sábado, 4 de febrero de 2012

5761.- DÉCIO PIGNATARI





Décio Pignatari (Jundiaí, 20 de agosto de 1927) es un poeta, ensayista y traductor brasileño.
Desde los años 50 realizó experiencias con el lenguaje poético, incorporando recursos visuales y palabras fragmentadas. Tales aventuras culminaron en lo que se conoció como Concretismo, movimento estético que fundó junto con los hermanos Augusto y Haroldo de Campos, con quienes editó las revistas Noigandres e Invenção y publicó Teoria da Poesia Concreta (1965).
Como teórico de la comunicación, tradujo obras de Marshall McLuhan y publicó el ensayo Informação, Linguagem e Comunicação (1968). Su obra poética está reunida en Poesia Pois é Poesia (1977).
Décio Pignatari publicó traducciones al portugués de obras de Dante Alighieri, Goethe y Shakespeare, entre otros, reunidas en Retrato do Amor quando Jovem (1990) y 231 poemas. Publicó también el volumen de cuentos O Rosto da Memória (1988) y Panteros (1992), además de una obra para teatro, Céu de Lona.




RUMBO A NAUSICAA


2


Dizer suave ao tempo, Lila,
é consentir que é tarde. Minha nuca
meu braço direito e o pulso de platina, nunca
os chamou assim a terra, coma em dezembro,
—não a terra
que invade as entranhas indefesas, mas aquela
cujo desterro sobre é o escoar do sangue
tão frouxo! além dos poros, em busca
de um sulco mais ferrenho, —vivos
por sortilégio do insensível, sem
mais império do que passar os dedos
por ladrilhos brancos, como
um fio de barba ou minguante de unha
dissolvidos num copo: alquimia do pranto.
O sopro e o sangue criam, não
ressuscitam. Os mortos
aborrecem chamados de esperança. As crianças
turbam a ordem. Os poetas
comovem o caos, afligem
o ventre das mulheres. E dizer
suave ao sono, é consentir: São tarde, Lila,
são muito tarde, os seios com que agora






EPITÁFIO


Décio Pignatari menino imenso e castanho com tremores
nascido sob o signo mais sincero e para e per e por e sem ternura
quem te dirá do mando que exerceram sobre os teus cabelos
os amigos rápidos as mulheres velozes e os que comem dentro do prato
Estás cansado Pignatari e teu desprezo entumesceu como uma árvore 
tamanha 
Estás cansado como uma avassalada aberta enorme porta enorme
e quando abres os braços repousas os ombros em amplos arcos de pássaros vagarosos Lento e fundo é o ar de tuas tardes nos teus poros
e dentro dele se desenredam fundos e atentos mesmo os esforços mais 
assíduos e se mergulhares tua mão na água que repousa à água 
acrescentarás a mão e a água
Décio Pignatari menino castanho e meu como um cachorro grande
que atravessa o portão sereno inflorescendo aos poucos no jardim seu garbo
com a calma grandiosa das nuvens que se abrem lentas na tarde 
para envolver o ar devagar tua cabeça almeja devagar a superfície 
sem temores e tuas pálpebras se inclinam aos eflúvios da sesta mundial de imensos paquidermes que avolumam na sombra como grandes bulbos insonoros em cavernas dormidas Mansa dinastia de gestos nas ruínas dulcificando as intempéries da memória descansa como um cortejo de crepúsculos antigos na cordilheira turva da semana
Crescente como o céu de março nas ameias das torres elevadas e redondas
e à tua própria sombra no mundo que perdeste descansa Pignatari.




(De NOIGANDRES I)


Extraído de De NOIGANDRES I: Augusto de Campos, Décio Pignatari, Haroldo de Campos.
Prólogo y selección de Hilda Scarabótolo de Codima; traducción de Antonio Cisneros.
Lima: Centro de Estudos Brasileiros, 1983.








TEXTOS EN ESPAÑOL
Traducción de Antonio Cisneros




RUMBO A NAUSICAA


2


Llamar suave al tiempo, Lila,
es consentir que es tarde. Mi nuca
mi brazo derecho y el pulso de platina, nunca
las llamó así la tierra, como en diciembre -no
la tierra
que invade las entrañas indefensas, sino
aquella
cuyo destierro sobre es el flujo de la sangre
¡tan floja! allende los poros, en pos
de algún surco más férreo -vivos
por sortilegio de lo insensible, sin más
imperio que pasar los dedos
por ladrillos blancos, como
un hilo de barba o menguante de uña
disueltos en un vaso: alquimia del llanto.
El soplo y la sangre crean, no
resucitan. Los muertos
aborrecen los llamados de esperanza. Los niños
turban el ordeno Los poetas
conmueven el caos, afligen
el vientre de las mujeres. Y decir
suave al sueno, es consentir: Tarde tus senos, Lila,
son muy tarde, los senos con que ahora






EPITAFIO


Decio Pignatari niño inmenso y castaño con temblores
nacido bajo el signo más sincero y para y per y por y sin ternura
quién te dirá del dominio sobre tus cabellos de los amigos rápidos 
y las veloces mujeres
y los que comen de tu plato
Estás cansado Pignatari y tu desprecio se hinchó como un árbol tremendo
Estás cansado como avasallada enorme puerta abierta y al abrir 
de tus brazos reposas los hombros en amplios arcos de pájaros vagarosos
Lento y hondo es el aire de tus tardes en tus poros
y en él se desenredan hondos y atentos hasta los esfuerzos más asiduos
y si sumerges tu mano en el agua tranquila al agua añadirás la mano 
y el agua
Decio Pignatari niño castaño y mío como un perro grande
que cruza el portón sereno a pocos floreciendo en el jardín su garbo
con la calma grandiosa de las nubes que en la tarde se abren lentas para envolver el aire
despacio tu cabeza desea despacio la superficie sin temores
y tus párpados se inclinan al efluvio de la siesta mundial de inmensos paquidermos que abultan
en la sombra como grandes bulbos insonoros en cavernas dormidas
Mansa dinastía de gestos en las minas duLcificando las intemperies 
de la memoria descansa cual cortejo de crepúsculos antiguos en la turbia cordillera de la semana
Creciente como el cielo de marzo en las almenas de las torres elevadas y
redondas
y a tu propia sombra en el mundo que perdiste descansa Pignatari.




Extraído de De NOIGANDRES I: Augusto de Campos, Décio Pignatari, Haroldo de Campos.
Prólogo y selección de Hilda Scarabótolo de Codima; traducción de Antonio Cisneros.
Lima: Centro de Estudos Brasileiros, 1983.



















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