miércoles, 10 de noviembre de 2010

FRANCISCO DE ASÍS ALARCÓN [1.799] Poeta de Venezuela


Francisco de Asís Alarcón 



Nació en Caracas, Venezuela, el 4 de enero de 1950. Es hijo de Don Pedro Alarcón Lazarde y de Rosario Estaba de Alarcón.
Conocido popularmente como Francisco Alarcón, poeta y escritor hispano-americano al que los años de lectura, el inicio en la literatura romántica, lo transforman en Rolando o Rodrigo Díaz de Vivar, y lo llevan a William Shakespeare, a su juicio, el gran intérprete de la naturaleza humana. En ese recorrido, nos regala Crónicas de Caracas, Cuentos del Gallero, poesías y ensayos. El mundo íntimo en los poemas.1 El poeta y escritor asume su compromiso de intelectual público, cuando ante la necesidad de entender, de ver claro, atrapa los fenómenos del entorno y de su mundo interior, para luego comunicar lo visto y vivenciado. Es socio número 1683 de la asociación de escritores y artistas españoles
Ha escrito numerosos artículos de actualidad, publicados en diferentes periódicos venezolanos como El Nacional, El Mundo, Tal Cual, El Globo, Últimas Noticias, Diario Abril y 2001. Fuera de Venezuela, fue publicado en el Wall Street Journal y es columnista regular en Diario de América.
Representante del centaurismo hispano-americano

El centaurismo descrito por el filólogo español Don Américo Castro en la poesía Latinoamérica, está representado por el poeta Francisco Alarcón. Estilo que Don Américo atribuyó a la épica Castellana y que ahora lo vemos prendido en este poeta venezolano. Francisco Alarcón levanta una pared de vidrio frente al paisaje externo, pero sobre todo frente a la humanidad. No lo hace para detener el tiempo ni derrotar los Heraldos de la Muerte, sino porque su vinculación con los demás no suele ser natural ni fácil…… Ante los inocentes es de una generosidad extrema, como si el acontecimiento luminoso se pudiera escapar, y volver todo a la penumbra. Como verdadero poeta no hace concesiones y también se da por entero en su escritura.2
El centaurismo lo describe Américo Castro para la épica castellana como integralismo. Quiso decir el autor de la extraordinaria España en su historia, que pocos grupos como el español se volcaban tanto sobre su obra; se daban tanto a ella. Castro lo expresa "la historia hispánica será desde entonces la pugna entre el individuo y la masa, entre el intento de razonar y la disolución de la razón… El centauro es mitad animal y mitad humano." En el primero está la espontaneidad primitiva en el segundo se supone que la conciencia. Francisco Alarcón encaja perfectamente en el concepto, cuando se entrega por completo a su obra, en lo que escribe le va la vida, particularidad poco común entre otros escritores latinoamericanos.
Sobre el género centaúrico citamos además:
1.- Ahora bien, por modestia y honestidad, debo confesar públicamente no ser el único poeta en la historia contemporánea en cometer el sacrilegio de ejercer la crítica lírica. Ahí están algunos textos agudos sobre literatura, historia, mineralogía y antropología firmados por Alfonso Reyes, Cyril Conolly, Rafael Alberti, José Lezama Lima, Octavio Paz, Claude Lévi-Strauss, Roger Caillois y Saúl Yurkievich, autores que seguramente Trujillo conoce bien o, en su defecto, leyó quizá de manera apresurada. No obstante, le agradezco el detallazo de ver en mí a un solitario exponente de esta gloriosa vertiente anómala de la crítica que denomina crítica lírica, a la cual se adeudan algunas de las páginas más audaces del género que el mismo Reyes llamó centáurico, el de la prosa crítica y ensayística, por enlazar a un tiempo la amenidad del lenguaje literario con la cosidad del asunto tratado.3
2.- Loveluck recoge el concepto “centáurico” de Castro, quien propone el estilo centáurico para explicar la persona-personaje héroe del Cantar, donde se funden los mitos literarios con las experiencias recientes, generando una mezcla de oposiciones binarias.
Loveluck, Juan. “Poema de Mio Cid”. Op. cit., p. 32. Cita a Castro, Américo. “España en su Historia” (1948)y “La Realidad Histórica de España” (1954).



Obras
De Prosa y poesía, entre sus treinta (30) obras destacan:


Poemas número uno
Cuentos del gallero
Segundos Aires
Sueños de Agua
Ven Niña
Resplandores Hueros ( I y II)
Alucinación
Encuentro
Laberinto
Cuéntese Camarada
Ensayos
Chavéz no es un problema teórico
Antologia poética de Francisco Alarcón
Mujer
Da la cara
Así somos los galleros y
Prosas Fúnebres




Del libro Ven Niña

A TI

A ti en este momento de plena inquietud ocurro
en este momento blasfemo
de impía conciencia
y de retracto adolorido

en este momento de duda
quiero saber si es cierto
todo lo que dicen de ti
en este momento en que no creo en la iglesias
repletas de Santos y muñecos vagabundos
en este momento en que la suerte del hombre vaga sin rumbo.

A ti que el milagro mutiló en próspero amanecer
y Kant con su piedra te surcó y que no lograste alzar
tu que hiciste lo que no pudiste
tu que inventaste el universo finito e infinito
infinito para ti
finito para el común.

Dónde te ocultas, da la cara
muestra tu bondad en cada acto de la humanidad
y no tiembles ante la propia desconfianza
que tu mismo no puedes contener
descúbrete alguna vez no en esencia etérea
para saber quien eres tú, con tu bondad infinita
con responsabilidad pagana y sabiduría humana
dime por qué te escondes del hombre que has creado.







Del Libro Encuentro

Algo

Hay algo muy propio en nosotros
Ese algo somos tú y yo,
unión fresca para las tareas arduas
para el esfuerzo imperecedero
para echar la ceniza todos los días,
para lanzarnos mañana y tarde
en lucha meridiana,
despejando fluctuaciones, dando claridad

No en mezquino andar
se rige nuestra travesía
No buscamos la ventura egoísta
a razón del diluvio ajeno

Siento mi aproximación a lo que quiero
junto a tus valores y desvelos
Porque hay algo muy propio en nosotros
ese algo somos tú y yo.







Del libro Laberinto

MI PAÍS de los Versos de un conjurado.

Mi país se convirtió en hombres de palo,
que esperan el holocausto gris,
la sangre transpira en triste expresión
mientras se desborda la incontinencia culpable

El soliloquio tañó en recóndita reclusión
y en su abdomen no hiende la explosión,
el sueño desprecia la noche
como la noche desprecia al sol

En oscura tienta va marcándose la traición
duerme en amago cobarde un pueblo enjuto,
que despertará acaso el sol en caliente dolor,
¿Arderá como siempre ardió?

En artillera veloz, voló como un andarín
que busca holgura y compasión,
mientras el hombre de palo en estatua posó,
el otro mirando ante el vejamen no arqueó,

un paso al frente emprenderá
cuando la luz del día marque
Si es suyo el coraje,
¿Dónde está su valor?, por Dios hombre de palo despabila ya….








Del libro Laberinto

MI POESÍA

Jamás decae, es como el Araguaney
fuerte, resistente ante la luz y el solsticio
con flores exclusivas y de grata recordación
que se revelan hasta en momentos de dolor

Recinto de las aves, en su reposo diario
acoge en amplitud a quien en ella desee posar,
estoy aquí henchido de amor y el dolor me ronda
el mástil que sostiene mi espera no me abandona

Plantado ante todo soporto en mesura
veo pasar a mis amigos y a los que no lo son,
la verdadera vida de hoy, unos van y otros vienen
se acercan a mirarme tan tímido soy

Prevenido quedo cuando me molestan
las voces que no difunden sino miserias.
Amigos, sigo como siempre fui,
con eterno retoñar y amistad indestructible

Como tierra ígnea que nació para persistir
quemando los bordes indecentes
cubriendo el sol si fuera necesario
propagando luz mientras luz soy









Del libro Da la Cara

DIVAGANDO

Yo no tengo ningún erario,
sólo sol y paz
Dejarlo en algún lugar
será mi cumbre final,

poca cosa me pide la tierra
de alabastros llena, de boñigas y piedras
Generación no espontánea que yació en el universo
veré como se destruye todo o se recompone en algún umbral

Ya estaré, en la más lánguida existencia
sin perturbar a nadie aún queriéndolo
No tendré provisiones de subsistencia,
no necesitaré de la amistad ni de la compañía de ninguno

No arrastraré afiliación seré yo en el nirvana del universo
Tragando polvo, comiendo alabastro, transformándome en un desaforado espectro
Sin voz ni voto; sin amor placentero, sin recuerdos que me aten a alguna esperanza
Estaré en libertad, como ha de estarse cuando todo desparezca

No tendré morfología, no me pareceré a nadie,
No seré el oscuro recuerdo de los desalmados
Perteneceré a otra esencia de cálidas temperaturas
O cubierto de glaciares cuando amanezca

No habrá pensamiento que prevalezca
Los átomos no piensan, no hieren, o insultan
No son seres, son partes y solo ellas
desunidas o unidas no volveré a tener ser

Me perdonaran, los perdonaré,
jamás lo sabré por haber transcurrido en estas mustias tierras
de adoquines, asombros de ignominia, destrezas de la “vida”
no oiré, desprendido de la galaxia superior estaré reflotando quizá para siempre,

quizá para siempre, pensando en ti, si mi cerebro funciona inmanente a tus pasos
Podrá ser, no lo sabré hasta tanto me halle en el paseo sideral
Sin penas que me atosiguen, sin gente que me rodee
Sin perjuros que rindan amistad infame

Sin lealtades “familiares”,
sin vida que me acompañe,
para un recordar de almas sin existencias
no es la muerte a lo que me refiero ni al “mas allá”

Es a mi viaje cósmico
para el cual me preparó ahora que todo está descompuesto,
deshecho, compartido con mediocres coexistencias
Con pertenencias ajenas,
con la diatriba diaria como el tema augural.
No muere el firmamento, mueren ellos,
o en mejor castellano fenecen en su propio quehacer

La desgracia nos abrumó y nos seguirá abrumando
no hay final para estos quehaceres
Solo hay treguas entre uno y otro abatimiento
para allá voy, para allá siempre quise ir en retiro







Cumpleaños

Este cuatro de enero en que se carga
de doce meses más mi dura vida,
la carne muestra, amigos, deslucida,
la economía en recesión, la lengua amarga.


El hígado sus hieles me descarga,
intestino y tripas son cable homicida
y un apéndice gorda y adherida
perdura entre mi colon, ruda y larga.


Mas no me quejo, no. Para calmarme
yo sé que hay hecho el cálculo de darme
las ruedas que me faltan y el tornillo…


sanar mis vísceras una a una
y en cualquier resbalón de la fortuna
llenarme este gran bache del bolsillo.





Carta a homero

Querido Homero,
qué vamos hacer
con tantos dioses
si ya no responden directrices.


Homero qué vamos hacer
con Ulises,
Aquiles y Héctor,
si la gente de ahora no
venera el respeto.


Homero qué vamos hacer
con tantas locuras,
que le dio al hombre
la holgura, cuando roba.


Invoca desde allá
a cualquier dios pagano
para que nos ayude,
aunque sea dándonos una mano.


Y mándame a Calipso
si todavía conserva su lindeza,
para que me disponga
un rato de embeleso.





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