miércoles, 22 de junio de 2011

KOSTAS MAVRUDÍS [3.957]


Kostas Mavrudís 

El poeta, ensayista y editor griego Kostas Mavrudís nació en la isla de Tinos en 1948. Estudió Derecho en Atenas. Publicó sus primeros poemas en 1968. Desde 1978 edita la importante revista literaria ΤοΔέντρo (El árbol).

Es autor de los siguientes libros de poemas: Lenguajes dos (Λόγοι Δύο, Azina, 1973),Poesía (Ποίηση, Tram, 1978), El préstamo del tiempo (Το Δάνειο του Χρόνου, Kedros, 1989; 2ª edición de 1990; traducido al español por Vicente Fernández González y publicado por la editorial Miguel Gómez, dentro de su colección «Capitel», en 2001),Visita a un viejo senil (Επίσκεψη σε Γέροντα με Άνοια, Kedros, 2001; 2ª edición de 2002), Cuatro estaciones (Τέσσερις Εποχές, Kedros, 2010, libro del que provienen estos poemas aquí traducidos). Fernández González también ha traducido este último libro completo.

También ha publicado los libros de prosa Con billete de vuelta (libro de viajes, Με Εισιτήριο Επιστροφής, Estía, 1983; 2ª edición publicada por Plezron en 1999), La vida con enemigos (ensayos, Η Ζωή με Εχθρούς, Delfini, 1998; 2ª edición publicada por Melani en 2009), Las cortinas de Garibaldi (libro de viajes, Οι Κουρτίνες του Γκαριμπάλντι, Nefeli, 2000) y Estenografía (aforismos, Στενογραφία, Kedros, 2006). 



Primavera o lectura con notas

Cuando la tarde del 5 de abril de 1956 mi padre llegó a la última página de Madame Bovary (Ediciones Epojí. 1954), el libro, como todos los textos que leía, estaba anotado por todas partes (Ruán, "con el claro carillón de las iglesias que se alzaban en medio de la bruma"), las referencias al pasado infantil de la heroína "cuando iba a confesarse, inventaba pecadillos para permanecer allí más tiempo, arrodillada en la sombra, juntas las manos y pegada la cara a la rejilla bajo el murmullo del sacerdote", observaciones sobre la representación de Lucia di Lammermoor y el tenor Lagardy, que interpretaba e papel de Edgardo, los encuentros con Rodolphe en el hotel, e igualmente sentencias y consideraciones axiomáticas, de las que estaba lleno el libro.

Han pasado años desde la lectura
y como las anotaciones de los ausentes
permiten siempre conjeturas sobre su motivación
parece que expresaran algo pretendido
(se puede distinguir
el melancólico orgullo del progenitor
que quiere proyectar su sombra
y conversar desde la ausencia con su vástago)
par quién si no anota
en la primera y en la última página del libro
hora día y año de lectura,
es como un diario dense cuenta,
con intención de llegar al descendiente
"terminé el libro que tienes en las manos", le dice,
"el cinco de abril del cincuenta y seis,
seis meses después de la muerte de Papagos,
nueve meses antes de la conferencia
de Cosmás Politis en nuestra ciudad
(la afluencia de público fue inusitada,
si alguna vez te interesas por crónicas ya olvidadas
encontrarás los detalles),
al mismo tiempo que las cosas que he subrayado
nuestros acontecimientos siguen su curso,
dos años más tarde, concretamente,
llegará lo inevitable.
Ahora es primavera
veo enfrente los almendros,
crecen judías en el huerto.
Estoy sentado a la ventana
en la que cazaste aquella enorme langosta
(la conservamos diez años en alcohol)
añadiré
llovió dos días
la tierra olía
y conducía como siempre a inescrutables evocaciones

¿sabes?, el día que subrayé cómo "seguía el gran auge del chocolate" la farmacia del señor Homais y el pasaje en el que la criada "usaba ahora los vestidos de la señora; no todos, porque él había guardado algunos, e iba a verlos a su cuarto de vestir, donde se encerraba", en aguas del cabo Cafareo se fue a pique el Elsi (primera plana varios días en los periódicos). Me gustó debo decir  (en notro capítulo) el peluquero que "tenía un viejo grabado de modas pegado sobre un cristal". Ya verás que "se lamentaba de su vocación frustrada, de su porvenir perdido, y soñando con alguna peluquería en alguna gran ciudad, mataba el día paseando de un lado a toro, desde el ayuntamiento a la iglesia, taciturno". En el capítulo 8 de la segunda parte, la Feria del Campo (los preparativos, las autoridades, sus discursos), es una pausa, un ingenioso paréntesis entre las relaciones de los personajes y los acontecimientos. Cuánto se parece, fíjate, a cuenta Feria que todos los meses de julio ponía en jaque a la ciudad: "avanzaban con paso lento unos señores que pasaban revista a cada una de las reses y luego cambiaban impresiones en voz baja. Uno de ellos, que parecía mas importante, tomaba algunas notas, la mediocridad provinciana, las ilusiones que en ella se perdían. A lo mejor te acuerdas de los comentarios sobre el secretario del Ministerio que premió a una vaca, porque su mirada "meliflua y soñadora", le recordaba cierta relación suya de otra época,
ya re puedes imaginar de qué clase.
Alguna vez, pienso, las dos Ferias
podrían ser la misma.
Con frecuencia el tiempo, como na vieja lectura,
vuelve los hechos confusos
casi abstracciones,
no sabes a dónde pertenecen:
"El señor prefecto no acababa de llegar,
los miembros del jurado estaban desconcertados
sin saber si comenzar o seguir esperando".
Imágenes de los grandes campos fuera de la ciudad:
paisaje polvoriento,
el zumbido de las moscas,
la tarima,
el aire, ¿te das cuenta?, se mece blando,
puedes moverlo como algo sólido.
Conciudadanos nuestros con túnicas antiguas
sin moverse para la fotografía
acarician amistosos los animales premiados
deslumbrados en el continuo presente"

Costas Mavrudís
en Cuatro estaciones.
Edición bilingüe de Vicente Fernández González.
Pre-textos




Persecución

Se detuvieron jadeantes entre los árboles.
Aguzaron el oído.
Lejanas en la noche las voces
de los gendarmes.

El grillo en el pino
neutral.



Délfica 1946

La llanura de Anfissa hacia
el oeste.
Abrió la mochila. Borceguíes ingleses,
cebollas, trajanás.

Más abajo, injustificable,
el Auriga.


A propósito del padre (10)

Juego contigo a los exploradores, papá. Acerco
el espejito del poema a tu rostro para ver si
se empaña.



Atardecer en una ciudad de Francia (11)

Como la transeúnte inabordable. Lo que se aleja es
poesía. Ultima tarde aquí. El suave aroma del café
penetra por conductos invisibles en el cuarto.
Valijas que se duplican en el espejo del corredor y
pesan todavía más. Se marcha el visitante. Como el
poema vuelve a su punto de partida buscando el
silencio precedente.


Transcripción de Poesía Griega Moderna
Selección y traducción directa del griego: Horacio Castillo
Buenos Aires, Editorial Vinciguerra, 1997




Kostas Mavrudís. Poemas
Traducción de Mario Domínguez Parra



ΦΘΙΝΟΠΩΡΟ

ή
Παραίνεση για μια φωτογραφία


Παλιώνω
μπορώ να πω απομακρύνομαι
βέβαια δεν τον εγκαταλείπω
είμαι η μνήμη του
(κάποτε κι εσείς θα χρειαστείτε κληρονόμους
το χαμένο θα ζητά με επιμονή πειστήρια)
είχε λοιπόν στα χείλη σβησμένο το τσιγάρο
σαν καπνιστής σε μαυρόασπρη γαλλική ταινία
(ή όπως ο Μπλεζ Σαντράρ στην κλασική φωτογραφία του)
καθάριζε με το μανίκι του τους δίσκους
πριν να τους βάλει στο γραμμόφωνο
ανάερα βαλς
άλλοτε ρεμβαστικές φωνές
κάτι μπελκάντο (με στροφές που έπεφταν)
γεμάτα χρατς
που τώρα μας αρέσουν στις παλιές ηχογραφήσεις
με το μανίκι τούς καθάριζε
βλέπετε το κεφάλι του με κλίση αριστερά
τάχα παίζει βιολί
ίσως να παρακολουθούσαν κι άλλοι τη σκηνή του δρόμου
είναι φθινόπωρο
(σοβαρά σύννεφα σε σχηματισμούς)
αναγνωρίζουμε την εποχή από τον ουρανό
όπως ο ερασιτέχνης των προγνώσεων
διακρίνει τα σημεία του καιρού
ή ένας φιλότεχνος δεν δυσκολεύεται
από το άφθονο κόκκινο
να αναγνωρίσει νέφη του Μονέ
τον βλέπετε χαμογελά στο φωτογράφο
άγνωστος σαν μεσαιωνικός συνθέτης ο φωτογράφος
(Ανωνύμου
που βλέπουμε κάτω απ’ τον τίτλο)
πρόσωπο
αν το καταλάβατε
της αρχαίας μου επαρχίας
αυτά ήταν δέντρα μπροστά απ’ το σπίτι του
(γκολ ποστ πολύ συχνά τα απογεύματα)
τον ενοχλούσε η φασαρία των θριάμβων
οι κραυγές
η μπάλα στα παράθυρα·
μπορείτε να τον επισκέπτεστε στο μέλλον
όταν θα λείπουμε θέλω να πω
μπορείτε να τον επισκέπτεστε
με αυτό το ποίημα-οδηγό:
το άνοιγμα με τα δέντρα
τα βαλς που χάνουν στις στροφές
η μπάλα στα κλειστά παράθυρα




OTOÑO
o
Advertencia sobre una fotografía

Envejezco
puedo decir me alejo
por supuesto no lo abandono
soy su memoria
(en algún momento también necesitaréis herederos
lo perdido con porfía pedirá indicios)
tenía entonces el cigarrillo apagado en los labios
cual fumador de película francesa en blanco y negro
(o como Blaise Cendrars en su clásica instantánea)
limpió con una manga los discos
antes de ponerlos en el gramófono
valses etéreos
en otro tiempo voces solazosas
algo de bel canto (con revoluciones que pierden fuelle)
llenas de los krach
que ahora nos gustan en las viejas grabaciones
con una manga los limpió
veis su cabeza con inclinación a la izquierda
como si tocara el violín
quizás otros sigan la escena de la calle
es otoño
(adustas nubes con formas)
reconocemos la época por el cielo
como el aficionado a los pronósticos
distingue las señales del tiempo
o como un amante de las artes al que
por el abundante rojo no le cuesta
reconocer las nubes de Monet
le veis se ríe ante el fotógrafo
ignoto cual compositor medieval el fotógrafo
(Anónimo
que vemos bajo el título)
rostro
si lo entendísteis
de mi antigua comarca
éstos eran árboles frente a su casa
(portería de fútbol con frecuencia por las tardes)
le molestaba la algarabía de los triunfos celebraciones
los gritos
la pelota contra las ventanas;
podéis visitarlo en el futuro
cuando faltemos quiero decir
podéis visitarlo
con este poema-guía:
la abertura con los árboles
el vals que pierden en las revoluciones
la pelota contra las ventanas cerradas


ΚΑΛΟΚΑΙΡΙ
ή
Έλεγχος σε επιβάτη με υπερμετρωπία

Πολύ πρωί ακόμα
χλιαρό αεράκι
θα ακολουθούσε ζέστη
αρχίζοντας διαφορετικά
ξημερώνει
το Αγγέλικα προς αναχώρηση
τελείωνε η επιβίβαση
(Πειραιάς
12 Ιουλίου του ’53)
ανοιχτές εφημερίδες
μικροπωλητές
δυο άνδρες αιφνιδίως στην πρυμναία σκάλα
(ο ένας στο πουκάμισο «Ματσάγγου Ελαφρά»)
Να περιμένετε!    είπαν
Εδώ;    είπε εκείνος
Κάτω από την τέντα    στο κατάστρωμα
και αμέσως χαμηλόφωνα (σαν εμπιστευτικά)
Ταυτότητα!

στην τσέπη δεξιά    στην άλλη απέναντι
στο παντελόνι
άνοιξε τη βαλίτσα
οι πιτζάμες
το τσίγκινο αυτοκινητάκι του μικρού χωρίς κουτί
(να εξοικονομήσει χώρο)
κύλησε προς την κουπαστή
για την ακρίβεια έφευγε αργά
στην κλίση που έχει το κατάστρωμα
οι χαώδεις φάκελοι στο τέλος
Οι ακτινογραφίες μου!    είπε γονατισμένος
Από την επαρχία
για εξετάσεις    είπε
τις έδωσε σαν να ήταν εκείνο που δεν έβρισκε·
μια ώρα πριν ανύποπτος στο πρόγευμα
(οι φρυγανιές του ράγιζαν με το μαχαίρι
και το παγωμένο βούτυρο)
βεντάλιες
φώναξε ένα παντελόνι
με άσπρα μυτερά παπούτσια και τιράντες
Να ψάξω ακόμα     είπε
(τα μάτια του τεράστια πίσω απ’ τους φακούς)
εκείνοι ήθελαν να γελάσουν, ίσα που κρατιόνταν να μη γελάσουν, τον άφηναν να ψάχνει (για τον παράνομο μηχανισμό, σκέφτηκε όσο πιο αθόρυβα μπορούσε). Χωρίς ταυτότητα, είπε ο βλοσυρός πιο βλοσυρός και έβγαλε το καπέλο για να ξύσει το κεφάλι του, αυτός μπροστά απ’ τη βαλίτσα σε στάση προσοχής, ήδη στο μέτωπό του έλαμπαν μικροί κόμποι ιδρώτα, ενώ οι τελευταίοι επισκέπτες κατέβαιναν προσεκτικά τη σκάλα
και στο σημείο αυτό
λίγο πριν ολοκληρωθεί η παρωδία
το ποίημα μένει επιφυλακτικό·
μοιάζω με αντίγραφο λέει
σίγουρα ήταν αλλιώς η ημέρα του ’53·
αυτοί που περνούν απ’ την εικόνα
είχαν σπίτι και παρελθόν·
άκουγαν κάτω απ’ τον ήλιο τη φωνή τους·
γύρω τους άλλαζαν οι εποχές·
τους τρόμαζε
(όπως συμβαίνει και με εμάς)
η ανάμνηση και η λέξη Tέλος



VERANO
o
Registro a un pasajero con hipermetropía

Muy de madrugada todavía
airecillo tibio
seguiría el calor
que empezaría de forma dispar
amanece
el Aguélika a punto de zarpar
concluyó el embarque
(El Pireo
12 de julio del 53)
periódicos abiertos
vendedores ambulantes
dos hombres de súbito en la escalera popel
(uno con «Matsagos Suaves»1 en la camisa)
¡Esperen! dijeron
¿Aquí? dijo él
Bajo la tienda en la cubierta
y al instante en voz baja (como en secreto)
¡Documentación!

en el bolsillo derecho en el otro enfrente
en el pantalón
abrió la maleta
los pijamas
el cochecito de hojalata sin caja del chiquillo
(para ahorrar espacio)
se movió hacia la barandilla
para ser exactos se precipitó lentamente
hacia la escora que tiene la cubierta
los caóticos sobres al final
¡Mis radiografías! dijo arrodillado
De las afueras
para los exámenes dijo
los hizo como si fueran aquello que no encontraba;
una hora antes incauto en el desayuno
(sus tostadas se partían con el cuchillo
y con la mantequilla helada)
abanicos
gritó un pantalón
con blancos zapatos puntiagudos y tirantes
Seguiré buscando dijo
(sus ojos enormes tras las lentes)
ellos querían reírse, a la vez que se aguantaban la risa, le dejaban buscar (por el mecanismo ilegal, pensó lo más en alto posible). Sin documentación, dijo el hosco el más hosco y se quitó el sombrero para rascarse la cabeza, el de enfrente cuadrándose desde la maleta, ya en su frente brillaban pequeñas cuentas de sudor, mientras los últimos visitantes bajaban con cuidado por la escalera
y en este punto
antes de completarse la parodia
el poema permanece cauteloso;
me parezco a una copia dice
seguro que fue de otra manera aquel día del 53;
los que pasan por la imagen
tenían casa y pasado;
escuchaban sus voces bajo el sol;
a su alrededor cambiaban las estaciones;
les asustaba
(como siempre ocurre)
el recuerdo y la palabra Fin



ΧΕΙΜΩΝΑΣ
ή
Ιατρική επίσκεψη

Αυτή εν συντομία είναι
η ιστορία μιας ιατρικής επισκέψεως
πολύ παλιάς
τόσο που να αμφιβάλλεις
με πόση ακρίβεια μεταδίδεται
ένα μικρό παιδί λοιπόν, κρυολογημένο, ζώντας στα αιθέρια αρώματα του οινοπνεύματος, της καμφοράς και του ευκαλύπτου, ήθελε να αποφύγει την ιατρική επίσκεψη, φοβόταν όπως φοβούνται οι ενήλικες που ακούνε πάντα στην εξέταση απειλητικούς ψιθύρους (του αναλογούσε ας πούμε ένα παιδικό μερίδιο απ’ το ταμείο του κοινού μας φόβου).
Mε πόση ευκολία όμως το παραπλάνησαν:
ο άγνωστος που έφτασε το απόγευμα με τη βροχή
έβγαλε αμέσως τη μουσκεμένη καμπαρντίνα
και φόρεσε
απ’ το λαιμό έως τα γόνατα
υγρός ακόμη
την ποδιά του ξυλουργού
και βέβαια δεν ήταν γιατρός
φαινόταν άλλωστε υπεράνω υποψίας, εξέταζε ως ειδικός τα έπιπλα, τον καναπέ (στάθηκε και είδε τη μεγάλη θαλασσογραφία με το φάρο), τα θερμομέτρησε εμβριθώς (απ’ το δωμάτιο το παιδί δεν είχε χάσει ούτε μια κίνηση), στο πάμφωτο σαλόνι τα είχε όλα ακροαστεί ο άγνωστος, με αργές κινήσεις άρχισε να πλησιάζει το κρεβάτι, βρέχει ασταμάτητα, είπε αδιάφορα κοιτάζοντας απ’ το παράθυρο τη δυνατή βροχή, δεν έχει σταματήσει ούτε λεπτό, μουρμούρισε βγάζοντας ένα στηθοσκόπιο από την τσάντα, χειμώνας επανέλαβε δύο φορές
σήκωσε την πιτζάμα του παιδιού
από την πόρτα έβλεπαν τη σκηνή
η μητέρα του έσφιγγε το λευκό χερούλι (από πορσελάνη)
με το δεξί του χτύπησε το άλλο χέρι
που είχε στην πλάτη
ύστερα ένα θερμόμετρο
ανάποδα το κουτάλι για τη γλώσσα
αδιευκρίνιστα καθησυχαστικός
έγινε μια μεγάλη παύση
τον έβλεπαν που έφερε το μπλοκ από την τσάντα
(sodium glycerol
hydroxide και ethanol 3 x 1)
το άφησε στο κομοδίνο κάτω απ’ το πορτατίφ
(ή μήπως το έδωσε στα χέρια της;)
θέμα τεσσάρων ημερών
είπε η αυθεντία
πηγαίνοντας στην κρεμασμένη καμπαρντίνα
και ήδη ο μικρός καθόταν στο θρανίο του
ο δάσκαλος με άσπρα δάχτυλα
ζωγράφιζε στον πίνακα ένα σύμφωνο
γύριζε έβλεπε την τάξη
ενώ
α-
βα-
ρής
σαν
σκόνη
αι-
ω-
νιό-
τη-
τας
έ-
πε-
φτε
αρ-
γά
η
κι-
μω-
λία
στα
πα-
πού-
τσια
του




INVIERNO
o
Visita médica

Ésta es en resumen
la historia de una visita médica
muy antigua
tanto que dudas
con qué exactitud se transmite
un chiquillo entonces, acatarrado, viviendo en los etéreos aromas del alcohol, el alcanfor y el eucalipto, quería evitar la visita médica, tenía miedo como lo tenían los adultos que siempre escuchan amenazantes susurros en la revisión (le correspondía digamos una porción infantil de la tesorería de nuestro miedo común).
Con cuanta facilidad sin embargo lo engañaron:
el desconocido que llegó por la tarde con la lluvia
se quitó al instante la gabardina empapada
y aunque todavía mojado
desde el cuello hasta las rodillas
se puso
el mandil del carpintero
y claro no era médico
parecía además por encima de cualquier sospecha, examinó cual experto los muebles, el sillón (se detuvo a contemplar la gran marina con el faro), les tomó la temperatura concienzudamente (desde la habitación el niño no se había perdido ni un movimiento), en el refulgente salón todo lo había auscultado el desconocido, con lentos movimientos comenzó a acercarse a la cama, llueve sin parar, dijo indiferente mirando desde la ventana la intensa lluvia, no ha parado ni un minuto, murmuró mientras sacaba un estetoscopio de su maleta, invierno repitió dos veces
le remangó el pijama al niño
desde la puerta veían la escena
su madre apretaba el blanco pomo (de porcelana)
con la derecha golpeaba la otra mano
que tenía en la espalda
después un termómetro
al revés la cuchara para la lengua
nebulosamente tranquilizador
se produjo una larga pausa
le vieron sacar su bloc de la maleta
(sodium glycerol
hydroxide y ethanol 3 x 1)
lo dejó sobre la cómoda bajo la lámpara de mesa
(¿o acaso se lo dio a ella en mano?)
cuestión de cuatro días
dijo la autoridad
mientras iba hacia la gabardina colgada
y ya el pequeño frente a su pupitre
el maestro de blancos dedos
dibujaba en la pizarra una consonante
se volvía veía la clase
mientras
in-
grá-
vi-
da
como
polvo
de
e-
ter-
ni-
dad
ca-
í-
a
des-
pa-
cio
la
ti-
za
so-
bre
sus
za-
pa-
tos


Notas

1 En el mismo correo, Mavrudís me explica que se trata de una marca de cigarrillos.


ΦΘΙΝΟΠΩΡΟ
ή
Η ποίηση και ο αρχάριος

Αιφνιδιαστικά εμφανίστηκε
το εκτόπλασμα της μεγάλης μας τάξης,
το κτίριο κι ο χαμηλός ουρανός πριν τη βροχή.
Έξυνα περίτεχνα ένα μολύβι
έμπλεος στο βοημικό του άρωμα.
Ο δάσκαλος (μπεζ αγγλική καμπαρντίνα
ως τα παπούτσια) κοίταζε το παράθυρο.
«Έρχεται καταιγίδα!» είπε.

Nοέμβριος του ’56, για να είμαστε συγκεκριμένοι.
Στο σπίτι είχαν εισβάλει πρωτοσέλιδα
τανκς απ’ τη Βουδαπέστη
(οδομαχίες κάτω από μεγάλους τίτλους).
Στο ανατολικό δωμάτιο να προσθέσω
η αρρώστια επώαζε την απειλή της
(αεικίνητες θείες
ψίθυροι
η χοντρή νοσοκόμα με το βραστήρα),
οι ίδιοι πάντα επισκέπτες
λίγο πριν απ’ το βράδυ
κοίταζαν τα παπούτσια τους
(ηθοποιοί που έχουν ξεχάσει το ρόλο).

Ενώ λοιπόν γνωρίζουμε τα παλιά γεγονότα, εκείνα δείχνουν ανεξιχνίαστα (υπάρχει κάτι «αντ’ αυτών»), μπορείς να πεις περίγραμμα της κιμωλίας στην άσφαλτο, εκεί όπου έπεσε το σώμα. Eδώ, με τον αφηγητή και το ομιχλώδες παρελθόν του, είναι ακόμα πιο παράδοξο: ο αναγνώστης πλησιάζει τα πράγματα που του αφηγείται εκείνος, το ξένο όμως είναι σαν παλιός γνωστός, δείχνει οικείο, λες και πρόκειται για την ιστορία που διδάχτηκαν και οι δύο στα σχολικά εγχειρίδια ή σαν το κλειδί του ενός να ανοίγει το αυτοκίνητο του άλλου. Συγκεκριμένα, ενώ την εποχή εκείνης της αρρώστιας ήμουν αλλού (λέει ο αναγνώστης), δεν ξέρετε σε τι αναπολήσεις με οδηγεί η εικόνα της χοντρής νοσοκόμας, τι ανεξήγητη απειλή, μετά από τόσα χρόνια, οι σύριγγες και ο βραστήρας της. Αναρωτιέμαι επιπλέον πώς διάβολο γνωρίζω για την καταιγίδα: η τάξη είχε τρέξει στα παράθυρα (ακούγαμε ρεμβαστικά τους κεραυνούς και λίγο αργότερα το χαλάζι που έπεφτε στη στέγη). Δεν ξέρω πώς ο ανύποπτος συμπράττει σε όσα του εμπιστεύεται η ξένη αφήγηση και οι μακρινές (ανάμεσα σε τίποτε και αιωνιότητα) εικόνες του άλλου. Ό,τι πέρασε αφορά κι αυτόν. Είναι ανεξήγητο που αναγνωρίζει την άρρωστη γυναίκα (σχεδόν τον τέρπει να αναπολεί εκείνο το φθινόπωρο). Εγώ μεγάλωσα λέει σε άλλη πόλη. Από το ανατολικό δωμάτιο έβλεπα μια μεγάλη εκκλησία (κωδωνοκρουσίες άπληστες για χώρο εισέβαλλαν στο σπίτι), μετά ο πευκώνας, το ρωμαϊκό νεκροταφείο που διαρκώς επεκτεινόταν με την ανασκαφή. Το απόγευμα, βαδίζοντας πλάι στις τηλεγραφικές κολόνες, πήγαινα στο σχολείο. Κατοίκησα λέει κι εγώ την εποχή του αφηγητή:   Φθινόπωρο   Η τάξη του ’56   Η άρρωστη στο ανατολικό δωμάτιο


OTOÑO
o
La poesía y el principiante

De improviso surgió
el ectoplasma de nuestra gran clase,
el edificio y el cielo bajo antes de la lluvia.
Con esmero afilaba yo, henchido
de su aroma de Bohemia, un lápiz.
El maestro (gabardina beige inglesa
hasta los zapatos) miraba la ventana.
«¡Viene tormenta!», dijo.

Noviembre del 56, para ser concretos.
En casa habían irrumpido en portada
tanques desde Budapest
(enfrentamientos bajo grandes titulares).
En la habitación oriental para más inri
la enfermedad incubaba su amenaza
(tías en movimiento perpetuo
murmullos
la enfermera gorda con el hervidor),
siempre los mismos visitantes
poco antes de la noche
miraban sus zapatos
(actores que han olvidado su papel).

Así pues, a pesar de que conocemos los viejos acontecimientos, aquéllos parecen  inescrutables (algo hay «en lugar de ellos»), puedes distinguir una silueta de tiza en el asfalto, allí donde cayó el cadáver. Aquí, con el narrador y su nebuloso pasado, es todavía más paradójico: el lector se aproxima a las cosas que aquél le relata, lo extraño sin embargo es como un viejo conocido, parece familiar, diríase que se trata de la historia que a los dos les enseñaron en los manuales escolares o como si la llave de uno abriera el coche del otro. Concretamente, al yo estar durante el tiempo de aquella enfermedad en otra parte (dice el lector), ustedes no saben a qué evocaciones me conduce la imagen de la enfermera gorda, a qué inexplicable amenaza, después de tantos años, sus jeringuillas y su hervidor. Me pregunto además cómo diablos sé de la tormenta: la clase había corrido hacia las ventanas (escuchábamos solazosos los truenos y un poco más tarde el granizo que caía sobre el tejado). No entiendo cómo el muy incauto colabora con todo lo que el relato extraño y las imágenes lejanas (entre la nada y la eternidad) del otro le encomienda. Todo lo que pasó también le concierne. Es inexplicable que reconozca a la mujer enferma (casi le deleita evocar aquel otoño). Crecí, dice, en otra ciudad. Desde la habitación oriental veía una gran iglesia (repiques de campana ávidos de espacio irrumpían en casa), después el pinar, el cementerio romano que de continuo se ampliaba con la excavación. Por la tarde, iba al colegio andando cerca de los postes telegráficos. Habité dice también yo la época del relator:  Otoño  Clase del 56  La enferma en la habitación oriental


ΑΝΟΙΞΗ

«Είσαι εφήμερο μέχρι ανυπαρξίας»,
δήλωσε αιχμηρά εν έτει χίλιαεννιακόσιαπενήνταεννιά
το Δαιμόνιο του Mέλλοντος
(η Eποπτεία του Προσεχούς)
στο άσημο εργαστήριο του τσαγκάρη μας.

Δεν καταλάβαιναν τίποτε από τη δήλωσή του
τα ανύποπτα σύνεργα (οι κατσαμπρόκοι, τα σουβλιά κι οι επιτήδειες τανάλιες) που είχαν κατακλύσει το κοντό τραπέζι του. Το ίδιο οι κόλλες, οι κερωμένοι σπάγκοι, τα καρφιά. «Ξέρετε, σύνεργα συμπαθή, με τις λαβές σας λειασμένες απ’ τη χρήση, πως είστε αντικείμενα συλλεκτικά;» είπε η Εποπτεία του Προσεχούς. «Θα σας παρατηρούν στις γυάλινες προθήκες των παλαιοπωλείων, ακίνητα, με πειθαρχία που δεν φανταστήκατε ποτέ. Έτσι περίπου θα είναι και οι αναδρομές για σας, αειθαλείς και φλύαροι αργόσχολοι (οικείοι στις χαρωπές οσμές των βερνικιών και των δερμάτων), συγκεντρωμένοι σε ομιλητική ομήγυρη δίπλα στο φίλο σας, αυτό το βροχερό απόγευμα με τις ομπρέλες και τον απρόοπτα γκρίζο ουρανό.

Άνοιξη πάλι
ντύνονται πράσινο οι παρυφές της πόλης,
οι λόφοι και οι ήπιες πλαγιές.
Νέοι βλαστοί επαναλαμβάνονται,
διαβάζει απ’ το ίδιο κείμενο η φύση.
Πόσο επιφυλάσσονται, όμως, όλοι,
χίλιαεννιακόσιαπενήνταεννιά,
πόσο θα προτιμούσαν μια στέρεα ύλη,
μιαν άπειρη αφήγηση
(ένα βιβλίο
που να μην τελειώνει
πουθενά),
να αφοσιωθούν αμέριμνοι,
σαν τον αμνό στα φίλια λιβάδια.
Φιλάργυρα υπολογίζουν το βραχύ σου βίο,
σε διαιρούν σε αμήχανα μερίδια
και σε μετρούν,
ενώ τους απευθύνεσαι με στερεότυπα
(έντομα, ανθοφορία, χλιαρά μεσημέρια).
Σαν τίποτε να μη συμβαίνει,
χίλιαεννιακόσιαπενήνταεννιά,
κολακεύεις πάλι με φύλλα τα κλαδιά
και εξαγγέλλεις μεγαλόστομα την άνοιξη:
τη γιγαντοαφίσα αυτή της χλωροφύλλης,
την πομπώδη διαφήμιση του μέλλοντος»



PRIMAVERA

«Eres efímero hasta la inexistencia»,
declaró punzante en el año milnovecientoscincuentaynueve
el Demonio del Futuro
(la Supervisión del Prójimo)
al anónimo taller de nuestro zapatero.

Nada entendían de su declaración
los insospechados enseres (las taladradoras, los punzones y las eficaces tenazas) que habían anegado su mesita. Igual que las colas, los cordeles encerados, los clavos. «¿Saben ustedes, simpáticos aperos, con sus asas gastadas por el uso, que son objetos selectos?», dijo la Supervisión del Prójimo. «Les verán en los cristalinos escaparates de las tiendas de antigüedades, inmóviles, con una obediencia que nunca imaginaron. Así más o menos serán también las retrospecciones para ustedes, perennes y gárrulos haraganes (parientes en los joviales olores de los barnices y de las pieles) concentrados en una conversadora concurrencia al lado de su amigo, en esta tarde lluviosa con los paraguas y el inesperado cielo gris.

Primavera de nuevo
se visten de verde las afueras de la ciudad,
las colinas y las suaves elevaciones.
Nuevos retoños se repiten,
la naturaleza lee del mismo texto.
Cuánto se reservan, sin embargo, todos,
milnovecientoscincuentaynueve,
cuánto preferirían una materia consistente,
una narración infinita 
(un libro
que no terminara
en ninguna parte),
para ser consagrados sin responsabilidades,
como el cordero en los amigables prados.
Avaramente proyectan tu corta vida,
te dividen en confusas porciones
y te miden,
mientras te diriges a ellos con estereotipos
(insectos, florescencia, tibios mediodías).
Como si no ocurriese nada,
milnovecientoscincuentaynueve,
lisonjeas de nuevo con hojas las ramas
y grandilocuente anuncias la primavera:
este cartel gigante de clorofila,
la pomposa publicidad del futuro»



ΑΝΟΙΞΗ

Σας παρακολουθούμε τοπία με προσοχή
τις διαθέσεις τις μεταβολές σας
τοπία αιχμάλωτα της ώρας και των εποχών
εδώ για παράδειγμα
η παλιά ημέρα με τη φωτογραφία της
φράση απ’ το μεγάλο κείμενο της εκδρομής:
παραταγμένοι σε άρτια σύνθεση
(το χτένισμα
τα ρούχα)
τους βλέπετε ευτυχείς
μετά απ’ τις θεατρικές κινήσεις του ταγκό·
να γίνω πιο συγκεκριμένος:

τοπίο με δέντρα και καλάμια (ακμαία, ενός έτους η ΕΡΕ) Blue Tango είχε μόλις προτείνει ο σχεδόν ακέραιος αριστερά, ζήτησαν ύστερα επίμονα την Cumparsita (La Cumparsita, φώναζε ο μεθυσμένος έχοντας πάνω του σαν αφοσίωση το βλέμμα εκείνης). Η άγραφη λεζάντα λέει Πρωτομαγιά. Τίποτε δεν υπάρχει πλέον (μπορείς κι εσύ να πεις με στόμφο «I had not thought death had undone so many»), όμως εδώ όλοι επιμένουν, το βράδυ θα επιστρέψουν με κουρασμένη ζάλη, ο κήπος (το μεταλλικό γρύλισμα της πόρτας), οι ομιλίες τους, ο σκύλος που δεν σταματά μετά την άφιξη·

δεν τέλειωσα με τη φωτογραφία:
στην επιφάνεια του τραπεζιού
άγνωστο πώς ανάμεσα στα πιάτα
ο άσπρος σκούφος της κουζίνας·
«Eγώ κι εσείς είμαστε Tώρα»
ισχυρίζεται η εικόνα·
λέει ακόμα «αίθριος βαθύς ουρανός
χωρίς σύννεφα»
ανύποπτη πως είναι αναδρομή στον εαυτό της
κάτι ας πούμε όπως η ποίηση
που εγκαθιστά αφηγήσεις
σ’ έναν τόπο χωρίς γεγονότα



PRIMAVERA

Paisajes os vigilamos con atención
vuestras disposiciones vuestros quiebros
lugares cautivos de la hora y de las eras
aquí por ejemplo
el viejo día con su fotografía
frase del gran texto de la excursión:
alineados en acabada composición 
(el peinado
la ropa)
los veis felices
tras los teatrales movimientos del tango;
para ser más concretos:

paisaje con árboles y juncos (florecientes, ERE[1] que duró un año) Blue Tango acababa de proponer el que aparece casi entero por la izquierda, pidieron después con insistencia Cumparsita (La Cumparsita, gritó el borracho teniendo sobre sí como devoción la mirada de aquélla). El ágrafo pie de foto dice uno de mayo. No hay nada además (también tú puedes decir con ampulosidad «I had not thought death had undone so many»[2]), pero todos aquí insisten, por la noche regresarán con el aturdimiento del cansancio, el jardín (el gruñido metálico de la puerta), sus discursos, el perro que no para tras la llegada;

no terminé con la fotografía:
sobre la superficie de la mesa
sin saber cómo entre los platos
el gorro blanco de cocina
«Yo y vosotros existimos Ahora»
afirma la imagen
además dice «despejado cielo profundo
sin nubes»
sin sospechar que es retroceso hacia sí misma
algo digamos como la poesía
que instaura relatos
en un lugar sin hechos


[1] Mavrudís me envió un correo electrónico, explicándome el uso de estas siglas. Creo conveniente traducir el contenido de dicho correo relacionado con mi duda: «Ε.Ρ.Ε. (Εθνική Ριζοσπαστική Ένοσις, Unión Radical Nacional) era el partido de la derecha fundado por Konstantinos Karamanlís en 1955, tras la muerte del primer ministro Papagos. Sucedió en el gobierno a Alarma Nacional (Ελληνικός Συναγερμός). Ε.Ρ.Ε. gobernó durante doce años. Perdió las elecciones de 1963 ante la Unión de Centro (Ένωση Κέντρου) de Yorgos Papandreu, abuelo del ex-primer ministro. Gobernó hasta 1965. Transcurrió un paréntesis de inestabilidad política y en 1967 comenzó la dictadura (1967-1974)».

[2] Verso de The Waste Land (La tierra baldía), de T.S. Eliot: «No pensé que la muerte hubiese deshecho a tantos».




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