sábado, 24 de julio de 2010

276.- JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO


José Ramón Huidobro (Madrid, 1966). Se licenció en Ciencias de la Información en la rama de Periodismo después de probar otras opciones fallidas como la de la carrera militar o las Ciencias Físicas. Ha viajado por América, África y Asia en períodos intermedios entre trabajos de toda índole. Publicó Africano en Ediciones Vitruvio, Los Amantes de Coriolis (Ediciones Amargord) y participó en la antología (no sólo) palabras para la paz de la misma editorial. Ediciones Ellago le apalabró El hombre ausente, pero con el paso de los años el poemario sigue inédito.

En 2007 ve la luz en Amargord Sleeping train, poética de viaje y fotografía de un viaje sin regreso a la India.


Suceso en la orilla del mar

¿Han observado la mirada de la ballena varada en la orilla del mar?
No suplica ayuda ni clama salvación
Los humanos, tan solidarios, se unen para devolver al gigante
Esperan mantenerlo con vida hasta la nueva marea
Se equivocan
No entienden la condición
Ojos húmedos clavados en el cielo
El océano restante por surcar





La inutilidad del regreso

Yo leía un poema sobre el paisaje
la inutilidad del regreso
algo así como que los ojos están en la frente
y al lado una mujer pedía un café
prendía un cigarro
y las páginas empezaron a humear de derecha a izquierda
pupilas sobre un escote y negro bajo blanco
apertura casual
leí el epílogo del viaje tibetano
la poesía es mirar con atención
hacia delante
atravesar la horizontalidad
ella se distraía con mi perfil
un lector en un bar sucio
después pagó
yo cerré el libro
y le di unos pasos de ventaja
para perderla en un semáforo
azar de luces
otro cuerpo con mis huellas
retorna a ningún lugar





Poema para no llorar

se fija en sus labios
brillan en la oscuridad del túnel
también sus ojos apenas capaces
de deslumbrarse por el espejo
que se le va haciendo añicos
a sus pies desnudos
uñas levemente maquilladas
del color de su lengua resguardada
sed porosa en la boca
los antebrazos por los que surca el viento
y eriza vello dorado verano
las caderas en el vaquero que se ajusta
como una caricia a deshora
el pecho que apenas desafía late
la mano que remueve el aliento
con la tarjeta de transporte
para menores de veintiuno
el carné del instituto
y más crueldad
su voz
llamándole de usted
ignorando lo que jamás hubo
entre ella y él
su pelo oscilando
como un péndulo
y las lágrimas
que nunca
nunca
llegarán a brotar
en el andén



DONDE RADICA LA POESÍA

Si escribes poesía con la boca
caerás en las frases hechas
repetidas hasta la saciedad
si lo haces con el pecho
el corazón te dictará
monótonos versos
amor en dónde estás
si te dejas llevar por las manos
el tacto se replegará
al mínimo roce
al frío cortante o al fuego
si escribes con el sexo
se te nublará la vista
empaparás el papel
y al orgasmo le seguirá
la soledad
amputa de tu cuerpo
mente piernas espalda
la poesía no las suele frecuentar
se esconde en la boca del estómago
el hambriento
el que siente vértigo
donde los nervios muerden
el que te dobla en dos
el que te hace vomitar

Poema perteneciente a Caerá el ave en el desierto
Año 2008 (Inédito)



EL BESO DE LA AVISPA

Puede que mañana muera por un beso de avispa puede
Es tan posible como levantarme entre los brazos de un amor agotado
y volver a acostarme desnudo sin ningún rasguño
La probabilidad de no morir ayer son tan bajas
que prácticamente se podría decir que soy un milagro sin resolver
Si no te asustan los fantasmas todo va bien
Son millones tantos que nos atraviesan del orden de 10 a la 12 potencia al segundo
Y tal vez tú que estás vivo por casualidad hayas notado un zumbido molesto en el oído
sin saber que en realidad te estaba pasando en fila india un cementerio
Repito que las picaduras de insectos resentidos son tan peligrosas que alguien no vivo pensó en exterminarlos para evitar la superpoblación de cadáveres sonrientes
Porque les brillan los ojos cuando se descomponen y se enamoran del mármol y de las inscripciones
En un semáforo ayer cundió la calma
Los coches atravesaron multitud de espectros en verde
No volvieron a morir
Por supuesto
Pero las avispas que se les acababan de desprender se colaron por las ventanillas abiertas de los autos con conductores malhumorados por las prisas de sí llegar
Aceleraron y me pasaron porque conducía un descapotable de desguace que derrapó contra un escaparate en rebajas.
Sentí algo en la nuca
Un beso apasionado de una mujer perdida
Que resucitó al contacto
De un aguijón
Envenenado



MUJER CON SOMBRERO

Mujer
con sombrero
sesteante
en la hierba
el eclipse
de lengua
no puede
durar
toda
la tarde
ojos
semidormidos
mordiscos
de luz

*

beso
tenue
sedoso
para
calmar
mis
labios
el hambre
que me
das

*
mientras duermes
te fabricaré
un sueño
de labios
y lenguas
de pieles
y dedos
de sombra
y fuego
sueño dulce
y obsceno
agotador
sereno
te fabricaré
un sueño
sin argumento
que se te olvide
al despertar
besos voraces
los labios
cambian de boca
y las lenguas
se mastican

*
besos
en la nuca
abren
el tesoro
de la piel
estremecida

*
y los besos en el cuello
se deslizan como serpientes
ahogan
y sueltan
para volverse
a enrollar
besos
ajustados como hemisferios
empiezan a girar

*

y los besos
en los senos
que recuerdan
a la infancia

*
y los pezones
que abren labios
y manejan lenguas
sumisas
besos entre las piernas
vaivén del apetito
lengua exquisita
dejándose guiar

*

besos
rozados
con la
punta
de la lengua
que reducen
a un hombre
a la mitad

*

besos en calma
ojos horizonte

*

mitad
de la mitad
así te concibo
tu y yo
frente
a ti y a mí

Poema perteneciente a Caerá el ave en el desierto



Amy Winehouse


Regreso al negro
por la senda del terciopelo
y las pieles a pedazos
pongo el punto de mira
en el nudo de la soga
collares en tu boca
desfilo talones
haz de tacos
el susurro del cementerio
el candado oxidado
la fosa común
donde olvidas
penumbras
y lamentos
arrodillas cipreses
escupes tierra
tatúas mármol
lapidas embeleso


la última visión de Jim Morrison

jim morrison en la alhambra
se pone triste
limosna no se da
cava cueva bebe whisky
zíngara hippies delgados
peugeot marcha atrás
barbas de leñador
jim le habla a los leones
mata gota mata gota
janis joplin jimmy hendrix
número tres ÉL
la nieve perpetua
congela el alma
heroína para Pamela
pide pide pide
una tumba en parís
el jardín de las delicias
el prado en marrakech
dos americanas le reconocen
ciego en granada
no puede dormir
esnifa esnifa esnifa
llora como mujer
nada vida nada



Lee Hooker

Escucha el blues
el poema que te dobla
gravitacional
en tu mano
escalofrío
el pulso
o el vómito
la mesa
pegada
a la oreja
el cristal
caleidoscópico
hubo hielo
ahora papel
ensangrentado
garfio en el pecho
desgarra vacío
estomacal
suena el blues
el poema
nunca tu voz
fúgate
oscura
habitación



LA ANOREXIA CABE EN UN

FRASCO DE ESENCIA

1


espejito
espegito
ospegito
odpogoto
odpogobo
0BBOBOBO
0DIOODIO


2


danzo
sola
en
la
os
cu
ri
dad
lla
ma
ra
da
es
pe
cu
lar


3


La anorexia
cabe
en un frasco
de esencia
derramada
gota a gota
invisible
me diluyo
en cristal


4

Ah no
risa!

1 comentario:

  1. Gracias Fernando. Menudo trabajo en el que te has metido. Me he llevado una sorpresa. Bien por Leonard, buena compañía.

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