jueves, 29 de julio de 2010

ÁNGEL GUINDA [297]




ÁNGEL GUINDA 

Ángel Guinda (Zaragoza, 26 de agosto de 1948) es un escritor español, sobre todo es conocido como poeta, aunque su obra abarca géneros muy variados, desde poesía hasta el ensayo y la traducción. Reside en Madrid. Fundó la Colección Puyal de libros de poesía en 1977 y la revista Malvís en 1988. Ha publicado más de una veintena de libros y es coautor de la letra del Himno de Aragón. En 2010 fue galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas.

Bibliografía

Poesía

Vida ávida (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1981.)
El almendro amargo (Buenos Aires, El rayo que no cesa, 1989.)
Lo terrible (Expedición a las tinieblas) (La Habana, Asociación de Escritores de Cuba, 1990.)
Claustro (Poesía 1970-1990) (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1991.)
Después de todo (Madrid, Libertarias, 1994.)
Conocimiento del medio (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1996.)
La llegada del mal tiempo (Madrid, Huerga & Fierro Editores. 1998.)
Biografía de la muerte (Madrid. Huerga & Fierro Editores. 2001)
Toda la luz del mundo. Minimal love poems (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2002)
Poemas perimentales (Angera (Varese, Italia), La Torre degli Arabeschi, 2005.)
Toda la luz del mundo. Minimal love poems. Edición en todas las lenguas del estado español (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2002)
Claro interior (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2007)
Toda la luz del mundo. Minimal love poems. Edición en todas las lenguas de la unión europea (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2008)
Poemas para los demás (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2009)
Espectral (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2011)
Caja de lava (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Serie Maior. 2012)
(Rigor vitae) (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2013)
Materia del amor (Lastura. Toledo, 2013)

Manifiestos

Poesía y subversión (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1978)
Poesía útil (Madrid, Librería de las Musas, Mercedes Ramírez, editora. 1994)
El Mundo del Poeta. El Poeta en el Mundo (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. Colección Papeles de Trasmoz. 2007)
Poesía violenta (Zaragoza. Olifante Ediciones de Poesía. 2012)

Aforismos

Breviario (Zaragoza, Lola Editorial, 1992)
Huellas. (Madrid, Poesía Por Ejemplo, 1998)

Traducciones

Cancionero, de Cecco Angiolieri (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 1990)
Tortugas, de Antonio Sagredo (traducción conjunta con Inmaculada Muro. Zaragoza, Colección Cáncana, Lola Editorial, 1993)
Señora de la noche, de Teixeira de Pascoaes (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2000)
Inútil poesía, de Àlex Susanna (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2002)
Las espinas de la rosa, Antología poética de Florbela Espanca (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2002)
¿Y si no existieses? Antología 1982-2002, de José Manuel Capêlo (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2003)
Forma sin norma, de Ana Cristina Cesar (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2006)
Yo. Antología breve, de Augusto dos Anjos (Zaragoza, Olifante Ediciones de Poesía, 2012)








Crucifixión

¡Hablo en nombre de aquellos cuya vida es una encrucijada!
En nombre de quienes sólo encuentran cruces a cada paso, espantapájaros en cruz, cruceiros en su peregrinación.
Hablo en nombre de los que a duras penas avanzan rebotando entre cruces, apartando cruces, esquivando tumbas, atropellados por cruces. 
¡Mujeres y hombres sin voz con los brazos en cruz!
Cruces andantes por los campos baldíos.
¡Hablo en nombre de los crucificados!
¿Soy una ┼?
¡Soy la crucifixión!
¿Cómo permanecer con los brazos cruzados viendo rodar el mundo con tanta cruz a cuestas?

de (Rigor vitae)






¿Soy la baldosa...?

¿Soy la baldosa que se mueve de tanto ser pisada? 

¡Soy el tragapatíbulos! 

Una chimenea crece en cada uno de mis pies. ¡Camino a tientas en medio de revólveres! 

El fanático degüella por la espalda a su rehén ante una cámara. 

Soy el teléfono que cuelga de una mano del aire. ¡El resucitado que muere definitivamente! 

Patrullas embriagadas de furor ejecutan la masacre en una aldea. 

¡Caen de mis ojos rascacielos mojados! 

Tras el eco vagabundo de los tiros de gracia, soy el reguero de sangre que busca por las calles un corazón que lo contenga. 

Mi dolor se camufla en un cromlech, como fauces salvajes en el vientre abierto de la oveja agonizante. 

(Estas imágenes corren despavoridas dentro de mi cabeza.) 

de (Rigor vitae)     





Fernando Sabido con Ángel Guinda y Sagrario del Peral


El coartado

Yo soy el coartado entre el mundo y la muerte.

Me tambaleo sobre el puente de los ecos.

Oscura es la sombra, pero es muy clara la palabra sombra.

(En una de estas líneas aparece y desaparece el rayo.)

La tempestad se refugia en mi interior.

Hoy me acuesto en el techo, vigilo la cama. Si mi muerto se mueve le dispararé al hígado con la botella.

Tiemblan cadalsos en mi cabeza.

¡Destruiré el mundo y asesinaré a la muerte!

¿Cómo salir de aquí?

Buscaré una "Entrada de emergencia" que desgarre el atolondramiento y alcance la lejanía.

Hasta embocarme ira de sangre que chorrea sangre, ¡o romperme la sangre chorreando bocas!

de (Rigor vitae)





Los inmigrantes

Los inmigrantes caminan por las calles con mortajas al hombro, lápidas al hombro, cruces al hombro, lágrimas al hombro, corazones en las manos, el cielo sobre un desierto en su mirada. Con una familia y un país escondidos dentro de la cabeza. 

Los inmigrantes tienen muchos hombros, muchos corazones, muchas manos, muchas piernas. 

Entran en las tiendas, en los bancos, en los locutorios, en los bares: con fotografías enmarcadas bajo un brazo, con féretros bajo el otro brazo. 

Nadie ve esas mortajas, esas lápidas, esas cruces, esas lágrimas, esos corazones, esas familias, esos países, esas fotografías, esos féretros, cielos ni desiertos. 

No nos miran a los ojos: ¡saben que somos ciegos! 

de (Rigor vitae)







Tal vez vosotros sabéis

No sé, escucho himnos dentro de las lágrimas.
Tuve una casa con ventanas en el techo:
veía tiburones, cordilleras, trenes volar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé bien qué es la paz:
llegué tarde a la guerra.
La tempestad está tras la montaña,
sobrellevo el estruendo de su luz.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Tiemblan mis pies
cuando retumba el eco del silencio,
no sé si las palabras tienen sangre.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé por qué se tambalea el vértigo
cuando miro las cúpulas,
pero noto en mi pecho borboteos de petróleo.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Mi país es un rompecabezas,
al más mínimo golpe se desvertebrará:
ya no tendré país.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Desde el avión veía sobre el mar
manadas de elefantes petrificados,
dromedarios tendidos, sombras de cocodrilos:
me dijeron que eran islas griegas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Huyo, siempre huyo: acaso tras las puertas
que arrancan sus bisagras, sus cerrajas
y, a lomos de las llamas, corren irrefrenables
para aclamar a los ladridos del mar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
La poesía debe ser extrema,
estampido de mundos, abrazo de la pólvora,
escardar las tinieblas con antorchas,
trepanación de asombro y ebriedad.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Yo no sé qué preguntan al sol los limoneros.
Ignoro los secretos de las algas y de las medusas.
Tampoco sé si esto es un poema
o una pequeña galería de hormigas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.

(de Caja de lava)





La mirada

Lo mismo que una llave abría el aire
a los misterios de la transparencia.

Me convocaba igual que una ventana
o una cita del cielo con el mar.

Podía haber vivido en su fulgor
o esperar a morir como un naufragio.

Porque aquella mirada no era de unos ojos
y aquellos ojos no eran de ningún mundo.

(de Caja de lava)






La botella

Dentro de esta botella cabe el mar.
Dentro de esta botella
se tambalea el cielo,
se tambalea el sol de los borrachos
con su verdad a cuestas,
con la marea de sus amarguras.
Dentro de esta botella bailan moscas
como bombardeados helicópteros,
pasean cucarachas con paraguas.
Dentro de esta botella llueve ausencia.
Su pared giratoria desfigura mis rostros,
comba mis frentes, abre mis pupilas:
hay tormentas de hachazos en su magma.
Dentro de esta botella está el vacío
del que me lleno cuando bebo y bebo.
Abandonada para el reciclaje,
yo soy esta botella.

(de Caja de lava)






Ajedrez

AJEDREZ de las nociones recónditas. ¿Dónde estoy? La calle que me llama bulle densa, translúcida, ojival. ¡Piso este suelo estupefaciente y floto! Polen, cóndor, olor, respiración. ¡Todo se mueve cuando yo estoy quieto! ¡Todo está quieto cuando yo me muevo! ¡Tanto desequilibrio me equilibra! La fragua de la nieve que es tu piel, las frenadas del viento de la ausencia. ¡Los astros no preguntan qué son ni lo que soy! Soy el radar que detecta lo que no dice el trueno, la desaparición de Lisboa cuando tú apareciste. Eres la sed de afán de lo que alumbra, transmigración de lo posible, lo oculto de las palpitaciones, ¡luz quebrada del escalofrío!

(de Espectral)






De niño yo veía en Zaragoza

DE NIÑO YO VEÍA EN ZARAGOZA rinocerontes con cabeza de hombre, hombres con cabeza de pistola, hombres con cabeza de falo, hombres con cabeza de copón, hombres con cabeza de mardano, con cabeza de buey, de jíbaro; hombres cabezones, cabezudos, hombres con la cabeza en los pies. Ovejas con cabeza de mujer, mujeres con cabeza de cuna, mujeres con cabeza de cierva, mujeres con cabeza de fogón, mujeres con cabeza de basílica, con cabeza de virgen, de holocausto; mujeres con cabeza de piedad, mujeres con la cabeza entre las manos. Manadas de mujeres y de hombres con cabeza sin ojos, boca, orejas, nariz. Hombres y mujeres sin cabeza. Y cabezas rodando por las calles.

(de Espectral)






¡De voces está llena mi cabeza!

¡DE VOCES ESTÁ LLENA MI CABEZA ! Voces de aparecidos, voces nuevas, del destino, desconocidas o proféticas, voces del centro de la tierra, voces inquietantes, amordazadas, metálicas, de vidrio, voces de gas, de cloroformo; huecas voces de catacumbas, de robots, de hilo, de desmembramientos. ¡Mi cabeza es un gong, un campanario, un redoble de voces! Oigo voces que se aglomeran, atropellan, quebrantan mi quietud, se tambalean. Voces de sed, de piedra, de madera, voces del infinito, sepultadas, voces de tiempo, del abismo; voces de oscuridad, de terremotos, volcánicas, de alarma. Mi cabeza es un observatorio de voces embrujadas, solas, voces de apartamentos y palacios, de zulos, de chabolas, de tabernas, de desaparecidos, de extenuación, de guerra, de socorro, de náufragos que claman a las nubes. Veo las voces de las pesadillas. Toco voces de oxígeno, secretas, emigrantes, voces que sangran, voces esqueléticas, voces de flores, rocas, animales, voces sin tumba, voces exiliadas. Pero siempre oigo voces, voces, voces. ¡De todas esas voces está hecha mi voz!

(de Espectral)






Escribir

Si me quitan la palabra escribiré con el silencio.
Si me quitan la luz escribiré en tinieblas.
Si pierdo la memoria me inventaré otro olvido.
Si detienen el sol, las nubes, los planetas,
me pondré a girar.
Si acallan la música cantaré sin voz.
Si queman el papel, si se secan las tintas,
si estallan las pantallas de los ordenadores,
si derriban las tapias, escribiré en mi aliento.
Si apagan el fuego que me ilumina
escribiré en el humo.
Y cuando el humo no exista
escribiré en las miradas que nazcan sin mis ojos.
Si me quitan la vida escribiré con la muerte.

(de Poemas para los demás)






Nuevo orden

Urge cambiar el desorden del mundo.
Se declara el estado de crisis permanente.
Desde ahora los niños nacerán con vivienda.
Toda la población es emigrante.
La sociedad prioriza al individuo.
Se legalizan las drogas naturales.
Se subvenciona la solidaridad.
Se concede a los jóvenes pensión devolutiva.
Los ancianos serán privilegiados.
La vida se proclama asignatura.
La muerte recupera valor espiritual.
Se restringe el presupuesto de defensa.
Fronteras franqueables hasta su desaparición.
Si la fidelidad daña la salud mental,
se desbloquea la fórmula pareja.
El ejercicio del Poder se renueva anualmente.
Se habilitan las islas eclesiásticas.
Se suprime el consumo más superfluo.
Se debe trabajar para vivir.
Nadie viva para trabajar.
Se permite soñar con otra realidad.
Etcétera, etcétera, etcétera.

(de Poemas para los demás)






Papeles

Un papel certifica mi llegada a este mundo.
Mi identidad la corrobora otro papel.
Uno más califica nuestra vida en pareja:
de derecho, de hecho, de desecho.
Otro papel registrará mi muerte.
¿Cuál será mi papel verdadero en la vida?
Abro el buzón: rebosa de papeles.
Salgo a la calle: me surten de papeles.
Voy al Banco: cumplimento papeles.
Doy una conferencia: para cobrar, papeles.
Un papel me da acceso al estadio de fútbol,
a un concierto, al cine, al teatro.
Tráfico me echa el alto: los papeles
- los busco, los escrutan, me empapelan.
Necesito una subvención
- me dicen: hay que hacer papeles.
Me pongo de los nervios en unos almacenes
- me amonestan: no pierda los papeles.
Me entregan un regalo:
sufro ansiedad al desempapelarlo.
Mi papeleta electoral traga derrota.
Me manifiesto por los sin papeles.
Traspapelé la luz, busco tus ojos.
Cada semana reciclo dos bolsas de papeles.
Vivir: papeles y papeles y papeles.
La vida, para muchos, es todo un papelón.

(de Poemas para los demás)






Coartada

Te ciego para que me veas.
Te miro para no estar ciego.
Te vivo para que no mueras.
Me muero para no matar.

(de Materia del amor)






Otra forma de amar

Saber que estás conmigo
sin dejar de estar en ti.
Hay amor sin presencia.
Quererte
como te quiere la vida:
dejándote vivir.

(de Materia del amor)





Historia de un amor

Es verdad que te amé
con un amor tan amplio
que cabía la ciudad en él
con sus túneles, parques, rascacielos,
sus jóvenes besándose en las calles,
su luz descalabrándose la vida.
Es verdad que te amé
con un amor tan grande
que cabía el continente en él
con sus selvas, océanos, montañas,
países, realidades y misterios.
Es verdad que te amé
con un amor tan firme
que era inmutable a los terremotos.
El amor es verdad
y es verdad que te amé
con un amor tan inmenso
que cabía el mundo dentro de él,
mi mundo lleno de mi amor por ti.
Es verdad que te amé 
con un amor tan fuerte
que ahora soy débil porque estoy vacío.
Tu mundo no lo pudo contener.

(de Materia del amor)






Cajas

Lo diría una indígena y tendría razón.
“Ustedes tienen la vida organizada en cajas.
Nacen y les depositan en una cajita,
su casa es una caja, y las habitaciones
son cajas más pequeñas.
Suben a la casa en una caja,
bajan a la calle en una caja.
Viajan en una caja.
Duermen y hacen el amor sobre una caja.
A través de una caja ven el mundo.
Cambian de casa: lo meten todo en cajas.
Los Bancos y las Cajas hacen caja.
Y cuando mueren les introducen también en una caja.”
Todo está hecho para que encajemos.
Nos encajan la vida.
Algunos no encajamos, y nos desencajamos.

(de Claro interior)





La diferencia

Todo armoniza por la diferencia:
el desierto de hielo, el árbol en la roca,
la suave furia del mar y las estrellas.
Nacemos transparentes como el aire,
nos volvemos opacos como el mármol.
Uno puede soportar tanto dolor
como placer es capaz de recibir.
Piedra, hierba, fuego, agua,
luz, tiniebla, tempestad de arena:
todo armoniza por la diferencia.
La ciudad, mientras duermes,
draga el silencio que todo lo hace nuevo.
Nadie tiene otra patria que su soledad,
nadie llega a nadie si no es para marcharse.
Tiene el amor en sus abrazos
el atroz método del amordazamiento.
Cuanto nos llena del otro nos vacía.
Nube, raíz, el canto de los pájaros:
todo armoniza por la diferencia.

(de Claro interior)






Desierto

Camino
sobre antorchas
de silencio.
Oigo sombras:
son los pasos del sol.

(de Biografía de la muerte)







Canción estéril

Cómo habría querido darte todo
lo que yo nunca tuve:
una infancia feliz
–cimiento de un futuro
compacto en seguridad y fortaleza;
cierta disposición
favorable ante el mundo,
la salud del silencio,
el taller clandestino de las palabras,
la amistad,
el ansia de saber, de ser libre,
las llamas del motín de enamorarse,
el fragor de vivir
y un respeto a la muerte.
Pero nada de esto te podré conceder,
porque no nacerás.
Y aún así, me pregunto
si habrías admitido cuanto yo te ofrecía
–simplemente, la vida;
y aceptarme,
porque tú te aceptabas.

(de Biografía de la muerte)






Con perspectiva

Tot el que era jardí és un desert
Antoni Mari


Como cuando uno vuelve
a los lugares de la infancia

y, sobrecogido, con decepción, se sorprende

(pues los hacía más grandes,
mágicos, misteriosos),

así, un día,
sabia enseñanza de hastío, edad y desengaño,
descubrimos nuestra insignificancia.

Enclenque retaguardia se ha hecho aquel imperio
de pujante salud arrolladora:

sus empresas, alardes, ambición,
¿qué otra cosa eran
sino inconsistente pirotecnia?


(de Biografía de la muerte)






Autobiografía

Si mi vida no es esto
¿Qué será la vida?
Martín Adán

Me preguntas por mi vida a bocajarro.
¿Qué puedo responder? ¿Con qué y de qué modo?
Lo que sé de mi vida lo borra cuanto no sé de ella:
las palabras no alcanzan, los recuerdos confunden.
Mi vida es lo que he hecho,
he deshecho, he dejado de hacer.
Para saber de mi vida piensa en la muerte;
piensa en ti que estás viva y has de sobrevivirme.
No sé si tendré tiempo
para vivir lo no vivido, para matar lo que viví,
para vivir la muerte antes de que me muera.
Mi vida recibe instrucciones de otras vidas
anteriores a mí, a las que sirvo
como fiel sucesor, y en mí reviven
–no tengo ojos sino para lo que no veo.
Mi vida es una noche que a la luz no se adapta,
un astro fugitivo extraviado en la tierra;
es también la palabra que aún no me encontró,
el mensaje misterioso que no descifraré.
Aunque mi verdadera vida tal vez se inventará.

(de La llegada del mal tiempo)





El relojero

Un día el gato, jugueteando,
tiró al suelo mi reloj –su maquinaria
se detuvo.
Estrafalario, gruñón, el relojero,
mientras inspecciona las esferas,
con sorna, farfulla: "Más valdría
que ocupásemos el tiempo
en desocuparnos de él".
Esas palabras,
desde entonces, no me dejan en paz.

(de La llegada del mal tiempo)
  
  
  
  
  
   
Pasa la vida

Suelo, al atardecer, salir de casa
a tomar unos vinos, económicos
como un paseo, en tabernas domésticas
donde se habla, con familiaridad,
de fútbol, de política,
del hijo mayor que no encuentra trabajo,
del pequeño que no quiere estudiar,
de unas cortas vacaciones en el pueblo,
de enfermedades, de las rarezas del abuelo,
de un cambio de neumáticos
o del último atentado terrorista.
Estéril, el tiempo sigue, indiferente, su camino,
mientras miro,
apostado en la barra, a través del cristal,
pasar la vida,
en medio de un laberinto
de coches mal aparcados
y luces de neón
– y yo paso también, sin darme cuenta.

(de La llegada del mal tiempo)
  
  
  
  
  
  
El viaje interior

Fuera de ti no esperes encontrar
lo que dentro de ti nunca has buscado.
No es más hermoso el sol de otros lugares,
por lejanos que estén:
lo que importa es la luz que da vida a tus ojos.
No fatigues tus días
en recorrer países en busca de otros mundos.
No tardes en emprender el viaje a tu interior,
no vaya a ser que pronto sea tarde:
no estás de ti tan cerca como crees,
ni es tanto el tiempo de que aún dispones
para descubrirte y conquistarte.

(de Conocimiento del medio)




Fernando Sabido con Mercedes Gómez-Verdejo
Sagrario del Peral, Miguel Ángel Yusta y Ángel Guinda 



Me he fumado la vida

Me he fumado la vida
como el tiempo se me ha fumado a mí.
Mirad esta laringe, esta tráquea,
estos bronquios y pulmones
ametrallados por la nicotina.
He fumado los gases subterráneos
del Metro en sus andenes;
el aire de Madrid, sucio
como una traición a la luz más hermosa;
las nevadas del yeso en las pizarras,
la hoguera negra de los tubos de escape,
las hojas secas de la marihuana,
el asfalto, la niebla, la humedad,
la avellana tan blanda de los clítoris,
la espesa polvareda de lo siniestro
cuando huía de mi sombra,
y mi vida hecha polvo,
y el polvo que seré
bajo el árbol secreto de la muerte.

(de Conocimiento del medio)






Ser joven

Ser joven
era abrazar la noche en llamas
hasta el amanecer,
tomar las curvas rectas
como quien tiene prisa por llegar a sí mismo.
Ser joven
era atropellar la vida,
un ejercicio de funambulismo.
Estrellarse contra el azul del cielo,
contra el aire, contra la realidad.
A veces, ser joven
era un deseo temerario de envejecer,
como quien echa un pulso al tiempo
y sólo arriesga el instante de una detonación.
Ser joven fue,
y no volverá a serlo nunca más.

(de Conocimiento del medio)






Esto escuchó un joven

Tú, que interpretas los ojos del suicida
en su belleza plena de renunciamiento,
haz del corazón una taberna abierta
de luna a sol a todos los que sufren,
buscadores de estrellas en un pozo de cieno.
Y a la vida agresiva agrédele.

(de Vida ávida)







Hacia una poética

No siempre la claridad viene del cielo.

Escucha sólo tu música cuando cantes,
por oscura que sea y espinosa.

Que la luz te ensordezca,
que no te ciegue el ruido.

Y tu obra
sea más que tu vida,
porque te contramuera.

(de Vida ávida)






L.S.D.

Laberinto en Soledad Demoníaca.
No te será posible la escapada.
Asesino de tu madre,
traficante de muerte,
condenado eternamente a no dar vida
para evitar nuevos crímenes,
necesitas vivir, vivir más,
por ti y por cuantos no nacerán.
Atormentado,
nunca descansarás de esta ansiedad.
Cuando ames odiarás.
Tan sólo el día que destruyas las leyes
gozarás de tu rebelión,
y conseguirás paz, orinar
sobre la tumba de tu padre
hasta abonar su muerte.
Mi personaje maldice a tu persona.
Contra paredes y horizonte. Muere.

(de Vida ávida)








LOS MUERTOS

Llegan lejos las manos de la ausencia
hasta alcanzar el mundo de los muertos:
los muertos que nos viven,
los muertos que nos matan,
los muertos que vendrán a visitarnos,
los muertos que están vivos,
los muertos que nos llaman,
los muertos que se vuelven a morir,
los muertos que en la muerte nos esperan.




EL ASEADO

He de hablar con la mímica al silencio
y traducir el cuervo de la lobreguez.

Cribaré la mirada de terror,
de polución el aire que aún respira.

Dialogaré con todo lo inflamable.

Rasparé de cerumen mis orejas,
el sarro entre los dientes,
la saburra en la lengua,
el zarpazo en las manos,
de patadas los pies.

Voy a desescombrarme de materia el espíritu.

¡Y todo para ser un aseado muerto!





POSTRIMERÍA

He pisado la cola del crepúsculo,
lo he arrastrado de la cabellera.
Pero la noche llega, pero la noche llega.
Pero la noche llega
            y se queda.




ORFEBRERÍA

No puedo tallar el aire.
No puedo tallar el agua.
No puedo tallar la luz.
Haré una perla
        con el silencio.




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