jueves, 14 de abril de 2011

MARAM AL-MASRI [3.709]



Maram Al-Masri

Nació en Latakia (Siria), y se trasladó a París en 1982, después de estudiar literatura inglesa en Damasco. Hoy considerada una de las voces femeninas más conocidas y más cautivadoras de su generación, se dedica exclusivamente a la literatura y a la traducción. Participa asiduamente en numerosos festivales internacionales de poesía, no solo en Francia, donde reside, sino en paises tan distintos como Argentina, Reino Unido, Irlanda, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia, Suecia, Túnez, Siria, Egipto, Marruecos, Kuwait y por supuesto España, sobre todo, en Murcia y Granada. Además de varios cuentos y numerosos poemas en revistas y antologías, ha publicado varios libros.

Publicaciones:

Te amenazo con una Paloma Blanca
*Damasco 1984

Cereza roja sobre losas blancas
* Ärabe: Túnez 1997. Premio Adonis del Foro cultural Libanés a la mejor creación árabe en 1998.
* Bilingüe Español-Árabe: Colección Lancelot, Granada 2002 y Murcia, 2004.
* Francés:Luxemburgo y Quebec, 2003. Ingés: Newcastle, 2004. Italiano: Génova,2005.
Corso: Ajaccio, 2003

Te miro
* Árabe: Beirut,2000.
* Bilingüe Español-Árabe: Colección Lancelot, Murcia, 2005.

Luís Alberto de Cuenca es el autor del prólogo en la versión española y entre otras cosas nos dice:

"La poesía de Maram Al-Masri es engañosamente sencilla...Puede parecer de fácil acceso a cualquier tipo de lector, pero muy pocos son capaces de penetrar en el tejido sutilísimo de la tradición que subyace a cada verso de Maram, donde confluyen la tradición poética de la poesía árabe de raíces preislámicas, tan ligada al eterno tema del amor, con sus inevitables derivaciones a la sensualidad y al erotismo, y la tradición lírica de la modernidad europea, que busca en la irracionalidad y en el sueño la razón de ser de lo humano."



Libro: Te Miro
Poema nº 1

Tenemos caras que llevamos sobre nuestros hombros,
En los carnés de Identidad,
en las fotografías de recuerdo.

Tenemos caras
que rompemos en mil pedazos. que guardamos,
que escondemos y revelamos,
a las que nos acostumbramos, que aborrecemos,
que amamos
y odiamos

Tenemos Caras
que conocemos...
Decimos: ¿conocemos?


*

Las mujeres como yo
no saben hablar;
La palabra se les clava en la
garganta
como una espina,
y prefieren tragársela
Las mujeres como yo
sólo saben llorar,
su remiso llanto
de repente
mana
como
una vena cortada.
Las mujeres como yo
reciben las bofetadas
sin atreverse a devolverlas.
Tiemblan
de cólera
contenida.
Leonas enjauladas,
las mujeres como yo
sueñan…
con la libertad.



Cereza roja sobre losas blancas: poesía

Cereza roja sobre losas blancas (ed. bilingüe), Murcia, Lancelot, 2002
Te miro (ed. bilingüe), Murcia, Lancelot, 2005

(Ambos libros coeditados por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de la Región de Murcia y la Consejería de Educación y Cultura de Murcia)



Soy la ladrona de los caramelos,
ante tu tienda
mis dedos se quedaron pegados,
y no conseguí
llevarme ninguno a
la boca.



*

Qué estupidez
al mínimo roce,
mi corazón se abre.


*


Golpes en la puerta.
¿Quién es?
Escondo el polvo de mi soledad
bajo la alfombra,
compongo mi sonrisa,
y abro.


*


Entran en nuestra vida
como arroyuelos;
y de repente
nos ahogamos en ellos,
y ya no sabemos
quién nos dio
el agua o la sal,
ni quién
dejó en nosotros
esta amargura.


*



Ella me abre
sus amplias puertas.
Me llama
y me empuja a abalanzarme,
libre,
hacia su espacio,
y como un pájaro
ante la puerta abierta de su jaula
no me atrevo.



Maram al-Masri y Fernando Sabido Sánchez en Toledo




Arden en llamas los árboles
al tocarlos
con mis dedos.


*


La anudo
entre la mandíbula y el paladar
con un pañuelo blanco
que aprieto en mi nuca,
como a los muertos
como a los prisioneros
para que, la palabra,
no estalle.


*


Esperaré
a que duerman los niños,
para dejar
que el cadáver
de mi fracaso
flote en la superficie.


*


Como me pediste
lavé los platos
fregué el suelo
limpié los cristales
planché las camisas
y leí a Dostoievski.

El malicioso tiempo que
normalmente vuela estando contigo
tic tac
tic tac
comenzó a caminar


*


Mi alegría y yo
esperamos
el aleteo de tus pasos.


*


Maté a mi padre
aquella noche
o aquel día
ya no lo sé,
huyendo con una sola maleta
que llené de sueños sin memoria,
y una fotografía
mía con él
de cuando era pequeña
y me llevaba en brazos.

Enterré a mi padre
en una hermosa caracola
en un profundo océano,
pero me encontró
escondida bajo la cama
temblando de miedo
y de soledad.



*


.. Lo quiero
tan cálido
y profundo
que me haga perder el sentido,
de lo contrario que no se acerque.
Que comience
Por un dedo de la mano
Y termine en un dedo del pie,
Pasando
Por mis montañas,
Mis valles y llanuras
Y cautive
Mi alma



1

Quiero sacudir
tu pesado silencio
que se desborda como una pierna
que cuelga de una silla de madera.


2

Me he cansado de permanecer

en tus notas marginales
en tus borradores
en los peldaños
ante tus puertas.
¿Dónde están
tus vastos paraísos?


3

Ven desnudo
que yo vista
tu cuerpo
que mi imaginación tomó prestado.


4

Me miré en el espejo
y vi
una mujer
plenamente satisfecha,
con radiante mirada
y exquisita malicia
la envidié.




De Cerezas rojas sobre losas blancas


Chaque soir les oiseaux dorment dans leur solitude
Ils regardent leur corps comme si c était corps de femme
Fragile, avec lequel combattent le vent et l’eau

Chaque soir
Les oiseaux et les ours rêvent des mains jouant avec eux

Les chats s étendent pour lécher leur fourrure sans
Se préoccuper des yeux de dieu disperses au plafond et sur les murs
Ni se préoccuper des bavardages
Ni des juges ni des prisons de l amour
Ni des mandibules des mites qui dévorent les vêtements du désir
Se satisfaisant de leur être
Dans la quiétude de leur corps
Ils respirent avec jouissance
le matin


*


Cada noche los pájaros duermen en su soledad.
Miran su cuerpo como si fuera un cuerpo de mujer
frágil, con el que luchan viento y agua.

Cada noche
los pájaros y los osos sueñan con manos que juegan con ellos.

Los gatos se estiran para lamer su piel sin
preocuparse por los ojos de dios dispersos por el techo y las paredes
ni por las palabrerías
ni por los jueces ni las cárceles del amor
ni las mandíbulas de los ácaros que devoran la ropa del deseo
se satisfacen de su ser
en el sosiego de su cuerpo
respiran con gozo
cada mañana.



*


La rumeur des âmes ne parvient pas à l’oreille du gardien du feu
Elle se brise sur la vitre qui nous sépare, nous emprisonnant dans l’invisible

La plainte des colombes ne parvient pas aux grottes
Mais s’évanouit dans le mutisme de l’espace.

Il n’est point de couleur pour la souffrance
Point de couleur pour l’espérance
Le ciel absorbe les prières comme un utérus
Comme un téléphone public dans un quartier bruyant

La voix gémit
Se balance sur une corde fragile
Ne l’entendent ni les saints ni les anges ni les chiens
Assoupis au seuil des étables
Qui protègent les loups de la chair des agneaux

Midi flambe
Et l’aurore fait mal comme une paroi rugueuse, comme
Le berger des cimes perdues dans l’altitude

Nul espoir
Que les nuages légers deviennent le cours du vent


*


El rumor de las almas no llega al oído del guardia del fuego
Rompe en el cristal que nos separa, encarcelándonos en lo invisible

La queja de las palomas no llega hasta las grutas
Sino se esfuma en el mutismo del espacio.

No hay color para el sufrimiento
No hay color para la esperanza
El cielo absorbe los rezos como un útero
como un teléfono público en un barrio ruidoso

La voz gime
se balancea sobre una frágil cuerda 
no lo oyen ni los santos ni los ángeles ni los perros
Adormecidos en el umbral de los establos
Que protegen a los lobos de la carne de los corderos

El mediodía arde
y la aurora duele como una pared áspera, como
el pastor de las cumbres perdidas en la altitud

Ninguna esperanza
que las nubes ligeras se conviertan en el curso del viento





ALMAS CON LOS PIES DESNUDOS de MARAM AL-MASRI (por Daniel J. Rodríguez)

Colección Lancelot, 
Murcia, 2016


Fátima

Madre: Souâd
Padre: Osmane
Edad: 23 años
Profesión: estudiante de Literatura

A los doce años
fue mujer.

Su madre la acorraló en un rincón
para hacerle comprender que en adelante
ya era apta
para el matrimonio y la maternidad.
Y que, desde entonces,
y para siempre,
debía renunciar a jugar
con los chicos del barrio.

A los doce años
comenzó su historia de mujer.

Su abuela
le habló de una flor entre sus piernas,
fina como el papel de fumar
que sólo arde una vez.

Desde los doce años
cada mes,
llora a causa de un mal misterioso
en su vientre
y de un doloroso deseo de jugar,
a pesar del miedo
de desgarrar su flor.

Así, mes tras mes,
empieza a madurar,
y después a crecer,
y su dolor del vientre
empeora.

No recuerda qué edad tenía
cuando decidió ofrecer su flor
a un muchacho al que amó.
Él se marchó lejos,
dejándola,
despreciada.

Con el dinero de su brazalete de oro
Fátima
pudo comprarse
otra virginidad.
Pero no pudo
rescatar su infancia.


Maram al-Masri habla a la cara al machismo, a la discriminación y a la violencia. La poeta lo hace en Almas con pies desnudos, que la editorial Lancelot publicó el pasado mayo de 2016. El libro, Les Âmes aux pieds nus en su francés original, es un retrato de esas mujeres que han asumido la dependencia al hombre como hecho inevitable. La poeta pone voz a mujeres anónimas, con nombres e historias que son las suyas y, a la vez, las de muchas otras, y escribe sus circunstancias, sus moratones, sus heridas hondas.

En Almas con pies desnudos Maram utiliza un verso delicado, un susurro íntimo, para narrar la desgracia. Sus mujeres, las que llenan las ‘fichas policiales’ del poemario, viven pegadas a distintas formas de violencia. Así, sus rebeliones ulteriores, su sumisión, sus “¿habrá otros mundos?” llevan al lector a una realidad evidente desde un prisma menos militante del habitual: en Almas con pies desnudos no hay eslóganes, no reivindicaciones en voz alta: la poeta siria deja que la realidad penetre a través de la lectura, que sean, sus postales feroces, las que manden el mensaje. El poema no juzga, no alecciona: muestra. Y lo que enseña es tan evidentemente atroz que es imposible dejar de comprender que el mundo no funciona.


Hatifa

Madre: fallecida
Padre: Safar Ali
Edad: 16 años
Profesión: la muerte no le ha dejado trabajar

¿Es un crimen
si mis pies se alegran de tocar la esencia
de la tierra
cuando bailo?

¿Es un crimen
si desnudo mis hombros
y dejo flotar mi pelo?

¿Es un crimen
si soy una chica
como toda las chicas del mundo?

¿Si tengo un cuerpo,
si duermo
si canto
si escribo
si tengo deseos
si amo?
¿Es un crimen vivir en un país
donde ahorcan
la libertad?

Un nombre de mujer da título a casi todos los poemas del libro. Después, su ‘ficha policial’; una breve descripción de su situación personal, de dónde viene y quiénes son los que la han puesto ahí. Esa original herramienta de contexto ayuda a poner un rostro intercambiable a cada texto. La mujer, única y a la vez con la posibilidad de ser cualquiera, cuenta la miseria que otros le han hecho vivir. Ese mantra inicial de cada poema es además un código rítmico que ayuda a comprender Almas con pies desnudos como un poemario cerrado.

No solo son mujeres orientales las que llenan las páginas del poemario. Occidentales del siglo XXI e incluso la Penélope de Homero son protagonistas de situaciones que desnudan sus pies heridos. el machismo y la violencia no es un mal endémico, sino generalizado. Y Maram al-Masri ha escrito este libro, traducido al castellano por M. Guillermo y E. Castejón, para contarlo:


Penélope

Pasé ante una ventana cerrada
con el picaporte roído por el polvo.
Vi a Penélope
Tejiendo su lienzo de larga espera.

Quería que parase
que se calmara
que se lavara
que se perfumara
para tomar una taza de café en la cafetería
o que fuese al cine
o que leyera un libro
o que fuese a la peluquería
para cambiar de corte.

“Él no vendrá”, le dije.
“Sal, Penélope
sufre, ama, canta, baila, emborráchate,
tu senos se van a vaciar
tus cabellos se van a encanecer
tu aguas se van a desecar”.

Pero ella siguió
sorda a las llamadas de la vida,
prisionera del mito.

Si bien Almas con pies densudos no está dividida en partes, es posible identificar bloque temáticos divididos por poemas que no incluyen la ‘ficha policial’. Uno de los más crudos, situado casi al final del libro, pone voz a mujeres-niña y hombres-niño. Su sufrimiento es que les crece dentro tras ver las heridas de sus madres. Maram narra así la realidad de otras mujeres maltratadas y de otra forma de maltrato. Son estos poemas breves e intensos.


Bartosh

Hijo de Agnieska
Edad: 6 años.

Mamá
de noche mi cama oye
gritos
Y se moja
Cree que os peleáis.

Eh, mamá,
dime que te quedaste dormida
y olvidaste
apagar
la tele.

Pese a la realidad mostrada, Maram cierra el libro con un grito de fuerza: ella, mujer, reivindica su derecho a ser libre, a ser feliz. Gracias por el grito.

Me gustaría ser una mujer

Señas de identidad:
Una eterna sonrisa en los labios, besos
profundos como la miel.

Me gustaría ser una mujer
a la que no se pudiera
ni sumar
ni restar
ni multiplicar
ni dividir
ni borrar
ni conminar
ni golpear.








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1 comentario:

  1. Coincidí hace ya algunos años con Maram Al-Masri en Murcia, con motivo de la edición de "Ardentísima", el festival que organizaba el poeta José Mª Álvarez, y quedé fascinado por la belleza de esta Astarté siriaca. Un amigo poeta se ofreció a presentármela y le dije que no quería conocerla, que prefería que pasara por mi vida sin concretarse del todo, como una brisa, como un perfume. Baudelaire, que se cruzó con Maram en un boulevard de París (pues Maram es eterna), expreso ese sentimiento con versos imperecederos: Un éclair… puis la nuit! Fugitive beauté/ dont le regard m'a fait soudainement renaître,/ ne te verrai-je plus que dans l'eternite?

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