miércoles, 26 de enero de 2011

2912.- JORGE ALFONSO


JORGE ALFONSO
Montevideo, Uruguay 1976.
Ha obtenido 29 premios literarios. En Uruguay se destacan: 1º Premio de Cuento INJU 1997, 8 Menciones de Honor en Concurso B’nai B’rith (1998-2001), Mención de Honor en Concurso Cooperativa Bancaria (2007), ganador Fondos Concursables categoría Cuento, convocatoria 2008 (Ministerio de Educación y Cultura).
Algunas distinciones extranjeras: 1º Premio de Poesía (2002) y 1º Premio de Cuento (2007) en Concurso de Agrupación “La Cultura” (Argentina) y 7 galardones en diversos concursos de España.
10 publicaciones colectivas en Uruguay y el extranjero. Ediciones individuales: “Cacareos poéticos y poemas de amor misógino” (2006–10, Cuatro ediciones artesanales de autor, Uruguay), “Porrovideo” (1ª edición Estuario, 2008, Uruguay. 2ª edición HUM, 2009, Uruguay), “Cuentos llenos de abrojos” (2009, Editorial Trilce, Uruguay).






DEFINICIÓN EXACTA

La Poesía será
la sábana de tu cama
tu abrigo
tu bandera
y tu mortaja.
O será nada.








CONSPIRACIÓN

Los sapos conspiran para adueñarse de la noche
Yo colaboro con tres puntas de cigarrillo
dos tapitas oxidadas
cuatro o cinco páginas de europeos muertos

Los sapos piden más, más, más

Adjunto una navaja rota
una caja de fósforos sin fósforos
tres botones
(uno negro, uno verde, uno dorado)

Los sapos fornican y saltan y revuelven la cacerola
me cuentan que hace falta literatura que hable de elefantes
del montón de niñas azules que se enamoran del otoño y escriben poesía con dedos temblorosos
y si esto es poesía, ¿dónde entonces los cantos de los pájaros?

Yo digo
mi vecino come cascarudos y pasto y polenta y azucaradas ciruelas verdes
mi vecina saca la cabeza entre una reja y llora

Yo digo
nada de entrar a la vida suavemente
no somos el canto de los pájaros
somos el canto de los pájeros

Y el complot avanza
Faltarían dos corazones de cigarra y la caída de todos los imperios
Faltarían mil líneas para las caras de felicidad del Tato y de Javier
de cuando afanaron esa cubierta y la vendieron para ver a Darnauchans

Poesía entonces los elefantes
y la cara de felicidad del Tato
y la cara de felicidad de Javier
y Darnauchans
poesía los sapos y el complot
y poesía el canto de los pájeros
Poesía nuestro bendito canto de nosotros los pájeros









"CACAREOS POÉTICOS Y POEMAS DE AMOR MISÓGINO"

(EXTRACTOS, VARIAS EDICIONES DE AUTOR)


YÉSICA YENY RODRÍGUEZ

Yésica Yeny Rodríguez
Al boliche a comer la muzzarella
Al bailongo a bailar la muzzarella

Yésica Yeny Rodríguez
agitando al viento tu dulce bandera/bombachita rosa
acumulando pulseras fosforescentes
eligiendo al gil que te pague la cerveza

Yésica Yeny Rodríguez
Aviso recuadrado en el diario:

Mujer se ofrece. Reconstruida a nuevo y con mejoras. En liquidación. Amplias facilidades. Yésica Yeny Rodríguez: ENTREGA INMEDIATA

Gloriosa, majestuosa, exuberante ninfa de jeans apretados
es mi Yésica Yeny Rodríguez
es el brillo de los dientes que le van quedando
es su graznido lapidario:
No, que no, que no me conmueven los poemas, que no

Yésica Yeny Rodríguez
Con tal de bajarte la pollera y la bandera
te juro todo
todo es posible
encontrarle sentido a la vida
descifrar el misterio de la cumbia tanga

Yésica Yeny Rodríguez
¡Me traiciono!
¿Soy como los otros,
codiciando tu racimo de embutidos
bajo la minifalda verde y fucsia?

Adoradísima Yésica Yeny Rodríguez
¿Ves?
Entre tus senos se nos confunde lo políticamente correcto

Yésica Yeny Rodríguez
Yo te convoco
al reino de la felicidad sin celulares ni implantes mamarios
a no mover el culo cuando los proxenetas de la música te lo ordenen
a soltar el yugo de los amanerados cantores melódicos

Yésica Yeny Rodríguez
que mi asco no te alcance
que la fuerza de los artistas empantanados en tus ojos siempre te acompañe
que te saque las ganas de sacarte todo de la zapatería
que logre que leas los libros locos
que te prive de engendrar mil millones de infelices

Yésica Yeny Rodríguez ¡basta!
Yésica Yeny Rodríguez, yo te reclamo
A la mierda la revista Caras,
las dietas de la luna,
el perfume cazamachos número 5
A la mierda los autos modificados, tu boca abierta, tu bermuda abierta, tus chicles de melón, tus besuqueos con pavotes de pelos permanentemente en permanente

Por vos y por todas las Yésicas Yenys Rodríguez
yo te digo HAY ESPERANZA HAY
esta noche mi poema viaja por los bailes de cumbias
pegado al bolsillo trasero bien pegado a tu trasero
Y eso, eso no tiene precio
Es el roce de nuestras banderas en los intersticios de la tela
Es el goce de dos mundos que se palpan emputecidos
Es la RE-VO-LU-CIÓN





POEMA DE AMOR PLANCHA

hola, ¿qué hacés?
¿todo bien?
mirá, te vi y me dije “tengo que encarar”
pero en una buena, ¿sacás?
porque yo te amo salado
yo te amo abundante
yo te amo a full, flaca
¿UN BRILLO PA’L VINO, DOTOR?
dale, no seas amarga
aunque digas zafá, ya bastó
aunque arranques
que no te gusta el bardo
que estoy hecho un bicho de vivir en las bocas
de tomarme todas las bolas
de tanta cameruza
de tanto palo de tanto botón
de tanto curtir
¿SALE UN PRÓCER AHÍ, JEFE?
perdoná si agito cabezas al pedo
capaz que te estoy atomizando, pero...
¿te acordás cuando trillábamos juntos?
¿te acordás de la feria, de tirar el paño?
¿te acordás de los toques de La Vela,
encanutando el fasito y armando el achique?
¿te acordás de los meta bomba, meta bomba, toda la noche chocando los perros?
¡qué viaje, eh!
¿UNA FUERZA QUE TE SOBRE, VALOR?
el otro día te vi franeleando con ese rastrillo
se la pasa haciendo carteras y esos chucus
¡amargo!
¡maluco!
me tiene quemado
con su aire de pirucho
dandoselás de zarpado
yo estaba re-duro, que si no...
le largaría:
valor, dejate de locas pasiones
lo picaría como avispa nueva
lo picaría como un queso
lo picaría para copetín
¿UNAS CHAPAS AHÍ, MISTER?
flaca, no encajés cualquiera
encará
no digas ya fue
no digas ningún-ningún
aunque esto no funque porque soy un plancha
este plancha está de la cabeza/de la mente/de la nuca
este plancha está detonado por vos
¿UNA SEDA PA’ LA BARRA, CAMPEÓN?
y no es que quiera darle color
vos hacé lo que te pinte
manejate
conducite
rescatate
si querés cortarte cortate
vos ves si da o no da
y si no da, ¿cuál es?

ya me colgué contigo
¿me desbundé mucho?
capaz que estoy marcando
capaz que te estoy dando una masa de aquellas...
perdoná si te hago la cabeza
pero sabelo
estoy harto de transas
posta que me tenés loco, re-loco, tri-loco, multi-loco
me fisurás
me dejás flashando

capaz que algún día te venís conmigo
¡chau, estaría de más!
¡estaría de fiesta!
juntaríamos alguna moneda
nos iríamos a escaviar un tinto por áhi
a fumamos ese finito en la rambla, en una mansa
de última...
¡más bien que te quiero!
¿más firme?
toy re-metido
toy mutando
toy al palo
me tenés hecho paté

flaca, el sábado hay tambores
yo qué sé...
si pinta...
si estás afín... ¿sacás?
te invito a fumar una seca por el barrio
si te cabe, estoy en el lugar de siempre
dale, prendete
decime que sale
¿sale?
¿sale?
¡arriba!




TEXTO PARA CUANDO NO HAYA NADIE QUE TE OIGA LEER POESÍA

La gente te mira y espera y tenés que decir algo.
Estás ahí, con el papel temblándote entre las manos, atontado por las luces, por el miedo. Parece que tuvieras algo sucio adentro, un arma cargada y apuntando. Y querés decirles que no, que es una cosa pura y limpia como ninguna, pero te suena estúpido.
Te vas poniendo cada vez más nervioso. Pensás en las críticas literarias de los amigos: ta bueno o ta bien, o me gustó, pero… Y no te importa si lees para ellos, los cuatro o cinco compinches que vinieron a acompañarte, o para la humanidad entera.
Y seguís temblando, y te equivocás varias veces, y sentís alguna tos por ahí en el fondo, y ves a un veterano que camina hasta el baño y un mozo que te mira con cara de quémierdaesesto y marcheotrofainá.
Y estás ahí, con tu papelito doblado, y sabés que no importa, que estás leyendo para vos mismo, y se te va un poco el miedo y te los quedás mirando, intrigado.
De repente querían espectáculo y vos justo te olvidaste de la matraca y la corona de desperdicios.
De repente creen que poeta y puto son una misma cosa. Dejalos así, que se alejen distraídos mientras les vichás a la mujer para saber si podés entrarle con alguna pose de intelectual comprometido u hombre sensible. Dejalos. Ya va a ser tarde cuando los ganapanes vuelvan y descubran que no quedan rastros de sus bebidas ni de sus señoras, porque éramos tan sensibles que nos chupamos a las dos.
Algunas caras parecen decepcionadas. Se imaginaban a los poetas como una suerte de monstruitos verdes o azules, viviendo en castillos altos y mohosos, dedicando el día entero a probar rimas y escupir metáforas a los cuatro costados.
Para ellos el poeta es un ser grotesco, una especie de bohemio místico o profeta filosófico, o simplemente un atorrante que desconoce lo que es trabajar, recalentar un guiso de tres días, pagar la luz y el agua.
La gente sigue mirando y sonriendo condescendientemente.
Se les podría explicar que los poetas estamos hartos de las sonrisas condescendientes, de las lecturas casi vacías, de las reuniones inútiles, de que los dueños de la verdad nos juzguen, de la píldora negra de la autosatisfacción y el bozal, de tener que aceptar caer otra vez en esas estúpidas charlas sobre fútbol, casas, minas, billetes, el podrido estado del tiempo leído por un payaso inútil en la televisión.
Podés decir “No, señoras y señores. El espécimen del poeta también come, chupa, ama, odia, y sí, hasta caga como usted. Para atraerlo, páguele una vuelta de lo que esté tomando, teniendo siempre cuidado de no confundirlo con los otros, supuestos poetas de gaseosa en mano”.
Te siguen mirando. Esperan la poesía, así que los complacés:

Cuidado con ellos
poetas de gaseosa en mano
No germinan ángeles
Desconocen el carozo del sol y del asunto

Nadie dice nada. Parecen satisfechos, o de repente todo les da igual.
“Los poetas son unos animales” proseguís. “Ejemplares abundantes de la fauna uruguaya, su temporada de caza se extiende a todo el año. El Estado los considera una plaga, exceptuando a los grandes poetas mamuts, de los que se alimenta”.
Son tan abundantes estas criaturas que basta tirar una piedra para cualquier lado y es seguro que va a pegarle en la cabeza a un poeta durmiendo la siesta.
Desde ya aclaramos que estos animalitos no se pueden amaestrar. Ni siquiera se les pueden quitar los vicios de la selva: el eterno enamoramiento de las putas, las meadas en plena calle.
Alguien pensará, ¿para qué mierda sirven los poetas, si son incapaces de crear algo útil, como la escupidera o el cuchillo eléctrico?
Cada tanto los poetas gustan de reunirse en un abrevadero cualquiera para perder el tiempo hablando de poesía en vez de hacerla. Se recomiendan libros y películas, se intercambian poemas, poemitas, y algún que otro popo-ema, mientras esperan turno para descargar su incontinencia literaria en los oídos de la manada. Pobres mendigos de orejas, esperando siempre el momento de gloria como se espera un pájaro con una escopeta entre las alas.
Luego de leer, por regla general fingen desinterés, pero cuando nadie los ve se guardan en un bolsillo las migas del aplausito para engañar el hambre de elogios.
Los admiradores de poetas clásicos los miran con asco. Se podría describir su presencia así:

En la reunión
venerables ejemplares de poetadultomayores
mágicamente se convierten en versificadores
luego de la jubilación.

Permítales un minuto y lo van a aburrir dos horas con esa tormenta de cursilerías bien rimadas e interminables, carpetas plastificadas plagadas de dibujitos de soles y cielos en degradé, repletas de versos que lloriquean por los otros, los otros versos que perdieron por el camino mientras trepaban puestos en las oficinas públicas. Y fue sólo para esto, para terminar cacareando poemas sobre maridos y esposas muertos y dedicando el día entero al reino vegetal.
“El olor de las rosas” se atreve uno de los ejemplares ancianos. “Eso está bien”, comenta otro, “pero es demasiado fuerte para mí”.
La gente te sigue mirando y cada vez te importa menos. Ya estás por terminar. Alguno lustra sus credenciales de poeta y sus sonetos a la luna. Nunca pudiste seguirlos. Cuando agarraban sus poemitas y sus libros de “aprenda a escribir correctamente” y se iban corriendo a los intercambios culturales, vos te escapabas a los tambores y aprendías de la poesía chupando vino y fumando marihuana. Nunca pensaste en el triunfo porque para el poeta no hay triunfo posible. Simplemente te mantuviste firme, esperando, y fueron llegando las palabras, sin importarles si estabas en mitad de un partido o durmiendo borracho encima de una mujer. Esa electricidad te recorrió los pelos y te obligó a garabatear en la pared, en el piso, en el borde de los libros, en papeles sucios que te arrimaba el viento, y las tardes se hicieron anaranjadas y mancharon tus lápices para siempre. Amén.

Jorge Alfonso

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