jueves, 7 de abril de 2011

3679.- ANA ROMANO


Ana Romano (Argentina) es Profesora de Francés. Obtuvo premios y menciones en certámenes literarios e integró varias antologías. Participó en talleres de poesía coordinados por Fernando Molle, Walter Cassara, Hernán A. Isnardi y en la actualidad con Rolando Revagliatti.

“De los insolentes fantasmas” es el primer libro de la poeta Ana Romano, fue presentado el 19 de Agosto de 2010 en la Academia Porteña del Lunfardo.

La obra editada por Vela al Viento cuenta con 65 poemas, todos de su autoría, y ya fue declarada “de Interés Latinoamericano” por la Fundadora y Directora Ejecutiva del Foro Femenino Latinoamericano (entidad con sede en Argentina, Guatemala, Ecuador y México).

romano.ana2010@gmail.com

Palabras de Rubén Eduardo Gómez editor de la obra:
…¿Qué se le puede reclamar a la poesía? ¿No es acaso la poesía la que nos muestra el siguiente paso, (aunque / el camino / prosigue) la que traspasa muros, flota en el aire como un beso (Floto / sobre mares / Un último suspiro) y se aparece en este mundo cuando se le antoja?
No es precisamente cortés la poesía y diría que también es insolente. Como los insolentes fantasmas de Ana Romano, como este libro que rompe la siesta con precisión y buena palabra.”








Artesanía

Un choclo en la mesa
desgrana
sus perlas

Ruedan
en un plato
como cuentas de rosario

Desafectada
una mano
decide
qué empanada
completa.













Culata

Degrada

Vagabundos

El golpe
certero.














Disparo

Fantasmas
desentrañan
la noticia
Bloquea:
el papel
Es la espera
la que
desarticula
Y enmudece
Huye
la respiración
Agusanan
esos
pensamientos
Rodando el carretel
las hebras
se pulverizan.
















Renacimiento

Colgajos desprendidos
y que además
resbalan
Es en el hueco profundo
donde

resplandece.
















Vigilia

Salpicada
de barro
Estiro las piernas
Absorta
contemplo
el revoloteo de un colibrí
que se detiene
al lado del jacarandá en flor
Sin estigmas
sin rencores
Escabullo el dolor
Y es así
como prosigo.














Paradoja

Empapada
se recuesta
sobre la arena
húmeda
La luna
viaja por su cuerpo
Las olas
despedazan la espuma
En el parador
se arremolina
la ventisca
La luz
avanza en silencio:
ilumina
la butaca del espectador.














Escenario

Espejos
que circundan
nadan
y así viajan
Tonos
que perduran
despabilan
y así dibujan
Destellos
que salpican
envuelven
y así atrapan
El carnaval
es recorrido
por el triste decoro
del antifaz.









Epílogo

Aguerrido
se confundió
de esquina:

arrumaco
que aturde
en deseo.








Puñetazo

La marca
desmembró la tersura blanquecina
Ahondó
el tajo
El rosado
de rojo se empapó
Frente a la oreja
la curvatura
El hilo envidioso
bordó la costura
Soñó con su cara
Sin ataduras
el recuerdo
Es con el destino
que jugó.








Sedimento

Vacía
y en el centro
Salpico
Circula
la ira
en el hueco
Asombro
entre llagas
Giro
a la pena

Flota.






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