domingo, 26 de junio de 2011

INMACULADA HERNÁNDEZ ORTEGA [4.025]




Inmaculada Hernández Ortega 

(Barlovento, isla de La Palma en 1962)
1º premio de Poesía convocado por la Cadena Ser para la Comunidad Autónoma de Canarias. 1984. Publica su primer libro de poemas Guerrillas de Inconsciencia en 1985 (Editorial Pilar Rey, conjuntamente con La Caja General de Ahorros de Canarias). Colaboradora de la revista literaria El Pájaro de Papel del Instituto Cándido Marante de San Andrés y Sauces, así como del “Circuito Cultural Séptima Soca”. En 1988 publica en los Cuadernos Literarios Canarias Puente entre Continentes, Ediciones Ronda, Barcelona. En este mismo año es finalista del Premio Internacional de Poesía “El León de Oro” Bilbao con el Poemario ANAGRAMA. En 1989 publica en la Revista Literaria Jóvenes Escritores de S/C de La Palma. Fundadora de los Cuadernos Literarios “AZUL” junto a otros dos poetas de la Isla. En 2011. Publica Cuentos para niñ@s con el Cabildo Insular de La Palma, con ilustraciones de Jordy Pallejá. Colaboradora de distintas Revistas Literarias, en la actualidad. Actualmente ha publicado en Idea y Ediciones Aguere con Ernesto Suárez y Nicolás Melini  13 poemas  inéditos en Poetas de una sola Isla. El Grupo de La Palma (1990-2011). Colaboradora en diferentes periódicos como La voz de La Palma, Diario de Avisos, El Día, etc., con diferentes reportajes y artículos de opinión.



Cuando nace el sol

en mitad de la mañana
las flores se marchitan
y el campo queda
seco de nombres

Cuando tiembla
tu tierra
cambia el aire
y se vuelve
tibio
en medio de
semillas
y
entretenidos pájaros

Pero cuando el
vientre
declina
por versos
y
rostros de hierro
no hay
huecos blandos
ni curiosidad
en tu
quejido irreflexivo
no hay
erizos
ni membranas
en tus dedos
y por si
pongo algo
derecho
sofisticadamente
argumento
este episodio
y otro
de escaramuzas






Oiga, usted señor,

estoy al borde del
infarto

Ya no me llamo
me recibo
a mí misma

Cualquier puerta
me parece invisible
y sin embargo,
choco contra ella
¿Sería tan amable,
tan contradictorio,
tan sádico,
tan apacible,
tan brutal,
tan intolerante,
tan mediocre,
tan único e indivisible
como para dejarme respirar?
Por favor caballero, présteme su dedo,
¡Oh! ¡Qué imprudente!, su uña
no, mejor
¿Me hace usted un favor?
No me preste nada





Avanza para que vuelvas

a ti mismo,
Y arrastra tus pies
para que luego descanses
arrástralos sin pena,
empuja tu cuerpo
aunque a veces
te pese
como un alud
de piedras
Desentierra tu alma
y luego hablamos
amigo mío





Parece ser

que yo soy
quien
respalda
las dudas
de estos escalones
Parece
ser
que comparto
el aire que
amanece
avivando
mi luz
en la
desobediencia
Parece,
que
una mota
de lana
tropezó en
mi dedo
asustado
y envolvió
un verbo
llamado
ultimar
detalles
cuando
un
golpe
lagarto
y
viejo
se instaló
sin
condiciones
en el
muelle
de
mi cama




Han llegado de un lugar desconocido

los minotauros amargos del tiempo
sudorosos y fieros, ignorantes, fatales

oscurecen las vidas inocentes y son infieles
a la vida que progresa
sortean la lealtad sin rumbo fijo
anidan en la inseguridad y el miedo

su única arma

como arañas tejen su red
manipulando las patas del odio y
sembrando confusión en los más débiles

juegan a sentimientos de culpa, aliados de deseos insondables,
son perspicaces
y anhelan la luz del amor
de manera errónea

buscando traiciones que se sumen a su causa
alardean la buena fe de las manos limpias
causan dolores imaginarios en el cuerpo
y
calvarios profundos en el alma
pero su baza es perdurable
como las flores que cierran sus pétalos

en la sombra

se abren al sol con apariencia de engaño,
con las bellezas más amables de la tierra

pero

los que conocemos su causa sabemos
lo que portan en su amarga savia

y venceremos aún sin ser vencidos
y tomaremos al toro por los cuernos

bailaremos como pájaros alegres
libres
de soportar el pesado truco
la trivial sensualidad de sus oscuras almas






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