jueves, 9 de diciembre de 2010

2402.- SIEGFRIED SCHREK


Siegfried Schreck. Alemania.
Nacido en 1948, llegó a Hamburgo a los 20 años y desde entonces trabaja en el puerto de esta misma ciudad.
Desde 1980 escribe poemas y canciones y ha publicado cuatro antologías. Sus poemas fueron adaptados y leídos tanto en la radio como en la television, También se hicieron publicaciones en revistas de literatura.
Después de diez años se vuelve a presentar.
Hoy en día compone canciones para un conocido músico alemán el cual estuvo de gira con los BEATLES y los ROLLING STONES durante los años sesenta. Este mismo es considerado una leyenda del rock en Alemania.
Además de esto compone canciones para niños para una casa disquera.
Recientemente añadió a su carrera artística la pintura computarizada como también la fotografía digital.
Está casado y vive en las afueras de Hamburgo.

TODO TIEMPO TIENE SU ARTE

Yo comprendo el computador como medio propio
para convertir mis sentimientos, ideas y fantasías
en poesía visual.

Es la facinación de descubrir nuevas posibilidades
en el arte por medio de la simbiosis entre el hombre
y la maquina; de atravesar el universo de mi alma
en busca de nuevas formas.
Siegfried Schreck





WEB DEL AUTOR





Poemas de Siegfried Schreck
Traducido por Sigi Mittner de Medina




Volviendo de la petrificacion


Desde tu despedida
la voz en la vela
quema contínuamente
en la ventana.
Certeza dió alimento
a la llama
que tú vinieses
un día
y llamas en la
puerta pesada
de piedra.
La mujer anciana,
la reconoces?
Cuéntale de tu vida
mientras que ella
apaga la vela,
que llamó tu nombre.

Esto es
tu paso atrás,
quítate tu carne
como un abrigo
y sea bienvenido,
tú no eres un forastero.

A tu madre,
la piedra gris arrugada
te han devuelto.






No hablemos de amor


Por mí
que no amanezca,
desearía que la noche
permanezca,
déjame chupar tus labios húmedos
hasta manana a las ocho
de la madrugada,
te llamaré Eva.
Disfrutemos el jardín Eden,
entrégate a mi y
cierra tus ojos
como persianas,
solamente por poco tiempo
estamos en el paraíso.
No hablemos de amor.





Ride


Una vez sin apretar la velocidad,
solamente al pensarlo me siento lijero,
los pájaros de la luz triste
abandonan la jaula abierta
y el tiempo se pone maravilloso,
así dejadnos montar
en elefantes eléctricos,
mediante los ríos
a otras orillas
sobre los alpes a Italia,
o hacia nuevos horizontes,
la vida ofrece
pasillos subterráneos
y miles de ruidos,
el deber me reclama en vano,
ya estamos demasiado lejos,
detrás de nosotros cae el telón,
vencen las entradas
para el circo.





Escenas desde el valle del lamento


Ojos rojizos
y sacos lacrimales
bien llenos
reciben al invitado
en su viaje,
aquí, donde los hombres
se obstinan
en piedras duras,
en el valle del lamento,
donde llevan sus
arenas movedizas,
desde un desierto al otro,
soplando la melancolía
en sus instrumentos,
y cuando se levanta la noche,
la desesperación da
gritos mudos
saliendo de todos
los muros,
banando en sus
propias lágrimas,
por pura diversión,
en profunda tortura.
No llamar la atención
me digo,
que lleven su arena
del uno al otro
desierto,
no les ensenes
el corazón que salta
por alegría en el pecho,
respeta sus costumbres
y usos,
llora y lamenta
con ellos
sin razón,
no hables del futuro,
de ninguna manana nueva,
se culpable,
sin ser culpable,
igual que ellos,
vivo
sin vida.






Trae amor


El tamborilero en la ventana,
músico de otono,
bailando de una pierna a la otra,
y tú todavía lejos,
como el viento cálido
de las islas.
He mezclado ya
nuestros colores,
puse mi corazón encima
de un caballo rápido,
la soledad escondida
en el armario,
ahora espero que me abras
la puerta por afuera,
a tí,
que nunca me visita
con manos vacías,
trae amor.




La luz olvidada


El el mar hundida,
al mediodia a los dos,
veloz como pesado plomo,
la luz ahogada.
Para salvarla,
salieron barcos,
y lanzaron redes,
hicieron sonar las cadenas.

Y no tuvieron suerte,
ni un sólo bote,
y volvieron,
amenzados por tormentas.

Hasta la manana a los ocho,
esperaron todavía por la luz,
el día vino como la noche,
eso no lo entendieron.

La luna brillaba en el cristal.
Otra poción tenebrosa,
y fínalmente so olvida
la puesta de la luz.




Apuntes en la niebla


Claridad en visión
extraña el paisaje.
Desatiende enseres perenes
atados en lugares de siempre.
Cuan erradas carreras
avante y atrás,
que desprecio
hogar, maleza,
árbol y camino.

Negada expresión :
Conozco el camino,
acaso veraz rozado
con más que el cuero ?

Del día al otro
marcaré el sendero
si no es una espina
perforando el calzado
ocurra tal vez
que ni la perciba.

He mucho prefundas
indagaciones.
En preparación :
Para escribir la niebla.






Llevamos en nosotros el mar


Amigo,
porqué no vamos
un trozo alejado
de los caminos firmes,
porqué no dejamos
piel y huesos
y otros disgustos
lejos detrás de nosotros?

Porque ya desde mucho
apagó
lo que en otros tiempos
lucía en nuestros ojos,
porque suenos fracasaron
e incrustaron,
porque nuestras raíces
empiezan a pudrir
y porque de nosotros
llegó a ser
lo que somos hoy:
Ratones metidos
en la propia ratonera.

Quizás llevamos en nosotros
el mar
y no lo sabemos,
lo vamos a ver,
lo más tardar,
cuando hemos aplanado
los montes
delante de nosotros,
notamos un ruido susurrante
en los oídos.






Sobre la causa comun


Esto es
lo importante:
Los círculos poniéndose
más estrechos,
el espacio de movimiento
disminuiéndose.
Como ejercicio al principio:
Hablar con una voz,
después ensayar
la igualdad de los
pensamientos,
entenderse
por intercambio
de miradas
y después la
renuncia total
de lenguaje,
abriendo paso
a una meta determinada,
el camino largo
pasando el túnel,
al final luz.
Juntamente para
esta causa común,
fusionando poco a poco,
nudos
que jamás
se desatan.




Poema de Kenia


Estoy seguro
Ud. ha estado ya
en aquél lugar.
Todavía se acuerda?
Kenia 1985,
Masai Mara –
Parque Nacional,
Serengeti,
tantos huesos,
el vuelo hacía allá
pasando la nariz
del Kilimandscharo,
durante el viaje
turbulencias,
todo ya olvidado?
Gouverners Camp,
campamento con
álbum de visitantes,
mi inscripción allá,
seguramente la suya
también está existente,
el río sucio marrón,
y mi marca
hacia los
animales salvajes.
Ud. le ha seguido.

Y encima
leen mis poemas.




Sindrome de Van Gogh


En un ataque
de locura:
Pon aparte el píncel,
corta una oreja,
escucha al tren
acercándose,
hierba creciente,
se anuncia
el compositor
desde el vientre
perceptible.
Genio encubierto,
me digo,
a mitad idiota,
oigo y
no he oído nada,
me suenan
las tripas
de amor,
en profundo silencio.





Flan en salsa de vainilla


Posiblemente
conservar un diente,
en caso mis palabras
se oxidan,
uno se queda
tan indefenso
sin armas.
Contínuamente
apagando mi curiosidad,
esto tambien una lucha,
desde que respiro,
me siguen interesando
botellas descorchadas.
Si soy un flan gelatina,
y solamente tumbado
apático en la fuente,
entonces sí que ya no
me merezco.

Si digo sí y amén
a todo,
una afirmación,
inclinando la cabeza,
afirma mi sentencia de muerte,
entonces que salsa de vanilla
me cubra,
que la cuchara me divida
en porciones
y que me llene
en platitos pequenos
para postre.










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