lunes, 4 de julio de 2011

4074.- CARLOS ASOREY BREY


Carlos Asorey Brey nació en Santiago de Compostela en el verano de 1956. A los cuatro años lo trasladaron a Madrid, donde, después de sobrevivir al bachillerato, tragarse muchas sesiones dobles de cine de barrio, empezar varias novelas al estilo de la que acababa de leer, y escribir decenas de canciones que nunca nadie cantó, consiguió licenciarse en Ciencias de la Información (Imagen) en la Universidad Complutense en 1979.
Para entonces ya escribía poemas, relatos y guiones. En la facultad coincidió con algunos de los que luego serían compañeros de profesión. La competencia iba en serio: a partir de entonces, escribir y rodar sería una ocupación vital.
Aún estudiante empezó con los cortometrajes, asunto al que dedicaría unos cuantos años. Aparte de trabajar en decenas de ellos, llegó a dirigir (y estrenar) trece y escribir algunos más; producidos por su amigo y compañero de curso Eduardo Campoy, y por la directora Eva Lesmes.
Por el mediometraje "La última noche de Ramón Novarro" (primera adaptación, para el cine español, de un relato de Charles Bukowsky) le fue concedido el premio Especial Calidad del Ministerio de Cultura.
Escribió documentales didácticos para la Televisión Educativa; y, como poeta, en 1981 fundó el grupo La Camama , con San Martín, Orozco y Lorente; publicó Manifiesto y poemas en la editorial del poeta postista Carlos de la Rica, cuya presentación fue apadrinada por Claudio Rodríguez; y luego publicó su obra poética completa en las Ediciones Libertarias de Huerga y Fierro; con quienes también publicó su primera novela.
Con La Camama dio decenas de recitales y lecturas poéticas por distintos centros docentes y culturales de España.

En tanto que, para ganarse la vida, empezó a dedicarse al periodismo de divulgación, de la mano de Enrique Calduch. Publicó artículos, reportajes y colaboraciones varias en diferentes periódicos y revistas de ámbito nacional.
Sin dejar nunca el cine, donde pronto llegó el primer largometraje, entró de lleno en el campo de la literatura infantil a través de la editorial Santillana; donde llegó a colaborar en unos quince libros de lecturas y relatos infantiles y juveniles entre los años 1988 y 1996.
La autorización de cadenas de televisión regionales y privadas amplió notablemente las opciones profesionales de los guionistas. Porque, para entonces, Asorey ya tenía claro que no quería ser director, sino guionista y escritor.
Para televisión empezó escribiendo todo tipo de programas, para todas las cadenas públicas y privadas. Así volvió a coincidir con Ignacio del Moral, amigo de adolescencia, con el que compartió numerosos proyectos. Tras los programas vinieron las series de ficción, una tras otra. Y hasta hoy.
Por "El comisario" recibieron el premio de la Academia de Televisión a la mejor serie de ficción.
Tras el primer largo, vino el segundo, escrito con Fernando León, con el que había coincido en el mítico "Un, dos, tres" de Ibáñez Serrador. El éxito de su colaboración profesional fue tan claro como el de la película, así es que escribieron juntos tres más. La última dirigida por Antonio Cuadri, para el que Asorey escribió luego "Eres mi héroe" y un telefilm para Antena 3.
Por "Corazón loco" recibieron el premio al Mejor Guión en el Festival de Cine de Comedia de Peníscola, presidido por Luis Berlanga.
Por "Eres mi héroe" recibieron varios premios internacionales, entre ellos a la Mejor película estrenada en Estados Unidos .
Su debut en teatro fue por la puerta grande al estrenar en el Teatro Reina Victoria de Madrid su obra "Tres hombres y un destino", escrita con Lorente y Galán, y protagonizada por J.L. López Vázquez, Agustín González y Manuel Alexandre.
Luego escribió un largometraje documental sobre la relación de Dalí con el cine, producido por el Ministerio de Cultura y la Fundación Gala-Dalí. Según ambos productores "lo mejor del centenario Dalí".
Ahora acaba de terminar un largometraje y está escribiendo una novela. Y no para. De hecho, en este mismo momento está trabajando.



Carlos Asorey-Brey, Los poemas de Tang-Lo



Tang-Lo dijo a Tang-Li:
No me quieras tanto
quiéreme mejor.
Y Tang-Li frunción el ceño
pues no conocía otra forma de amar.








Ah, y debes saber
quizá lo hayas pensado-
que cada vez que te levanto la falda
si tuviera una máquina de escribir cerca
y si no tuviera las manos ocupadas en otra cosa
entonces, entonces sí que te escribiría buenas cosas.







Consiste en dejarse llevar, arrastrar
agarrarse a un cometa que tira sin rumbo
Consiste en perderse, en olvidar nombres y direcciones
En indocumentarse ante la tierra y el sol
Consiste en lavarse del tiempo y sus huellas
Consiste en jugar fuerte y tirar los dados
y confiar en la estaca, en el humo,
en los largos dedos de los brujos.

Como llega abril. Recoger el sudor y tirarlo al mar
Como llega abril, batir los pies y poblar el camino
Como llega abril, con lágrimas, descansar solos
y estremecernos ante el inmenso vacío de nuestra cama
que nos quita el sueño como pesadillas insidiosas
como tumbas abiertas que nos invitan a beber
su vino negro, espeso, magro, podrido
y todos apuramos el trago
hasta el fondo, desesperados
nos embriagamos de fantasmas asesinos
que sólo esperan nuestra debilidad profunda
para mordernos desde dentro, devorarnos.

Aunque una generación sacrifique a la siguiente
y las armas reluzcan como espejos en las manos jóvenes
Aunque el miedo siembre desconfianza
el hombre se seque
y los monstruos de la soledad se crezcan
en el silencio del corazón
consiste, la vida consiste
en dejarse llevar, arrastrar
agarrarse a un cometa que tira sin rumbo.










Cuando un cielo de sal se muere
y las espadas desenfundadas están listas para bailar
nadie cuida de los hombres
y así su vida
es un asunto que puede jugarse en cuestión de segundos.

Cada momento que enferma el frío nos separa.

Te rasgaré la piel de noche
cuando en noche te vuelvas
La destrucción es un rito del amor
y el amor es un rito del placer

El indefenso y el estúpido tienen poder para matar
pero es el estúpido el que muere
Recuerda que hablo de amor.

Cuando de noche me vuelva
abreme el cuerpo en tu bosque de sal

Todo lo que me ocurre –aún dentro de lo real-
contiene algo que lo explica.









Si la lava se abriera hoy al día
no encontraría carruajes para ir a la fuente
Si puñales al cinto se desenfundaran
no encontrarían carne en que hundirse
y quedarse como huesos
Si vinieras a verme desde tu casa empaquetada
no encontrarías una paloma en mi frente.

La vida es un tren desbocado
y hay que irle poniendo raíles al paso.

Si los libros se abrieran solos en las estanterías
encontrarían hombres mareados leyendo
Si de sorpresa llegara el verano
Encontraría trabajo entre parejas heladas
Y si vinieras as verme desde tu voluntad
encontrarías una tumba cavada
junto a mi cama.

Cuando el río fluye frío
Solamente la tristeza del que lo mira
Puede ser mas cortante que sus aguas.



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