jueves, 2 de septiembre de 2010

FERNANDO ARRABAL [844]



Fernando Arrabal

Fernando Arrabal Terán (Melilla, 11 de agosto de 1932) es un escritor y cineasta español radicado en Francia desde 1955.

Con Alejandro Jodorowsky y Roland Topor fundó en 1963 el Grupo Pánico. Es Transcendant Satrape del Collège de Pataphysique desde 1990.

Amigo de Andy Warhol y de Tristan Tzara, pasó tres años en el grupo surrealista de André Breton, por lo que Mel Gussow le consideró el único superviviente de los «cuatro avatares de la modernidad».

Infancia (1932-1946)

Fernando Arrabal Terán es hijo del teniente Fernando Arrabal Ruiz y de Carmen Terán González. El 17 de julio de 1936, durante el golpe de estado que provocó la Guerra Civil Española, el padre de Fernando Arrabal se mantuvo fiel a la República, por lo que los rebeldes lo condenaron a muerte. La pena fue posteriormente conmutada por treinta años de prisión. Fernando Arrabal (padre) pasó por las prisiones de Santi Espíritu de Melilla, Monte Hacho, en Ceuta (donde intentó suicidarse), Ciudad Rodrigo y Burgos, hasta que el 4 de diciembre de 1941 fue trasladado al Hospital de Burgos por una supuesta enfermedad mental. Investigaciones posteriores sugieren que la enfermedad fue fingida para conseguir un traslado a un lugar menos vigilado. El 29 de diciembre de 1942 Fernando Arrabal (padre) se fugó del hospital en pijama y con un metro de nieve en los campos. Jamás se volvió a tener ninguna noticia sobre él, a pesar de las búsquedas minuciosas que se realizaron con posterioridad.

Arrabal ha escrito:

Sin comparar lo incomparable. Ante estas cosas de ocaso (y sin que venga a cuento en muchos casos) suelo pensar en un chivo expiatorio: mi padre. El día que comenzó la incivil guerra civil fue encerrado, solo, por sus solícitos compañeros, en el cuarto de banderas de un cuartel de Melilla; para que se lo pensara, pues arriesgaba ser condenado a muerte por rebelión militar si no se adhería al ‹alzamiento›. Una hora después el teniente Fernando Arrabal llamó a sus ex compañeros ¡ya! para decirles que no necesitaba reflexionar más. Gracias a ello hoy... me toca ser testigo, ejemplo o símbolo, como él, ¿de lo más trascendente de lo que sucede? Yo que sólo soy un desterrado. Si se me saca de mis idolatradas cifras, lo que me rodea me lleva a la confusión (‹hélas!’›) y al desconcierto ¡y sin orden! No quiero ser un chivo expiatorio como lo fue mi padre, sólo quiero expirar vivo, cuando Pan quiera.

Mientras tanto, la madre de Arrabal había vuelto en 1936 a Ciudad Rodrigo, donde dejó instalado a Fernando y ella se fue a trabajar a Burgos, por entonces capital del Bando Nacional y residencia del gobierno del general Franco. En 1937 Fernando ingresó al colegio de las Teresianas, hasta que en 1940, finalizada la Guerra Civil, la madre se instaló en Madrid, concretamente en el número 17 de la calle Madera.

En 1941 Fernando Arrabal ganó un concurso de «niños superdotados». Estudió en el Colegio de los Escolapios de San Antón (que frecuentaron Victor Hugo y Benavente) y más tarde en los Escolapios de Getafe. En esa época Arrabal comenzó sus lecturas y experiencias, que según él mismo reconoce, le serían muy útiles en su vida.

Juventud (1947-1967)

En 1947, su madre le obligó a iniciar los cursos preparatorios para el ingreso en la Academia General Militar, pero Arrabal no asistió a las clases, por lo que en 1949 fue enviado a Tolosa (Guipúzcoa), donde estudió en la Escuela Teórico-Práctica de la Industria y el Comercio del Papel. Es en esa época, en 1950, cuando Arrabal escribió una serie de obras teatrales.

En 1951 comenzó a trabajar en Papelera Española. Se destinó a Valencia, donde terminó el bachillerato, y luego a Madrid, donde en 1952 comenzó a estudiar Derecho. Durante tales años Arrabal frecuentó el Ateneo de Madrid y a los poetas postistas y escribió nuevas versiones de Pic-Nic (entonces llamada Los soldados) y El triciclo (llamada inicialmente Los hombres del triciclo).

En 1954 viajó en 'auto-stop' a París para ver la representación de la obra Madre Coraje y sus hijos de Bertolt Brecht que el Berliner Ensemble ofreció en el teatro Sarah Bernhardt de la capital francesa. Posteriormente, en Madrid, conoció a la que sería su mujer y traductora al francés, Luce Moreau. En 1955 consiguió una beca de tres meses para estudiar en París, y mientras vivió en el Colegio de España de la Cité Universitaire recayó, esta vez gravemente, enfermo de tuberculosis. Arrabal siempre ha considerado esta enfermedad como una «desgraciada suerte» que le permitió instalarse definitivamente en su verdadera patria, la de Kundera y Vives, San Ignacio y Picasso.

En 1962, en París, fundó junto a Alejandro Jodorowsky y Roland Topor el Movimiento Pánico.

Fue procesado bajo el régimen franquista y encarcelado en 1967 por blasfemia y ultraje a la nación española, por una dedicatoria en un libro. Juzgado en septiembre de ese año, finalmente fue absuelto por haber escrito bajo fuerte medicacion y alcohol. Durante el proceso contó con la solidaridad de la mayoría de los escritores de esta época, desde François Mauriac hasta Arthur Miller y del requerimiento del célebre dramaturgo irlandés Samuel Beckett que declaró: «Si hay una falta que sea vista a la luz del gran mérito de ayer y de la gran promesa para mañana y por eso que sea perdonada», a otros españoles, algunos de lo oposición y otros cercanos al régimen como Pedro Lain Entralgo o Camilo José Cela.

Madurez

Desde mediados de los años setenta, alcanzó un verdadero reconocimiento en su país natal.

Su Carta al General Franco tuvo especial repercusión, publicada en vida del dictador. Figuró, a la muerte de Franco, en el grupo de los cinco españoles más peligrosos con Santiago Carrillo, Dolores Ibárruri La Pasionaria, Enrique Líster y Valentín González El Campesino.

Algunas de sus piezas conocieron una acogida constante durante años como Carta de amor con María Jesús Valdés en el Teatro Nacional.

Su fama se incrementó todavía más en toda España cuando, en la madrugada del 5 de octubre de 1989, intervino como contertulio en el programa de La Primera de TVE El mundo por montera, completamente ebrio, en un programa nocturno presentado por Fernando Sánchez Dragó, que ese día trataba el tema del milenarismo. Al día siguiente, el Consejo de Informativos de TVE aprobaba apartar a Fernando Arrabal de la cadena pública durante un mes, así como repetir el debate sin Fernando Arrabal unos días después.

En el 2010 Fernando Arrabal protagonizó el largometraje Regression, creado y dirigido por Joan Frank Charansonnet.

Desde el año 2002, Arrabal y Charansonnet han colaborado mutuamente en diversos proyectos artísticos como la Carta de Amor (Teatro Hermitage de San Petersburgo) o la reposición oficial del Arquitecto y el Emperador de Asiria cuarenta años después de su estreno.

Obra

Ha dirigido siete largometrajes. Ha publicado trece novelas, ocho centenares de libros de poesía, varios textos para teatro y varios ensayos, entre los que destacan sus libros sobre ajedrez. Sus novelas han sido traducidas a numerosos idiomas.

Narrativa

Con sus novelas ha ganado en 1982 el Premio Nadal y el Nabokov International.

Baal Babilonia (1959) , ed. Julliard, París; Destino, Barcelona 1977.
El entierro de la sardina (novela de Fernando Arrabal)|El entierro de la sardina, ed. Julliard, París, 1960; Barcelona, Destino, 1984.
Fêtes et rites de la confusion (Arrabal celebrando la ceremonia de la confusión), ed. Losfeld, París, 1960; Barcelona, Destino, 1983.
La torre herida por el rayo, Barcelona, Destino, 1983
La piedra iluminada (La Reverdie), ed. Christian Bourgois, París, 1971; Barcelona, Destino, 1983.
La virgen roja, Barcelona, Seix Barral, 1987.
La hija de King Kong, Barcelona, Seix Barral, 1988;
La extravagante cruzada de un castrado enamorado, Barcelona, Seix Barral, 1990.
La matarife en el invernadero (La tueuse du jardin d'hiver), prólogo de Milán Kundera, Libros del innombrable, Zaragoza, 1993; ed. Écriture, París, 1994
El Mono, Planeta, Barcelona, (1994)
Levitación (Le funambule de Dieu), Barcelona, Seix Barral, 1997, ed. Écriture, París, 1998
Ceremonia por un teniente abandonado (Porté disparu), Espasa Madrid 1998; ed. Plon, París, 2000
Champagne pour tous, Libros del innombrable, Zaragoza y ed. Stock, París, 2002.
Como un paraíso de locos, Bruguera, Barcelona, 2008.
El circunspecto, Reino de Cordelia, Madrid, 2016.

Obra poética

Entre sus libros se incluyen:

1963 La pierre de la folie (La piedra de la locura)
1985 Humbles paradis (Mis humildes paraísos)
1993 Liberté couleur de femme ou Adieu Babylone, poema cinematográfico (Ed. Rougerie, Mortemart)
1997 Lettres à Julius Baltazar (Ed. Rougerie, Mortemart)
1997 Diez poemas pánicos y un cuento (Amphora Nova)
Hacia mayo de 2016 se publicarán en España sus poesìas completas reunidas en un solo volumen titulado Credo quia confusum, Huerga y Fierro editores. Prólogo de Raúl Herrero.

Libros de artista

Arrabal ha publicado también ocho centenares de libros de artista con Salvador Dalí, René Magritte, Roland Topor, Enrico Baj, Antonio Saura, Gustavo Charif, Yue Minjun, Alekos Fassianos, entre otros, entre los que destacan:

1975 L'odeur de Sainteté, (Ed. Yves Rivière, París) con Antonio Saura.
1980 Cinq sonnets, eaux-fortes, (Ed. André Biren, París) con Julius Balthazar
1991 Sous le flux libertin, (Ed. Robert y Lydie Dutrou, París) con Jean Cortot.
2004 Triptyque, (Ed. Menú, Cuenca) con Catherine Millet y Michel Houellebecq.
2008 Clitoris, poema con 56 traducciones (como la versión checa de Milán Kundera).

Obra dramática

Ha escrito varias obras de teatro y entre ellas se incluyen:

Picnic (1952)
El triciclo (1953)
Fando y Lis (1955)
Guernica (1959)
La bicicleta del condenado (1959)
El gran ceremonial (1963)
El arquitecto y el emperador de Asiria (1966)
El jardín de las delicias (1967)
El laberinto (1967)
Bestialidad erótica (1968)
El cielo y la mierda (1972)
El cementerio de automóviles (1959)
Jóvenes bárbaros de hoy
...Y pusieron esposas a las flores
La tour de Babel
Inquisición
Carta de amor (como un suplicio chino)
La noche también es un sol
Delicias de la carne
Dalí versus Picasso
Su teatro completo ha sido publicado en dos volúmenes de más de dos mil páginas en la Colección Clásicos Castellanos de la editorial Espasa (edición e introducción de un centenar de páginas de Francisco Torres Monreal) en 1997, actualizada en 2009.

Arrabal que ha obtenido dos premios nacionales de teatro siendo el dramaturgo más representado actualmente.

Fernando Arrabal es el autor de un teatro genial, brutal, sorprendente y gozosamente provocador. Un potlatch dramatúrgico donde la chatarra de nuestras sociedades «avanzadas» se carboniza en la pista festiva de una revolución permanente. Hereda la lucidez de un Kafka y el humor de un Jarry; por su violencia se emparenta con Sade o con Artaud. Pero es probablemente el único en haber llevado tan lejos la irrisión. Gozosamente lúdica, rebelde y bohemia, su obra es el síndrome de nuestra época de alambradas: una forma de mantenerse alerta.
Dictionnaire des littératures (Éditions Bordas)

Obra cinematográfica

Fernando Arrabal (premio Pasolini de cine) ha realizado siete largometrajes (editados en DVD por Cultepics en Estados Unidos y en España por Wanda Films - Cameo Media SL, Barcelona 2008: Fernando Arrabal presentará en Madrid su filmografía completa en DVD) como director.

Para todas sus películas Arrabal escribió también los guiones:

1970 Viva la muerte coproducción Isabel-Films (Paris) y S.A.T.P.E.C. (Tunis), con Nuria Espert, Ivan Henriques y Anouk Ferjac.
1972 J'irai comme un cheval fou (Iré como un caballo loco) producido por la S.G.P.-Babylone Films, con Emmanuelle Riva, Hachemi Marzouk y George Shannon.
1975 El árbol de Guernica producido por C.V.C. Communication, con Mariangela Melato y Ron Faber.
1980 L'odyssée de la Pacific (La odisea de la Pacífico o El emperador del Perú) producido por Babylone Films, con Mickey Rooney y Monique Leclerc.
1981 Le cimetière des voitures (El cementerio de automóviles) coproducción Antenne 2 y Babylone Films, con Alain Bashung y Juliette Berto.
1992 Adieu, Babylone! producción Antenne 2 -Cinecim, con Lélia Fischer y Spike Lee.
1998 Jorge Luis Borges (Una vida de poesía) producción Aphaville/Spirali (Italie), con Lélia Fischer y Alessandro Atti.

Arrabal ha realizado tres cortometrajes:

1978 Sang et or (Sangre y oro) 1978. Une producción "Antenne 2" con Edgar Rock y Josua Watsky.
1990 Echecs et Mythe (Ajedrez y mito) 1990 .Une producción "Antenne 2" con Joël Lautier, Roland Topor, Julie Delpy y Gabriel Matzneff.
1991 New York, New York! (La guerra del Golfo) 1991 . Une producción "Antenne 2" con Tom O'Horgan, Melvin Van Peebles y Tom Bishop.
Óperas[editar]
«Solo se han realizado cinco de mis libretos para óperas y siempre fueron tan complejos como poco acomplejados»:

Apokaliptika con música de Milko Kelemen (1979).
L’opéra de la Bastille con Marcel Landowski.
Guernica con Otfried Büsing (1996).
Picknick im Felde con Constantinos Stylianou (2009).
Faustball con música de Leonardo Balada (2009).
«[...] únicamente he dirigido, en octubre de 1985 y en la Ópera Real de Bélgica, dos óperas (‘La vida breve’ de Falla y ‘Goyescas’ de Granados). Por cierto en aquellas direcciones los miembros de los coros actuaron desnudos pero pánicamente cubiertos con barro para mayor precisión escénica».

Pintura

Fernando Arrabal ha dicho a menudo que es “un pintor frustrado”. En su propia familia, además de su padre, destacan Ángel (1874-1926), Carmen, Lélia, y sobre todo Julio Arrabal “un gran retratista al óleo", según el escritor. En sus pocas excursiones artísticas ha pintado medio centenar de cuadros y realizado un centenar de dibujos, y otro de collages expuestos en museos como Paris Art Center, Bayeux o Carlo Borromeo de Milán.

Su actividad principal en pintura es la de colaborador con pintores. Artistas (desde Luis Arnaiz hasta Rafael G. Crespo) capaces de realizar óleos de gran tamaño a partir de los croquis detallados que les propone.
El primer cuadro de esta colección de un centenar de óleos (de Luis Arnaiz) fue publicado en 1962 por André Breton en su revista surrealista “La Brèche”.

En la actualidad colabora muy especialmente con la 'plasticienne/vidéaste' Christèle Jacob con la que ha realizado una decena de vídeos y una serie de fotomontajes como “Los artilleros del ajedrez y de la literatura” inspirado por Henri Rousseau.

Ensayos

La dudosa luz del día
El Greco
Carta al General Franco. Reeditado en 2009 por Editorial Séneca
1984: Carta a Fidel Castro
Carta a Stalin
Un esclavo llamado Cervantes
Goya-Dalí
Le frénétique du spasme (1991)
Houellebecq! (2005)
El Pánico. Manifiesto para el tercer milenio (2007)
Diccionario pánico (2008)
Universos arrabalescos (2009)
Defensa de Kundera (2009)

Prólogos

2013 FLhUIDOS, de César Augusto Cair (ed. Seleer, Málaga)

Ajedrez

Arrabal, gran aficionado al ajedrez ha escrito:

Echecs et mythes
Fêtes et défaites sur l'échiquier
Les échecs féériques et libertaires
Bobby Fischer: el rey maldito

Premios

A pesar de ser uno de los escritores más controvertidos de su tiempo, ha recibido el aplauso internacional por su obra (Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa (1993), el Nabokov de novela, el Espasa de ensayo, el Mariano de Cavia de periodismo, el World's Theater, el Wittgenstein, el Pasolini de Cine, el Alessandro Manzoni de poesía, etc.).

El Colegio de Patafísica le ha distinguido con el título de «Trascendente Sátrapa » (equivalente del Nobel para este colegio). Distinción que en este último medio siglo recibieron cuarenta personalidades como Marcel Duchamp, Ionesco, Man Ray, Boris Vian, Dario Fo, Jean Baudrillard y Umberto Eco.

Ha sido último finalista del Cervantes 2001 con el apoyo de Camilo José Cela. Le Mage asegura que fue finalista del Nobel 2005, premio que han solicitado para el autor varias instituciones y personalidades. El 14 de julio de 2005 se le atribuyó la légion d'honneur y en 2007 fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad Aristóteles (Grecia).

Primer Premio Internacional Teatro del Milenario (2010)
Obtuvo el premio Mariano de Cavia de periodismo por sus colaboraciones en Generación XXI, La Voz de Miróbriga, l'Express, El Mundo, Village Voice, Exceso, El Innombrable, El País y ABC.



SONETO DE ODIO Y AMOR A ESPAÑA, I

Te recuerdo cruel y misteriosa
me alboroto pensando en tus mamones
la más guapa de todas las naciones
eres bella y con ojos de viciosa.

Al pegarme te vuelves más hermosa
con tus azotes y tus mojicones,
rompiéndome la crisma a bofetones
mi niñez la forjaste dolorosa.

Si en tus labios acerté con tanto tino
en tus cejas mi pubis se alojaba.
En el sur de tu piel me desatino

distribuyes tus besos con la lava,
representas belleza en batería
¡ay que patria tan causa de manía!



SONETO DE ODIO Y AMOR A ESPAÑA, II

Cabeza de mujer y pies de arcilla
soñadora encerrada en caracola
madre de utopías; banderola
derrumbada y cruel en mi boardilla.

Cual menina de carne en una silla
abandonada a su suerte de amapola
a mi tierra le digo sin pistola
"orgulloso me siento de mi orilla".

Coso digno de envidias para algunos
o de olvido, o de odio, o de deseo
reposado en su horror tan aceituno

le levanto la historia y le entreveo.
Tras decenios de fuga y pesadilla
hoy, España, te beso en la mejilla.



TESOROS DE LA ESPAÑA DE HOY

Collage de F. Arrabal

En la España del cajero
poderoso Caballero
es Don Dinero.

Banca, yo al dólar me humillo
él es mi amante y mi amado
pues de puro enamorado
de continuo ando verdillo
pues el cheque, dando brillo,
hace todo cuanto quiero.

Poderoso Caballero
es Don Dinero.

Oigo Patria tu follón
y escucho el rico concierto
que cantan de Bolsa a puerto
las pesetas y el zurrón.

Miré los muros de la Patria mía
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera del caudal cansados
por quien reluce ya su roñería.

Doquiera la mente mía
sus alas rápida lleva
allí un buen Banco se eleva
loando tu fiscalía

Poderoso Caballero
es Don Dinero.

Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman
el cielo se deshace en rayos de oro
España se estremece alborozada.
Oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas
mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?...
Repta ya la SERPIENTE MONETARIA.

En la España del cajero
poderoso Caballero
es Don Dinero.




Poesias y lienzos de Fernando Arrabal

IV

¡Con qué jubilosa exactitud el color,
celoso de la forma,
concibió los matices
en las alas
de la libélula!
¡Con qué fulgores precisos
la armonía
puso colofón
al destello irisado de su gama!
¡Con qué reverencia justa los afectos
variaron los tonos
para una belleza
más sentida que creada!
¡Con qué regalo infinito
los infinitos colores
dejan de ser hermosos
para aparecer sublimes!


VII

Parecióle a la belleza
museo estrecho la tierra;
buscó en el aire,
y en los confines del primor y la armonía
encontró a la mariposa vanesa
¡Qué misterios se esconden
tras sus murallas de púrpura!
Tanto prodigio con tanta concordia,
tanta variedad con tanta permanencia,
que su mesura no se explica
descomponiendo sus elementos.
Pompa de la inefable gracia,
consecuencia de los atributos sutiles
que nada puede enmendar
un átomo de su hermosura.
Sus alas vestidas de ceniza
se revisten del esplendor
de su purísimo manto
tan sin freno de fineza
como picado de excelencia.
Empeñada en el descubrimiento
palabras me faltan
donde devoción me sobra.


VIII

¡Mira con qué donosura
entran cien pies
en la existencia!
Es vagabundo el ciempiés
que no cuenta su camino
por zancadas,
sino por desfiles,
Para un solo paso
¡qué afán tan concurrido!
No tiemblan tanto sus patas de torpeza
cuanto de recato.

Su cuerpo fajado de rodillas la divagación hospeda.
Saboreando el zanganeo su corazón
no sabe si la corazonada le guía o la costumbre
le lleva. Contemplando sus pies tan reducidos
sueña con caminos infinitos. Pide al tiempo le permita
un tiempo el que desea una eternidad de merodeo.


XXII

El escarabajo supone un creador
conquistador de exactitudes
pero rendido a la medida.
Grande es el adorno de su caparazón,
mayor el de su destino,
ayer larva, anteayer huevo,
hoy caminante coprófago.
¡Cuanto apetito siente!
¡Con qué gusto, de excrementos se ceba!
Desmenuzados sábenle mejor,
porque nada es todo.
Ahondo en la esencia sin recelo,
con celos lo contemplo
y se enciende mi celo
ante un banquete de heces.
Cada manjar eternidad merece.
Convidada a un ágape único
donde el que convida inconsciente
es convite del convidado.
Al favor de mirar corresponde
el fervor de admirar.


XXXIV

Estampa barnizada
que reducida a redondez de laca
reproduce el firmamento inmenso.
Con prodigio pródigo el artista
regala, uno a uno, meteoritos
pintados a cada mariposa.
Con qué gozosa felicidad ahondo
en la esencia de la obra,
experimentando el diminuto deleite
y sacando los inolvidables contentos.
Sus alas plegadas en el cerrado
escenario convexo
revelarán la función.
Cuando la estampa se hiende en dos mitades
los bordados negros y las alas aparecen,
la mariposa hace mutis.
¡Con qué conato se abalanza al cielo!


XXXV

El hondo sentimiento
da el diminuto resplandor
a la luciérnaga.
La noche vestida de penumbra
se reviste de centellas.
El lúcido reclamo
encubre la obscuridad
y esconde lo incierto de la sombra.
Avivada la luz
se despierta el ansia
crece el estremecimiento
al paso de la gana.
Alumbrando y desalumbrando el apagón
a medida que su corazón se enciende
iluminado de amor.
El candil de la encandilada
parpadea en las tinieblas,
sutileza pronta,
chispa de ingenio.
¡Habrá luces mientras haya luciérnagas
en celo!

Del poemario "Mis humildes paraísos",
Ediciones Destino, Barcelona, 1985.



Clítoris 

Ventana de la mar para la tempestad y sus olas
Sol de la almendra para el dardo y sus trompetas
Luna del crepúsculo para lo lascivo y sus caprichos
Carne del impudor para el deseo y sus tumultos
Concubina del pubis para el macho y sus males
Pimentero de la fusión para la alcoba y sus tigresas
Armonía de la verticalidad para el carnívoro
y sus chupetones
Estampilla de lefa para el creador
y sus alucinaciones
Joya del orgasmo para flauta y sus dedos
Pleno de existencia para la intimidad y sus ritos
Taller del amor para el martirio y sus brasas
Corazón del espasmo para la eyaculación
y la lamida
Flor del furor para el sádico y sus mordiscos
Molino de delicias para la pistola y sus tiros
Margarita de Eros para el libidinoso y sus fervores
Nicho de enigma para la penetración y sus rayos
Ciprina de adoración para el tallo y sus carnavales
Botón de ligue para el priapo y sus caprichos
Rosa de besos para el adorador y sus puros
Calibistri de locura para el bullicio y sus dilecciones
Concha de seducción para lo precioso
y sus himeneos
Escudo de delirio para el ruiseñor y sus caprichos.
Copete de ardor para la fantasía y sus nudos
Mandolina de calor para la flecha y sus intrigas
Fresa de diluvio para el delirium y sus tremens
Nido de culto para el marqués y sus ataduras
Cajón de erección para el clavicordio y sus pasiones
Mechón de embrujo para la daga y sus toques.
Tesoro de fiebre para el falo y sus quemaduras
Cetro de la llama para la ceremonia
y sus frenesíes.

Arrabal (Monte Carmelo, 2007)



Por Razones de Seguridad

Por razones de seguridad subo de puntillas
las escaleras del cadalso,
Y saludo cortésmente a los perros alucinados
de las alquerías lunares
Observo como transitan los ciervos heridos
esquinas de Central Park,
Y meo atentamente en las manos
de las prostitutas
perdidas en la lluvia de los taxis.
Un son rezumante anula
los cánticos noctámbulos
del lujo de los grillos al amanecer.
Y sé del sermón del monte en la barahúnda
de las tabernas por razones de seguridad.
(...)

Por razones de seguridad ausento
mis huesos
de Leda de la eternidad sin hamacas ni lianas
Y seco la piel de argón en los intestinos
disecados por el nadir un instante
en el estío del Hades.
Cincelo el abstracto con mis manos arrugadas,
cartón tribal, cimbreado a sabiendas del hilo
De los durmientes que en sueños entrelazan
de efímeras yedras líquidos cuellos roturados.
Espontáneas sombras pliegan las velas
igual que barcos
afortunados donde el timón es arracimada gula,
Tripula mi querido y viejo marino ciego
la nao de los locos, glande oxigenado,
y por razones
de seguridad
Omito la descabellada idea de pasear
silbando en bicicleta
el abstracto colectivo hurtado de Dioses,
La linfa llena de cielos vacíos y termiteros
de barómetros en ojos puros manchados
de azules,
Por razones de seguridad pregunto
almohada de Bella Durmiente
por los ojos abiertos
DE las calaveras emocionantes,
yacidas al pié de colina Asís,
actual Wall Street
Poesía de uno de los locos genios de hoy en día.
Periódicamente se actualizarán y ampliarán
estos conocimientos.


Mi idolatrada felatriz

Sí, es una depravación que te lama tu falo.
Sí, es un horror que mis principios quebrante.
Sí, es una guarrería que te chupe el meato.
Sí, es una incongruencia que por amor lo haga.
Sí, es una insalubridad que me trague tu esperma.
Sí, es una aberración que a tu sexo me incline.
Sí, es una debilidad que libre me someta.
Sí, es un sacrificio de saliva y de alma.
Sí, es una contradicción sofocarme de amor.
Sí, es un desatino que a tu vientre me pliegue.
Sí, es una inmoralidad que me coma tu sable.
Sí, es un disparate que mi boca sea coño.
Sí, es un gran pecado que incluso Dios condena
…por los siglos de los siglos.

Me gusta ser eterna para tu tiempo y tu celo.
Me gusta ser estrecha en mi nicho de senos.
Me gusta irrumpir con un dedo en tu ano.
Me gusta preceder tus ganas más perversas.
Me gusta babearte mientras tus bolos sobo.
Me gusta succionar inmóvil “à pleine bouche”.
Me gusta ser tu droga del mundo más inmundo.
Me gusta que mi culo sea cacho de tu cielo.
Me gusta que a mi cuerpo le dictes tu capricho.
Me gusta que mi lengua se cubra de pimienta.
Me gusta que en mi boca te cune mi adentro.
Me gusta que me plantes tu cuchillo en mi velo.
Me gusta provocar la explosión de tu zumo
… por los siglos de los siglos.

Me siento realzada cuando a tu sexo bajo.
Me veo deseada cuando tu daga enardezco.
Me juzgo disoluta por mi ritmo lascivo.
Me place que dirijas mi nuca con tus manos.
Me hago mariposa con tu músculo en fiebre.
Me encanta la impudicia de besarlo sin fin.
Me llena corromperme para atizar tu vicio.
Me priva encanallarme con tu flor en mi glotis.
Me chifla rebañar lo negro de tu pozo.
Me excita regularme por regla de tu éxtasis.
Me enloquece fumar con tu filtro de amor
…por los siglos de los siglos.

Tu mazo rezumando… ya tocas campanilla.
Mis labios le menean… ya vives en la gloria.
Envuelto por mi frote… ya visionas edenes.
Trenzado de caricias… ya sueñas imposibles.
Palpitando animal… ya vuelas al nirvana.
Por el cielo de boca… ya corres al misterio.
A mi cara penetras… ya cautivas la imagen.
En espera del éxtasis…ya lo pospones siempre.
Tu cola es lo primero… ya tiembla el universo.
Las lágrimas de gozo… ya llegan gota a gota.
Tu rocío de néctar… ya riega mi garganta.
Comulgamos unidos… a dos y para siempre
… por los siglos de los siglos.

T.S. Fernando Arrabal, Bolonia, noche del 6 al 7 de Jetas de 136 de la E. ’P. (del 31-I al 1-II-09 ‘vulgaris’), Santa Facha postulante y San Jeta abad.


Ketamina  (¡Feliz!) 

Un vehículo  me llevó a una velocidad vertiginosa.
Recorrí laberintos 
y selvas exponenciales 
centuplicándose instantáneamente,
galaxias con planetas trapecistas, 
túneles radiantes 
entre  abismos oceánicos 
que subían al cielo.
No me daba  tiempo para verlo todo, 
pues todo desfilaba  rapidísimamente.
Flores gigantescas y microscópicas 
reían a lágrima viva,
piedras preciosas
y espejos de goma daban saltos por la luna,
caleidoscopios con cuernos de rinocerontes  
se abríana mí acogedores 
cuando iba a estrellarme contra ellos
Surgían voces 
como si conversaran cerca de mí  ángeles humanos.
Un estruendo  sorprendentemente  armónico 
interpretaba la sinfonía del Edén.
Ella en otro vehículo
¿encima de mí o debajo?  
¿detrás o al lado? 
cruzándome diagonalmente 
o ¿cayendo perpendicular desde lo alto?  
me siguió un segundo 
y nos alejamos irremediablemente.
Pero sabía que más tarde 
nos encontraríamos, felices.
Samuel vino a bordo de una vaca meteórica.
Me explicó algo tranquilamente,  
pero dada la velocidad  
sólo oía palabras sueltas.
A Lélia, corriendo vertiginosamente 
a caballo de Freud, 
tampoco conseguía poder dirigirme a ella.
Mi padre, 
como un rayo supersónico, 
salió del pasillo de la muerte del Penal del Hacho.
Sabía que íbamos a besarnos 
en el fondo del firmamento 
entre cataratas de arena. 
Desternillándose Houellebecq y Kundera 
pasaron como bólidos.
Mi madre nonagenaria 
volaba a bordo de un cohete supersónico  
gracias a su perfusión de oxígeno en la nariz. 
Reía seráficamente. 
Los patafísicos coreaban.
 "bienaventurados los pobres" 
en un  eco que se podía masticar.
Yo mismo desaparecía y aparecía 
irreconocible para mí mismo.
Dios me  tragaba 
y me proyectaba
Me sacó de mi 
supersónico vehículo 
para colocarme en la palma 
de Su mano.
Sentía que  iba a ocurrir  algo 
aún más prodigioso 
cuando… 
una voz 
me susurró 
dulcemente: 
"Monsieur Arrabal, ¿comment allez-vous?  
Reconocí  a la anestesista
...  y tomé tierra.


V I N O

Me tapo los oídos para ver/ en los templos (divinos) / no sirven chatos / ni txiquitos de tinto / libre, yo, con el lustre/ de apechugar/ el fulano barrote/ sin banderas ni opiniones/ encerrado en mi diminuto YOOO/ y ensimismado EGOOO / me siento forastero en el mundo/ de mis pánicos/ cuidando como a mi corazón/ la copa que razona/ y que enamora/ y que incluso delira si no quiero/ el arrumaco del vino/ una copa en la mano/ aun en día pardo/ de cielo encapotado/ sin baúles mundo extraviados/ compone su música para vencer / más que para cantar/ con la palabra a la altura/ del chasco y del vértigo/ cuando la chapucería/ se encumbra en símbolo y signo/



Gurugú *
                    
… me encantaría  domar a mis dinosaurios                 
para que le aplaudieran   desde el  Gurugú                   
pero el único rnithomimidae                 
no manco es la pingüina;                     
…confieso                   
en mis dos últimos libros                    
(de esta mismísima semana)              
“…me apasionan                
los poemas plásticos               
el ajedrez                 
y el rigor matemático del tohu bohu”               
(el dios Pan es tan travieso);    
arrabalaicamente querido y admirado gurugueño

*Composición poética de Fernando Arrabal para El Alminar de Melilla



Lézard

…ce soir
encore!
place de la république
rdv?
19:59′?
où?
café cote d’azur?
6 rue du Château d’eau?
toi (vous) et moi?
avec “viva la muerte”?
avec mes cafards domestiques?
avec le lézard agrafé à la crevasse au mur?
paniquement
pataphysiquement
arrabalaïquement
en clef de fa




Fernando Arrabal: 

“Ni Picasso ni yo perdonamos a España”

En Francia es considerado un grande del teatro. Arrabal sigue dando titulares: el viernes 17 asistirá en Bilbao al festival literario Gutun Zuria y el 23 estrenará en Madrid ‘Pingüinas’

Por BORJA HERMOSO

La casa de Arrabal en la rue Jouffroy d’Abbans es un museo con cuadros, vino, jamón ibérico con biscotes y ventanas a lo insospechado. Y él es una obra en sí, la más inquietante, una suerte de magma pictórico que no acertamos a situar entre las pinturas negras de Goya, los cielos velazqueños y el cachivache dadaísta. Todo es un disparate en la conversación, aunque cierta lógica indefinible hay en el autor de Viva la muerteal final de cada ocurrencia. Viste la tradicional camiseta negra de manga larga con su propia cara serigrafiada y gafas superpuestas. Son las diez y cuarto de la mañana de un día lluvioso en París. Fernando Arrabal (escritor, dramaturgo, cineasta), entrañable y terrible, sirve un burdeos y sin mediar pregunta empieza con las respuestas.

Respuesta. Occidente, tan poderoso en campos como el económico, el científico… sólo ha sido capaz de crear dos mitos. El mito de Fausto y el de Don Juan. A mí el de Don Juan me interesa mucho. Es un cura español, pequeño, superdotado… pero le aburro a usted con todo esto.

Pregunta. No, no, por favor.

R. El Don Juan español crea un mentiroso, el burlador de Sevilla, que dice que el sexo es imposible y que, si es un seductor, sólo puede serlo porque miente.

P. Y por ahí nos deslizamos hacia la picaresca, patria española…

R. Es posible, sí. Pero yo creo que los demás también dicen mentiras. El seductor de verdad no existe.

P. ¿Nunca creyó que…?

R. Cuando era niño los curas decían una cosa… Cuando hablaban de los musulmanes decían que su religión era inferior entre otras cosas porque tenían acceso a muchas mujeres. ¿Cómo se puede pensar matemáticamente que un hombre puede tener varias mujeres sin que sea un desastre?

P. ¿Usted es capaz de ponerse en el lugar del polígamo?

R. A mí me parece formidable que exista, pero no me lo puedo ni imaginar. Por ejemplo, me pasa lo mismo con los jefes de Estado.

Mitterrand me pinchó el teléfono porque pensaba que yo hacía orgías”
“El Don Juan español crea un mentiroso que dice que el sexo es imposible”
P. Perdón, ¿eso qué tiene que ver?

R. A mí me pincharon el teléfono. Me lo pinchó Mitterrand. Nos lo pinchó a 26 escritores.

P. ¿Por qué cree que le vigilaba?

R. Porque Mitterrand pensaba que yo hacía orgías. Dijo: “¡A por este, que aquí hay lío con mujeres!”. Y la verdad es que hubo una historia de orgía que, en realidad, no tuvo que ver con una orgía. Es una cosa que pasó con Dalí pero no sé si…

P. Por favor, no se pare.

R. Yo estaba un día con cinco chicas, lesbianas, por cierto, que habían venido de Lyon para interpretar mi obra Fando y Lis. Y entonces me llama Dalí por teléfono.

— Soy Dalí.

— ¿Y qué pasa?

— Que quiero hacer una obra cibernética. Esta noche a las doce.

Y cuando estas cinco lesbianas revolucionarias y maoístas se enteran de que voy a ver a Dalí…

P. ...se vuelven locas.

R. Ah, usted ya ha oído la historia.

P. No, no, no.

DNI URGENTE
Nació el 11 de agosto de 1932 en Melilla. Fue niño superdotado.

Su padre, militar fiel a la República, fue condenado a muerte por Franco. Tras serle conmutada la pena, pasó por varias cárceles y al final se fugó del hospital de Burgos en 1942, sin que se supiera más de él.

En 1955 Arrabal se instaló en París. Siete años después fundó el Grupo Pánico junto a Topor y Jodorowsky. Se integraría en el Grupo Surrealista y frecuentó a Breton, Dalí, Duchamp, Tzara…</CL></CP></CP>

Es autor de películas, novelas, libros de poesía, tratados de ajedrez y obras de teatro. Es Gran Premio de Teatro de la Academia Francesa, Premio Nadal, Espasa de Ensayo, Nabokov de Novela y Mariano de Cavia de periodismo. Caballero de la Legión de Honor francesa.

R. Pues se vuelven locas por venir, sí. Pero yo les digo: “Tenéis que venir de una manera especial, tenéis que venir encadenadas”. Y dicen que encantadas. Pero yo creía que encadenar mujeres era muy sencillo. ¡Es muy difícil! No se tienen cadenas en casa. Nos fuimos al Bazar del Hôtel de Ville. Compramos cinco metros de cadena y la portera me prestó unos candados. Y nos fuimos para allá.

P. ¿Dónde era la cosa?

R. En el hotel Meurice, que es un hotel de lujo al que, por cierto, iba el Rey también.

P. Y los nazis cuando ocuparon París. Era su Kommandantur…

R. Claro que sí, y los nazis. Bueno, pues al llegar, el portero del hotel, sin que yo llegara a preguntar nada, me dice: “Dalí, suite 103”. Subimos. Él estaba entusiasmado. Me chilló: “¡Son mis cinco esclavas!”. Yo le contesté: “Aquí no hay ninguna esclava, ninguna va a permitir que usted la toque”. Pero una de las chicas dijo: “Sí, sí, ¡que me pegue!”. Y se bajó las bragas y él le pegó con un nardo. Que ya es difícil en París tener nardos. Entonces Dalí:

— ¡Esto es formidable, Arrabal! Usted y su esclava se vienen conmigo a una orgía.

— Yo no puedo.

— ¿¿¿Y por qué???

— Porque soy casto.

— ¡Pero es aún mejor, necesitamos a un casto que mire!

P. ¿Usted cree, como algunos sexólogos, que el ansia de fornicar tiene que ver no sólo con el sexo sino también con la posesión?

R. Sí, y es una cosa masculina y sólo masculina. Por ejemplo, Houellebecq, en su libro de poemas, tiene estos versos. Primer verso: “Todo hombre quiere que la mujer más bella del mundo le chupe la polla”. Segundo verso: “Todo hombre quiere que la mujer más bella del mundo le chupe la polla todos los días”. Tercer verso: “Todos los hombres quieren que todas las mujeres más bellas del mundo les chupen la polla todos los días”. Cuarto verso: “El resto es tecnología”.

P. Ilustrativo, desde luego, es. Pero las prostitutas y los prostitutos existen desde la noche de los tiempos…

R. ¡Pues hay algunos hombres que no han ido de putas, digo yo! Y si lo hacen es porque no tienen la posibilidad de seducir…

P. O sea, que usted cree que se copula poco.

Los dramas que tenemos con los jefes de Estado siempre son los mismos, ya sea Mitterrand, Chirac u Hollande. Hay una mujer que se acuesta con ellos. ¡Pero ellos quieren una segunda! Todos los jefes de Estado quieren amantes"
R. ¡Obviamente! Los jóvenes sí, pero los adultos no. Los dramas que tenemos con los jefes de Estado siempre son los mismos, ya sea Mitterrand, Chirac u Hollande. Hay una mujer que se acuesta con ellos. ¡Pero ellos quieren una segunda! Todos los jefes de Estado quieren amantes. Pero es muy difícil tener querida. Hay que organizar una serie de mentiras… Nada, nada, todo esto es un mito. Pensemos en Picasso. Tuvo nueve mujeres, dos de las cuales murieron rápidamente. Siempre tenía el mismo problema: se cansaba de una y quería otra. Eso es comprensible. Conoció a una mujer extraordinaria, Dora Maar, que era la querida de Bataille. Ay, Bataille… hacía cosas terribles.

P. ¿Qué cosas?

R. Pues iba con sus amigos al Bois de Saint-Germain, enterraban a una mona y la dejaban con el culo al aire y… ya sabe, bueno, la mona moría entre estertores.

P.Glup, volvamos a Picasso. No sé si él perdonó a España. ¿Arrabal lo ha hecho?

R. No, yo creo que ni Picasso ni yo perdonamos a España. Sigue habiendo cosas raras. Por ejemplo, pregunté varias veces por mi padre en el Centro de la Memoria Histórica, pero no me hicieron caso. Y mi padre no puede haber desaparecido, eso es imposible. España ha sufrido mucho. Fueron 40 años de tragar, tragar, tragárselo todo.

P. Usted se fue de España en 1955 pero mantiene la nacionalidad española, ¿no? ¿Y tiene la francesa también?

Tengo prisa enorme por terminar las cosas: enfermedad de viejo".
R. Nunca he pedido la nacionalidad francesa. Picasso sí la pidió. Jack Lang quiso darme la nacionalidad francesa, y entonces pregunté al jefe del Gobierno español, no sé cuál era, González, creo. Le escribí y no me respondió. Entonces escribí al Rey. Y él sí me contestó: “Mire, Arrabal, usted no puede dejar de ser español”. Y le dije que no se preocupara.

P. Oiga, ¿por qué hay tanta gente en España que sólo le conoce por aquella curda que se pilló en el programa de Dragó en la tele y no por sus obras de teatro y sus películas?

R. Yo no podía imaginar que me iba a emborrachar aquella noche. Pero, ¿sabe?, es muy difícil que hagas algo en televisión y que te siga más de un millón de personas. Y eso me ocurrió a mí. Porque la verdad es que el escritor, el poeta, el filósofo, nunca es conocido. En las listas habituales de las personas más influyentes nunca hay un filósofo, ni un matemático, ni un dramaturgo, ni un poeta… y nunca lo habrá.

P. ¿Por qué no le dan a usted el Cervantes? ¿Es por la misma razón por la que escritores como Michel Houellebecq o Gabriel Matzneff nunca ganarán el Nobel, por ejemplo? Por ser, no sé, ¿distintos? ¿Inasequibles a la norma?

R. Yo no sé, son cosas… de ellos. Desde luego, Matzneff no puede ser. Se levantarían las piedras. Houellebecq… puede ser. Lo malo es que ahora está muy jodido, a causa de la policía. No puede ni moverse.

P. Debe de ser terrible, no poder ir adonde uno quiera ir.

R. Yo tuve una cosa parecida cuando estrené Viva la muerte.

P. La ultraderecha…

R. Dijeron que iban a poner bombas en los cines. Y algo parecido me pasó cuando firmé una cosa contra ETA, junto a otros cinco o seis escritores, no me acuerdo, aunque sí sé que por ahí estaba Nabokov también. Llamaron por teléfono durante tres o cuatro días y me ponían himnos de guerra. Himnos vascos. Y eso fue todo.

Breton era una persona muy especial. Tenía una gran admiración por mí, sin mérito alguno por mi parte. Odiaba la ciencia, las matemáticas y el ajedrez. Yo también le admiraba".
P. Nuestra anterior entrevista, aquí mismo en su casa, fue hace 25 años. Es monstruoso cómo corre el tiempo. Aunque usted no ha cambiado mucho…

R. Pero ya tengo enfermedades de viejo, por ejemplo, tengo una prisa enorme por terminar todo lo que tengo que hacer. Urgencia.

P. A sus 82 años no para de hacer cosas. Estrenos, reposiciones, libros, viajes… Ahora está a punto de estrenar una obra en Madrid.

R. Sí, Pingüinas, je, je, je. Tengo que aprovechar el tiempo que me queda. Y me gusta recordar la vida literaria y la vida a secas. Por ejemplo, ahora me acuerdo de cuando yo jugaba con Tristan Tzara al ajedrez. Yo estaba entonces en el grupo surrealista. Pero los surrealistas le odiaban.

P. ¿Cómo era André Breton?

R. Una persona muy especial. Tenía una gran admiración por mí, sin mérito alguno por mi parte. Odiaba la ciencia, las matemáticas y el ajedrez. Yo también le admiraba. Y a este también le admiro mucho (señalando un retrato suyo de Stalin).

P. ¡Stalin! ¿Cómo que Stalin?

R. A ningún jefe de Estado le interesó nunca la ciencia, la literatura, la filosofía como a él. Era un loco de Molière. Eso sí, a usted y a mí nos habría matado sin problemas, seguro.



En el cincuenta aniversario de su estancia en París
Fernando Arrabal: ¿genio o santo?

Marie-L. Gazarian-Gautier
St. John’s University, Nueva York

"Quisiera ser como mi padre, un santo pagano".
FA



Fernando Arrabal cumplió años. De esos años la mayor parte la pasó en Francia donde se celebra este año el cincuenta aniversario de su larga estadía en París, su segunda patria. Forma con otros escritores y artistas lo que se puede llamar "la escuela de París". Pero se siente como si estuviera de paso, con las maletas hechas, sin horario fijo para viajar. En realidad ha creado un puente entre Francia y España, entre ambas culturas.

Escritor polifacético, humanista inclasificable, tiene una visión amplia del mundo. Al mismo tiempo, sin embargo, se considera como "un modesto embajador de España". Visitarle en su piso de la capital francesa es hacer un viaje a España, pisar el suelo de Ciudad Rodrigo o el de Melilla. Es también hacer un viaje hacia la infancia, sentir la presencia de su madre y de aquel padre desaparecido al que tanto ha querido y quiere y que parece estar en cada rincón de su casa, en cada uno de sus libros, en cada una de sus obras de teatro, en cada una de sus palabras. Incluso, me atrevería a decir en cada uno de los cuadros que adornan las paredes de su apartamento y que representan la figura de Fernando Arrabal, el escritor, bajo todas las formas imaginables y a todas las edades. Esta obsesión con su propia imagen es tal vez un juego que nuestro autor emprende con las múltiples facetas de su personalidad y de su obra, pero también podría ser una manera subconsciente o no de alcanzar a entrever en ellas el reflejo de su propio padre cuyas fotos su madre había eliminado del álbum de familia. Escribió en su novela Ceremonia por un teniente abandonado una frase reveladora dirigida a su madre: "Para negarte inventé subterfugios: Juego a ser mi propio padre y a veces creo conseguirlo".

Investigador infatigable, Arrabal ha querido a toda costa dar con la verdad última: ¿murió su padre, Fernando Arrabal Ruiz, al escaparse del hospital militar donde estaba encarcelado, con el pijama que llevaba puesto, un día de nieve y de frío de enero de 1942, o lo mataron cobardemente sin dejar huellas del crimen? Tiene de ese padre, joven teniente en la armada republicana y pintor de afición, retratista de gran talento, dos recuerdos conmovedores: El primero cuando tenía tres años y le tapaba los pies en la arena en la playa de Melilla: "Recuerdo sus manos sobre mis piernas, tenía tres años, mientras el sol brillaba, el corazón y el diamante estallaban en infinitas gotas de agua". El segundo es de una máquina de tren de madera, regalo de Reyes que le confeccionó con ternura mientras estuvo en la cárcel. Llevaba de letrero: "Recuerda a tu papá". Recuerdos que mantiene glorificados en la memoria hasta el presente. Ha dicho Arrabal en cierta ocasión: "La inteligencia es el arte de servirse de la memoria. Y la imaginación es el arte de combinar los recuerdos". También ha dicho recientemente al evocar la época bárbara y a la vez sentimental e inocente de su infancia: "La imaginación se presentaba como una mujer capaz de combinar mis recuerdos".

Arrabal, producto doloroso de la guerra civil española, a la que llama "madrastra historia", ha vivido la mayor parte de su vida marcado por el trauma de la desaparición del padre, frente a la incertidumbre de su muerte y a su posible existencia, aunque fuese mínima. No hay piedra ni documentos que testimonien de su fallecimiento, como tampoco hay testimonio de su vida después de aquella fecha fatídica. El silencio que mantuvo su propia madre, Carmen Terán González, sobre el drama personal, haciéndole creer a su familia que era viuda cuando no lo era, apartó al hijo de una madre a quien adoraba, cuando se enteró de la verdad. Sólo poco antes de la muerte de doña Carmen, acontecida el 25 de diciembre de 2000, en Madrid, a la edad de 94 años, vino el perdón y la reconciliación entre madre e hijo. Carta de amor (como un suplicio chino) representa una de las páginas más líricas, tiernas y, a la vez, desgarradoras, dedicadas a su madre, en las que por fin se rompe el silencio. Es un canto de amor que me trae al recuerdo las amapolas que solía Arrabal regalar a su madre de pequeño:


A ti y a mí
La guerra civil,
Madrastra historia,
Nos infligió este martirio chino.
A punto estuvimos de devorarnos.
Pero incluso prisionero de la fatalidad
Soñaba con la esperanza.
Aquella que alimentó mi infancia
Y mi adolescencia
... contigo.


Su padre, figura anhelada a la que ha buscado toda su vida a través de programas de televisión y encuestas, entrevistando a personas que hubieran podido dar señales de él, se fue poco a poco convirtiendo en un mito creador, superior a cualquier ser de carne y hueso. Su padre encarnaba la libertad. Detenido el 17 de julio de 1936 por sus convicciones republicanas, declaró "Soy partidiario de la República y de la libertad" cuando quisieron sus amigos que, al estallar la guerra civil en Melilla, cambiara de opinión. Y el poeta dramaturgo clama: "Escribo empujado por el ala de la libertad". Lo que explica por qué su obra es un grito en contra de toda violación de libertad, y la razón por la cual es una larga ceremonia de la confusión y de lo que podría interpretarse como provocación, rebeldía e inconformismo. El narrador/autor usa la estrategia de la ambivalencia donde opone el amor al odio. Al lado del verdugo va la víctima, al lado de la tortura va la ternura, al lado de las lágrimas va la risa. Pero su obra es por encima de todo una obra de amor y seducción.

El propósito de Fernando Arrabal ha sido, más que enseñar y confundir por medio de la ceremonia y de los rituales, llegar a entender e interpretar la sorpresa de la existencia. Su obra, a veces exhibicionista, a veces de una gran delicadeza espiritual, en forma espiral, en un ascenso hacia el cielo, nos sacude y nos conmueve. Nos acerca a unas respuestas frente a la angustia existencial. A mi pregunta, "¿Te consideras como un hermano menor de Cervantes o como su alma gemela?", me contesta: "Creo que hay que tomar en cuenta que todo está perfumado, habitado y herido por la confusión. Lo que Cervantes y Shakespeare llamaban la ambigüedad. Los dos se refieren a ella. ...Y Dios los hace morir el mismo día, del mismo mes, del mismo año. Pero a causa de los calendarios gregoriano y anglicano, con una semana de diferencia. ¿Por motivos obvios? ¿Para que comprendamos que el mundo es incontrolable? ¿Dios se refiere a la mecánica cuántica y al último avatar de las matemáticas, que ya no son las fractales, ni la teoría de conjuntos, sino que es la teoría de motivos? ¿Nos está hablando Dios en el siglo XVII a través de los dos?"

La escritura ha sido para Fernando Arrabal su catarsis, su salvación, su salvavidas para no naufragar en un mar de lágrimas. Lo más probable, me comenta el gran autor y "oráculo de nuestro tiempo", como lo califica su hija Lélia en el prólogo del libro que estoy hilvanando sobre él, es que si no hubiera habido una guerra civil y no hubiera desaparecido su padre, hubiera sido "matemático" y "feliz". Su hijo Samuel es doctor en biología molecular, investigador del prión. En particular de la llamada vaca loca.

Autor de espaldas a las modas y una de las personalidades más controvertidas de su tiempo, ha recibido el reconocimiento internacional tanto por su teatro como por sus novelas y su prosa periodística. Pero tal vez la niña de sus ojos, como lo fue también para Cervantes, es la poesía. Ha escrito más de setecientos libros de bibliofilia. Vive la obra y juega con la vida como si se tratara de una partida de ajedrez, una de sus grandes pasiones y arte y ciencia en que se esmera. Experto en el arte del ajedrez, escribe una crónica sobre ese tema para la revista francesa L’Express desde hace treinta años.

Es cierto que si tiene una pasión por las artes, también tiene una fascinación por todas las ciencias. Desde el 20 de abril de 2000 Arrabal es uno de los cinco Trascendentes Sátrapas (con Baudillard, Darío Fo, Humberto Eco y Sanguinetti) del Colegio de Patafísica, donde lo canonizaron con el nombre de San Fando. Esta ciencia debe su origen a Alfred Jarry, el autor de Ubú rey. Consiste en ser una disciplina que, sin ninguna disciplina, propone soluciones imaginarias. Sirve de máquina para explorar el mundo, lo que para él representa una fuerza motriz esencial. Luce Moreau-Arrabal, su mujer y colaboradora, traductora de su obra desde hace cincuenta años, fue alzada a la dignidad de Santa Lis en la puerta principal de la Catedral de Notre-Dame de París, el 15 de diciembre de 2002, en presencia de dos mil personas. En su discurso dijo ella: "... Hace cincuenta años, Fernando y yo en Segovia nos sentamos en el trono de los Reyes Católicos, cuyo lema era: ‘Tanto monta monta tanto Isabel como Fernando’. Hoy diré, para concluir, ‘Tanto monta monta tanto Santa Lis como San Fando’...". Con la humildad que la caracteriza, Luce exclama: "Llevo su nombre pero no su aureola". El mismo Arrabal declara que su mujer es su primera lectora y el gran amor de su vida. La última entrevista que le hice se transformó en un canto a su mujer, en celebración de las bodas de oro. San Fando/Fernando y Santa Lis/Luce son la fuente de inspiración de Fando y Lis, su obra de teatro que ha tenido un éxito mundial. "Yo no puedo escribir nada más que mi biografía, la propia biografía, la biografía de la gente que me rodea", me cuenta el autor. El yo y mi entorno, el yo y mis circunstancias.

Autor de más de 200 obras de teatro, Arrabal es la figura máxima del teatro de vanguardia. Su obra forma parte de la literatura tanto francesa como española y universal. En 1961 conoce a André Breton y se acerca al movimiento surrealista, participando en las reuniones del Café La Promenade de Vénus, y en 1963 funda el teatro Pánico con Alejandro Jodorowsky y Roland Topor. Así explica en una entrevista llevada a cabo por Javier Esteban en qué consiste esa etapa literaria: "El ‘Pánico’ es la crítica de la razón pura, es la pan-dilla sin leyes y sin mando, es la explosión de ‘Pan’ (todo), es el respeto irrespetuoso al dios Pan, es el himno al talento... loco, es el antimovimiento, es el rechazo a la ‘seriedad’, es el canto a la fatal ambigüedad...". Como dijo el 11 de noviembre de este año, en mi clase de creación literaria, el dios Pan evoca la confusión al provocar alternativamente la risa o el pavor.

¿No será un ejemplo del dios Pan bailar ante el Rey, en vez de dar una conferencia? ¿O no contestar a las preguntas en una entrevista sino seguir con la conferencia que tiene en mente y hablar sobre lo que él pretendía hablar y luego llamar a la entrevista una conferencia? Escribe el autor en El Mundo del 13 de febrero de 2005: "He bailado una conferencia ante el Rey y el ‘Mariano de Cavia’... A veces he pronunciado conferencias en dos andanzas: El último 8 de noviembre comencé la primera parte en el Cervantes de NY. Y al día siguiente concluí el segundo acto en ‘Sigma Delta Pi’ [en St. John’s University]. Marie-Lise Gazarian filmó los dos episodios y los montó, animada por la inspiración, con fundido-encadenados. Toda mi vida ¿está encerrada en mis conferencias?"

Se le cataloga a Arrabal como escritor surrealista y se asemeja también a los beatniks, pero su obra es única y no se puede ni se debe encasillar. Dijo de él Camilo José Cela: "Fernando Arrabal posee el incalculable tesoro de tener voz propia". Y Juan Goytisolo agrega: "Si no existiese Arrabal, ¡habría que inventarlo!" En uno de sus poemas pánicos, "El teatro... ¡Qué ilusión!", Arrabal describe su convivencia constante con el teatro, presencia llena de contrastes más opuestos, lo divino con lo satánico, obra que abarca todas las artes y todas las ciencias y reside entre cielo y tierra, o, según uno de los títulos de su obra, entre "el cielo y mierda", de lo más elevado a lo más bajo y obsceno:


Casi todas las noches me visita, sin cita,
El teatro.
Espero su llegada tiritando de susto y
[gusto.
¡Qué ocurrencias tiene,
y qué sorpresas tan obscenas me pone en
escena tras la cena!
Una noche llegó desnudo,
Como la "primavera" de Bottticelli
Con una conejilla entre las piernas.
¡Qué senos y qué sino!
Sus ojos trasplantados en el pubis
me guiñaban descarada y
[descarnadamente.
Cuando no me visita es porque estoy de
[viaje
Para verle presentado o representado.
Nadie sabe tanto como él
De Poesía y de Filosofía,
de Astrofísica y de Alquimia,
de Dios y del Diablo,
de Muerte y de Amor.
¡Qué ilusión!
Cómo temo
(cuando estoy solo viendo mi teatro)
que caiga el telón.


A los diez años en 1942 sale premiado en el concurso nacional para niños superdotados, de adulto con su incesante curiosidad y desbordante capacidad de asombrarse y asombrar, nunca deja de explorar territorios nuevos. Creador único, su obra lo abarca todo, desde la literatura en sus formas más múltiples hasta las artes, la filosofía, la religión y las ciencias tanto naturales como la patafísica. Nuestro dramaturgo y cineasta comunica con su público y lo sorprende y lo subyuga por medio de cartas, conferencias, teatro, novelas, ensayos, artículos, películas, fotografía, poesía, dibujos, collage, partidas de ajedrez. Además, ha inventado un nuevo género al que llama: "Definiciones, jaculatorias y arrabalescos". Su teatro completo, en dos volúmenes de más de dos mil páginas, hace de él un dramaturgo que, como Lope de Vega, podría llevar el título de "Monstruo de la naturaleza" por la magnitud de su obra. Mira el porvenir del teatro en el siglo XXI de una manera optimista: Con la voz de un profeta, declara: "Estamos en un momento de gran creatividad donde se está escribiendo el mejor teatro".

Hombre de teatro, no se le entrevista, se le escucha. Quiere dominar al entrevistador y llevarlo por el camino que él mismo traza. Suele hablar poco de sí mismo y evade las preguntas directas, ya que prefiere discurrir sobre temas que le atañen como, por ejemplo, la ciencia cuántica, las matemáticas, Dios, las grandes figuras del pasado y del presente, o reflexionar sencillamente sobre sus amigos con los que acaba de pasar una tarde o los que forman parte de las reuniones de los jueves en su casa. Hombre generoso y sincero, esencialmente tímido, siente la necesidad de rodearse de sus amigos poetas, filósofos, científicos y matemáticos.

Curiosamente su obra, al contrario, es una teatralización de la vida y su vida se asemeja a una obra de teatro. Se le ha llamado "l’enfant terrible", de la misma manera que llamaron así a Camilo José Cela, a quien mucho admiraba. No es un escritor comprometido, no hace política; sin embargo, ha tenido la valentía de enfrentarse a las dictaduras y de escribir Cartas, entre otras, a Castro, a Lenin, a Franco, para reinvindicar la libertad y la justicia, para expresar fascinación o seducción, o para proclamar amor y perdón.

Vuelve sobre sus manuscritos y los somete a un estricto escrutinio hasta transformarlos en textos definitivos. "Yo creo que trabajar es una palabra de origen latino. Su significado era de un potro de tortura en el que se hacía el trabajo, se torturaba, pero también se ha llamado trabajo al esfuerzo que hace la mujer para dar a luz", me cuenta Arrabal. Y aún así vuelve a retomarlos para crear otras obras de arte, llevarlos, incluso, de la novela al cine o del teatro a la novela o a la poesía. Por encima de todo Arrabal es un artista lírico y apasionado, como dramaturgo, novelista, poeta y filósofo, que vuela a ras de tierra para descifrar la ambigüedad del universo en un anhelo de entrever los secretos del Más allá, oráculo entre cielo y tierra.

¿Genio o santo?, quisiera preguntarle. Sé que a él no le gusta que se le califique de genio. Es humilde ante la obra. "Soy modesto. Pero eso no quiere decir que no tenga una autoestima muy alta de mí mismo", me comenta. También declara: "He estado rodeado durante toda mi vida de seres superiores y he aprendido mucho de ellos". Admira a Houellebecq, por su curiosidad científica, le conmueve la declaración de fe de Louise Bourgeois cuando exclama: "¡Dios nos ama!"

Una de sus cualidades principales es la inteligencia. Las otras son, que duda cabe, su sentido del humor, su capacidad de indagar y, por supuesto, el juego de seducción que emprende con su público. ¿Por qué te gusta jugar?, le pregunto. "A mí no me gusta jugar, yo solamente juego en mis películas", me contesta. Pero también agrega: "Yo solamente juego a ser Dios y a veces lo consigo". Educado en la religión católica de la época franquista, de pequeño fue monaguillo, experimentó la tortura del cilicio, se quedaba dormido rezando el padrenuestro, incluso, a los diecisiete años, pasa por una crisis religiosa y cree tener una aparición de la Virgen María. Agnóstico, sigue rezando todas las mañanas por si acaso Dios existe. "No hay ninguna razón para que no exista".

Por lo tanto, su teatro vacila entre una búsqueda mística del paraíso perdido y las fuerzas opuestas que impiden elevarse. La inspiración para Arrabal toma la forma de una lengua de fuego que se instala sobre la cabeza del artista. "Yo creo en el Espíritu Santo, creo en la glosolalia, creo en las primeras palabras de la Biblia de Israel, creo en la comunión de los santos, creo en la música", me confiesa el dramaturgo poeta.

Arrabal siente una innegable atracción por la santidad y quisiera entablar una partida de ajedrez con Dios, y ganársela. Se disfraza de Jesucristo en la Santa Cena, colocando a su lado a doce genios de la literatura y de las artes, como si fueran los doce discípulos de Cristo: Dalí, Ionesco, Nabokov, Thom, Kafka, Beckett, Mishima, Kundera, Wittgenstein, Duchamp y Picasso. Este cuadro, titulado "El gran cuadro del siglo XX", es una obra de Félez, basada en un croquis del mismo Arrabal, y figura en la primera página del presente artículo.

A Arrabal se le ha concedido una serie deslumbrante de premios y condecoraciones. Entre ellos: el Premio Nadal (1984); la Medalla de Oro de Bellas Artes (1989); el Premio de Teatro de la Academia Francesa (1993); el Premio Nacional Nabokov de Novela (1993); el Premio Espasa de Ensayo (1994); el Premio Mariano de Cavia (1998); el Premio Alessandro Manzoni de Poesía (1999); el Premio Nacional de las Letras (2000); el Premio Nacional de Teatro (2001); el Premio Nacional de Literatura Dramática (2003); el Premio Wittgenstein, Universidad de Murcia (2004); y la Medalla de Oro René Char (2005).

"Me he convertido en un árbol de Navidad y ahora me ponen medallitas", me comenta Fernando Arrabal con una mirada pícara. Quisiéramos sus lectores y su público que se adjuntase a este árbol luminoso el Premio Nobel.

Sólo recientemente Fernando Arrabal ha alcanzado una etapa de rituales de la recuperación donde coexisten el perdón y la paz interior. En una de las muchas entrevistas que le hice me confiesa: "Yo soy anarquista como Jesús". Tapar el dolor con la risa, hacer reír cuando uno tiene ganas de llorar. No se parece a nadie, es "Arrabal, el único". Con la destreza de un equilibrista ha sabido pasar del Surrealismo al Pánico para luego apasionarse por la Patafísica. Ha logrado vindicar a su padre, darle vida y renombre a través de la escritura. ¿Llegó a ser al igual que su padre un santo pagano?

Hombre renacentista y a la vez moderno, no se ha apartado nunca del candor y la sencillez de la infancia. Lleva de la mano al niño que hacía preguntas y se las contestaba, al niño que esperaba a su madre en la estación del tren y que rezaba y le escribía poemas:


Mi mamá es la más bonita flor,
Que Dios la guarde con candor.
Yo la quiero de más en más
Y no la olvidaré jamás.

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Marie-Lise Gazarian-Gautier nació en París, pero hace muchos años que está radicada en Nueva York. Doctora en Filosofía y Letras por Columbia University en Nueva York, ha tenido el privilegio de estudiar con grandes figuras del mundo hispánico, como Francisco García Lorca, Ángel del Río, Germán Arciniegas, Luis Alberto Sánchez y Andrés Iduarte. Catedrática de Literatura española e hispanoamericana en St. John’s University, Jamaica, Nueva York, está a cargo de su Programa Graduado de Español.












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