miércoles, 20 de octubre de 2010

1550.- ENRIQUE BADOSA

Fotografía: Carme Esteve




ENRIQUE BADOSA
Selección de poemas y nota biobibliográfica
realizadas por José Luis Giménez-Frontín



Nacido en Barcelona en 1927, es poeta, traductor de poesía, ensayista y crítico literario, habiendo tutelado durante veinte años dos de las colecciones de poesía que mantuvieron, en años difíciles, un elevadísimo rigor literario tanto en los poemarios como en las versiones de los poetas traducidos: las "Selecciones de Poesía Española" y las "Selecciones de Poesía Universal" de Plaza Janés.

Como creador, Badosa aporta una voz inconfundible al más selecto grupo de poetas de la llamada generación del 50, y lo hace además en numerosos registros: el lírico, el satírico-epigramático, el de la poesía viajera y el de la traducción de textos clave de la literatura en lenguas latina y catalana. De su producción netamente lírica destacan títulos como Baladas para la paz, Historias en Venecia y Marco Aurelio 14 (del que acaba de aparecer una segunda edición), y su recientísimo Ya cada día es más de noche, que conforma una rotunda unidad poemática con los poemas de Marco Aurelio. Su registro más cívico, generalmente en clave satírica, incluye Dad este escrito a las llamas, Epigramas confidenciales o Epigramas de la Gaya Ciencia, mientras que la mirada del viajero queda recogida en poemarios como Mapa de Grecia, Cuadernos de Barlovento y Relación verdadera de un viaje americano. No obstante ser ilustrativa, esta clasificación puede resultar engañosa, pues la obra poética de Badosa constituye una inequívoca unidad creativa en la que el más elevado arrebato lírico puede aparecer en un contexto epigramático o el registro viajero referirse a una geografía puramente espiritual, como es el caso paradigmático de los poemas en prosa de su Cuaderno de las Ínsulas Extrañas. Y es por esta razón por la que esta breve antología de sus poemas se ofrece en The Barcelona Review como un continuum cronológico sin divisiones de género o temáticas. Y dentro de esta unidad creativa necesariamente deben incluirse sus ejemplares versiones de Espriu y de su buen amigo J.V. Foix, y la de epodos y odas de Horacio, entre las de otros autores en lenguas francesa y catalana, así como sus innumerables aportaciones críticas en la prensa cultural y diaria.

Su ingente aportación a la literatura le ha merecido prestigiosos reconocimientos, como el Premio Quevedo, el Ciutat de Barcelona de Poesía en Lengua Castellana y el Fastenrath de la Real Academia. En 1999, la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña le rindió homenaje y le dedicó una monografía. En un gesto de respeto y de aprecio sin precedentes, las autoridades culturales griegas han esculpido en piedra y colocado en la boca del desfiladero de las Termópilas el poema homónimo, aquí reproducido. Por contra, su sistemática tarea de rigurosa divulgación en castellano de lo mejor de la poesía catalana medieval y contemporánea aún no ha merecido un reconocimiento oficial de los gobiernos de Catalunya. Innumerables personas, dentro y fuera de la República de las Letras, consideran un privilegio ser consideradas su amigo.




Relación de los textos escogidos

Poemas

1.- "En memoria", de Más allá del viento, 1956. (En Poesía, Selecciones de Poesía Española, Plaza Janés, Barcelona, 1973, pág. 16.)

2.- "De la posible historia de un amor" de Historias en Venecia, 1971. (En idem, pág. 188).

3.- "Termópilas" de Mapa de Grecia, Selecciones de Poesía Universal, Plaza Janés, Barcelona, 1979, pág. 24.

4.- "Astrelia" de Cuadernos de Barlovento, Selecciones de Poesía Universal, Plaza Janés, Barcelona, 1986, págs 76-77.

5.- "XXVIII", Libro III, de Epigramas confidenciales, El ave fénix, Plaza Janés, Barcelona, 1986, pág. 81.

6,- "Tikal" de Relación verdadera de un viaje americano, Los libros de la frontera, Sant Cugat, 1994, pág. 30.

7.- "Vinimos al silencio al que se nos llamaba..." de Marco Aurelio 14, DVD poesía, Barcelona, 1998, pág. 21.

8.- "XLIX" de Epigramas de la Gaya Ciencia, DVD poesía, Barcelona, 2000, pág. 95.

9.- "Epitafio de un poeta renegado" de Parnaso funerario, DVD poesía, Barcelona, 2002, pág. 59.

Traducciones

1.- De J.V. Foix, "Els profetes d´avui..." de Allò que no diu La Vanguardia, en Antología de J.V. Foix, El ave fénix, Plaza Janés, Barcelona, 1969, págs. 310-311 (en la edición de 1985).

2.- De Salvador Espriu, "Remor de cops d´aixada, no la sents?" de Llibre de Sinera, en Antología de Salvador Espriu, Selecciones de poesía española, Plaza Janés, Barcelona, 1972, págs. 226-227.

3.- De Horacio, "Parcus deorum cultor et infrequens...", XXV Odas de Horacio, Pamiela, Pamplona, 1992, págs. 88-89.





EN MEMORIA

¿QUÉ caminos te tienen escondido?
Un roce te apartó de nuestro lado,
y dejaste de andar por un cansado
viento de puertas rotas al olvido.

Hacia un buscarte a ti tan sólo has ido.
Te inicias en tu muerte. Te has llamado
fuera de este lugar acostumbrado.
Te alejas de vivir. Te has conseguido.

Qué pronto te apartaba el pensamiento
de nuestra soledad tan acallada.
Pero queda el silencio que te nombra.

Ya recorres, veraz, extraño, lento,
tu plenitud sabida y encontrada,
donde vive en tu luz tu misma sombra.


*****


ES HORA YA DE HABLAR. EN ESTA PUERTA…

ES hora ya de hablar. En esta puerta
el día terminó. Ven y reposa
junto a la luz de nuestras noches blancas,
la luz de estar a solas.
Ya todo es del amor, y velaremos
en las palabras tenues,
pues de nuevo sucede que la noche
deja de ser oscura en nuestras horas.
Agua fresca en tu voz, yo que la bebo,
tú cercana, tan cierta,
dormir y despertarnos poco a poco
en palabras de amor madrugadoras.
La luz de cuanto hablamos, fue dejando
un horizonte azul en la pared…
¡El día una vez más, y ven conmigo
a dar un nombre nuevo a cada cosa!

*****

SALAMINA

POR esto ha sido escrito el Partenón
con la más bella tinta de la tierra.
Por esto se ha labrado el pensamiento
en la piedra más sabia y perdurable.
Por esto estás hablando en lengua libre.


*****


ASTRELIA

RECALÉ en el último muelle de la isla, acantilada. El sol, ya en el ocaso. Nadie. No se veía a nadie. Puertas y ventanas, cerradas y silenciosas. La calle principal conducía, en suave cuesta arriba, del puerto a la plaza, mucho más extensa de lo que se podía suponer, como de gran ciudad. En el centro de la inesperada extensión, un altísimo mástil de bandera.
Todo continuaba en silencio solitario. El aire, macizo en calma a pesar de la navegación de la isla. Y el sol ya a punto de desaparecer en el horizonte. Casi a la vez comenzaron a abrirse puertas y ventanas. La gente salía como si fuera la hora de levantarse. ¿Habían confundido alba y ocaso? No se veían lámparas de alumbrado público.
Hombres y mujeres parecían disponerse al cotidiano quehacer, mientras la oscuridad crepuscular se hacía más y más intensa. En las casas no había ninguna luz encendida. Empecé a oír un rumor de pasos solemnes y procesionales.
Desde el muelle, multitud de encapuchados arrastraba con dificultad un gran cofre de madera transparente. Se detuvieron al pie del mástil, rodeado de la aglomeración de los lugareños. El hierofante dio una orden, y los tapados sacaron y desplegaron una enorme bandera. En medio de casi total oscuridad y con liturgia siempre silenciosa, la izaron.
Muy alto, en un cielo en tiniebla de estrellas, se percibió un gualdrapazo. El flamear de la bandera, extendida por un viento que salía de sus mismos colores, expandió una luz cálida, acogedora y plácida que disponía a todo trabajo y esclarecía la mente y el corazón.
Astrónomos, astrólogos y viejos pescadores se reunieron en buena compaña para estudiar en esa luz los más recónditos espacios siderales, y los cuerpos celestes que les dan nombre. Yo me acerqué por si me llegaba alguna palabra reveladora de todo en cuanto en tierra firme me circunda, me hace ser o me impide ser quien quisiera. Los apuntes que tomo, quedan escritos en lengua todavía ignorada por mí. Pero están escritos.


*****

XXVIII

ERES inteligente e ilustrado,
sin embargo no puedo decir culto.
Mi olfato ya no logra soportar
tu alto vocabulario excrementicio.
Toma papel, y límpiate la boca.
Tira de la cadena cuando calles.

*****

TIKAL

VOY penetrando ya por el silencio
de la espesura, del jaguar, del Sol,
de la piedra erigida en oración, de la lluvia enterrada.
El silencio se adentra en mi silencio.


*****



VINIMOS AL SILENCIO AL QUE SE NOS LLAMABA…

VINIMOS al silencio al que se nos llamaba
a saber nuestro nombre, el ya definitivo,
a sentir nuestras manos cálidas de otras manos,
a ver nuestra mirada en la mirada ajena.
Pero abismamos sombras en nuestro pensamiento,
hundimos nuestros ojos en la luz de cenagales.
Maniatados de frío por tanta soledad,
muertos, enterraremos a los muertos.


*****

XLIX

AUNQUE tú no me mandas tus poemas,
yo te mando los míos otra vez.
¡Oh problema moral! ¡Oh grave enigma!
¿Quién de los dos es más caritativo?


*****

EPITAFIO DE UN POETA RENEGADO

EN arrebato de autocomplacencia,
después de tanto premio bien ganado
y de cubrir su cráneo devastado
con los laureles de la Gaya Ciencia,

comete la patética insolencia
de declarar, muy alto y descarado,
que ateo de la Musa se ha tornado
y que la inspiración sólo es paciencia.

Que ya no esperará la voz suntuosa
de la supuesta diva caprichosa,
y será magistral siempre que quiera.

La Musa, no remisa, sí vejada,
le arranca la peluca laureada,
e "ipso facto" su cráneo es calavera.


*****

PUESTO QUE CADA DÍA ES MÁS DE NOCHE…

PUESTO que cada día es más de noche,
vuelve al placer de tus primeros libros,
acaricia las cosas familiares
que sientes extraviadas por cercanas,
recuerda el conversar de tus mayores,
sus gestos que te amparan todavía,
aquel mirar que te enseñaba a ver,
repósate en los nombres con que amaste,
vuelve a tus oraciones cuando niño
y con la sencillez de la confianza
saluda a Dios y espera en su amistad.

*****


ELS PROFETES D’AVUI, SAGUERS
O DAVANTERS, D’URGÈNCIA ELECTRICISTES,
CERQUEN UN CLIMA ADIENT AL MISTERI
DE MÉS ENLLÀ DE TOT MISTERI.


PASSATS els vents mudables i el flanc negrós de les fronteres; fugitius de les baralles que atien els protagonistes de l’altra història, els profetes novells, en noranta minuts cronometrats, arriben a una vall secana. Oh troballa funesta! Ni s’ho creien: Com un vol abatussat d’insectes, milers d’àngels de totes jerarquies jeien, morts i apilats, amb les ales polsinades, colpits sense lluita per un singular D.D.T. novoteològic. Ja els predients se’n tornaven, feixucs de ment i plorosos. Passen el Portaló, pel camí de les cales secretes, i en tocant el Moll, descobreixen milers de gavians celestes eixalats i agònics. Una veu sinistra crida: - Tot allò que té ala pròpia serà abatut. Els ullpresos de Déu s’insurgeixen i clamen: - No pot pas ésser! No és pas veritat! Però el consell comunal els enrola, els vexa i els obliga a reparar i modificar les irregulars instal·lacions elèctriques del territori municipal.

A Màrius Torres, I.M.

*****

LOS PROFETAS DE HOY, ZAGUEROS
O DELANTEROS, ELECTRICISTAS DE URGENCIA,
BUSCAN UN CLIMA ADECUADO AL MISTERIO
DE MÁS ALLÁ DE TODO MISTERIO.


PASADOS los vientos mudables y el flanco negruzco de las fronteras; fugitivos de las peleas atizadas por los protagonistas de la otra historia, los profetas nuevos, en noventa minutos cronometrados, llegan a un valle seco. ¡Oh hallazgo funesto! No lo podían creer: como un apaleado vuelo de insectos, millares de ángeles de todas las jerarquías yacían, muertos y amontonados, con las alas pulverizadas, abatidos sin lucha por un singular D.D.T. novoteológico. Los profetas regresaban, con la mente abrumada y llorosos. Pasan el Portalón, por el camino de las calas secretas, y cerca del Muelle, descubren millares de gaviotas celestes alicortadas y agónicas. Una voz siniestra grita: - Todo lo que tiene ala propia será abatido. Los hechizados de Dios se insurreccionan y gritan: - ¡No puede ser! ¡No es verdad! Pero el concejo comunal los enrola, los veja y los obliga a reparar y modificar las irregulares instalaciones eléctricas del territorio del municipio.

A Màrius Torres, I.M.


*****



A Maria-Lluïsa Espriu, la meva
germana, i al amic el Dr. Felip Cid.


I

REMOR de cops d’aixada, no la sents?
Rera les altes tanques de la paret.
Sense repòs, però molt lentament,
enllà de la cleda contínua del temps.

Arrencaren els ceps, han cremat els sarments,
damunt la terra bona s’estenia l’erm.
Pel serpent del rial arrosseguem
passos neguitosos d’aquests peus de vell.

La saviesa clama guaret,
a les canyes seques que movia el vent:
"Contempla’t en mi com esdevens
aconseguida mort de tu mateix."

Ajupits en l’ombra, caven comparets
a les despullades vinyes de l’hivern.
No hi ha llum per tota la buidor del cel.
Només uns cops d’aixada al fons del fred.


*****





A Maria-Lluïsa Espriu, mi hermana,
y a mi amigo el Dr. Felip Cid.



I

RUMOR de golpes de azadón. ¿Los oyes?
Tras los altos cercados de los muros.
Sin reposo, pero muy lentamente,
el tiempo continúa más allá del redil.

Arrancaron las vides, quemaron los sarmientos,
el yermo se extendía sobre la tierra buena.
Por el arroyo vamos arrastrando
los pasos impacientes de estos pies de viejo.

La sabiduría gritó en el barbecho,
En las cañas secas que el viento agitaba:
"Contémplate en mí cómo llegas a ser
la conseguida muerte de ti mismo."

Gachos en la sombra, los braceros cavan
en las despojadas viñas del invierno.
No hay luz para el vacío de los cielos.
Sólo golpes en el fondo del frío.

*****


XXXIV

PARCUS deorum cultor et infrequens,
insanientis dum sapientiae
consultus erro, nunc retrorsum
uela dare atque iterare cursus

cogor relictos: namque Diespiter
igni corusco nubila diuiens
plerumque, per purum tonantes
egit equos uolucremque currum,

quo bruta tellus et uaga flumina,
quo Styx et inuisi borrida Taenari
sedes Atlenteusque finis
concutitur. Valet ima summis

mutare et insignem attenuat deus,
obscura promens; hinc apicem rapax
Fortuna cum stridore acuto
sustulit, hic posuisse gaudet.




XXXIV

CON tibieza y con poca asiduidad
rendí culto a los dioses,
mientras iba desviado y profesando
creencias insensatas,
pero ahora me siento constreñido
a volver el velamen hacia atrás,
y a recorrer de nuevo
la ruta que tenía abandonada:
pues Diéspiter, que parte con frecuencia
las nubes con su fuego fulgurante,
ha conducido por el cielo límpido
sus caballos tonantes y su alígero carro,
con el cual estremece el suelo firme,
los ríos errabundos, la Estigia, la morada
aterradora del odioso Ténaro
y los confines de Atlas.
El dios puede elevar lo ínfimo a supremo
y humillar al insigne revelendo lo oscuro.
Con aguda estridencia de sus alas,
la Fortuna, que todo lo arrebata,
a uno le ha quitado la corona
y está contenta de entregarla a otro.



© de los poemas: Enrique Badosa; de la nota: José Luis Giménez-Frontín
http://www.barcelonareview.com

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