionamientos metafísicos se mezclan con sucesos de su cotidiano.

En 1983, cuando colaboraba regularmente con el diario Le Monde, el historiador de arte Jorge Coli escribió un texto sobre la actualidad de la literatura brasileña y sobre los escritores de mayor expresión del momento. Refiriéndose a la lectura del libro Da morte. Odes mínimas, concluye: “Se trata de la más alta poesía. Busqué otros libros del mismo autor: todos revelaban esa calidad intensa de los grandes escritores”.

Hilda Hilst.
(Foto cortesía del Centro de Documentación
Cultural Alexandre Eulalio de la Universidad
de Campinas UNICAMP).

Valiente, libre, apasionada por la vida, los seres humanos y los animales, Hilda Hilst tocó sin pudor temas tabúes como la muerte, el sexo y Dios, con una franqueza pocas veces vista. A partir de 1966, Hilda Hilst decide vivir en la Casa do Sol, a 11 kilómetros de Campinas –Estado de São Paulo–, donde en la actualidad funciona la Institución Hilda Hilst. Innumerables artistas en las décadas del ‘70 y ‘80, entre ellos José Luís Mora Fuentes, Olga Bilenky y Caio Fernando Abreu, vivieron y crearon en ese espacio donde tuve el privilegio de ser recibida varias veces por su sonrisa alegre y al mismo tiempo desenfadada e irónica, por ojos que aún guardaban trazos de la belleza deslumbrante de la juventud.

En ninguna de sus antologías Hilda Hilst incluye sus versos de principiante –Presságio (1950), Balada de Alzira (1955) y Balada do festival (1956)–. “No hablemos. / Y que las voluntades primeras / permanezcan / gigantes y sin forma / sin ningún camino / para el mundo de los hombres.” La escritora considera su mejor producción las obras publicadas a partir de Roteiro do silêncio (1959). “Nave / Ave / Molino / Y más todo seré / Para que sea leve / Mi paso / En vuestro camino.” (1960). Después de más de veinte años escribiendo poesía, produce ocho piezas de teatro entre 1967 y 1969. “[...] Hilda Hilst, en este año de 1967, interrumpe su producción poética, retomándola solo en 1974. Fueron siete años de silencio en poesía que corresponderán a una gran explosión creativa en forma de teatro y de novela, absolutamente originales”, afirma la catedrática de la Universidad de São Paulo la Dra. Nelly Novaes Coelho. Hilda Hilst se dedica a lo largo de algunos años enteramente a la dramaturgia: crea piezas de teatro con el deseo de comunicarse con urgencia, en un período en que se vivía en el Brasil la represión implantada por la dictadura militar. Publica en 1970 su primera obra en prosa: Fluxo-floema. Según la investigadora alemana Mechthild Blumberg (Universidad de Bremen), la prosa de Hilda Hilst se caracteriza por la “inquietud metafísica y la invención literaria”. Luego de una larga experiencia como poeta y una fase de intensa creación de textos dramáticos, sus primeros textos en prosa son compuestos con un lenguaje trabajado intensamente, con atención semejante al de la creación de poemas; novelista y poeta se juntan en una misma experiencia creativa.

Cartel diseñado por Dado Motta
para el espectáculo poético
Hilda Hilst. O Espírito da Coisa,
concebido y realizado por Rosaly
Papadopol bajo la dirección de Rui
Cortez, y presentado en el Teatro
do Centro da Terra de Sumaré (São
Paulo) en mayo y junio de 2009.

Hilda Hilst retorna a la creación de poesía cuando escribe Júbilo, memória, noviciado da paixão (1974): “Ámame. Es tiempo aún. Interrógame. / Y yo te diré que nuestro tiempo es ahora. / Espléndida avidez, basta ventura / Porque es más vasto el sueño que elabora // Hace tanto tiempo su propia tesitura.” En este momento, la escritora escribe textos que conquistarán el valor de verdaderas obras-primas: no abandonará la escritura de poesía y de prosa hasta el final de la década de 1990. Publica en prosa: Ficções (1977), Tu não te moves de ti (1980) y A obscena senhora D (1982); y en versos: Cantares de perda e predileção (1983) y Poemas malditos, gozosos e devotos (1984), Sobre a tua grande face (1986), Amavisse (1989), Alcoólicas (1990), Do desejo (1992) y Cantares do sem nome e de partidas (1995): “Que las barcazas del Tiempo me devuelvan / La primitiva urna de palabras.” Algunas características de los últimos libros de Hilda Hilst son responsables por la riqueza en la combinación de sonidos y palabras: estrofas irregulares; uso de vocablos raros, de palabras y expresiones extranjeras; paralelismos complejos; densidad en el tratamiento de los temas relacionada a un ritmo creado por rimas imperfectas, rimas internas, versos libres, blancos y largos, además de pausas en medio de los versos. Desde los primeros hasta los últimos libros de poesía, Hilda Hilst va abandonando formas simples y abriendo un espacio cada vez mayor para estructuras complejas. Observando toda su trayectoria, se nota que en prácticamente todos sus poemas encontramos algunos puntos en común: la letra mayúscula en el inicio de todos los versos, la ausencia de títulos y la numeración de los poemas.

En la contraportada de su libro Amavisse (1989), Hilda Hilst anuncia un “adiós a la literatura seria” y desarrolla una escritura erótica: O caderno rosa de Lori Lamby (1990), Contos grotescos/Textos d’escárnio (1990) y Cartas de um sedutor (1991) en prosa, y los poemas satíricos de Bufólicas (1992). La escritora apenas llevó al extremo un tipo de lenguaje que ya frecuentaba su obra, dejando claro su proyecto de conseguir un número mayor de lectores. Sólo más tarde, con la reedición de sus Obras Reunidas por la Editorial Globo, la escritora se sintió satisfecha con la cantidad de lectores. En 1990, el éxito fue conseguido por la vía del escándalo; la escritora chocó con gran parte del público por lo escrito en estos libros, especialmente en O caderno rosa. La transgresión es considerada por Georges Bataille, en su obra L’érotisme, como una experiencia extremamente necesaria para el ser humano. Para Bataille, y para Hilda Hilst también, la transgresión no es la negación de lo interdicto: ella lo ultrapasa y lo completa.

Carátula del CD Ode descontínua e remota para flauta
e oboé - de Ariana para Dionísio, con diez poemas
de Hilda Hilst musicados por Zeca Baleiro e interpretados
por las cantantes brasileñas Rita Ribeiro, Verônica Sabino,
Maria Bethânia, Jussara Silveira, Ângela Ro Ro, Ná Ozzetti,
Zélia Duncan, Olívia Byington, Mônica Salmaso e Ângela Maria.
Empezado a grabar en 2003, se editó en 2006. El diseño
de esta carátula es obra de la artista paulista Olga Bilenky.

Los manuscritos de Hilda Hilst, adquiridos por la Universidad Estadual de Campinas en 1995 y 2003, están archivados en el Centro de Documentación Cultural “Alexandre Eulalio” (CEDAE) del Instituto de Estudios del Lenguaje (IEL-UNICAMP), donde he tenido la oportunidad de analizarlos desde el punto de vista de la crítica genética, campo de la teoría literaria que se dedica a la interpretación de los procesos creativos de escritores a partir del estudio de sus manuscritos. La crítica genética es desarrollada en Francia desde la década del ‘60 y fue introducida en Brasil el año 1985 por el Prof. Dr. Philippe Willemart (Universidad de São Paulo - USP).

Leer a Hilda Hilst es como sumergirse en un universo literario complejo y laberíntico. Es una experiencia semejante a la lectura de un palíndromo: su obra, para ser comprendida, exige un ir y venir –leer del inicio al fin en un primer momento, pero principalmente releer, desde el final hasta el comienzo, buscando comprender ciertas imágenes y temas, en un trabajo de atar cabos de un texto y al mismo tiempo de varios otros– de la propia Hilda y de la tradición literaria universal. Leer a Hilda Hilst significa entrar en contacto con la dinámica de la vida, con la complejidad humana y del propio texto, en una combinación refinada de sonidos, palabras e imágenes: “No me busques ahí / Donde los vivos visitan / A los llamados muertos. / Búscame / Dentro de las grandes aguas / En las plazas / En el fuego corazón / Entre caballos, perros, / En los arrozales, en el arroyo / O junto a los pájaros / O en el reflejo / De otro alguien, / Subiendo un duro camino // Piedra, semilla, sal / Pasos de la vida. Búscame ahí./ Viva.”

Traducción al castellano por Leo Lobos

Artículo publicado originalmente en la Revista Rocinante, Santiago de Chile, Año VIII, Núm. 83 (Septiembre de 2005).

* Cristiane Grando (Cerquilho, São Paulo, Brasil 1974). Poetisa brasileña. Autora de Fluxus,Caminantes, Titã e Gardens (poesía en portugués, francés, español, catalán e inglés). Laureada UNESCO-Aschberg de Literatura 2002. Doctora en Literatura (USP, São Paulo) con posdoctorado en Traducción (UNICAMP, Campinas), Brasil, sobre las obras y manuscritos de Hilda Hilst. Profesora de Lengua Portuguesa y Cultura Brasileña invitada por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, desde 2007. Directora-fundadora del espacio cultural Jardim das Artes (Cerquilho-SP, Brasil, 2004) y del Centro Cultural Brasil–República Dominicana (Santo Domingo, 2009).
E-mail contacto: crisgrando@yahoo.com.br








Poema 1

Essa lua enlutada, esse desassossego
A convulsão de dentro, ilharga
Dentro da solidão, corpo morrendo
Tudo isso te devo. E eram tão vastas
As coisas planejadas, navios,
Muralhas de marfim, palavras largas
Consentimento sempre. E seria dezembro.
Um cavalo de jade sob as águas
Dupla transparência, fio suspenso
Todas essas coisas na ponta dos teus dedos
E tudo se desfez no pórtico do tempo
Em lívido silêncio. Umas manhãs de vidro
Vento, a alma esvaziada, um sol que não vejo.

Também isso te devo.





Poema 2

Sorrio quando penso
Em que lugar da sala
Guardarás o meu verso
Distanciado
Dos teus livros políticos
Na primeira gaveta
Mais próxima à janela?

Tu sorris quando lês
Ou te cansas de ver
Tamanha perdição
Amorável centelha
No meu rosto maduro?
E te pareço bela
Ou apenas te pareço
Mais poeta talvez
 E menos séria?
O que pensa o homem
Do poeta? Que não há verdade
Na minha embriaguez
E que me preferes
Amiga mais pacífica
E menos aventura?
Que é de todo impossível
Guardar na tua sala
Vestígio passional
Da minha linguagem?
Eu te pareço louca?
Eu te pareço pura?
Eu te pareço moça?

Ou é mesmo verdade
Que nunca me soubeste?







Lobos? São muitos.
Mas tu podes ainda
A palavra na língua

Aquietá-los.

Mortos? O mundo.
Mas podes acordá-lo
Sortilégio de vida
Na palavra escrita.

Lúcidos? São poucos.
Mas se farão milhares
Se à lucidez dos poucos
Te juntares.

Raros? Teus preclaros amigos.
E tu mesmo, raro.
Se nas coisas que digo
Acreditares.


Júbilo, Memória, Noviciado da Paixão
São Paulo, Massao Ohno, 1974


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