domingo, 25 de julio de 2010

281.- CARLOS AGANZO


Carlos (Fernández) Aganzo nace en Madrid, el 27 de marzo de 1963. Estudia Periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense, y desde el inicio de la carrera colabora y trabaja de manera temporal en el diario Ya. En 1987, tras obtener la licenciatura, se incorpora a la redacción de este diario, donde será crítico literario, cronista de jazz, jefe de Local, jefe de Cultura y subdirector, hasta el cierre del rotativo en 1996. Coincidiendo con esta última etapa del Ya, dirige la revista cinematográfica Interfilms, antes de incorporarse como director de La Voz de Huelva, durante un breve período, en 1996. Casado y con dos hijos, desde septiembre de 1996 trabaja en Diario de Ávila, periódico que dirige desde enero de 2003. En 1998 publica su primer libro de poemas, ...Ese lado violeta de las cosas, al que seguirán el ensayo biográfico Jorge Pardo. Improvisaciones y el poemario Manantiales, accésit del Premio Rafael Alberti y Premio Jorge Guillén. Asesor editorial de la revista cultural El Cobaya, en su segunda época, es el responsable literario del Premio Internacional de Poesía San Juan de la Cruz y realiza diferentes talleres de escritura.
1997: Premio Murallas de Ávila de Periodismo Turístico.
1998: Premio Ciudad de Ávila de Poesía Clásica.
1999: Premio Abulense 99 del Hogar de Ávila en Madrid.
1999: Accésit del Premio Internacional de Poesía Rafael Alberti.
2003: Premio Jorge Guillén de Poesía.
2003: Premio Alcaraván de Poesía.
2010: Premio Gil de Biedma de Poesía


-LIBROS POESÍA:
...Ese lado violeta de las cosas (1998).
Manantiales (2002).
Como si yo existiera (2004).
La hora de los juncos (2006).
Caídos Ángeles (2008).



BELLEZA

Te he seguido, belleza, hasta el estrecho
confín de los paisajes luminosos.
Allí donde las formas y los tonos
se reparten según la melodía
sutil del sentimiento:
presencia de labios, tersura en la piel...

Te he encontrado, belleza, en el instante
exacto del presente,
cuando ayer es olvido,
cuando nada se espera del mañana.
Delectación del tiempo por el tiempo.

Te he llamado, belleza, por tu nombre:
mirador del alma. Palacio interior.

(De Manantiales, Valladolid,
Fundación Jorge Guillén, 2002).


FINALIDAD DEL ALMA

Recuerdo una frase bella indefinida
como un beso viejo
que ha perdido el olor aunque mantiene
temblor sin superficie.
Recuerdo un rostro amado en la distancia
como el polvo seco
que ha dejado una hoja del otoño
antes de ser aire.

Recuerdo tu ausencia
como un dolor de manos;
una oración que dice:
"La finalidad del alma es el deseo".
Y después, el silencio.

(De Manantiales, Valladolid,
Fundación Jorge Guillén, 2002).



POEMA INICIAL

Me he de sentar aquí,
de frente a la muralla,
hasta que todo pase.
Todo, menos el fulgor acaso
de este conmovedor escenario en que los hombres
son títeres ajenos
a la crueldad de sus destinos.
Sí. Me he de quedar aquí hasta que pase
el último vagón de la tristeza.
Hasta que le pierda el respeto a la intemperie.
Después, amiga, ya veremos.

De Como si yo existiera, 2.004.





PARÍS ERA UNA FIESTA.

Misterioso y absorto
por la ciudad alegre y bulliciosa
el poeta vislumbra su destino:
el amor en París, las viejas rosas
del huerto de Ronsard,
las horas con Rubén, las mariposas
modernistas que van de verso en verso
alumbrando su voz más luminosa.

De París, esta noche y los manteles,
la lluvia sin tormenta,
los bateles y los acordeones
meciéndose en el Sena,
la mínima mansarda del artista...
Adoro de Paris la primavera
por los campos de Marte,
los oscuros rincones donde suenan
la música y los besos
de los que se desean
más allá de la piel de las palabras.
De París esa lengua
cantante y madre revolucionaria,
tan lejos y tan cerca
de todos los exilios,
de todas las tristezas ...
Y a París de regreso
con la joven esposa y las maletas
del corazón dispuestas al viaje,
todo luz, todo fiesta
en que el alma se embriaga y se derrama,
en el pretil del sueño del poeta.

Del Homenaje a Antonio Machado (itinerante),
con José María Muñoz Quirós y Ana Agustín.


LAS SEMILLAS

Está la casa abierta.
Huele a sol la mañana.
Entra por cada poro
de mi ser aire limpio
de día recién cortado.

Anda la primavera, revoltosa,
enhebrándolo todo:
las flores en las piedras,
el aire en los colores,
mi mano en tu cintura,
mi boca con tu boca
bebiendo de este aire alborozado
de lozanas espigas ...

Está mi piel abierta.
Huele a amor la mañana.
Te busco en los rincones de la casa
para volar contigo
por este torbellino de semillas
que se enreda en el sol.

Y el aire se estremece.



PROSCRITOS

Voy a embarcarme en tus ojos esta noche
desde la antigua distancia de una almohada.

Te has quitado la falda lentamente,
y no sé si es el alcohol que me recoge
o la sabia destreza de tus manos
quienes llenan mi vientre se semillas,
como estrellas en proyecto.

Soy un héroe de acíbar,
un cíclope bastardo de raíces tortuosas,
un gigante de espuma acumulada
por quienes se amaron delante de nosotros.

Nos miramos por dentro de los párpados,
igual que reyes proscritos,
voluptuosos, degradados, fascinantes;
como bestias melancólicas y cárdenas.
Nos besamos llevando en nuestros labios
lo humano de los besos,
lo devastadoramente humano y asesino
de una metamorfosis.
Como sombras en marfil,
como ángeles de bocas escogidas nos besamos.

Y qué complicidad de ceniza y de esperanza,
qué cálida lucha,
y cómo estamos ahora violando nuestras máscaras,
y cómo te estoy ahora bebiendo tras la espuma
en un grito simultáneo.
Hay un río invariable detrás de las estrellas,
un sueño sin epílogo,
una quinta pared, aún incorpórea.
Y a lo mejor son tus labios ese número,
a lo mejor son tus dedos esa cábala,
a lo mejor en el túnel de tus ojos
duerme el lado violeta de las cosas.

(De “… Ese lado violeta de las cosas”, 1998)



PUENTE DE SUEÑOS

Hay un puente de sueños
que une las hazañas de los hombres
con el sacrificio secreto de los héroes,
y sobre él los brazos que se elevan,
los brazos del que sabe
que no hay victoria si no es para los otros
ni derrota sino para uno mismo.

(De “Caídos ángeles”, 2008)


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