domingo, 4 de septiembre de 2011

4570.- ORLANDO CORDERO


ORLANDO CORDERO
Nace en Santo Domingo, República Dominicana en 1966. Es pintor y escritor. Perteneció al taller literario “César Vallejo” adscrito a la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), 1990-1995. Tiene una licenciatura en Comunicación Social por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Estudió Artes Plásticas en la Escuela Nacional de Bellas Artes y en la Escuela de Artes Plásticas de la base Aérea. Asimismo, a través del arte ha expuesto en más de 100 exposiciones colectivas y una docena de individuales. Ha publicado en suplementos nacionales y extranjeros. Inicia algunas publicaciones de poemarios a partir de 1991 con su libro “Regata fortuita”; “Utópolis”, 1996; “Amar la noche por la noche misma”, 2005; “Poemas de la ofrenda”, 2009. Ha obtenido diversos premios literarios.

Fundó las revistas literarias “De isla en isla” y “Cultura in Vitro”. Ha dirigido diversos círculos literarios. Actualmente trabaja como investigador bibliográfico.






ORIGEN

Si buscas en los espíritus
de las conchas naufragadas
retamas de barro y musgo añejo

Origen del aguacero virgen
que se pudre en presencia
de una frase iniciática

Esencia fluvial
donde las libélulas
lavan sus ingles al fragor
de una oceánica despedida


Si buscas la lámpara en cinta
que todavía huele
a selvático fuego

El manantial que esconde
su nacimiento prematuro
en una gota de lágrima


La mano hinchada del pez
que abisma su refugio
en la aleta del hombre

El rostro aforístico
de un ave migratoria
derrumbando el silencio
de las ruinosas fronteras


El remoto caudal de la sangre
girando en su oscuro laberinto

Puertas que a media noche
se alzan en vilo cuando
el sonido de la luz sacrifica
las deudas de la palabra

Si observas la estatura del horizonte
adueñarse de la vastedad de estos montes


Encontrarás entonces
que el origen sobre estas aguas
sigue siendo



Del Libro —REGATA FORTUITA (1991) —




EL SUEÑO DE LO QUE ES

Por vez primera
se siente la tarde libre
en la angustiosa
palabra del sueño
de lo que pudo haber sido
y ya no es


Hay un vínculo de olvido
en su estatura ausente
y mi búsqueda de alcanzar
una regata que me lleve
al inminente puerto
donde se deshacen las angustias


Fortuito emblema
donde la embriaguez
desvela el triunfo de las pasiones
y teje conmigo el desnudo límite
que habita sigiloso en la avalancha
de cosas sensoriales
que indefinidamente
se redimen del caos


Pero el sueño de lo que es
acampa en la superficie del agua
apenas por algunos instantes
y luego va sumergiéndose
en presencia nuestra
sólo para que veamos
en nosotros mismos
la cara de abismo
que produce el asombro


Del Libro —REGATA FORTUITA (1991) —





DIME SI ACIERTO

La vida secreta
de los espejismos
exorciza mi visión en busca
del discurso sonoro del signo
y me arrastra hacia la pendiente
donde desenfocados
rivalizan los horizontes paralelos

¿Acaso debo seguir
ciegamente el delirio
que observan mis ojos?

¿O debo simplemente
completar el derroche de utopías?

Si has de saber
lo que trae el enigma
en estas circunstancias
dímelo ya en voz baja
para definir mis propios aciertos
con la imagen que sólo tú
puedes comprender


Del libro —REGATA FORTUITA (1991) —



MI CASA

Como cae la noche
por la barranca
no podrán caer así
estas paredes
al voraz despeñadero

Lo saben quienes trafican
con el sueño de la oruga
lo inventan los que danzan
palmo a palmo
con lo oscuro de la ermita

A jirones
se transfigura la casaca
que cubre mis dudas

Y a sabiendas
que el guijarro se ennoblece
entre erguidos peñascos
la voluntad de la arena
encrespa multitudes

Y entre olas y tornasoles
cae mi casa
de la cresta a la deriva

Se estrellan
sus mosaicos bizantinos

Se rompen
las losetas del tejado

Se ha quebrado ya
el recodo que esconde
la desnudez de mis libros

Vengo en cuclillas
porque soy el mismo templo
que emerge en sí mismo
mientras se va desvencijando

Descorro y vislumbro
el violento cortinaje
que la paciencia desecha

Ausculto
en esa enorme barranca
un descomunal sonido
que poco a poco
se desmorona en mi lengua

Huyo de allí casi sonámbulo
y como bestia jadeante
me descubro despierto
entre la ceniza

Del libro —UTÓPOLIS (1996)—



COTIDIANO TRES

«Qué pesado,
qué difícil
se me hace este
"yo soy".»

Manuel del Cabral



Yo, el infrascrito taciturno
argonauta impostergado

Cotidiano de muchedumbres
no sublevadas
Ciudadano
de las escorias terrenales
Burlador del descaro matinal
Copista del destino incierto
Corsario de la palabra maldita

Yo, el infrascrito
caigo en la tierra
y tantas veces me levanto

El cuerpo del viento
La oratoria del lago
La claridad suprema
me aborrecen

Soy como un punto
en la oscuridad
más oscuro
que el ojo de la noche

Voy como un buzo
a través
de depravados escollos
donde el miasma
ahonda su estirpe

Yo, el infrascrito
tengo las manos hinchadas
de escribir lo mismo
y en mi más
oculta buhardilla
siento una profunda
y miserable sed


Del libro —UTÓPOLIS (1996)—



HE DE SABERLO

Ya he muerto
en el papel
las veces que he querido

Mi cadáver es tinta
sobre un claro de enigmas

Un altar de arena
sobre un promontorio
de pocas palabras
ha de ser mi gloria

El papel
– dadas las circunstancias –
podrá anunciar
a su debido tiempo
mi estrepitoso olvido


Del libro —UTÓPOLIS (1996)—





LA NOCHE MISMA ME DESARMA

Errático el vendaval
murmura un equinoccio fallecido
en la punta de mis dedos

El oído del bosque interpreta mis pasos
que pierden su inmaculado tránsito
en el cuadrado de un mosaico

La humildad de mis sentidos siempre huraños
anida oscuras laderas que penetran persuasivas
donde nadie hurga a plenitud

El oráculo prematuro del silencio
enuncia las voces no proclamadas
de la noche que verdea y declara mi voz en rebeldía
Entonces, ¿qué célebre aullido encontrará
la palabra muerta en el silencio de mi boca?
¿Quién resucitará sus andrajos en mi cuerpo?
¿Quién nombrará la vívida expresión resurgida
de la noche contemplativa
si la noche misma me desarma?


Del libro —AMAR LA NOCHE POR LA NOCHE MISMA (2005)—





ESTO QUE TODAVÍA CONOZCO

Conozco las burbujas azules del agua planetaria
La manzana sideral que habla de grandes prodigios
La ballena que trae en su estómago una civilización
y una lámpara en sus grandes ojos mansos

Conozco la angustiosa lucha del paraíso
centrada en un paralelo equidistante al tiempo
Le hablo a su eco todo alocado repetitivo y altanero
Le hablo sin incertidumbre porque él me devuelve
la voz que hace siglos vengo cantando

Conozco las corrientes curativas de las aguas termales
El misterio absoluto del perdón
Las conchas lunáticas de las cuevas del solsticio
y la ternura milenaria de las piedras marinas
Sólo tengo la mitad de mi vida despilfarrada
y un maravilloso significado de las aguas
que se bifurcan en ideas profundas de navegantes fallecidos
Una memoria de frutos ostentosos
Una lengua de liquen que intenta saludar cuando ya te has ido

Pero conozco a mi padre como proletario
A mi madre como lavandera
Y voy reconociendo en un grano de arena
las estaciones de mi ser
por esos senderos de perpetua búsqueda
donde brilla la palabra hacia su infinito deseo
y donde el pensamiento solemne enciende
tres cuartas partes de mi memoria


Del libro —INFINITO DESEO (2009)—






PRUEBA DEL FUEGO

El significado del fuego
no es que en un principio arda

sino que íntimamente alumbre

Pues lo primigenio del principio
es la luz llameante que nunca vemos

Y el paisaje que enhiesta al primer albergue lacustre
es una lámpara caprichosa
que ondea incesante en su voraz misterio

Me conforta saber que
el verdadero significado del fuego
es precisamente lo que nunca vemos
de su húmedo rostro

Del libro —INFINITO DESEO (2009)—








VAPOR CUADRICULADO

Llevo mucho tiempo mirándome en un espejo de sal
La proa de este vapor que lleva rumbo equivocado
se tuerce en mi nariz que es un soldado
que nunca ha ido a la guerra

Yo tomo un armamento fraterno
entre los vastos paraísos que definen un horizonte
desarmado entre las piedras de un barranco

Yo arma un rompecabezas que enloquece
a aquellos que iban a ser decapitados

Me echo la espina del pez en la boca
nivelando el misterioso amor que encontró
en la otra orilla de su escama enrarecida en mi piel

Pero, ¿quién soy yo cuadriculado en un vapor
que se aleja hacia ninguna parte?
¿Quién es el que escucha el poema ultraderecho
en la piedra azul izquierda?

Yo muero de rabia y la risa me resucita
en un instante trémulo
que con alas rotas sabe levitar

Del libro —INFINITO DESEO (2009)—



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