miércoles, 15 de septiembre de 2010

TUGRUL TANYOL [1.097] Poeta de Turquía


TUGRUL TANYOL

Nació en Estambul, Turquía, en 1953. Es considerado una de las figuras más sobresalientes de la poesía turca de los ochenta. Estudió Sociología en la Universidad del Bósforo y en la actualidad es profesor asociado en la Universidad de Mármara-Estambul. Ha publicado seis libros de poesía: Elinden Tutun Günü, 1983 (Tomad el día de la mano); Aðustos Dehlizleri, 1985 (Los laberintos de agosto, Premio Necatigil.); Sudaki Ankâ, 1990 (El Fénix en el agua); Oda Müziði, 1992 (Música de cámara); Ihanet Perisinin Soðuk Sarayi, 1995 (El frío palacio de la ninfa infiel) y Büyü Bitti, 2000 (La magia se ha ido). Los primeros cinco libros fueron recogidos en un volumen en 1997, bajo el título de Poesía Reunida. Poemas suyos han sido traducidos al francés, inglés, español, alemán, rumano y macedonio. En la década de los ochenta, Tanyol colaboró en la publicación de dos influyentes revistas poéticas: Üç Çiçek (Tres flores) y Poetika. Así mismo participó en la fundación de la revista de arte “E” en 1999. Desde el año 2000 es miembro del consejo editorial de la revista literaria Kitap-lik y de la revista de ciencias sociales Cogito. Tuðrul Tanyol es autor de numerosos artículos y ensayos literarios publicados en las principales revistas y periódicos de su país. Tanyol ha sido vice presidente de la Unión de Escritores de Turquía 81995- 1996) y es miembro del Pen Club turco.



La magia se ha ido


La magia se ha ido, el barco que agitaba el agua
se redujo a la frágil armazón de su cuerpo

la piedra se detuvo en su caída, la fruta se marchitó en el árbol
antes de que pudiera llegar a ser una mujer, nuestra amada envejeció

la magia se ha ido, allí está el mar, la luna llena
deambula en una noche despejada como un hombre insomne
es una estrella titilante, el reflejo del árbol
como algo que penetra tu corazón, quizás

no obstante ha terminado, se ha ido, el durmiente despertó y pudo ver
lo invisible se hizo visible, la voz temía a su eco
la sombra no pertenecía a nadie, el águila encontró a su presa
donde las crías del zorro se ocultaban antes de poder huir

la magia se ha ido, el anciano se volvió hacia la voz que lo llamaba
murió de nuevo, con la esperanza de volver a ser joven allí
mil veces la luz estalló en todos sus colores
la cueva se llenó con las palabras que gritamos mil veces



S

Saboreo leches extraídas
de esta oquedad parda entre tus senos corre mi sangre

me hundo en tu bosque desierto donde nadie ha entrado jamás
eres una tigresa y yo una bestia que agoniza frente a ti
oigo una serpiente reptar en los arbustos oscuros
de tus ingles tensas se desprende ese olor de seda, ese veneno
que roza mi mano, si lo toco se dispersará en escamas
y la noche volverá a encontrar el día, la espada su vaina
como el fuego que cae sobre una hoja y abrasa al bosque
la vida y la muerte me llaman
una ola se transforma en caballo
un caballo relincha y se vuelve polvo
más allá de los peñascos, sobre los bastiones de una fortaleza jadeante
de furor
mi amor se enraíza en las ramas hembras de las palabras y las voces
mi cabeza se estrella contra las espumas y las conchas muertas

Adquieres el color de las piedras que se enfrían
de las estatuas de bronce y de la loca desnudez
tu piel se convierte en un inmenso país en mis palmas
una caverna aislada...
para descansar un poco
y despertar de nuevo
sucedidos los largos descubrimientos



La imagen del fénix en el agua

El invierno frío de la pena, el deseo que se mezcla con el río
en los recodos, con sus alas heladas y desnudas

el fénix que sueña con el cristal del agua
nuestras voces buscándose en la lejanía
las barcas que el río lentamente hacía flotar
rebosante de cantos de oro joyas ágatas ámbares amarillos
todo eso olvidado sobre los caminos que se extendian tras nosotros
los ebrios recuerdos haciendo desbordar un viejo vino
de rosa el color de un fino kanun
y el viento que se inflama
regándose de jardines al rozarlos

el árbol tomaba la forma de la lluvia, de lejos nos equivocábamos
permanecía allí donde los días desembarcaban
en el presagio cálido de las huellas y de la arena
una voz reflejaba su destello en otra voz
una montaña lanzaba su sombra sobre otra montaña
el día comenzaba cuando se dispersaba
el polvo de ese rebaño solitario
y se prolongaba el exilio que el árbol murmuraba
a otro árbol a lo largo de los caminos

el tiempo sube el tono ahora en las hierbas ralas
la multitud desciende de las barcas ya atracadas
y, dejando su sombra detrás, se transforma suavemente en una imagen
mientras que el hielo de la orilla se funde a lo lejos
devuélvete para mirar por última vez a los niños que recogen el rastro que
has dejado
de una vieja casa, de una torre de esmeralda
el viento envuelve las palabras de mujeres amadas y luego olvidadas

el dolor de la vida pasó por aquí trazando un surco en la tierra
y nosotros hemos cruzado esta noche silenciosa
sobre su techo resonaban miles de voces
para ir a tu encuentro oh desconocido
en adelante guardaremos el silencio, así hablemos
quién podría comprender nuestro dolor
oh tu fénix que esparces tus cenizas en tu color reflejado en el agua
el torrente del río se ha secado desde hace tiempo
nuestras cenizas sin embargo se buscan siempre.



Visión del interior de una ciudad

Como un río inmóvil, la ciudad corre hacia sus aguas oscuras
Desciendo derecho y busco el mar por una calle estrecha

la lluvia sobre mí
Al pie de un árbol solitario, escucho
detrás de los días antiguos de piel pelada
el ejército sombrío de voces caídas con sus sonrisas marchitas
Bandidos cubiertos con abrigos espesos
jauría de lobos que se derrama de las montañas, exilados de las
llanuras nevadas
para ahogarse en las aguas oscuras de la ciudad.
En este momento sé que algunos salen de la vida de algunos y otros
entran en la vida de otros
veo sus ojos cansados y oxidados
sus manos extendidas a la noche
Sobre una calle estrecha descendiendo hacia el mar
la lluvia arrastra a algunos
hacia los caminos alejados de los otros.

Mi mirada distante sube ahora en los trenes de la noche solitaria.
esta lluvia es la lluvia cálida del abandono y la tristeza
de una enorme nada detrás de las voces que se persiguen agitadas
como si huyeran de algo o de alguien
sombras agrandadas por las lámparas de la estación temblorosas bajo la

lluvia
su soledad que cae y roe mis labios
las calles
las lámparas de las estaciones
los travesaños que vacían sus esperanzas cada noche en los muelles

el arsenal
los últimos cuartos de luces apagadas
el amor y la pena.
Como un río inmóvil, la ciudad corre hacia sus propias aguas oscuras.

Sé, en este momento
un tren cargado de sueños imposibles empieza a moverse en la noche
Un navío se larga hacia la noche y el país oscuro de las estrellas
En todas partes a cada instante alguien se separa de alguien
En todas partes a cada instante alguien encuentra a otro
Todos los caminos inspiran... y expiran, lentamente.

He aquí los luchadores sin caballos de un ejército de solitarios
El tapete de oración extendido en la oscuridad
en el que la Meca es un reloj roto
En la profundidad sin fondo de un espejo completamente empañado.
La jauría de lobos que se derrama de las montañas, exilados de las
llanuras nevadas,
los sonidos de campana
la comida
la muerte que se filtra en el último cuarto
Toda cosa corre con gran agitación hacia la ciudad
para ahogarse en sus aguas oscuras.

Traducciones de Pablo Montoya




Cuando me tomabas de la mano

Cuando me tomabas de la mano 
el mar se desbordaba en mí. 
Cuando me tomabas de la mano, mi corazón 
se colgaba de las algas verdes, 
quería seguir las hondas corrientes de los días enteros.
Días enteros me preguntaba cuál era la fuente de esa 
llama secreta que incendiaba tus pupilas. Noches enteras, 
yo buscaba mi camino sobre las colinas arduas e impenetrables. Y luego 
las luces se apagaban, y luego las estrellas caían en los lagos 
frescos que hay en mí. Cuando me tomabas de la mano, ¿era yo 
o era otro el que caminaba contigo sin poner el pie en las olas y el viento?

Cuando me tomabas de la mano 
un color azul caía sobre mis ojos. 
Luego, todos los mares se retiraban, 
un bosque se agitaba de rumores, 
una bandada de palomas volaba de mi corazón helado. 
Cuando me tomabas de la mano 
las hojas rojizas de un platanero caían 
sobre las baldosas blancas del patio 
y hundiéndome en esas hojas hubiera querido morir.

Éramos como casas antiguas con los postigos aún abiertos 
y golpeados por el viento, vagabundos y tímidos. 
Cuando me tomabas de la mano 
una flor traspasaba los peñascos

Cuando me tomabas de la mano 
el ansia por viajar me invadía 
y días enteros me colgaba de las nubes grises…

Versión de Hugo Gutiérrez Vega



seni düşünmediğim her an/ sönen mumlarla dolu

gün ağacın içine doğdu
çıplak dalları ışıkla donandı
sen içime doğdun
bendeki sözü yarattın

ağaçtaki ışık nasıl
anlatamazsa günü
ben nasıl anlatabilirim?
senin güzelliğini

seni düşünmediğim her an
sönen mumlarla dolu
bir odada gezer gibi
ışığı unutuş
geceye dönüş

gel!
körelişten kurtar beni

Tuğrul Tanyol (kitap-lık dergisi, Temmuz-Ağustos 2012, s.40)



CEM

(The plight of the poet in Turkey is compared to Prince Cem’s misfortunes.)

The day faded, red drops gleaming in its skirts.
I wandered night’s eroded garden
In a yellow rain, enclosed by endless rocks,
Memories shaking my heart, the copper smell of flight,
My childhood a throne room, my sultanate lost in Bursa.
All the gates closed, every gate a wall.
I turned, I saw that great mirror reflecting
The migrant rain where being and nothingness merge.

The day faded, red drops gleaming in its skirts.
There were no gates at my coming. Sunset, the quay
The sunken hulls off Rhodes.
Through my galley’s swollen beams I heard the wind’s whisper etched
Across the vast waters of my face.

High hills there, here steep and bitter ways,
A horse’s neigh, dark scent of rose,
Secret passages under temple ruins
And the chorus of petrified dead in musty cellars.
Who goes there? unwary traveller in this spring dawn
And virgins walking in white winding-sheets.

Suddenly lightning! gates appeared and vanished
Defeat and pain, flight and exile. With the copper smell
Of loneliness rising in time’s lost mirror,
This curse forged on my brow, this unknown journey,
I felt a thousand redhot irons sear my flesh
My body hanging from dark crenels —
Myself a spring dawn’s sacrificial victim.
Suddenly rain! one half of my face washed away.
Lead seals me eyeless! These are my bridal gifts
A bass wind moans in the desolate hollows
The desolate caves of my eyes — whose turn now?
All my mates hanged from the drowned rigging of my sunken ship
Oh my Celal! dear Sinan!
Where does this sea flow? We alone are left
Rain blots out all the gates.

I, Cem, till yesterday ruled half an empire.
My image faded on the coins I minted
I died a thousand deaths, I watched my own corpse
Striking the shore.
I walked with greasy ropes about my neck (sunset, the quay,
The sunken hulls off Rhodes) and now
The world has no more place for me
No house or palace, neither throne nor rank.
Give me your hand, elder brother, let me near,
Take me in, have me strangled if you need,
Part of me totally dark, part suddenly rain!

Days were buried in a forest’s soundless scream, In the bottomless wells of its heart. Courage:
The darkness behind my eyes is a haunted land
— I’ll never reach.

The day faded, red drops gleaming in its skirts,
A horse’s neigh, dark scent of rose
And no gates at my coming.
The gates erased,
I, stranded in lost time, was left outside.
In this cold, this darkness of desolation,
I am alone, my hands my only light.


CHERRY TIME

Cherry time. Climb the tree
and throw out the frayed days of ecstasy
the sensual touch of a snake
cool and trembling on your cheek.

Rocks, the night’s breaking point
on this map that gets you nowhere
What water will be your water of life?
What river carry you
with your hair the colour of the Nile
to my dried up seas?

How can we refind the rock that’s become sand?
Go back to the sea, cloudy in the salt of sunken ships
Come to my parched lips
with the bleached down of your arms.

Cherry time, gardens, thorny loneliness
go and be like a cloud, the boundless breadth beyond the peak
the footprints of the mountains
the small wood of junipers on the plain
sand and pebbles are ebbing away in your deep eyes

Rocks, the night’s breaking point
Now my maps are all torn up.



OBLIVION

Rainy, cloudless nights, footsteps in the courtyard.
This is the dust howling, the spots of the yellow leopard
in water’s scoured skin, the tears welling up in our eyes
move, move away from the spell of the tree.

I knew nothing and now I have grown old
in the towering silence of stones,
aching as my flesh declines, my hands hurt:
the skin’s obliviousness closing the wound.



FRIENDSHIP DAYS ARE OVER

My gipsy soul, curb your horse,
there is nowhere to go from here.
Evening, a wind-winged bird,
settles heavy: now is the moment
when travellers fail.

Bend down, look in my face
at the old maps traced in my eyes,
at those old roads sprinkled with stars,
no more long slow trails
of caravans camped by the rivers,
no hot summer nights
of nomadic drinking-bouts.

Here is the night’s roof, the beauty
of creation opening out,
we have come to the end of the days
of free proud friendship,
when we slept beneath a thousand skies,
made love and multiplied.

What is this longing, it consumed us
in half-open rooms where candles melted away?
Where are we, what time is it?
Whose work this dark street,
this snowwhite shroud, this lost time
that suddenly died?

If I shoot an arrow and bring down night
luminous days will kneel at my feet,
my heart will open with the newly-washed wounds
in your naked breasts,
with the roar in the topmost branch of the tree.

My gipsy soul, curb your horse,
we’ve come to the end of the road.


THE MAGIC HAS GONE

the magic has gone,the boat that stirred the water
shrank to a frail shell,
the stone stopped falling, fruit wilted on the tree,
before she could be a woman our dear one grew old

the magic has gone, look! the sea, the moon only half
in a race like a sleepless man on a cloudless night
this shivering star, the tree’s reflection,
like something falling into your heart, perhaps

as though over and finished it’s gone, the sleeper awoke and saw
the unseen become visible, the voice feared its echo,
the shadow belonged to no one, the eagle found his prey
where the fox-cubs hid before they could flee

the magic has gone, the old man turned to the voice that called him
he died there again in the hope of becoming young
a thousand times the light broke into all its colours,
a thousand times the cave overflowed with our shouts and cries

it closed and became a mountain, with the coffee-grounds’ reading
that never worked out hope waned and fled
closed ways suddenly opened
but no one came back, no silent ship

the magic has gone, the snake turned on itself
bitten by the fangs of its huddling young
the scorpion returned to night, there was a halo of flame,
a saint appeared, a poet, the prophet

took off his turban, he shed his jacket,
on his road to Hira the sacred mountain
shoots in the desert
found water again

the magic has gone, it’s you I found, Lord,
the unseen became visible, the voice feared its echo,
in the midst of the people and the city
the mirage became real, what was was not

the magic has gone, you did not see
it was just a deep dream
that came down
and will come again


THE COLD PALACE OF THE FAITHLESS NYMPH

She dabbles her feet in the chill water
loving her water-image that looks at herself,
a seagull flies
from the rocks where she runs,
a rider suddenly is on her,
she feels the horse’s breath on her cheeks
and in one bead of sweat that falls from its cheeks
to her nipples
she traces its footprints through all the continents it crossed.
In the taut skin of its belly she hears
the boom and throb of never-ending drums.

From the chill waters where her feet are dipped
she creates a love-ring and casts it wide;
from the light that blinds men’s eyes
who are caught in those rings
a dragon takes shape
and waits for those captive souls.

In that forest of captive souls
how many trees could escape?
Hearts hang in the sun to dry
on the sharp-pointed branches,
many a sightless man looking at the past
through hollows gouged
by sharp-beaked sparrows,
now waits for the cold palace of the faithless nymph.

Playfully dabbling her feet in the water
she looks at its scatter of limpid laughter,
she builds palaces of ice over winter’s wounds,
under the ice the wound bleeds endlessly.
In the cold palace of the faithless nymph
woman finds herself
and man is turned to stone.




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