domingo, 18 de julio de 2010

256.- ÁNGELES FERNANGÓMEZ


Ángeles Fernangómez
Nacida en Villacorta, pequeño pueblo de la montaña de Riaño (León) en 1953 y residente en Madrid desde 1975, salvo un paréntesis de tres años vividos en Canarias.
Comienza la carrera de Periodismo, aunque no la termina por cuestiones laborales.
El gusto por la escritura le viene de muy atrás, casi de niña; sin embargo, tarda en compartir abiertamente su escritura, pasión que compagina con su trabajo de Secretaria de Dirección en la Comunidad de Madrid.
Si tuviera que elegir entre mar o montaña, diría que ambas cosas.
Si tuviera que elegir entre poesía o narrativa, diría también que se queda con las dos.

Cofundadora miembro de la Junta Directiva de la Asociación “VERSOS PINTADOS DEL CAFÉ GIJÓN”, cargo que ha dejado, a petición propia, hace muy poco tiempo. Ha participando activamente en la elaboración y/o con su obra poética, en diversos recitales y expo-recitales (SGAE, ATENEO, E. Julián Besteiro, Círculo de Bellas Artes, y otros muchos).
Coordinadora de los encuentros poéticos del Grupo "POÉTICA EN GREDOS" (http://poeticaengredos.com/).
Copublicaciones en poesía y narrativa: “Encuentros en Sambara”,"En una Ciudad Lineal” “El Quijote en el Café Gijón”, “Versos Pintados”, "Con Buenas Palabras", "La Mujer en la poesía Hispano-marroquí", etc.
Pluma invitada en la revista “Sensibilidades”. Colaboraciones de narrativa y de poesía en la revista “ALKAID”.
Mención especial (poesía) en el “I Certamen Internacional Jirones de Azul”, publicado en el libro “Con Buenas Palabras". Finalista 2008 Certámen LES FILANDERES(narrativa)). Finalista "María del Villar 2008" (poesía).
Sitios web: http://afernangomez.blogspot.com/
http://afernangomezeventos.blogspot.com/



CUANDO SOY MIS REFLEJOS

Poemas

Ahora, donde Dios era fuego,
donde hablaba el dolor, llora el vacío.
Antonio Gamoneda


Cuando fui árbol soñé con el verano
para respirar despacio y acariciar a mis hijos.
Ardieron ellos, y a mí
se me cayó la caricia de las ramas.
Me asfixié de dolor y cerré las hojas
para no ver
mis pavesas avivando sus cenizas.
Fue así…
como preservé también mi savia,
aunque ya no broto hijos.





ÁRIDO PASTEL SOCIAL

Al hojaldre de frutas
se le ve el envés del envoltorio.
Vegetal nervadura
sobre arena de harina polvorienta.
La fiesta,
en la axila del árbol, cobijada,
ajena al viento,
rachea silbos áridos
en el azul arañado por los soplos.





VUELO JK 5038

Al despegar,
la mirada se me anclaba
al bosque de luces extendido por la isla.

______________r
____________i
_________b
______u
___S

_______(más lejos)
_____________________r
__________________i
_______________b
____________u
_________S

______(atrás quedan las luces)

_____________________________r
__________________________i
______________________b
__________________u
_______________S
___________________(disminuye la escala)



___________________________________sub…
_______________________subir…,
_________Subir…,

________________(¡Fundido a negro!)




una nube negra se interpuso, cubriendo el objetivo de mis ojos.

Sentada
sobre el opaco denso
perdí la esperanza.
El adiós se hizo bruscamente repentino.

¿Qué hacía yo volando sobre una nube negra
en dirección contraria al magnetismo de mi vientre?






TRAFALGAR SQUARE

Has vuelto
pasada una treintena.

Sentiste
la misma imagen de teenager galopada,
Volviste al león gigante y las palomas densas.

Entonces
no sabías de una semilla,
que, espigada, hoy te tiene.

Regresas
a la plaza del agua y las columnas.
Déjà vu sobre la piedra y el gentío.

Nena,
te dan la bienvenida, y te recuerdan
lo que entonces ya sabías:
que no seas indiferente ante una guerra.

Tú sonríes, no has pasado.


Fernando Sabido Sánchez y Ángeles Fernangómez


Cuando niña
pensaba que el mundo era
un nogal a la orilla de mi casa,
flotando
en un poblado con entrañas de carbón.

Después
supe que los límites del mundo
nunca rozarían
las yemas de mis dedos.
Y olvidé el nogal,
la casa,
y el poblado.

Ahora sé que mi mundo es
un poblado con carbón en las entrañas,
en el que hay una casa,
varada
a la sombra un nogal.





EROS TE SUCCIONA

Planeabas en nube de obsesión,
cirro en el que entraste de su mano.

Te agradó que te palpara los sentidos,
que resbalara lento por tu piel de escarcha,
parándose a beber sobre tus curvas.

Y después,
deslizarse más aprisa, más abajo…, y más violento.

Detenerse.

Zambullirse
en la piscina de tu área de recreo.

Allí fue donde ganando, perdiste la partida.

Porque te uniste a la catarsis de las equis prolongadas,
del no parar el motor ni en punto muerto.
Te absorbió la compulsión y el monotema.

Mil grados de calor, y permanentes,
son demasiado
para que no se acabe gripando la conciencia
y tengas que escribir al Ave Fénix.






Es mía la noche
en la que Venus te depositó en mi vientre:
hijo del amor y de la nieve.

VENUS Y LA VIDA

Blanco sobre blanco
cimbreaba el collar sobre el desnudo cuerpo..
Senda perlada
de ida y vuelta
entre el cuello y el ombligo.

Latigazos de seda
en cada descenso
del compás binario.

Un pecho, quedó
apresado entre las cuentas,
en la bocarriba quietud,
tras el último trote
cabalgado.

Y comenzó una Vida con ese soplo de Venus.





RETOS

Observar
de noche el agua
cuando es inmensa y rompe blanca,
es acercarse al núcleo del enigma.

Adentrarse
cuando es azul muy negro
y no alcanza la vista al horizonte,
es compartir un secreto con la noche.

Sumergirse
danzando a oscuras
su baile luna y ondulado,
es no tener miedo a la muerte.




No quería sufrir.

Con un destino indefinido,
empaquetó su sangre
para que
no le estallaran de pena
las arterias.

Y se sintió vacío.



EMBRUJO

Nevaba amarillo:
por eso sé que estuve allí en otoño.

Cuentan que nada hay peor
que ser ciego por sus calles.
¡Ay!, perder el olfato qué sería…
O no oír la música del agua:
danza nazarí el reflejo.
El rey moro llora Darro.
La noche del balcón me da la vista
que después, entre almenas le devuelvo.

Una lágrima era un río.
Y mis poros todos,
colador de sensaciones.

Bien sabía dónde estaba.






Nunca escribiré algo
que me avergonzara enseñar a Bob Dylan.
Benjamín Prado

LAS BANDERAS

Se abrazaban.
Llegaban a un acuerdo.
La tela de una se amarraba al mástil de la otra.

Dos banderas,
de signo opuesto,
se entendían
por la acción del aire
en movimiento.

Quizá es verdad,
políticos,
que la respuesta
está soplando en el viento.





ENSOÑACIÓN

La vi muerta.
Antes de su muerte,
la vi muerta.

La equis de sus manos
sobre el pecho inerte.
Tenía el pelo gris
y recogido en lo más alto,
la piel sin cromo, macilenta.
Llevaba puesto su vestido preferido azul celeste,
(el que yo
no he comprado todavía).
Adiviné sus ojos miel bajo los párpados. La amé.
Y vi a mi hijo
llamarle madre y reposar
su mano sobre el hielo de esas manos.

Una vela
lloró su lava blanca sobre la palmatoria:
la muerte se esfumó
y supe que estoy viva.





Agradecimiento a Salustiano Masó

CENICIENTA


Desde sus brotes la lanzaron al vacío
sin tiempo para el juego y para el beso.

Lavando en el estanque, enaguas de las otras
se cortó con una piedra transparente:

era un zapato de cristal hecho pedazos
y un beso de príncipe, quebrado en la puntera.



TIEMPO

Se terminó el tiempo
de colorear alas de ángel
en cuadernos de dibujo.
Se acabaron los columpios.
La comba, no sé ni dónde duerme.

Me arrebató el tiempo
mi bolsa de tabas con canicas.
Y ya no sé siquiera
si usé polainas blancas.
Vestidos con bolsillos..., creo que sí;
y zapatillas de pompones.
También un lazo enorme en lo más bajo de mis trenzas.
Y la muñeca aquella, cartón-piedra,
con la que aprendí a ser madre.

El tiempo me sangró, una tarde,
aquella infancia.
Y ya..., ni me acordaba.




CÉLULAS MADRE

Las anémonas son clónicas.
No mueren, se dividen siendo enteras,
se duplican, se espejean, se copian a sí mismas y,
sin morir, vuelven a nacer eternamente.
Son su mitad y la mitad de su mitad multiplicada.
Doblan sobre sí sus cuerpos,
se parten infinitas desde el centro de sí mismas.
No mueren, sólo se marean un poco al imitarse.

Pero yo..., yo soy mucho más inteligente:
Me muero, sí, pero no me plagio nunca.




ALMAS

I

Dos almas sumergidas se piensan cara a cara,
tal para cual parió la vida sus contornos.
Nadie las sabe ni descubre bajo el agua
sueñan con algas que curen resquemores.


II

Donde tú luces naranja,
yo me visto de esmeralda
Tus añiles son mis rojos
Si me prestas lo oscuro de tu pelo
yo doraré el tuyo con mis rayos
Somos puzzle perfecto en la fusión de ambas.
Bajo el mar no nos ven, ven a fundirte,
Juntemos nuestras manos y seamos.
Hemos esquivado a las quimeras bajo el agua,
donde las olas no tienen epidermis.

Hasta al mar llega la atrofia de los necios
¿Cómo alcanzar la ignición si no me dejan llegar hasta tus manos?


III

Brotó una lágrima de cada una de las almas,
¿pero qué es una lágrima llorada en un océano?
Pues una gota más, contestó el agua.






Tendida boca arriba y sobre el suelo.
Perdida la mirada en un punto indefinido del salón,
me duelo el desamor en las heridas.
Si no fuera de trapo, correrían
cortinas de lluvia de los ojos a mis sienes.
Estoy hecha jirones y manchada,
mi caja de reír ya no funciona.
Después de acariciarme y de jugar conmigo,
me has dado muerte casi, y sigo
medio viva, y con deseo de no estarlo.
Mas, quiero renacer de mis recortes
sentir otras caricias en mi tela, ser
muñeca preferida de otras manos,
dar marcha atrás y nunca ser juguete.
Cambiarme de vestido y ser Mujer.





RESPONDO AL NOMBRE DE LOS ÁNGELES

Me veo en tu reflejo.
También yo fui una vez
la novia de vestido hermoso,
y viví de placebos
hasta el desenmascare
que anuló el efecto de la pócima,
amarilleando la foto del enlace.

Profanaron los amigos
aquella azulextraña soledad de los sentidos.
Les permití -desenrollando mi postura-,
mediollenar la mediovacía botella visionada.

Entregada ya a la vida,
redescubrí mi nombre.




TE LLEVO DENTRO


Te llevo dentro y a veces acudes si te llamo.

Y cuando en los obstáculos adultos tropiezo y me desangro
y luego me levanto lamiendo las heridas
y al próximo recodo me acosa la negrura
y me asusta y paraliza el grito de los monstruos
y pierdo los caminos confundiéndome de ruta
y busco el mapa claro que me oriente...

Pregunto por ti, infancia, como brújula,
como tabla salvadora que libere del ahogo.

Apareces…
en el patio de juegos empedrado,
en la hondonada de hierba en que mi cuerpo se rebozaba en volteretas,
en el regazo tierno de aquella mi otra madre
en la fuente artesiana y en el lago helado,
en el regusto de cerezas y en las uvas,
en el lamer el mosto a goterones...

Por algún tiempo,
en algún lado una luz me indica el puerto
para amarrar mi barca desconchada.
Llego a tocar los bordes de la enagua
de esa dama eterna que gira la cabeza
cuando alguien pronuncia su nombre: ¡Felicidad!




ACEPTACIÓN

Me relamo el ego, y ya
no siento ese regusto a orquídea en el aliño.

Me sabe, sin más aderezo, a mí.

Es por ello
que ya no necesito relamerme.

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias, Fernando. Me siento orgullosa de formar parte de esta familia a la que has apadrinado tan cariñosamente.
    Gracias también por la "guerra" que te he dado con el poema del "Vuelo JK 5038", y esos "subir" a modo de poesía visual, que en un blog son tan difíciles.
    Gracias.

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