domingo, 13 de marzo de 2011

3365.- REYNALDO GARCÍA BLANCO




Reynaldo García Blanco 

(Venegas, Yaguajay, Sancti Spíritus, CUBA  13 de abril de 1962). Poeta y ensayista. Reside en Santiago de Cuba. Fue miembro del Taller Literario Serafín Sánchez de Sancti Spíritus. Es miembro de la UNEAC y del Consejo de Redacción de las revistas Sic y El Caserón. Fue director de la Casa Museo Heredia y vicepresidente de la AHS, de la cual es miembro de honor. Es Director del Centro de Promoción Literaria José Soler Puig del Centro del Libro y la Literatura, coordinador del Taller Aula de Poesía y director del boletín Ideas. 

Ha realizado Aduanas de aire. Antología del fervor. Cuba-Argentina (Ediciones Santiago, 2002) y Cuatro rostros de la palabra. Ha obtenido el Premio Taller Cultura Tercer Milenio y Tercer Mundo 1997; Premio Poesía Roberto Branly 1986; Premio Poesía Villa del Cobre 1991; Premio Poesía Calendario AHS 1998; Premio Poesía Concurso Manuel Navarro Luna 1991; Premio Poesía Concurso José María Heredia 1992, 1997; Premio Encuentro Debate Taller Municipal, Provincial y Mención Nacional 1988; Premio Encuentro Debate Taller Municipal, Provincial y Nacional 1989; Premio de la Ciudad de Santiago de Cuba 1997, 1998; Premio Poesía Santiago 1993; Premio Poesía Pinos Nuevos 1994; Premio Poesía Concurso América Bobia 1994; Premio Poesía Concurso Periódico Escambray 1988; Premio Poesía 20 de Octubre 1998; 1er. Premio Poesía Concurso 28 de Enero 1997, 1998; 3er. Premio Poesía de Amor. Perfil de Santiago 1992; 3er. Premio Concurso Fayad Jamís 1989; Premio Poesía La Gaceta de Cuba 2000; Premio Ensayo José María Heredia 1993 [con Rubén Fernando Alonso y Manuel Sosa]; Mención David 1987, 1991; 1ra. Mención Concurso David 1990; Mención Concurso Adelaida del Mármol 1993; Mención III Juegos Florales de Santiago de Cuba 1998; Accésit II Juegos Florales de Santiago de Cuba 1997; Mención Premio de la Ciudad de Santiago de Cuba 1992; Mención Concurso La Gaceta de Cuba 1996; Mención Concurso José María Heredia 1995; 2do. Premio Poesía Concurso Nicolás Guillén Argentina 2003; Premio-Beca Dador Poesía 2004. 

Ha colaborado en Vitrales, Del Caribe, El Caimán Barbudo, Naranja Dulce, Perfil de Santiago, Fidelia, La Gaceta de Cuba, Escambray, Sic, Claras Luces, El Caserón, Ideas, La Jiribilla de papel, Ideas en Feria, La Pedrada, Jarao, Revolución y Cultura, Juventud Rebelde, La Letra del Escriba, Hacedor, Revista del Vigía, Péndulo, A Contraluz, Malas Lenguas, Somos Jóvenes y otras publicaciones tanto nacionales como internacionales.



No morir hasta haberlo visto todo 

Mi mujer cantando Alfonsina a las diez de la noche 
Unas muchachas recostadas a los médanos 
Un poeta robándose las obras completas de Severo Sarduy 
Tres prostitutas en Medellín que me confunden con un nicaragüense 
Un ciego de espaldas al mar 
Fayad Jamis leyendo El ahorcado del Café Bonaparte 
Una librería con todo Borges y Los alimentos terrestres de Gide 
Un pingüino muerto en las costas de Talcahuano 
Otra vez mi mujer haciendo pajaritas de papel 
Mi madre tendiendo unas sábanas blanquísimas 
Un policía leyendo a Rainer María Rilke 
Thiago de Melo y María de Aparecida preguntándome por Cuba 
Mi padre a punto de morir bebiendo té con bergamota 
Una mesa llena de uvas negras y otras ambrosías desconocidas por mí 
Tres mendigos sonrientes en la Avenida paulista 
Dos revistas Orígenes en la Librería Renacimiento 
Unas vacas nadando en el mar de Manzanillo 
Un tren francés roto en las llanuras de Camagüey 
Un vendedor de agujas con poemas publicados 
Un ciervo herido que busca en el zoológico amparo 
Mi hermana a la salida de un quirófano 
La Plaza de la Revolución vacía y oscura 
Los muros del Moncada a las tres de la tarde y en agosto 
Esto he visto yo y espero no morir hasta haberlo visto todo.




Poema para estrenar una camisa blanca 

La trajo Pierre de Haití 
sin más preámbulo que regalarme una camisa 

Me asomé a la patria 
en la mitad de un mes es decir en la canina 
y fui por un desayuno nada estatal 
con mi camisa blanca 

Pasan tres marineros hablando solos 
—de esos que llegan al puerto de Santiago de Cuba 
besan y se van— 

Ahí voy yo con mi camisa blanca 
con la patria por delante 
y todo arde 
se cocina 
a fuego lento 
las viandas de los noticieros 

La trajo Pierre de Haití 
y todos me elogian 
cuando tengo un azul que flota a mis espaldas. 





Animal Común 

He dejado de ir a la Iglesia 
y me pongo a regar el jardín en las tardecitas 
No recibo cartas que me hablen de la niebla 
o de los papalotes encima de los cordeles 

Subo 
y bajo unas escaleras que no me llevan al cielo 
Debo revisar mi cuenta bancaria 
quitar el lodo de la puerta 
comprar un espejo 

Dios sabe estas cosas 
y vuelvo al jardín 
y tengo miedo 





Habanera (Tristísima)

Cristo de la Habana 
baja un momento 
y cruza esta bahía 
esta rumorosa bahía 
y mira 
a estas muchachas 
estas tristes muchachas 
que estallan en los dólmenes 
y son pálidas 
y leves. 
Cristo de la Habana 
abre tus brazos 
y comienza a decir un Padre Nuestro 
—el de Mario Benedetti o el de la Madre Teresa— 
no importa cuál 
tan sólo un Padre Nuestro 
por estas muchachas 
que se van a morir como una hoja de laurel 
como un arco iris a las doce de la noche. 
Cristo de la Habana 
asómate a este pedazo de país 
no mires los autos que pasan 
no mires los ciclones que se alejan 
fíjate en estas muchachas con luna en los labios 
fíjate en estos ángeles 
que no van a tener sitio en el paraíso. 
Cristo de la Habana 
regálame un mapamundi 
un astrolabio 
una bola mágica para entender esta bahía 
y estas muchachas 
estas tristes muchachas 
que a tus pies 
Cristo de la Habana 

Se van a morir como una hoja de Laurel 
como un arcoiris a las doce de la noche. 

Mi padre bebe té con bergamota y no sabe... 





Mi padre bebe té con bergamota 


y no sabe que febrero será el mes más cruel 

Lo miro detenerse en esos círculos de sangre 
en esa música de la orina 
en la rauda caída de las estatuas 

Mi padre bebe té con bergamota 
y hace mutis por el ácido 
por las esferas azules que acomodo a sus pies 

Yo también me asomo a esos abismos 
y voy por sábanas limpias 
y le digo adiós a las bestias 
me acomodo en la heredad 
en el azar 

Mi padre bebe té con bergamota 
y no sabe que muy pronto el esparto 
hará de las suyas encima de los huesos 
y yo beberé un coñac a su memoria 

Salgo a caminar la ciudad 
y todo es ámbar 
todo es niebla 
y por mi lado pasa un galán con enterradores 
y quiero llorar por esa oscura vencidad 

Mi padre bebe té con bergamota 
y palidece 
me habla de los sótanos 
me pide que le traiga cerezas de Santiago de Cuba 
y yo pronuncio como un santo la palabra Adelfa. 





Campos de belleza armada 

Piedras blancas de la quebrada del Yuro o trillos de san Lorenzo 
al galope vienen los clarines esos cornetas de Dios a sombra luz 
que el cielo de la patria puede estar allende al mar allí donde 
dibujan los llanos de Camagüey y colinas de Contramaestre 
agua del Cauto para lidiar las magulladuras de la guerra y 
vienen las mujeres con los canutillos de jengibre paloma torcaza 
que no es la arena de Ogaden allí donde los rifleros se esconden 
bajo el algarrobo sombreros de petate para los que no saben de la 
lluvia y unos muchachos matan a un perro en el crucero de la 
Anacahuita y es Lola con su jolongo pájaro carpintero al 
mediodía de Las Tozas que hay que enfilar los carros y los 
bueyes rumbo al Paso de Jagua que Venegas huele a pólvora 
pues en al Alto de Villalobos el café humea con aire de Oruro a la 
derecha el monte seco y pardo y por la izquierda la colina del 
caucho los pliegos de Mantua y suena el machete címbalos de 
sangre y lágrima a contracorriente arroyo de la furia y la sierra 
donde una arena imposible se deja caer toque usted a degüello 
pomarrosa a desgano en la mitad del potrero Amalia Simone 
espiga y sobre salto con Ignacio a contrasol a contrafuerte selva 
arriba selva adentro Dos Ríos en la plenitud de todo Paso de las 
Damas siempre el río que todo lo lleva y todo lo trae ríos que 
vienen del monte de allá de la sierra y van al mar al mar batalla 
de Santa Clara humo de Kunene Campos de Castilla y llega la 
parca y se va pues no puede con tanta belleza esplendor de un 
octubre que estalla revolver en mano piedras blancas de la 
Quebrada del Yuro Ernesto bocabajo en la Higuera y el Delegado 
que mira al sol y la bala que no era para mi surca silba urde 
principia su andar en estos campos de belleza armada. 






Mar de junio 

Si a la mar de junio yo me fuera 
como un Mariano Brull que se quita la camisa 
si yo me fuera sin tricornio sin bastón 
así no más a la mar de junio 
que no sea lunes ni menguante sobre la cabeza 
solo bojear la isla ver los plátanos sonantes 
las palmas imposibles 
las muchachas que enardecen las costas 
dar vivas por la espuma. 
Si a la mar de junio 
Yo me fuera 





CARACOL 

Esto es un poema que tiene que ver con mi mujer 
(Esos pedazos de ternura que Dios nos regala cada cien años) 
Pero en realidad es un poema amargo 
y tiene que ver con un caracol 
les cuento 
 hace unos días 
mi mujer fue a la playa con unas amigas 
a meditar 
a tratar de arreglar el mundo desde la fe 
 y yo le pedí humildemente un caracol 
no importaba que fuera terrestre o lunar yo quería simplemente un caracol pero mi 
mujer llegó con las manos vacías y el espíritu alto 
ahora repaso esos breves regalos que uno acumula como una herencia 
caballitos de ajedrez torres de pizza libros en miniatura 
pero no tengo un caracol 
 y es por ello que me siento a escribir un poema amargo pero no es contra mi 
esposa ni nada parecido yo escribo contra esa amargura de no tener un caracol ni 
terrestre ni lunar y pensar que somos una isla que estamos rodeados de lentos 
moluscos que miran y sospechan de nuestras pasiones esa misma pasión de querer 
tener algo que de repente !zas! así como el que no quiere las cosas se convierte en 
madera para escribir un poema amargo por donde desfilan mi mujer unas amigas 
una playa y los deseos de tener un caracol. 





ELA O΄FARRYL ESTÁ CANTANDO ADIOS FELICIDAD 

Aun no tenemos catorce provincias ni médanos de aire para empinar pájaros de 
papel estraza. Somos la lumbre detenida Allí donde cuelga la cimitarra, el arcabuz. 
No ha llegado el humo que mata los pájaros. No ha llegado mi padre con su diente 
de morder cebollas y escupir al cielo. La primavera se confunde con una mujer 
fluvial que se voltea y me muestra los pechos. Soy el que dibuja la rayuela en el 
mapa de la patria. La que salta es mi hermana. Al otro lado del patio conversan los 
difuntos que esperan a los ciclones, las guerritas chiquitas y mundiales. En el 
brasero del vecino se hunde la carne que un día fue sangre caliente del bosque. En 
las tendederas ondean las sábanas que en su día fueron las franjas blancas de la 
bandera. Del huerto familiar llega un olor que no saben los hospitales. Las frutas en 
ristre pasan en trenes veloces rumbo a la memoria. En el cuaderno de bitácora mi 
madre apunta los abortos, los nacimientos, los eclipses. Yo estoy al centro de la 
nada y bebo un agua nutricia mitad sangre mitad resurrección. 





ME GUSTARÍA CONOCER A SHENG-NUNG 

Hoy fui al mercado 
y no pude con los gritos de los vendedores 
con la escalerilla que lleva al área de las carnes 
con la mujer que vende bolsas de nylon 
Hoy fui al mercado 
y quedé en éxtasis con un conejo en una jaula de madera 
- creí leer en sus ojos la pleitesía de la muerte - 

Fui al área de las frutas de estación 
y tuve simpatías por los pregones 

Me gustaría conocer a Sheng-nung inventor de la agricultura 
para que me explique este asunto de los precios 
en este miércoles 
en el mercado municipal. 






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