martes, 15 de marzo de 2011

3431.- CLAUDIA KENNEDY



Claudia Kennedy Moreno. CHILE, 1985.
*Licenciada en Educación y Profesora de Enseñanza Media en Historia y Geografía. UCSH.
*Correctora Ortográfica y Colaboradora de SUDA Magazine
*Colaboradora del área literaria para Indie.cl
*Becaria de la Fundación Neruda -2009.
*Es codirectora de la Academia de Letras de San Bernardo.
*Docente del ramo de de ensayo, crónica y critica literaria en la Academia de Letras de San Bernardo.
*Relatora del ramo Pedagógico en Curso de Monitores Para Educación Básica. 2009.
*Condujo y participó como locutora radial en "Radio Canelo". Programa “Rojos Ladrillos” (literatura, historia, crítica)
Ha Publicado:
- “Ciegas Cobardías (poemas de anticipo)”. Claudia Kennedy. 2003.
- Libro “Ciegas Cobardías” Claudia Kennedy. Editorial La Cáfila De Valparaíso. 2004




En esta solemne madrugada

En esta solemne madrugada
tus verbos acarician mi sangre
transformo halagos
sugiero nombres adversos,
blasfemias,
mientras advierto
la esperanza de tibios consejos
ante las fatales caricias de costumbre









Rostros que no lo son

Rostros que no lo son
me elaboran arcadas

Pues una que otra vena me sobra,
mi piel se eriza,
las rodillas parecen de elegante apilillado;
manos, palmas arriba
reciben el tiempo y uno que otro ensimismado rayo UV
y los latidos de vez en cuando se detienen
como partos.

Pues ya sea desde el cementerio,
las nubes o a través de mis sueños,
un nombre y razón tienen mi enfermedad
verte sonreír tristemente.








Almuerzo

Después de Bukowski
el almuerzo es más competitivo
más agrio, frío;
realmente asqueroso,
pero seguimos comiendo
hasta atragantarnos.






Poetas, Cuervos

Que el extraño oleaje mueva más de mil veces
El estornudo del cuervo.

Que no se vierta en el abismo de sus ojos
Aquel dardo emblemático de anormalidad.
Pues la única raíz de abismo existe
En la pupila de quién ignora el alcance de sus alas;

Cuando la sangre negra, de aquel pájaro, lastime.
Que hiera también cada una de sus plumas encorvadas.

Y mientras comienzo a doblarme, lentamente.
La palabra se reparte como migas en la plaza.
Entonces ruego de espalda al suelo como perra atropellada,
Como el Cristo caído
Que el cuervo no coma ajeno al olor hermano de su voz.
Pues sólo así se hallará resuelto en cada superficie.

De “Ciegas Cobardías”-Editorial La Cafila. 2004






Insólita Cobardía

I
He llegado al tránsito
de mi temprana vejez.
Pierdo un oído en cada instante
Aunque me bañe junto a los ojos de otro.
No sé de mi humanidad
o del verde en la mañana
pues estoy desde el alba,
húmeda almorzando malos genios.
Suelo cometer las mismas bromas de niña;
Para otros almuerzo de todos mis errores.
También aparece el sacrificio,
Encaramado en montañas
Solitario,
Derretido,
Orgulloso.
Y sangran las mandíbulas
de guarenes pálidos
Mientras encuentran la insólita cobardía
Bajo una vena envenenada, tiesa.
Pues mis labios solo aceptan y quieren
lo que es posible de amar.

De “Ciegas Cobardías”-Editorial La Cafila. 2004





Escribí

Enterré en mi pecho un lápiz
Su punta parece otro lunar;
Entonces anote en tus manos mi nombre
Y no lo has notado.


Perteneciente al libro “ciegas cobardías”, editorial La Cafila, 2004”








No hay comentarios:

Publicar un comentario